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Neandertales y homo sapiens pudieron coexistir a la vez en Europa, revela una cueva

jueves, febrero 10th, 2022

De acuerdo con los investigadores, estos hallazgos brindan evidencia arqueológica de neandertales y homos sapiens pudieron haber coexistido en la misma región europea durante el mismo periodo de tiempo.

Por Frank Jordans 

BERLÍN, 10 de febrero (AP) — Una cueva en una ladera con vistas al pintoresco valle del Ródano en el sur de Francia resultó irresistible para nuestros antepasados, y atrajo tanto a neandertales como a humanos modernos mucho antes de que se pensara que estos últimos habían llegado a esa parte de Europa, sugiere un nuevo estudio.

En un artículo publicado el miércoles por la revista Science Advances, investigadores de Europa y Estados Unidos describieron el hallazgo de restos fosilizados de homo sapiens y herramientas intercaladas entre las de los neandertales en la Gruta Mandrin, que lleva el nombre de un popular héroe francés del siglo XVIII.

“Los hallazgos brindan evidencia arqueológica de que estos primos homínidos pudieron haber coexistido en la misma región de Europa durante el mismo periodo de tiempo”, dijo el equipo.

Los autores del estudio calculan que algunos de los restos humanos son de hace unos 54 mil años, casi 10 mil años antes que los hallazgos anteriores en Europa, con excepción de Grecia.

Esta foto sin fecha proporcionada por Ludovic Slimak muestra los nanopuntos neronianos encontrados en la cueva Mandrin, cerca de Montelimar, en el sur de Francia. Foto: Ludovic Slimak vía AP

Esta foto sin fecha proporcionada por Ludovic Slimak muestra excavaciones en la entrada de la cueva Mandrin, cerca de Montelimar, en el sur de Francia. Foto: Ludovic Slimak vía AP

Esta foto sin fecha proporcionada por Ludovic Slimak muestra la cueva Mandrin, cerca de Montelimar, en el sur de Francia. Foto: Ludovic Slimak vía AP

“Esto profundiza significativamente la edad conocida de la colonización de Europa por parte de los humanos modernos”, dijo Michael Petraglia, experto en prehistoria del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana, en Alemania.

Petraglia, que no participó en el estudio, dijo que este contiene importantes implicaciones para comprender la propagación de los humanos modernos y nuestras interacciones con los neandertales.

Los investigadores dijeron que pasaron más de 30 años examinando cuidadosamente las capas de tierra dentro de la cueva, que se encuentra a 140 kilómetros (87 millas) al norte de la ciudad mediterránea francesa de Marsella. Descubrieron miles de artefactos que pudieron atribuir a los neandertales o a los humanos modernos. Estos incluían herramientas de piedra avanzadas conocidas como “puntas” que fueron utilizadas por el homo sapiens —nuestro ancestro más cercano— para cortar o raspar, y como puntas de lanza.

Se han encontrado herramientas similares de casi exactamente el mismo periodo a unos 3 mil kilómetros (casi mil 900 millas) de distancia, en el actual Líbano, lo que indica que los humanos modernos con una cultura común pudieron haber viajado por el Mar Mediterráneo, dijo Ludovic Slimak, uno de los autores del nuevo estudio.

Esta foto sin fecha proporcionada por Ludovic Slimak muestra nanopuntos de las tecnologías modernas de Neron que se encuentran en la cueva de Mandrin, cerca de Montelimar, en el sur de Francia. Foto: Ludovic Slimak vía AP

Los investigadores dijeron que pasaron más de 30 años examinando cuidadosamente las capas de tierra dentro de la cueva, que se encuentra a 140 kilómetros (87 millas) al norte de la ciudad mediterránea francesa de Marsella. Foto: Ludovic Slimak vía AP

Esta foto sin fecha proporcionada por Ludovic Slimak muestra la excavación en la capa neroniana que data de hace 54 mil años y registra el primer Homo sapiens en el continente europeo, cerca de Montelimar, en el sur de Francia. Foto: Ludovic Slimak vía AP

Esta foto sin fecha proporcionada por Ludovic Slimak muestra una hoja larga del neroniano de Grotte Mandrin, cerca de Montelimar, en el sur de Francia. Foto: Ludovic Slimak vía AP

Si bien los investigadores no encontraron evidencia de intercambios culturales entre los neandertales y los humanos modernos que alternaban en la cueva, la rápida sucesión de ocupantes es significativa en sí misma, dijeron. En un caso, la cueva cambió de manos en el espacio de un año, agregó.

Slimak, arqueólogo de la Universidad de Toulouse, dijo que los hallazgos en Mandrin sugieren que el río Ródano pudo haber sido un vínculo clave entre la costa mediterránea y Europa continental.

“Estamos ante uno de los corredores migratorios naturales más importantes de todo el mundo antiguo”, dijo el especialista. “Mandrin es como una especie de Pompeya Neandertal”, indicó Slimak.

“Omo I”, restos más antiguos de Homo sapiens, serían de más de 230 mil años

miércoles, enero 12th, 2022

Los resultados de la nueva investigación retrasan en más de 30 mil años la antigüedad de “Omo I”.

Londres, 12 ene (EFE).- Los restos de Homo sapiens más antiguos, hallados en el este de África, podrían tener una edad superior a los 230 mil años, según el nuevo cálculo efectuado por un equipo internacional de expertos que publica este miércoles la revista Nature.

La investigación retrasa en más de 30 mil años la antigüedad de los fósiles conocidos como “Omo I” -descubiertos en 1967 en el yacimiento de Omo Kibish (Etiopía)- después de analizar la “huella química” dejada por una gran erupción volcánica.

Este equipo de trabajo, liderado por expertos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), dató las capas de ceniza volcánica situadas por encima y por debajo del lugar donde quedó enterrado “Omo I”, una zona del valle del Rift de gran actividad volcánica y rica en restos de los primeros humanos.

“Usando estos métodos, la edad generalmente aceptada de los fósiles de Omo es de menos de 200 mil años, pero ha habido mucha incertidumbre respecto a esta fecha”, explica en un comunicado la vulcanóloga Céline Vidal, principal autora del estudio.

Señala que los fósiles se encontraron “en una secuencia”, debajo de una “gruesa capa” de ceniza volcánica que, no obstante, “nadie había logrado hasta ahora datar” a través de “técnicas radiométricas”, debido a que la ceniza está compuesta por “un grano demasiado fino”.

Los nuevos análisis de Vidal y sus colegas se integran en un proyecto de cuatro años con el que han tratado de datar todas las grandes erupciones registradas en el valle del Rift durante el periodo en el que aparecieron los primeros Homo sapiens, al final del Pleistoceno Medio.

Así, efectuaron análisis geoquímicos para relacionar la composición de la gruesa capa de ceniza volcánica del citado yacimiento con la erupción del volcán Shala, situado a más de 400 kilómetros de distancia y ocurrida hace 230 mil años.

Los investigadores constataron que los restos fósiles de Omo se encontraban por debajo de la gruesa capa de ceniza en cuestión y dedujeron que estos debían tener una antigüedad de más de 230 mil años.

Mapa del MER que muestra los volcanes silícicos y las formaciones sedimentarias del Pleistoceno medio tardío y las unidades de tefra relevantes. Foto: Vidal, C.M., Lane, C.S., Asrat, A. et al. Age of the oldest known Homo sapiens from eastern Africa. Nature (2022).

“A diferencia de otros fósiles del Pleistoceno Medio que se cree que pertenecen a las primeras etapas del linaje del Homo sapiens, Omo I posee, sin lugar a dudas, características de los humanos modernos”, observa el coautor del estudio Aurélien Mounier, del Museo del Hombre de París.

Los investigadores indican que, si bien este trabajo fija una edad mínima para el Homo sapiens en el este de África, es posible que futuros estudios extiendan la edad de nuestra especie más atrás en el tiempo.

“Nuestro enfoque forense aporta una edad mínima para el Homo sapiens en el este de África, pero el reto sigue siendo que podamos fijar un tope, la edad máxima para su aparición, que se cree que ocurrió en esta región”, concluye Christine Lane, de la Universidad de Cambridge.

El collar del último neandertal: importancia ornamental y mundo simbólico

miércoles, julio 7th, 2021

Durante su existencia, neandertales y Homo sapiens no se diferenciaron demasiado, pero algunos piensan que una “revolución humana” se produjo hace 50 mil años. El origen de esta “revolución cognitiva” estaban muy claros hace años, pero ahora son más difusos. La comunidad científica discute si la capacidad de otorgar “espíritu” a los objetos inanimados fue exclusivamente nuestra.

Por Antonio Rodriguez-Hidalgo
Investigador Juan de la Cierva en el departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología, Universidad Complutense de Madrid

Madrid, 7 de julio (The Conversation).- Si nos cruzásemos por el barrio madrileño de Malasaña con una pareja de neandertales vestidos a la última, seguramente no notaríamos nada extraño. Pero si ellos se cruzasen con nosotros hace 50 mil años en la orilla del Río Manzanares, ¿cómo deberíamos lucir para no llamar su atención?

Los neandertales son una especie controvertida. Para unos representan una humanidad imperfecta, brutal y fallida. Para otros, tan humanos, sofisticados e inteligentes como cualquiera de nosotros.

Durante la mayor parte de su existencia, neandertales y Homo sapiens no se diferenciaron demasiado. Al menos no en su cultura material. Pero hay quien piensa que una “revolución humana” se produjo repentinamente en todo el viejo mundo hace 50 mil años. Este cambio nos llevó a nosotros los sapiens, a crear mitos, pintar paredes y decorar nuestros cuerpos. Ellos no alcanzaron el olimpo cognitivo. Perdieron el tren de aquella revolución y sucumbieron.

Pero, ¿estamos tan seguros de esto?

Falange de águila imperial con marcas de corte recuperada en la Cova Foradada de Calafell. Foto: Antonio Rodríguez-Hidalgo/UCM

UN NUEVO “LOOK” PARA LOS NEANDERTALES

La imagen que tenemos de los neandertales ha cambiado radicalmente en los últimos años. Este cambio de percepción no es una moda, sino que se basa en la evidencia científica.

El origen y la autoría de la “revolución cognitiva” estaban muy claros hace años, pero ahora son más difusos. La comunidad científica discute sobre si la capacidad de otorgar “espíritu” a los objetos inanimados fue exclusivamente nuestra. La respuesta parece estar en algunos pequeños objetos de adorno, posiblemente colgantes o pendientes. Los neandertales usaron ornamentos. Quizá lo hicieron antes que nosotros. Quizá incluso nos enseñaron un par de cosas sobre ellos.

Además de usar ornamentos, los neandertales enterraron ocasionalmente a sus muertos, incluso con ofrendas como astas de ciervo y cuernos de bisonte. Fueron autores del primer arte rupestre. Grabaron huesos y piedras, y coleccionaron objetos llamativos. Pintaron sus cuerpos de rojo y negro con pigmento natural y se decoraron con pieles y plumas de animales. Probablemente, incluso usaron diferentes peinados. Su mundo simbólico era complejo.

Dos versiones de los neandertales separadas por 100 años de investigación. Foto: Field Museum of Natural History, Chicago. Giorgio Bardelli, Museo de Historia Natural, Milán

De hecho, un estudio reciente publicado esta semana en la revista Nature Ecology & Evolution muestra el hallazgo de un hueso de ciervo que un neandertal talló hace 51 mil años en una cueva de Alemania.

VIAJE A LAS DOS ORILLAS DEL MEDITERRÁNEO

En Cova Foradada, cerca de Barcelona, se han encontrado los restos de un águila de hace 39 mil años. Los neandertales abandonaron los huesos allí junto a algunos cuchillos de sílex después de manipularlos. La forma de las herramientas de piedra sugiere vínculos con los últimos neandertales cantábricos y franceses, los llamados “châtelperronienses”, ya en transición hacia el Paleolítico superior.

Los cortes en uno de los huesos revelan que el objetivo de tal manipulación era la obtención de las garras. Una vez cortada, el resto de la pata se desechó en la cueva. Es el primer caso y el único documentado hasta ahora en la península ibérica, pero nos ha permitido profundizar en el mundo simbólico de los neandertales y sus conexiones con los sapiens.

Localización de yacimientos neandertales (asteriscos) y sapiens (•) en los que se han encontrado ornamentos del Paleolítico medio sobre garras de águila (asteriscos) o conchas marinas (•): 1, Cova Foradada; 2, Combe Grenal; 3) Les Fieux; 4, Pech de l’Azé; 5, Mandrin; 6, Grotte de l`Hyene-Grotte du Renne; 7, Baume Gigny; 8, Grotta di Fumane; 9, Rio Secco; 10, Krapina; 11, Contrebandiers; 12, Ifri n’Ammar; 13, Rhafas; 14, Taforalt; 15, Oued Djebbana; 16, Skhul; 17, Qafzeh. Foto: A. Rodríguez-Hidalgo/UCM

En otros 10 yacimientos del suroeste europeo, desde Croacia al sur de Francia, se han encontrado garras de rapaces modificadas para ser usadas como adornos personales, probablemente colgantes. Siempre en yacimientos neandertales. Siempre son garras de grandes águilas. Pigargos, águilas reales y, en nuestro caso, águila imperial ibérica. Pensamos que esta selección extrema se podría deber al carácter simbólico que los neandertales del sur de Europa atribuían a estas pequeñas “joyas” de su cultura material. No usaron garras de león, oso o halcón y no sabemos por qué.

Las comenzaron a utilizar hace 120 mil años, y continuaron haciéndolo hasta el borde de su desaparición como especie. Probablemente, el significado de estos adornos se transmitió de generación en generación durante milenios. Al menos en esta región del sur de Europa, ya que no se han encontrado este tipo de evidencias en otras zonas donde sabemos que habitaron los neandertales, como Oriente Próximo, Asia Central o Siberia.

A su vez, nunca se han encontrado garras utilizadas por los humanos modernos como colgantes hasta su llegada a Europa hace unos 40 mil años. Y eso que los humanos modernos ya habían empezado a utilizar conchas marinas como abalorios en África y Oriente Próximo hace unos 70 mil años. Esto nos permite plantear varias hipótesis interesantes:

1. Los neandertales empezaron a usar ornamentos antes que otras especies humanas.
2. Lo hicieron de forma independiente, no parece que lo aprendiesen de los Homo sapiens.
3. Usaron las garras de águila sólo en una región muy concreta, quizá una región cultural.
4. Lo hicieron durante varios milenios y la tradición pasó del Paleolítico medio a las culturas neandertales del Paleolítico superior.
5. Quizá enseñaron a los primeros sapiens europeos a incluir las garras de águila entre sus ornamentos.

Montaje de garra de águila imperial en la entrada de la Cova Foradada de Calafell. Foto: A. Rodríguez-Hidalgo/UCM

DE VUELTA A LA ORILLA DEL MANZANARES

Hace unos 35 mil años, los neandertales se extinguieron. Antes de desaparecer, contribuyeron con su pequeño riachuelo genético a la enorme corriente sapiens que inundó Europa. La mezcla de caudales pudo producirse porque biológicamente éramos muy similares.

Los arqueólogos necesitamos más evidencias para saber cómo de parecidos éramos desde un punto de vista cognitivo y cultural. Mientras tanto, si viajamos atrás en el tiempo y nos encontramos con una pareja de neandertales a la orilla del Manzanares, mi consejo es que llevemos pieles, plumas y un colgante hecho con garras de águila si queremos pasar inadvertidos.

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Hueso revela que los neandertales se expresaban simbólicamente antes del Homo Sapiens

lunes, julio 5th, 2021

“Es muy probable que los neandertales tuvieran conciencia del significado simbólico” y este hallazgo demuestra que los neandertales “eran capaces de crear expresiones simbólicas antes de que el ‘Homo sapiens’ llegara a Europa Central”, indica la investigación .

Redacción Ciencia, 4 jul (EFE).- Hace 51 mil años un neandertal grabó hueso de ciervo con un diseño de chevrón, un hallazgo que demuestra que eran capaces de crear expresiones simbólicas antes de la llegada del “Homo Sapiens” a Europea central, según un estudio que publica Nature Ecology & Evolution.

El hueso de una pezuña de ciervo gigante, que fue encontrado en la antigua entrada de la cueva de Einhornhöhle, en el norte de Alemania, presenta una incisión con un diseño de chevrón apilado (en forma de picos), indica el estudio que firman expertos alemanes.

Hasta el momento, se han encontrado numerosos ejemplos de arte y comportamiento simbólico en los primeros “Homo sapiens” de África y Eurasia, sin embargo, faltan pruebas similares que puedan arrojar luz sobre la capacidad cognitiva de los neandertales, parientes cercanos de los humanos.

La investigación, liderada por Dirk Leder del Servicio Estatal de Patrimonio Cultural de Baja Sajonia (Alemania), se suma a la creciente evidencia de que esta especie tenía un sofisticado comportamiento simbólico.

“Es muy probable que los neandertales tuvieran conciencia del significado simbólico” y este hallazgo demuestra que “eran capaces de crear expresiones simbólicas antes de que el ‘Homo sapiens’ llegara a Europa Central”, indica la investigación .

El hallazgo procede de un contexto aparentemente del Paleolítico Medio vinculado a los neandertales y “demuestra que la imaginación conceptual, como requisito previo para componer líneas individuales en un diseño coherente, estaba presente”, escriben los autores.

Los análisis microscópicos y las réplicas experimentales sugieren que el hueso se hirvió para ablandarlo antes de tallarlo. El grabado de líneas individuales, en un diseño de chevrón, no sólo es indicativo de imaginación conceptual, sino que los ciervos gigantes eran raros al norte de los Alpes en esta época, “lo que refuerza la idea de que el grabado tenía un significado simbólico”.

En esta ilustración proveída por Gleiver Prieto y Katerina Harvati se ve a un grupo de neandertales cazando con armas no arrojadizas. Foto: Gleiver Prieto/Katerina Harvati vía AP

En un artículo que también publica la revista, Silvia Bello, del Centro para la Investigación de la Evolución Humana, del Museo de Historia Natural de Londres, recuerda las pruebas existentes del intercambio de genes entre neandertales y humanos modernos hace más de 50 mil años.

Por ello, “no podemos excluir un intercambio de conocimientos igualmente temprano entre las poblaciones de humanos modernos y neandertales, que puede haber influido en la producción del artefacto grabado de Einhornhöhle”.

En cualquier caso, la capacidad de aprender, de integrar la innovación en la propia cultura y de adaptarse a las nuevas tecnologías y a los conceptos abstractos “debe reconocerse como un elemento de complejidad del comportamiento”.

Por eso, el hueso grabado de Einhornhöhle “acerca aún más el comportamiento neandertal al comportamiento moderno del ‘Homo sapiens'”.

Hallazgos en el desierto de Kalahari ponen en duda el lugar de origen del Homo sapiens

miércoles, marzo 31st, 2021

Un refugio rocoso alberga objetos –cristales y fragmentos de cáscara de huevo de avestruz– de unos 105 mil años de antigüedad y que científicos consideran que fueron utilizados como parte de ritos espirituales, como sucede hasta hoy en ese lugar.

Redacción Ciencia, 31 de marzo (EFE).- Hasta ahora, las principales hipótesis de la evolución humana situaban el origen del hombre moderno (Homo sapiens) en los entornos costeros del sur de África pero los hallazgos arqueológicos de un refugio rocoso en el desierto del Kalahari, en Sudáfrica, han puesto en entredicho esta teoría.

Hasta hoy, las evidencias más antiguas del uso de recursos simbólicos como pigmentos ocres, conchas y otros artefactos decorados por parte de los humanos modernos se habían encontrado en yacimientos de las costas africanas de entre 125 mil y 70 mil años de antigüedad.

Sin embargo, un estudio internacional y multidisciplinar, liderado por Jayne Wilkins, de la Griffith University de Brisbane (Australia) y publicado hoy en Nature, da cuenta de los objetos de unos 105 mil años de antigüedad que se han encontrado en un refugio rocoso en Ga-Mohana, una colina que se alza sobre una extensa sabana en el desierto del Kalahari, Sudáfrica.

Los investigadores encontraron 22 cristales de calcita blanca que fueron deliberadamente recogidos. Foto: Nature.

“Nuestros hallazgos en este abrigo rocoso demuestran que los modelos excesivamente simplificados sobre los orígenes de nuestra especie ya no son aceptables. Las pruebas sugieren que muchas regiones del continente africano estuvieron implicadas, y que el Kalahari sólo fue una de ellas”, asegura Wilkins.

Durante la excavación, los investigadores encontraron 22 cristales de calcita blanca, fueron deliberadamente recogidos y depositados en el refugio y fragmentos de cáscara de huevo de avestruz, que podrían haber sido utilizados para almacenar agua, dado que hace 100 mil años el entorno era mucho más húmedo que ahora.

Los científicos creen que estos objetos fueron utilizados como parte de ritos espirituales y recuerdan que, a día de hoy, la población local sigue utilizando este abrigo rocoso para sus ceremonias espirituales.

“Nuestro análisis indica que los cristales no se introdujeron en los yacimientos a través de procesos naturales, sino que fueron objetos recogidos deliberadamente, probablemente relacionados con creencias espirituales y rituales”, subraya Wilkins.

Para determinar la edad de las capas arqueológicas del yacimiento, el equipo científico realizó la datación por luminiscencia estimulada ópticamente (OSL), una técnica que “mide las señales luminosas naturales que se acumulan a lo largo del tiempo en los granos de cuarzo y feldespato sedimentarios”, explica Michael Meyer, director del laboratorio de OSL del Departamento de Geología de la Universidad de Innsbruck (Austria).

El nombre de Kalahari deriva de la palabra tswana Kgala, que significa “gran sed” y, hoy en día, el clima de Ga-Mohana es semiárido, con escasas y muy estacionales precipitaciones.

Sin embargo, el estudio afirma que las pruebas de la abundancia de agua en el paisaje son evidentes por las abundantes formaciones de toba que rodean el refugio y que tienen entre 110 mil y 100 mil años de antigüedad, según dataciones realizadas con el método uranio-torio, exactamente el mismo periodo de las muestras excavadas.

Esta datación desvela “la historia del agua en lo que hoy conocemos como un paisaje seco, y de las personas que se adaptaron y que explotaron el paisaje no sólo para sobrevivir, sino para prosperar”, destaca Robyn Pickering, directora del Instituto de Investigación de la Evolución Humana (HERI) de la Universidad de Ciudad del Cabo.

Debido a la importancia espiritual que sigue teniendo la colina Ga-Mohana, los investigadores han minimizado su impacto en el uso del refugio. “No dejar ningún rastro visible y trabajar con la comunidad local es fundamental para la sostenibilidad del proyecto y para que la colina de Ga-Mohana pueda seguir aportando nuevos conocimientos sobre los orígenes y la evolución del Homo sapiens en el Kalahari”, concluye Wilkins.

Los neandertales usaron la tecnología Levallois de Nubia, que se creía exclusiva del Homo sapiens

lunes, febrero 15th, 2021

El equipo estudió el tamaño, forma y estructura tridimensional externa e interna del diente de un niño de aproximadamente 9 años y lo comparó con especímenes de Homo sapiens y neandertales del Holoceno y del Pleistoceno. Los hallazgos amplían el área de distribución meridional conocida de los neandertales.

Madrid, 15 de febrero (EFE).- El diente de un niño y varios restos arqueológicos han sido las pistas seguidas por un equipo científico para concluir que los neandertales usaban la tecnología Levallois de Nubia, que hasta ahora se creía exclusiva del Homo sapiens.

El estudio, encabezado por investigadores del alemán Instituto Max Planck, volvió a examinar el registro fósil y arqueológico de la cueva de Shuqbah (Palestina) y sus hallazgos amplían el área de distribución más meridional conocida de los neandertales.

Además, sugiere que estos usaron la tecnología Levallois para obtener lascas y puntas de piedra, la cual se creía que solo habían empleado los humanos modernos.

Los investigadores pudieron estudiar en detalle, por primera vez, el único diente humano del yacimiento y acometieron también un importante estudio comparativo que examina el conjunto de herramientas de piedra.

Los yacimientos en los que los fósiles de homínidos están directamente asociados a conjuntos de herramientas de piedra “siguen siendo una rareza”, según el investigador Jimbob Blinkhorn, del Max Planck.

Sin embargo, el estudio tanto de los fósiles como de las herramientas es fundamental para comprender las ocupaciones de los homínidos en la cueva de Shuqbah y en la región en general, agrega en un comunicado.

La cueva fue excavada por primera vez en 1928 por Dorothy Garrod, quien informó de la existencia de un rico conjunto de huesos de animales y herramientas de piedra de estilo musteriense.

Además, identificó un único molar humano, el cual estuvo en una colección privada durante la mayor parte del siglo XX, lo que impidió realizar estudios comparativos con métodos modernos.

La reciente reidentificación del diente en el Museo de Historia Natural de Londres dio lugar a nuevos trabajos detallados sobre las colecciones de herramientas de Shuqbah.

El estudio tanto de los fósiles como de las herramientas es fundamental para comprender las ocupaciones de los homínidos. Foto: EFE

El equipo examinó el tamaño, forma y estructura tridimensional externa e interna del diente y lo comparó con especímenes de Homo sapiens y neandertales del Holoceno y del Pleistoceno, para concluir que perteneció “a un niño neandertal de aproximadamente 9 años”, indica Clément Zanolli, de la Universidad francesa de Burdeos y otra de las autoras del estudio.

Aunque los Homo sapiens y los neandertales compartieron el uso de un amplio conjunto de tecnologías de herramientas de piedra, recientemente se ha argumentado que la Levallois nubia fue utilizada exclusivamente por los Homo sapiens.

Los expertos investigaron a fondo las colecciones de herramientas de piedra de Shuqbah e identificamos muchos más objetos producidos con los métodos Levallois nubios de lo que habían previsto, destaca Blinkhorn.

“Es la primera vez que se encuentran en asociación directa con fósiles neandertales, lo que sugiere -considera- que no podemos establecer un simple vínculo entre esta tecnología y el Homo sapiens“.

El Homo sapiens fue el creador de las herramientas modernas en Europa y no los neandertales

lunes, mayo 11th, 2020

Con este método, identificaron fragmentos de hueso humano y concluyeron que tenían al menos 45 mil años de antigüedad, cuando se registraron múltiples oleadas de Homo sapiens a Europa.

Madrid, 11 de mayo (EFE).– Un equipo internacional de investigadores ha concluido que las modernas herramientas y colgantes descubiertos en Europa, son creaciones de los humanos modernos, los Homo sapiens emigrados de África, y no de los neandertales como se ha defendido hasta ahora.

Las conclusiones del estudio, que se publican este lunes en la revista Nature, arrojan nuevos datos sobre la llegada del Homo sapiens a Europa y a sus interacciones con la población autóctona, los neandertales del continente, una especie humana que ya se encontraba en declive.

El análisis, dirigido por científicos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, se ha centrado en los huesos y utensilios descubiertos en la cueva de Bacho Kiro, en la actual Bulgaria.

“Nuestros hallazgos vinculan la expansión de lo que entonces eran tecnologías avanzadas, como herramientas de corte y colgantes hechos de dientes y hueso, con la propagación del Homo sapiens hace más de 45 mil años”, explica Shara Bailey, profesora del Departamento de Antropología de la Universidad de Nueva York y una de las coautoras del trabajo.

El estudio concluye que el Homo sapiens fue el principal responsable de estas creaciones ‘modernas’ y que las similitudes entre los utensilios de la cueva de Bacho Kiro y otros yacimientos en los que los neandertales hicieron cosas parecidas se deben a la “transmisión cultural” entre ambos grupos humanos.

Además, “si los neandertales hubieran creado estas herramientas y joyas ‘modernas’, significaría que tenían capacidades cognitivas más avanzadas de lo que se ha reconocido hasta ahora”, concluye la antropóloga.

Para hacer este estudio, los investigadores -de Europa, Estados Unidos y del Reino Unido-, se centraron en la transición del Paleolítico Medio al Superior, entre 50 mil y 30 mil años atrás, un periodo en el que los neandertales fueron reemplazados por los Homo sapiens de África, aunque este proceso -que no fue homogéneo- varió entre regiones y sus detalles siguen siendo una incógnita.

Para comprender mejor una parte de esta transición, el equipo estudió Bacho Kiro, donde aparecieron algunas de las primeras tecnologías modernas, como colgantes y cuchillos.

Bailey, experta en análisis dental, y sus colegas examinaron los dientes y huesos que se habían encontrado en Bacho Kiro mediante una tecnología llamada ZooMS.

Con este método, identificaron fragmentos de hueso humano y concluyeron que tenían al menos 45 mil años de antigüedad, cuando se registraron múltiples oleadas de Homo sapiens a Europa.

Análisis posteriores de la forma del diente y de su ADN, determinaron que pertenecían a Homo sapiens y no a neandertales, cuya presencia no era evidente entre los fósiles descubiertos.

“El ZooMS nos permite identificar fragmentos de hueso previamente no identificables como alguna forma de humano”, explica Bailey. “A partir de ahí, podemos aplicar técnicas más sofisticadas para identificar la especie y datar con más precisión los huesos humanos”, concluye.

Garra de águila de hace 40 mil años, posiblemente parte de un collar neandertal, es hallada en España

sábado, noviembre 2nd, 2019

La pieza fue encontrada en la ciudad de Tarragona y se presume que es el último collar hecho por los neandertales. Asimismo, se trata de la primera pieza en su tipo que se encuentra en la península ibérica.

España, 2 de noviembre (RT).– Un hueso de garra de águila imperial de 40 mil años de antigüedad, que fue descubierto en una cueva en España, podría ser parte de un collar hecho por los neandertales, dejando en evidencia que estos homínidos elaboraban objetos con fines ornamentales y simbólicos, según un nuevo estudio publicado esta semana en la revista Science Advances.

La pieza encontrada en Cova Foradada, en Calafell, Tarragona, sería “el último collar hecho por los neandertales” y es la primera pieza de este tipo que se halla en la península ibérica, señala en un comunicado Antonio Rodríguez-Hidalgo, autor principal de la investigación.

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EXCLUSIVAMENTE CON FINES DECORATIVOS

“Los neandertales usaron garras de águila como elementos simbólicos, probablemente como collares, desde los inicios del paleolítico medio”, asegura Rodríguez-Hidalgo. Las garras de águila son uno de los símbolos ornamentales más antiguos de Europa, incluso más antiguos que las conchas marinas utilizadas por el Homo sapiens en el norte de África, evidenciando que los neandertales pudieron haber sido más complejos de lo que se pensaba.

Las marcas encontradas en los restos del ave revelaron además que el animal se usó exclusivamente con fines decorativos y no para la alimentación.

LEGADO CULTURAL

Asimismo, se determinó que el nuevo hallazgo pertenece a la cultura Chatelperroniense, propia de los últimos neandertales que habitaron Europa y corresponde al momento en que esta especie de homínido entró en contacto con el Homo sapiens. El autor del estudio incluso sugiere que pudo haberse producido una transmisión cultural de los neandertales a los humanos modernos, quienes adoptaron esta práctica tras su llegada desde África.

“Si aceptamos esta interpretación, entonces los neandertales habrían tenido estructuras sociales y culturales lo suficientemente complejas como para transmitir el uso y el significado de estos códigos tanto en el tiempo, de generación en generación, como a través del espacio”, concluyen los autores del estudio.

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Antropólogos hallan en Grecia cráneos de Homo Sapiens, los más antiguos encontrados fuera de África

miércoles, julio 10th, 2019

El descubrimiento socava la teoría tradicional sobre los “Neandertales” y la evolución de los humanos modernos, según la cual los antepasados de los primeros aparecieron en Europa hace 500.000 años y evolucionaron de manera aislada de otros homínidos. Cuando los “Homo sapiens” salieron de África, sus avances a Europa podrían haber sido impedidos por los “Neandertales”.

Ciudad de México, 10 de julio (RT).– Una revisión comprensiva de un fragmento de cráneo hallado en una cueva griega en la década 1970 ha sugerido que los humanos habitaban Eurasia hace unos 210 mil años.

El informe publicado en Nature describe dos fragmentos de cráneo fosilizados descubiertos en la cueva Apidima, en el sur de Grecia en 1978. Un grupo internacional de paleontólogos los vinculó a dos individuos —un “Homo sapiens” y un “Neandertal”— que datan de hace 210 mil y 170 mil años, respectivamente.

El primero es la prueba más antigua de la presencia de humanos modernos fuera de África.

Ninguna otra prueba arqueológica o paleontológica fue descubierta en la cueva y ninguno de los fragmentos se encontraba en su capa original.

De los dos fragmentos, el del humano moderno fue ignorado hasta hace poco, al ser el del “Neandertal” más completo. Sin embargo, es el primer fragmento que marca unos 30 mil años más temprana la presencia de los humanos fuera de África y unos 160 mil años su presencia en Europa.

Los fósiles fueron hallados en Grecia. Foto: Nature

“Esto sugiere que grupos de los tempranos ‘Homo sapiens’ avanzaron más lejos de lo pensado, ocupando en ocasiones territorios que luego pertenecerían a los ‘Neandertales’. Hallazgos como este son muy importantes para informarnos sobre la evolución de nuestra especie”, comentó Shara Bailey, antropóloga de la Universidad de Nueva York.

El descubrimiento socava la teoría tradicional sobre los “Neandertales” y la evolución de los humanos modernos, según la cual los antepasados de los primeros aparecieron en Europa hace 500 mil años y evolucionaron de manera aislada de otros homínidos. Cuando los “Homo sapiens” salieron de África, sus avances a Europa podrían haber sido impedidos por los “Neandertales”.

Esto explica por qué optaron por una ruta más sureña hacia Asia, y la ausencia de fósiles en Europa hasta hace unos 40 mil años, antes de que se hiciera esta última identificación.

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Los Neandertales se alimentaban de vegetales y plantas, revela estudio en sus dentaduras

martes, julio 10th, 2018

Estos homínidos tenían dietas más limitadas, mientras que las de los anteriores al Homo sapiens (Homo-hábilis y Homo-erectus) eran más flexibles y adaptativas, con alimentos procedentes del mar y abundante ingesta de plantas.

Los Neandertales precedieron al homo sapiens
Foto: Especial

Bilbao, 10 julio (EFE).- Un equipo internacional de investigadores ha estudiado la dieta alimenticia de los Neandertales a través del sarro de sus dentaduras y ha concluido que consumían de forma generalizada y arraigada un tipo concreto de vegetales, como estrategia de supervivencia.

El estudio, en el que participan el científico español Domingo D. Salazar, de la Fundación Vasca por la Ciencia, y Robert C. Power, del Instituto Max-Planck de Antropología Evolutiva, y que se ha publicado en el Journal of Human Evolution, parte del debate existente entre la comunidad científica de una de las causas de la desaparición de los Neandertales pudo estar en su dieta.

Se cree que estos homínidos tenían dietas más limitadas, mientras que otros más antiguos (Homo-hábilis y Homo-erectus) eran más flexibles y adaptativas, con alimentos procedentes del mar y abundante ingesta de plantas, señalan los investigadores en un comunicado.

“Sin embargo, aunque la ciencia arqueológica ha avanzado considerablemente en las últimas décadas y ha demostrado nuevas teorías sobre las dietas de estos primates, todavía hoy sólo tenemos una imagen fragmentada de su ecología dietética dado que carecemos de información amplia y ambientalmente representativa sobre el uso que hacían de plantas y otros alimentos”, indicó Salazar.

La investigación de los fragmentos de cálculo dental o sarro realizada ahora demuestra que la explotación de plantas y vegetales para ser consumidos era una estrategia de subsistencia de los Neandertales extendida y profundamente arraigada, precisa Salazar.

Evolución del hombre
Foto: Especial

Sin embargo, en el estudio de las dentaduras de estos antecesores recolectores, desde el trópico hasta el Ártico, no se han encontrado evidencias de variación dietética en el tiempo y el espacio en el consumo de alimentos de origen vegetal.

Esto puede implicar que el consumo de vegetales en estos hombres primitivos estaba limitado a un tipo de planta o vegetal concreto, a diferencia de lo que hacían los “sapiens” modernos, según los investigadores.

En opinión de Salazar “esta forma de alimentarse, en lugar de ser signo de primitividad, refleja una estrategia que simplemente se mantuvo durante miles de años por su eficacia”.

La forma del cerebro de los neandertales pudo contribuir a su extinción

jueves, abril 26th, 2018

Los Homo sapiens desarrollaron más habilidades cognitivas y sociales, por lo que se adaptaron fácilmente a los cambios del entorno. Sus posibilidades de supervivencia eran mayores en comparación de los neandertales por las diferencias morfológicas.

Madrid, 26 de abril (EFE).- La desaparición de los neandertales hace unos 40 mil años sigue siendo uno de los grandes misterios de la paleontología. Ahora, un estudio internacional concluye que las diferencias anatómicas entre el cerebro de estos hombres y de los primeros Homo sapiens podrían haber contribuido a su extinción.

Los neandertales vivieron en Europa hace al menos 200 mil años.

Estos hombres, con avanzadas capacidades organizativas, simbólicas e intelectuales, formaban sociedades complejas, rendían culto a los muertos, cuidaban de sus enfermos, fabricaban medicamentos naturales y hasta creaban arte abstracto.

Físicamente muy robustos, fueron capaces de sobrevivir a épocas tan duras como la edad de hielo pero sucumbieron con la llegada de una nueva especie procedente de África, el Homo sapiens.

Hoy, un estudio publicado en Scientific Reports, liderado por científicos japoneses y en el que ha participado el investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales de España (MNCN) Markus Bastir y la boliviana Marcela Ponce de León, del Instituto Antropológico de la Universidad de Zúrich (Suiza), plantea que la forma del cerebro de los neandertales pudo influir en su desaparición como especie.

“Nos preguntamos qué pistas podría darnos la forma y tamaño del cerebro para aclarar esta cuestión y decidimos comparar la estructura cerebral de ambas especies”, comenta Bastir.

A partir de fósiles de neandertales y de Homo sapiens del Pleistoceno, los autores del estudio recrearon virtualmente los cráneos de ambas especies.

Paralelamente, usaron los datos de 1.185 resonancias magnéticas de voluntarios para modelar “un cerebro promedio del humano actual”, explica Ponce de León en declaraciones a Efe.

Con todos estos elementos, los investigadores emplearon la técnica morphing, que, en este caso, permitió reconstruir en tres dimensiones la forma probable del cerebro de un fósil a partir de datos de humanos actuales, una técnica “compleja y laboriosa pero bastante fiable”, afirma la científica boliviana.

Así, el cerebro virtual actual obtenido con las resonancias fue adaptado a las cavidades craneanas de los neandertales y los Homo sapiens primitivos, “lo que permitió visualizar su morfología y analizar las diferencias entre ambas especies”.

Al reconstruir esos cerebros, los autores vieron que el del Homo sapiens primitivo no era mayor que el de los neandertales, pero sí que ambos tenían formas significativamente distintas, como un cerebelo mucho más grande en el caso de los Homo sapiens, un detalle que pudo marcar una de las diferencias entre ambas especies.

Al menos en los hombres modernos, el cerebelo “es una parte muy importante del cerebro, la que regula capacidades cognitivas como la concentración, la comprensión y producción del lenguaje, la memoria o la flexibilidad cognitiva”, destaca la investigadora.

Para los autores del trabajo, esa diferencia morfológica entre los neandertales y nuestros ancestros sugiere que los Homo sapiens podrían haber disfrutado de mejores habilidades cognitivas y sociales, atributos que les permitirían adaptarse más fácilmente a los cambios del entorno y que aumentarían sus posibilidades de supervivencia en comparación con los neandertales.

Los neandertales sí fueron capaces de hacer arte, al contrario de lo que se pensaba

jueves, febrero 22nd, 2018

En las últimas décadas se han publicado cada vez más artículos científicos que desmontan la idea de los neandertales como una especie inferior a la nuestra. Ahora se sabe que los neandertales ya habían desarrollado manifestaciones simbólicas en varias cuevas de España.

Por Noemí G. Gómez

Madrid, 22 de febrero (EFE).- En las últimas décadas se han ido publicando cada vez más artículos científicos que desmontan la idea de los neandertales como especie burda e inferior a la nuestra y hoy, según expertos consultados por Efe, se ha superado una de las últimas barreras: los neandertales sí fueron capaces de hacer arte.

La revista Science publica un artículo que demuestra que los neandertales desarrollaron las manifestaciones simbólicas de las cuevas de Ardales (Málaga, sur), Maltravieso (Cáceres, oeste) y La Pasiega (Cantabria, norte), lo que seguro fomentará la discusión científica.

En concreto, los investigadores, liderados por Dirk L. Hoffmann, del Instituto de Antropología Evolutiva Max Planck (Alemania), describen una serie de dataciones que retrasan hasta cerca de los 66 mil años la antigüedad de las pinturas de estas tres cuevas, lo que las convierte en las más antiguas conocidas hasta el momento en el mundo, y atribuyen su autoría a los neandertales.

Antonio Rosas, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, explica que en las últimas décadas se han ido aceptando una serie de habilidades que al principio solo se atribuían al Homo Sapiens: ornamentación corporal, división de tareas por sexo o conocimiento de las cualidades medicinales de las plantas.

Ahora, en esta lista se incluye una más, el arte: los autores de estos artículos defienden de manera “argumentada y sólida” que los neandertales produjeron manifestaciones simbólicas en forma de pintura en las paredes, señala Rosas, quien se resiste a denominarlas manifestaciones artísticas.

“Ya no queda nada evidente que nos diferencie de los neandertales, desde el punto de vista de las manifestaciones básicas de los Homo Sapiens”.

Aún así, Rosas recalca que el artículo de Science reposa en la datación de unas pinturas y a partir de ahí deduce conclusiones.

El método usado es el de Uranio-Torio, basado en la desintegración radiactiva del uranio de las costras de calcita asociadas a las pinturas, un método reconocido y validado en los estándares científicos, apunta Rosas, para quien serán necesarias “evidencias más directas” con representaciones en otras cuevas y mismas dataciones.

Juan Luis Arsuaga, codirector de las excavaciones de Atapuerca (Burgos, norte), asegura estar “totalmente de acuerdo” con lo que sus colegas defienden: los neandertales fueron capaces de hacer un arte no figurativo.

“Yo mismo he excavado un yacimiento en Asturias (norte), la cueva del Conde, en el que hay unos signos, unas líneas grabadas verticales y horizontales, que, si bien no se pueden datar porque no tienen una costra de calcita gruesa, sí creo que son de neandertales”.

No obstante, según Arsuaga, los Homo Sapiens hemos ido más lejos: cuando aparece en Europa el gran arte en forma de pinturas de animales o de estatuillas, los neandertales ya se habían extinguido.

“La gran duda es si estos habrían hecho este gran arte, si los neandertales habrían llegado a pintar bisontes; yo creo que no, que nosotros somos más simbólicos”.

También se publica otro artículo en Science Advances, asimismo liderado por Hoffmann, que ofrece una antigüedad de 115 mil años para las conchas pintadas y perforadas del yacimiento de la cueva de los Aviones (Murcia, sureste), que podrían estar vinculadas con decoraciones corporales empleadas por neandertales.

Para Rosas, lo que viene a decir este trabajo es que las manifestaciones simbólicas “no son flor de un día, sino que su raíz es más profunda, no se desarrollaron al final de los neandertales”.

Los autores del artículo proponen que esas cualidades humanas se desplegaron en el último antepasado común de neandertales y sapiens hace al menos medio millón de años y a partir de ese antepasado los dos linajes habrían fomentado esas potencialidades humanas, una aseveración que comparte Arsuaga.

Sin embargo, hay otra interpretación, y con esa está más de acuerdo Rosas: que las cualidades de pensamiento simbólico aparecieran independientemente en una y otra especie, como una evolución convergente.

Fósiles de Homo Sapiens en Marruecos reformulan los planteamientos sobre el origen del hombre

martes, diciembre 12th, 2017

El yacimiento se había descubierto desde 1961, pero en ese entonces los restos fósiles se habían identificado como Neandertales. El hallazgo confirma el “origen panafricano” del Homo Sapiens.

Por Juan Vargas

Rabat, 12 de diciembre (EFE).- El equipo de investigadores que excava el yacimiento arqueológico de Yebel Irhoud, en Marruecos, descubrió el pasado junio que los fósiles de Homo sapiens hallados en ese enclave son los más antiguos jamás hallados e indican que nuestra especie apareció 100 mil años antes de lo que se creía hasta ahora.

Un artículo publicado en la revista Nature, firmado por los líderes del grupo, el francés Jean-Jacques Hublin y el marroquí Abdelouahed Bennacer, reveló al mundo la importancia de este hallazgo que, según los paleontólogos, confirma el “origen panafricano” del Homo sapiens y retrasa la fecha de su aparición a hace aproximadamente 300 mil años.

Previamente, la máxima antigüedad asociada a un vestigio de nuestra especie correspondía a los restos localizados en el yacimiento de Omo Kibish, en Etiopía, de unos 195 mil años.

El repertorio de fósiles de Yebel Irhoud (a unos 120 kilómetros al noroeste de Marrakech) es, además de antiguo, abundante: 22 piezas humanas de al menos cinco individuos (tres adultos, un adolescente y un niño), entre las que hay cráneos, dientes y un húmero, a lo que hay que sumar restos animales y abundante cantidad de herramientas de piedra.

El yacimiento, así como buena parte de sus “tesoros”, se conocía desde 1961, cuando fue desenterrado accidentalmente mientras se explotaba una mina de baratita y se encontraron varios fósiles que, en primera instancia, se identificaron como neandertales.

“En un primer momento se hizo una estimación de antigüedad de unos 40 mil años, que posteriormente se amplió hasta 160 mil”, dijo a EFE el profesor de Prehistoria de la española Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) Sergio Ripoll.

Tras el fracaso de las tentativas de excavación realizadas en 1967 y durante los años noventa, el ímpetu del actual equipo investigador y los progresos tecnológicos en los métodos de datación sacaron a la luz la riqueza de Yebel Irhoud.

Para fechar los fósiles, los científicos del Instituto Max Planck (institución alemana que apadrina las excavaciones) emplearon el método de la termoluminiscencia, que analiza las alteraciones que los elementos radiactivos del ambiente causan, a lo largo del tiempo, en la estructura cristalina de los minerales.

Además de facilitar la datación de los fósiles, la ciencia ha permitido reconstruir en tres dimensiones el hipotético aspecto de estos Homo sapiens marroquíes, que, según escribió Hublin en Nature, apenas se distinguen de “cualquier persona que puedas cruzarte en el metro”.

Los rostros y mandíbulas de los homínidos de Yebel Irhoud son prácticamente idénticos a los de un humano del siglo XXI; la principal diferencia radica en la forma del cráneo, más aplanada y alargada, detalle que ha llevado a parte de la comunidad científica a cuestionar si realmente son ejemplares de Homo sapiens y no de un homínido anterior.

“A finales de los años noventa del pasado siglo teníamos tres especies de australopitecos. En la actualidad hay 10. Es un dislate, ya que una simple medida de una pieza dentaria hace que se describa como una nueva especie”, apuntó Ripoll.

Para el profesor de la UNED, aunque los fósiles no se puedan “clasificar taxativamente como unos restos de Homo sapiens”, sí cabe decir que “las características morfológicas están más próximas a nosotros que a otras especies”.

En cualquier caso, el descubrimiento refuerza el papel del Magreb en la evolución humana y, en opinión de Ripoll, reviste “gran importancia” al respaldar la hipótesis de que el subcontinente europeo se colonizó a través del estrecho de Gibraltar en vez de a partir de Oriente Medio.

“Pensábamos que en el Este de África hubo una ‘cuna de la humanidad’ hace unos 200 mil años, pero nuestros nuevos datos revelan que el Homo sapiens se extendía por todo el continente 300 mil años atrás”, escribió Hublin en su artículo, que acabó convertido en una de las grandes noticias científicas de 2017.

Tras los días de agitación mediática que siguieron al anuncio del descubrimiento, los fósiles se trasladaron a una caja fuerte en una ubicación no comunicada al público.

Marruecos construye actualmente en el valle del Buregreb, en la periferia norte de Rabat, un ambicioso Museo de Ciencias Naturales donde se mostrarán al público estos restos de Yebel Irhoud, que han alterado el relato de la evolución humana y las teorías científicas sobre el origen de nuestra especie.

Científicos comprueban que el tórax de los Neandertales les permitía inhalar más oxígeno

lunes, diciembre 4th, 2017

Los científicos encontraron que el Neandertal tenía una caja torácica relativamente más corta y más amplia en la parte inferior que el Homo sapiens.

Madrid, 4 de diciembre (EFE).- El tórax del hombre de Neandertal era considerablemente más amplio en la parte inferior que el del Homo sapiens, lo que le permitía inhalar más oxígeno, según un estudio realizado por investigadores del español Museo Nacional de Ciencias Naturales y de la Universidad Autónoma Madrid (UAM).

El trabajo, publicado en Journal of Human Evolution, se basa en el análisis de restos fósiles de la cueva de El Sidrón (norte de España), el yacimiento neandertal más importante de la Península Ibérica.

El hombre de Neandertal fue una especie humana inteligente que convivió con el Homo sapiens y que se extinguió hace 40 mil años.

La principal característica de los neandertales era su gran masa muscular que, según los especialistas, conllevaría un gran aporte de aire al organismo, ya que el tejido muscular es un gran consumidor de oxígeno.

Y aunque este alto consumo de oxígeno debería verse reflejado en la caja torácica, hasta ahora ha sido imposible comprobarlo mediante métodos tradicionales, ya que las costillas y vértebras del registro fósil están generalmente fragmentadas o deformadas.

Sin embargo, utilizando técnicas como morfometría geométrica 3D, los científicos han podido determinar cómo era el tórax neandertal.

Para ello, estudiaron más de un centenar de restos torácicos (costillas y vértebras) del yacimiento de El Sidrón, junto con restos de otros Neandertales.

Tras reconstruir costillas y vértebras con técnicas 3D, los autores llegaron a la conclusión de que los neandertales estarían caracterizados por una caja torácica relativamente más corta y más amplia en la parte inferior que el Homo sapiens.

“Como el diafragma, uno de los músculos más involucrados en la respiración, se sitúa en la parte inferior del tórax, una expansión de esta zona podría conferir a los neandertales una mayor potencia respiratoria y una mayor entrada de aire en el organismo debido a una mayor contribución diafragmática”, explicó Daniel García Martínez, del MNCN, doctorado por la UAM y coautor del trabajo.

“Esta mayor entrada de aire en el organismo sería totalmente coherente con la necesidad de un mayor aporte de oxígeno al organismo debido a que su masa muscular era mayor que en nuestra propia especie”, añadió.

El porqué de la mayor masa muscular en neandertales es algo controvertido a día de hoy.

Algunos autores piensan que podría ser una adaptación a la lucha cuerpo a cuerpo contra grandes presas; otros que se trata de un rasgo genético, y los últimos, que podría servir de aislamiento térmico, ya que los neandertales vivían en Europa cuando la temperatura media anual era muy baja.

Un nuevo estudio de ADN revela que la especie humana es más antigua de lo que se creía

jueves, septiembre 28th, 2017

Los fósiles más viejos de nuestra especie que se conocían tenían un poco menos de 200 mil años de antigüedad, en Etiopía, pero el nuevo estudio concluye que el Homo sapiens había aparecido ya hace al menos 260 mil a 350 mil años.

Por Malcolm Ritter
Nueva York, 28 de septiembre, (AP) — Un estudio de ADN de fósiles africanos provee nueva evidencia de que nuestra especie es mucho más vieja de lo que habían mostrado los científicos.

El estudio concluye que el Homo sapiens había aparecido ya hace al menos 260 mil a 350 mil años. Eso se corresponde con un hallazgo de fósiles en Marruecos reportado en junio, según el cual nuestra especie había emergido hace alrededor de 300 mil años.

Previamente, los fósiles más viejos de nuestra especie que se conocían tenían un poco menos de 200 mil años de antigüedad, en Etiopía.
Para el nuevo estudio, los científicos estudiaron ADN extraído de restos humanos hallados en Sudáfrica. Los fósiles provinieron de tres cazadores-recolectores de la Edad de Piedra que vivieron aproximadamente hace 2 mil  años y cuatro agricultores de la Edad de Hierro que vivieron hace entre 300 y 500 años. Los científicos compararon su material genético con el ADN de otros pueblos ancestrales, así como de una variedad de humanos modernos.

El objetivo fue usar las diferencias para determinar cuándo se separaron las diversas poblaciones entre sí. Como esas separaciones habían ocurrido entre humanos, nuestra especie debe haber emergido para cuando ocurrieron, dijo Mattias Jakobsson, de la Universidad de Upsala, en Suecia.

Jakobsson y su equipo dice que la separación más temprana que pudieron detectar ocurrió hace entre 260 mil  y 350 mil  años. Es entonces que los antepasados de los modernos pueblos Khoisan en Sudáfrica divergieron de los antepasados de otros pueblos, dicen en el estudio publicado el jueves por la revista Science.

Nuestra especie pudo haber emergido mucho antes, dijo Jakobsson.

Todd Disotell, un profesor de antropología de la Universidad de Nueva York que no participó en el estudio, dice que no está convencido. Señala que los cálculos se apoyaron en presunciones que pudieran hacer parecer que las separaciones ocurrieron antes que lo que ocurrieron realmente.

Disotell dice que prefiere estudios previos con ADN que sostienen que la separación más vieja ocurrió hace 200 mil años.

Los neandertales tenían un patrón de crecimiento similar a los humanos modernos, revela estudio

jueves, septiembre 21st, 2017

Al estudiar sus huesos, los paleontólogos observaron que el tamaño de la primera vértebra de la columna (llamada atlas) y el de las vértebras torácicas no se correspondían con las de un humano moderno de casi 8 años sino “más bien con uno de 5 o 6 años”.

Madrid, 21 septiembre, (EFE).- Los neandertales y los Homo sapiens no solo compartieron hábitats y modos de vida. Un estudio publicado hoy en Science concluye que esta especie inteligente extinguida hace 40 mil años tenía un patrón de crecimiento muy similar al de los humanos modernos: sus niños crecían tan despacio como los nuestros.

El estudio, liderado por el paleontólogo Antonio Rosas, del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) del Centro Superior de Investigaciones Científicas de España, se ha centrado en los restos fósiles de un niño de la cueva de El Sidrón (Asturias), el yacimiento neandertal más importante de la Península Ibérica y uno de los más destacados del mundo.

El yacimiento, que fue excavado entre el 2000 y el 2013, contenía más de 2 mil 500 restos óseos de una familia de trece miembros: siete adultos, tres adolescentes y tres niños que vivieron en ese lugar hace unos 49 mil  años.

Sin embargo, a diferencia de la mayor parte de los restos de los adultos que están “muy fragmentados”, el esqueleto de uno de los niños está “casi completo”, lo cual es una rareza porque “en el registro fósil neandertal hay muy pocos niños tan bien conservados y los que hay tienen entre dos y tres años”.

Así lo explicó a Efe el coautor del trabajo y paleogenetista del Instituto de Biología Evolutiva (IBE), Carles Lalueza-Fox.

El estudio histológico del niño ha determinado que tenía 7.7 años. “Su edad ha quedado muy bien afinada porque los esqueletos infantiles permiten calcular la edad con gran precisión gracias al crecimiento de los dientes”, precisa Lalueza-Fox.

Y es que, según se forma el esmalte, las piezas dentales, dejan marcas microscópicas diarias que permiten contar por días la edad de un individuo, añade.

Además, por otras marcas halladas en el esmalte dental y por la robustez de sus huesos, los investigadores han determinado que se trata de un varón diestro que comenzaba a ejercer tareas de adulto.

Al estudiar sus huesos, los paleontólogos observaron que el tamaño de la primera vértebra de la columna (llamada atlas) y el de las vértebras torácicas no se correspondían con las de un humano moderno de casi 8 años sino “más bien con uno de 5 o 6 años”.

En cuanto al cráneo, los investigadores vieron que algunas zonas como la del hueso occipital seguían creciendo, “cuando en un humano moderno de esta edad, esta parte de la cabeza ya ha dejado de crecer”, apuntó el investigador del MNCN y coautor del trabajo Luis Ríos.

El estudio demuestra, por tanto, que el patrón de crecimiento de los neandertales y los humanos modernos era muy similar, “probablemente heredado de un ancestro común de ambas especies: el Homo antecesor”, puntualizó el líder del estudio, Antonio Rosas, en una rueda de prensa.

Y es que, aunque los neandertales tenían un ritmo de crecimiento más lento, ambas especies crecían de la misma manera: el cerebro se desarrollaba primero y el resto del organismo más tarde.

“El cerebro humano es muy grande y un tejido muy caro de fabricar metabólicamente hablando. Por eso, como especie hemos acoplado la demanda energética del desarrollo del cerebro con la del resto del cuerpo: primero crece el cerebro y después el resto del organismo. Pero hemos visto que el desarrollo lento en la infancia no es exclusivo del hombre moderno”, afirma Rosas.

Para los investigadores, las diferencias concretas en las vértebras y el cráneo podría deberse a la forma anatómica de los neandertales, que tenían mayor capacidad craneal que los Homo sapiens y un tórax necesariamente más grande para albergar unos pulmones también mayores.

De hecho, los neandertales adultos tenían un volumen de 1.520 centímetros cúbicos, frente a los 1.350 centímetros cúbicos que ocupa el cerebro de un hombre moderno.

En el caso del niño neandertal, su cerebro había alcanzado ya los 1.330 centímetros cúbicos en el momento de su muerte, es decir, el 87,5 por ciento del total antes de los ocho años, una edad en la que un niño actual ya ha terminado de desarrollar toda su capacidad craneal.

“Conocer las diferencias y similitudes en los patrones de crecimiento entre neandertales y seres humanos modernos nos ayuda a definir mejor nuestra propia historia”, concluye Rosas.