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CRÓNICA | El gasolinazo revivió todos los reclamos del sexenio: Tlatlaya, Mireles, ‘casa blanca’, los 43…

martes, enero 10th, 2017

Este lunes, en el doceavo día de movilizaciones en contra del “mega gasolinazo”, miles de personas se sumaron a una movilización del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino para reclamar no sólo el alza a los precios del combustible, además la corrupción que impera en el país, los ex gobernantes prófugos y la inseguridad. Para los que hoy marcharon, el gasolinazo es una piedra más en el costal de hartazgos. Incluso, al pasar por el Senado de la República, los inconformes aprovechó para gritar consignas en contra de todos los partidos políticos y reprochar a los legisladores los bonos extras y otros beneficios, así como las reformas que por ahí pasaron.

Por Daniela Barragán y Dulce Olvera

Ciudad de México, 10 de enero (SinEmbargo).– En Los Pinos, políticos y funcionarios públicos aplaudieron al Presidente Enrique Peña Nieto durante la presentación de su plan para la economía familiar. En las calles –y no sólo por el “mega gasolinazo”–, una vez más, miles exigieron su renuncia y que sea sometido a juicio.

Dos grandes lonas blancas colgaban del Ángel de la Independencia: “Gobierno traidor” y “Gobierno asesino”. Cuando los miles de estudiantes, trabajadores, niños y ancianos ya llegaban al Zócalo de la Ciudad de México, las letras negras continuaban al pie de la columna.

En el Antimonumento, en Paseo de la Reforma, por los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos hace dos años y aún buscados por sus padres, los manifestantes hicieron una pausa para contar del 1 al 43, exigir justicia y la presentación con vida de los jóvenes. Luego se continuó con la protesta y con una larga lista de razones para exigir la salida del Presidente.

“Peña, no sólo es el gasolinazo, eres tú y tu Gabinete corrupto e inepto que no le gusta leer y sólo ‘len’. Es la injusticia: [José Manuel] Mireles, los 43, Tlatlaya, ‘casa blanca’, Aristegui y los asesinatos de periodistas. Feminicidios, crimen organizado, pocos ricos muchos pobres, reformas ‘destructurales’, etc, etc… México está recordando”, enlistó una mujer en un letrero que cargaba entre la marcha de los miles de ciudadanos que no pararon de gritar “Fuera Peña” durante todo el doceavo día de manifestación contra el gasolinazo.

“Lo elegiste por guapo, sácalo por pendejo”, mostraba un joven en un cartel. “Muera Peña”, decía un niño de aproximadamente seis años en un letrero.

En las escaleras del Ángel de la Independencia, antes de iniciar la marcha, dos hombres de traje veían al resto de manifestantes. Eran alrededor de las 4:20 de la tarde. Se salieron de las oficinas para unirse, dijeron.

“Vinimos porque estamos en contra de las medidas del gobierno. No sólo el gasolinazo, también lo que ha ocurrido con todos los gobiernos priistas”, aseguró uno de ellos. “Por la muerte de los 43 y tantas otras cosas que han quedado sin explicación”, añadió su acompañante.

“Ya es demasiado lo que está pasando; que la gente despierte y saque al Presidente. Esta vez le pegaron en lo que más le duele: el bolsillo”, aseguró un trabajador.

No sólo contra Peña, también contra Meade fueron las protestas. Foto: Daniela Barragán

No sólo contra Peña, también contra Meade fueron las protestas. Foto: Daniela Barragán

Una mujer con chamarra turquesa y pantalón gris mostraba un letrero que rezaba: “Somos hartos los hartos”.

En entrevista, reclamó que ahora “todo sube, pero los sueldos no. Ganamos una miseria. Con estas alzas tendremos que trabajar hasta en la noche”, ironizó. “Esperemos que sigan las protestas hasta que tiremos a Peña o que bajen los impuestos”.

Aunque los manifestantes portaban diversos carteles contra la corrupción, los gobernantes prófugos y la inseguridad, entre las banderas de México en blanco y negro, se asomaban las consignas contra el incremento en el precio de las gasolinas; una piedra más en el costal de hartazgos.

Con dos lonas blancas, otros ciudadanos exigían derogar impuestos a la gasolina. A raíz de la Reforma Hacendaria, se aumentó el Impuesto Especial Sobre Productos y Servicios (IEPS) en combustibles para intentar compensar la caída en los ingresos petroleros.

La marcha arrancó con buenos ánimos, impulsada en su mayoría por estudiantes de las principales universidades del país. Marcharon juntos la UNAM, el Politécnico y la UAM. También se vio a gente de Atenco, con sus machetes; a gente del Estado de México e Hidalgo, que caminaban, arrastrando años de un gobierno del que se dicen cansados.

Miles de ciudadanos se sumaron esta tarde a la movilización en contra del "mega gasolinazo" en la CdMx. Foto: Cuartoscuro

Miles de ciudadanos se sumaron esta tarde a la movilización en contra del “mega gasolinazo” en la CdMx. Foto: Cuartoscuro

May, una joven de Ixmiquilpan, Hidalgo, dijo a SinEmbargo que el cansancio es por cada decisión que el gobierno saca supuestamente para ayudar al bolsillo de los mexicanos pero que jamás se cumple.

“Hay muchas opciones si los recursos se manejaran de manera correcta, pero no lo hacen porque sólo buscan beneficios para ellos. Comenten atrocidades, asesinatos, violaciones, son corruptos y no pasa nada. Esta, la del gasolinazo, no es la primera lucha, es la consecuencia de no haber sido fuertes contra las reformas o en las elecciones en las que ganó Peña Nieto. No fuimos fuertes y en consecuencia no pudimos evitar todo esto”, reclamó.

La marcha arrancó poco antes de las 16:00 horas y en poco tiempo abarcó gran parte de Paseo de la Reforma. Aunque las consignas no fueron nuevas y tampoco lo fue la que más se repitió, “Fuera Peña”, se percibió un sentimiento de cansancio. Los asistentes enumeraban los actos que le han dado a este gobierno los niveles más bajos de popularidad de la historia.

Junto con Peña, el blanco de las consignas y del rencor fue hacia los ex gobernadores que hoy no se sabe dónde están pero que tienen encima acusaciones de corrupción. Una gran lona con los rostros de Roberto Borge, Javier Duarte, César Duarte y Roberto Padrés se lució con la leyenda de “Los 4 fantásticos”.

El Señor Gerardo, al cuestionarle sobre el por qué salir a marchar se limitó a decir: “estoy hasta el gorro de la corrupción, no hay nadie en la cárcel y todo mundo sigue robando”. Se refirió a toda la generación de ex gobernadores que “saquearon al país” y que hoy no se sabe dónde están, mientras que la gente cada vez está más pobre y con más necesidades.

Al finalizar la movilización, un grupo de manifestantes prendió fuego a una piñata de EPN. Foto: Cuartoscuro

Al finalizar la movilización, un grupo de manifestantes prendió fuego a una piñata de EPN. Foto: Cuartoscuro

La marcha encontró en el Senado de la República otro de los motivos que refuerzan el cansancio. Hablaban enojados de tanto bono extra, tantos beneficios, tantas horas sin trabajar y de las reformas de Peña Nieto que por ahí pasaron. La gente también aprovechó para gritar consignas en contra de todos los partidos políticos, ya que cada contingente hizo ahí una breve pausa.

La marcha continuó sin apuros y no se registró ningún acto que desencajara con el ambiente, además, aunque todos los establecimientos y comercios estuvieron cerrados, también se registró poca presencia de elementos de seguridad pública de la Ciudad de México.

El primer contingente arribó por la calle 5 de mayo y el grito de “¡Fuera Peña!” fue más ensordecedor. Mientras más cerca estaba el Zócalo, los jóvenes universitarios, que lideraron la marcha, más brincaban y más corrían. Así entraron a la Plaza de la Constitución. Contaron del 1 al 43 y corrieron para encontrarse con cercas que resguardan a trabajadores que quitan la pista de hielo que se instaló durante la época decembrina.

La consigna principal fue en contra del "mega gasolinazo" Foto: Cuartoscuro

La consigna principal fue en contra del “mega gasolinazo” Foto: Cuartoscuro

Los contingentes encontraron espacio frente a Palacio Nacional y ahí se quedaron ante la falta de oradores o de un plan siguiente. Pasados 20 minutos de haber entrado el primer grupo, entró otro pero en completo silencio para después iniciar con la entonación del Himno Nacional.

Un camión de sonido abrió una lista de oradores en la que todos podían anotarse. Líderes estudiantiles y de sindicatos tomaron la palabra y quienes los escucharon, apluadieron y asintieron a cada afirmación de desprecio en contra del gobierno, de los gobiernos, de los partidos, de la corrupción.

Y luego concluyó  la marcha que sacó a las calles a los cansados de tanto. Entre todos formaron una caravana harta del hartazgo, no exclusiva del gasolinazo.

 

En el ocaso del sexenio, “El Grito” se vuelve un acto blindado para EPN y el PRI

viernes, septiembre 16th, 2016

Entre la marcha de rechazo al Presidente Enrique Peña Nieto, protagonizada ayer por miles de ciudadanos en la Ciudad de México, los gobiernos priistas del Estado de México e Hidalgo, comandaron un acarreo con cientos de autobuses que transportaron a miles de niños, ancianos, mujeres y hombres para llenarle el Zócalo al Primer Mandatario con espectadores a modo. “El Grito” de Peña Nieto se convirtió en una “fiesta” privada, cercada por miles de policías, y a la que sólo tuvieron acceso sus cercanos, los priistas y los acarreados.

Ciudad de México, 16 de septiembre (SinEmbargo).– El “Viva México”, en la persona de Enrique Peña Nieto, se convirtió en “¡Renuncia ya!”. El Mandatario con la aprobación más baja desde que en 1994 se realizan encuestas en México de este tipo ondeó la bandera pero anoche, como las tres noches anteriores desde que tomó posesión, la arenga no le fue respondida. O más bien, sí. Entre los vivas, el Zócalo permite que se cuelen algunos gritos que le indican: “¡Vete!”.

Dice Peña Nieto, en negro y los colores patrios en el pecho: “Mexicanos, ¡Vivan los héroes que nos dieron Patria y Libertad! ¡Viva Hidalgo! ¡Viva Morelos! ¡Viva Josefa Ortiz de Domínguez! ¡Viva Allende! ¡Viva Aldama! ¡Viva Galeana! ¡Viva Matamoros! ¡Viva Guerrero! ¡Viva la Independencia nacional!”.

Ni medio minuto de arenga. El Grito de 2016 ha concluido fugaz, breve, instantáneo. Pronto, la pirotecnia llena el cielo del Zócalo, el mismo que siempre le ha dicho que “no” al Presidente desde la madrugada del 1 de diciembre, cuando recibió la banda presidencial y afuera de Palacio Nacional lo esperaba ya una manifestación que le reclamó los acontecimientos de Atenco y le puso frente a la mirada una manta que decía “asesino”. Pero esta noche es una multitud tranquila, en paz, acomodada desde las 16:00 horas frente al balcón presidencial, proveniente del Estado de México e Hidalgo, los estados gobernados por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Hombres y mujeres con brazaletes verde y blanco. Y aquí concluye todo porque por razones de austeridad este año, como el pasado, no habrá cena de gala. Cuatro años de Peña Nieto y un grito de la celebración de la liberación de la Corona española que se acaba mucho antes del amanecer.

Y eso que la marcha convocada por usuarios de redes sociales no logró atravesar la avenida Juárez de la Ciudad de México y decidió estacionarse en paz en un sentón a la entrada de Madero. Han quedado decenas de casi dos mil que iniciaron en El Ángel a las 17:00 horas. Son adultos, jóvenes y hasta niños. Portan pancartas por Ayotzinapa, la rotunda tragedia. Cuando marcharon, de muchas maneras pidieron que Peña se fuera. Algunos le pusieron letra al Noa Noa, la canción de Juan Gabriel, quien acaba de morir.

¡Gritemos, fuera Peña! ¡Fuera Peña! ¡Fuera Peña! ¡Fuera Peña! … ¡Peña vas a renunciaaar!

A las nueve de la noche, se han quedado en flor de loto y en paz frente al Palacio de las Bellas Artes. Están cubiertos con impermeables blancos. La lluvia que empezó lenta ya es fuerte, pero no logra deshacer sus posiciones de paz.  Detrás de ellos, cientos de elementos de la Policía Federal los observan. Cientos que se extienden y forman paredes que tapan las entradas al Zócalo por 16 de Septiembre, Madero y Cinco de Mayo. Vistos a unos metros, policías y manifestantes son un solo grupo que se mantiene en silencio. Es la noche del 15 de Septiembre de 2016, la fiesta para celebrar el nacimiento de la Patria.

Al mediodía, la Secretaria de Gobierno del Gobierno de la Ciudad de México, Patricia Mercado, habló de ellos, de los opositores al Presidente. Sostuvo en una entrevista en Radio Fórmula que la manifestación en contra del Presidente Enrique Peña Nieto no sería “masiva” porque quizá, ni se completarían las mil personas. “… Más bien es una discusión en redes, hay una adhesión en redes, pero no tanto movilización”, expuso la funcionaria recién “destapada” para ocupar la Jefatura de Gobierno por Miguel Ángel Mancera Espinosa. En lo que concierne al Twitter, tiene razón. Hasta las 11:30 de la noche el #RenunciaYa sigue como la cabecera de todas las tendencias.

El pasado jueves, cuestionado sobre posibles rechiflas o gritos de rechazo en contra del Presidente Peña Nieto, el vocero del Gobierno federal, Eduardo Sánchez, dijo que habría libertad para la crítica en el Zócalo. “El Presidente Peña Nieto ha dado muestra de que hay una absoluta apertura para la crítica, y para cualquier tipo de expresión en ese sentido”, mencionó a Televisa.

***

Foto: Cuartoscuro

El Presidente Enrique Peña Nieto dio su cuarto “Grito” en el Palacio Nacional. El “Viva México”, apenas le fue respondido. Foto: Cuartoscuro

Pero este es el Zócalo y nunca le ha dado buena cara al Presidente. Nunca. Hace cuatro años, la madrugada del 1 de diciembre en que acudió a Palacio Nacional a recibir la banda presidencial de Felipe Calderón Hinojosa, decenas de estudiantes permanecieron sentados en la plancha. Aventaron al aire frases como “Peña no ganó, fue la imposición”, “Seis años más de pobreza, hambre, criminalidad, analfabetismo”, “Asesino de hombres y mujeres de Atenco”, “Asesino, no te queremos de vecino”, “IFE corrige el pinche fraude”, “Peña no ganó, la Presidencia compró”, “Peña no ganó, Televisa lo ayudó”.

Y así transcurrieron cuatro años de peñanietismo. Cuatro vivas a México con una arenga que con dificultad fue respondida. Conciertos musicales de mariachis y bandas que jamás lograron llenar la plaza de la República ni tampoco hacerla bailar. Porque pronto, las mantas con pintas en rojo (para que se vean en la tele) aparecían y cubrían los cuerpos. A veces, le pedían al Presidente que renunciara. Sobre todo, exigían la aparición con vida de 43 estudiantes normalistas secuestrados en Iguala, Guerrero, en 2014. Le exigían que matizara las reformas estructurales en Educación y Energía. Siempre ha ocurrido así. Enrique Peña Nieto ha salido al balcón a gritar “Viva México” y ha tenido que recibir abucheos y ha tenido que ver pancartas con el mismo recordatorio: “Nos faltan 43”, “Renuncia Peña”, “Peña, asesino”.

“Hasta ahora está sordo”, dice Manuela, la mujer en traje anaranjado cuyo trabajo es levantar la basura del Centro Histórico.

“Sí, tiene los oídos tapados y el corazón de piedra”, dice uno de los jóvenes en el sentón a la entrada de Madero. Aquí ya se sabe que Tomás Zerón de Lucio, el hombre que defendió a toda costa que a los 43 los quemaron en un basurero de Cocula, quien acaba de presentar su renuncia a la Jefatura de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), ahora es asesor de Seguridad en la Presidencia. Aquí se recuerda que después de que Alfredo Castillo Cervantes no logró pacificar Michoacán se convirtió en Director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) y después de una exhibición con su compañera sentimental en las gradas de un estadio en las Olimpiadas, fue ratificado en su cargo. Se señala que el operador político del Presidente, el hombre que desde la Secretaría de Gobernación contuvo a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), ahora es Secretario de Desarrollo Social.

Parece ser cierto lo de los oídos sordos. Los símbolos aquí no han cambiado. La calle de Palma es, como el año pasado y antepasado, un estacionamiento de camiones con placas del Estado de México e Hidalgo. De ellos, desde las 16:00 horas han descendido decenas de hombres y mujeres con bolsas transparentes que contienen una torta y una bolsa que contiene agua. Son hombres y mujeres que ingresan a un Zócalo que ya está dividido en franjas por rejas. Ellos pueden estar en las zonas marcadas con A1 y B1, justo enfrente del balcón presidencial donde en unos minutos, aparecerá el Presidente, su esposa, Angélica Rivera, y los hijos de los dos.

A la entrada al Zócalo, después de tres filtros de revisión, una mujer entrega una torta de jamón y queso amarillo.

–¿Quién la manda?

–El Señor Presidente.

Dentro, Los Ángeles Azules intentan que “El Listón de tu pelo” levante los ánimos. Luego, aparece Lucero vestida con traje de charra e interpreta “Si nos dejan”. El líder de “Los Ángeles” dice: “¡Qué viva el DF!”. Este día el Jefe de Gobierno lo eligió para que se instalara la Asamblea Constituyente y con ello, la capital de la República –ahora sí– ha cambiado de nombre. Ahora es Ciudad de México a lo que el cantante de Iztapalapa, por ahora, se resiste.

Por eso la policía trae esa insignia en el brazo. Y la Gendarmería, el proyecto magno de Seguridad del sexenio, simplemente no está. Quienes sí rebosan las calles son los elementos de la Policía Federal. Algunos dicen que vienen de Guerrero, y que no han dormido y mañana, deben asistir al desfile militar.

Ayer, las redes sociales conocieron que Angélica Rivera usaría un vestido del diseñador mexicano Benito Santos, el mismo que portó en la cena con los reyes de España, durante su visita a aquel país. Se trata de un traje de gala azul oscuro con encaje y detalles de pedrería. Y este es el día en que México celebra su independencia de la corona española. Es un detalle añadido a la noche de Enrique Peña Nieto, pero que no logra aplacar el revoltijo de voces y manoteos. Tampoco el “Renuncia ya” que saturó el ambiente.

Ciudadanos marchan por miles, con un sólo grito: “¡Fuera Peña!”

viernes, septiembre 16th, 2016

La Alameda Central de la Ciudad de México fue el punto de división de los dos escenarios que la capital del país vivió horas antes del aniversario 206 del Grito de la Independencia. Por el lado de Avenida Juárez, miles de mexicanos salieron a pedir la renuncia del Presidente Enrique Peña Nieto. Como una bola de nieve, los convocados fueron ganando gente a su paso por el Paseo de la Reforma hasta llegar a ese punto. Por la Avenida Hidalgo, cientos de camiones estaban estacionados tras haber transportado a miles de “invitados especiales”: mujeres, niños, hombres y ancianos originarios de Hidalgo, Estado de México, Puebla, Veracruz, Querétaro y Morelos, quienes accedieron a la plancha con brazaletes verdes y blancos para estar en primera fila frente al Palacio Nacional.

Por Juan Luis García Hernández y Dulce Olvera 

Ciudad de México, 16 de septiembre (SinEmbargo).– Guillermo Flores, un hombre que lleva varias cuadras caminando de forma estoica con dos banderas de México en los puños ha caminado ya más de una decena de cuadras sin bajar los brazos con el fin de mantenerlas al alza. Detrás de él le suceden miles de personas.

“Trump fue la guinda del pastel”, reniega Flores. Asegura que ser de la tercera edad en México es difícil porque nadie lo contrata, pero si algo bueno lo ha traído, o así lo piensa, es tener el tiempo de exigir la renuncia del Presidente Enrique Peña Nieto.

La marcha multitudinaria que por momentos asemejó ser una ola negra, tomó la tarde de ayer el Paseo de la Reforma, al tiempo que en el Centro Histórico una serie de acarreados entraban a la plancha del Zócalo para ser testigos en la noche de “El Grito”.

Playeras y blusas negras, se amoldazaron con sectores de la sociedad de todos los extractos hasta hacerse un solo desfile, en el que resaltaban cientos de banderas nacionales, como las dos de Flores, que cambiaron el verde y rojo por el negro, y dieron un toque fúnebre a la protesta.

Miles de personas se dieron cita la tarde de ayer en las inmediaciones del Ángel de la Independencia con una sola consigna: "Fuera Peña Nieto". Foto: SinEmbargo

Miles de personas se dieron cita la tarde de ayer en las inmediaciones del Ángel de la Independencia con una sola consigna: “Fuera Peña Nieto”. Foto: SinEmbargo

En las inmediaciones del Ángel de la Independencia, donde se concentraron los inconformes con los casi cuatro años de gestión del Presidente Peña Nieto, también hubo un concierto de música organizado por las autoridades del Gobierno de la Ciudad de México.

En un inicio el alto volumen de la música rock, no acalló a los presentes, pero sí fue un recordatorio de que el Jefe de Gobierno capitalino Miguel Ángel Mancera estuvo de acuerdo con que coincidieran ambos eventos.

Y las decisiones del mandatario capitalino se hicieron cada vez más presentes para los marchantes, conforme el despliegue policial protegió “El Grito”.

Los escándalos han terminado por desvencijar la imagen de Peña Nieto, quien de acuerdo con la última encuesta del diario Reforma, cuenta con el 23 por ciento de aprobación de la ciudadanía.

La marcha de ayer es la suma de varios errores que han cimbrado la opinión pública, manifestaron los presentes.

Una lujosa residencia llamada la “casa blanca”, la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y la visita de Trump, terminaron la tarde y noche de ayer por expresarse en las calles. A 46 meses de Gobierno, los mexicanos sienten que el Presidente no está con ellos, sino contra ellos.

“¡Fuera Peña, fuera Peña!”, repetían los manifestantes como un mantra que acompañó el resto del evento. Cárteles también fueron impresos y distribuidos. “Peña Nieto, por el bien de México, renuncia”, decían varios de ellos.

La cantidad de personas llegó a ser tal que la fila llegó a ocupar uno de los carriles del Paseo la Reforma desde el Ángel de la Independencia hasta la Glorieta La Palma. Y después, la vista dejó de alcanzar para medir a los miles de asistentes.

Los presentes anduvieron a pasó lento, hasta el frente, tal vez los más curtidos, quienes han estado en las numerosas marchas de este Gobierno. Y algunos quienes han venido lidiando con Peña Nieto desde que fue Gobernador del Estado de México.

“Peña fuera, Peña fuera”, repitieron los manifestantes a lo largo de su paso por Reforma. Foto: Juan Luis García, SinEmbargo

“Peña fuera, Peña fuera”, repitieron los manifestantes a lo largo de su paso por Reforma. Foto: Juan Luis García, SinEmbargo

“Antes de que llegara Peña había un movimiento popular que pedía la renuncia del PRI”, dijo América del Valle, lidereza de Atenco, quien no olvidó, con micrófono en mano, recordar el mayo rojo de hace 10 años en el que pobladores fueron reprimidos por el entonces Gobernador priista.

Machetes alzados y pasos firmes encabezaron por un momento el movimiento. A su lado los padres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, quienes horas antes habían anunciado su adhesión a la protesta de renuncia de Peña.

Ayotzinapa, no sólo fue una de las causas insignes de la tarde de ayer, ha sido la cúspide de los atropellos cometidos por el mandato del Presidente Enrique Peña Nieto, que en casi cuatro años de Gobierno ha logrado superar por mil 462 desapariciones todo el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.

Al arribar a la avenida Juárez, granaderos de la Ciudad de México y elementos de la Policía de Tránsito impidieron el paso de la marcha. Foto: Cuartoscuro

Al arribar a la avenida Juárez, granaderos de la Ciudad de México y elementos de la Policía de Tránsito impidieron el paso de la marcha. Foto: Cuartoscuro

Como si fuese su intención incendiar a los padres de familia, o al menos eso logró, el miércoles uno de los funcionarios que idearon la “verdad histórica” sobre la desaparición de los 43 estudiantes la noche del 26 y 27 de septiembre del 2014, Tomás Zerón de Lucio, presentó su renuncia. Tres horas después fue vuelto a contratar como Secretario Técnico del Consejo Nacional de Seguridad por orden del Presidente.

Omar García, uno de los normalistas que fue asediado hace dos años, manifestó: “Nos encabrona mucho”. Aseguró que esta manifestación representó la incompetencia de las autoridades para resolver una serie de problemas que aquejan a la población.

Luego de que la movilización fue parada en la avenida Juárez, los manifestantes permanecieron en el lugar, donde incluso el ambiente se tensó cuando comenzaron a detonar cohetones. Foto: Cuartoscuro

Luego de que la movilización fue parada en la avenida Juárez, los manifestantes permanecieron en el lugar, donde incluso el ambiente se tensó cuando comenzaron a detonar cohetones. Foto: Cuartoscuro

Entre las marchas espóntaneas, ha sido la de los 43 una de las que más personas ha conglomerado. El 20 de noviembre del 2014, al menos 30 mil personas se dieron cita en la Ciudad de México para protestar por los estudiantes.

Las marchas que se realizan mes con mes han perdido en número, como parte de un desgaste natural. Sin embargo, ayer frente al Antimonumento sobre la avenida Reforma, los padres volvieron a pedir que el apoyo de México. En tan sólo 10 días se cumplirán dos años de los hechos.

El seguimiento al caso avisora una esperanza sin la interferencia de Zerón dentro de la Procuraduría General de la República, acusaron los padres de los 43.

“Nosotros no tenemos nada que celebrar. No queremos gritar ‘Viva México’ ”, dijo Cristiana Bautista, madre del normalista Benjamin Bautista.

Finalmente, los manifestantes realizaron un "sentón" sobre la avenida Juárez luego de que les fuera impedido el paso al zócalo capitalino. Foto: Cuartoscuro

Finalmente, los manifestantes realizaron un “sentón” sobre la avenida Juárez luego de que les fuera impedido el paso al zócalo capitalino. Foto: Cuartoscuro

Como si fuese una celada, la marcha fue desviada por las autoridades de la Ciudad, que interrumpieron el paso en el Paseo la Reforma, hacia el palacio de Bellas Artes. Ahí, los presentes desembocaron en un callejón sin salida, en el que la muralla estuvo compuesta por centenares de granaderos.

Mientras la gente se terminó de concentrar las autoridades se mantuvieron firmes en no dar ni un paso atrás. La tensión se acrecentó conforme los primeros cohetones empezaron a detonar. ¡Pom! ¡pom! ¡pom!, cada vez más seguido, hasta sonar casi cada 30 segundos.

Sin embargo, esta marcha aparentó estar predestinada a terminar sin violencia. Enfrente de los gendarmes los vítores reinaron. “México sin PRI”, sonó una y otra vez. Las banderas aún inmóviles en su paso no pararon de ondear y las madres y los niños no rehuyeron. La fiesta de la independencia estuvo en la avenida Juárez. No en el Zócalo.

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¿Y ADENTRO? EL ACARREO 

Ayer, en cada esquina de las calles aledañas al Zócalo capitalino había un puesto con banderas, sombreros, rehiletes, trompetas, pelucas, blusas, rebozos y demás utensilios tricolores y tradicionales. Como parte de la tradición, miles de acarreados arribaron en camiones de diferentes estados, con altos índices de pobreza, en carácter de “invitados especiales”. Cada uno de los niños, mujeres, hombres y ancianos traía un sticker pegado en el pecho con la leyenda “Aniversario del Inicio de la Independencia de México 1810-2016”; un botón de la bandera mexicana y un brazalete en la muñeca.

Los autobuses se estacionaron en Avenida Hidalgo. Personas con chamarras verdes se encargaron de guiarlos y agilizar su entrada a la plancha.

–¿De quién son invitados? –se le preguntó a uno de los organizadores.

–Del Presidente.

–¿Son acarreados? –se le cuestionó a otro.

–Son invitados especiales.

–O sea acarreados.

–Llámelos como desee.

A "los invitados especiales" les dieron un sticker para accesar a la planca del Zócalo. Foto: Cuartoscuro.

A “los invitados especiales” les dieron un sticker para accesar a la planca del Zócalo. Foto: Cuartoscuro.

En filas de cientos, como peregrinación, caminaron por las calles de Donceles y Tacuba para arribar a República Dominicana. En la calle Palma había otra hilera de camiones, los cuales trajeron a miles de policías que también recibieron su bolsa de lunch que incluyó fruta, galletas, pan, jugo o refresco.

“Avancen, avancen”, ordenaban los guardias de seguridad. “Brazalete a la vista”, vociferaban en altavoces.

Eran tantos acarreados que la fila para ingresar recorrió toda República de Brasil y Donceles, así como Tacuba. Entraron y entraron durante más de tres horas.

Ningún mexicano común pudo acceder por ahí. “Solo invitados”, reiteró un policía. El resto tenía la opción de formarse en los accesos de Avenida Madero, 20 de Noviembre, 5 de Mayo o 16 de Septiembre, pero antes debía pasar por ocho filtros que incluían revisión de mochilas o bolsas, cateo y detector de metales. Nada de botellas de vidrio, ni latas, ni armas, ni objetos punzo cortantes. Tampoco paraguas ni plumas. ¿Los acarreados? ¡Adelante, bienvenidos! (Trajeran lo que trajeran).

Félix, un campesino que siembra granada y aguacate en Hidalgo, tomaba una agua de jamaica en bolsita de plástico ya dentro de la plancha; en la parte exclusiva de los “de la pulsera”. Eran las tres y media de la tarde. No les habían dado de comer, se quejó.

–¿Por qué vino?

–Me invitó la líder.

–¿Líder de dónde?

–De la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) de Hidalgo.

–¿Viene solo?

–No, llegué como con dos camiones.

Por diversas avenidas aledañas cientos de camiones estaban estacionados tras haber transportado a miles de "invitados especiales". Foto: Cuartoscuro

Por diversas avenidas aledañas cientos de camiones estaban estacionados tras haber transportado a miles de “invitados especiales”. Foto: Cuartoscuro

A esas horas en la zona “VIP” todavía había pocos. Las vallas la rodeaban toda. Imposible entrar, salvo por República Dominicana, explicaban los policías. Una vez ahí, sin brazalete, el acceso era negado y no respondían cómo conseguir esas pulseras. “Las repartieron en las colonias”, se limitaban a decir.

Los que sí las traían, se las dieron desde sus municipios, contaban. Algunos eran campesinos; con piel tostada por sembrar bajo el sol. Portaban sombreros de palma y huaraches. Otros traían camisas con estampados de caballo y botas picudas. También había mujeres indígenas trenzadas luciendo sus trajes tradicionales o sus mandiles. Un hombre no dudó ir con su playera de “Enrique Peña Nieto” y otro con la de “Eruviel Ávila [Gobernador mexiquense]”.

–¿Le dieron otra cosa además de comida? –se le preguntó a una mujer de Puebla.

–No, nada más. Con eso nos conformamos –respondió.

Para entonces eran las cinco y media de la tarde. Seguían llegando por montones. Otros, pese a su sticker y brazalete, ingresaron por los accesos normales donde trabajadores con camisas blancas regalaban bolsas con tortas y agua “sin distinción”, “a quien fuera”.

Ya frente al Palacio Nacional, los “invitados especiales” se fueron juntando hasta conformar un colchón suficiente entre el balcón central donde saldría la familia presidencial y la plancha donde arribarían los miles de mexicanos que fueron por voluntad propia. Eran las seis de la tarde. Faltaban cinco horas para el cuarto Grito del Presidente Enrique Peña. Durante la espera, los acarreados disfrutaron del evento musical que se ofreció en el escenario de enfrente.

A las seis y veinte, después de covers de canciones del recién ido Juan Gabriel, Los Ángeles Azules salieron a animar. Acompañados de música de orquesta sinfónica, arrancaron con: “Suelta / el listón de tu pelo”. La gente comenzó a bailar y cantar. Parecía un salón de fiesta gigante con una enorme bandera tricolor ondeando al ritmo del acordeón. No faltó la de “Cómo te voy a olvidar” y “Mis sentimientos”. Entre el público, bailaba un mariachi con cabeza de caballo. O un caballo mariachi.

El cielo comenzaba a nublarse. Dentro del kit para “invitados especiales”, se incluía un impermeable blanco. Más tarde llovió.