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Un exguerrillero va contra el narco, la devastación que eso produce, la violencia…

lunes, junio 20th, 2022

La llegada de Petro al poder en Colombia ilusiona a sus votantes, pero enfrentará diversas dificultades en su mandato, incluidos los grupos criminales, el ansiado y pospuesto acuerdo de paz, la situación en la frontera con Venezuela y el implacable saqueo ambiental.

Por Juan Diego Posada y Lara Loaiza

Bogotá, 20 de junio (SinEmbargo).– Por primera vez, Colombia ha elegido a un Presidente de izquierda en Gustavo Petro, un exguerrillero que se ha comprometido a romper con lo que él ve como la política de confrontación y violencia de su predecesor. Sin embargo, el panorama de seguridad del país no cambiará de la noche a la mañana.

Colombia ha votado a favor del cambio en Petro. Pero, en términos de la lucha contra el crimen organizado, ¿Qué medidas tomará?

La deforestación parece imparable. La producción de cocaína continúa prácticamente sin disminuir. Los principales grupos delictivos, como el Ejército de Liberación Nacional y las disidencias de las FARC, plantean graves amenazas en toda Colombia, mientras que una nueva generación de pandillas urbanas amenaza a las ciudades. Y finalmente, qué hay de la relación con Venezuela, que Gustavo Petro se ha comprometido a reparar, a pesar de que el régimen del Presidente Nicolás Maduro ha albergado e incluso ayudado a grupos guerrilleros.

Aquí, InSight Crime analiza cinco desafíos de seguridad que esperan al nuevo Presidente electo una vez que entre al Palacio de Nariño en agosto.

En esta imagen, tomada el 7 de enero de 2016, un campo de coca propiedad de Edgar y su padre Gonzalo, listo para la recolección en la región montañosa de Antioquia, en Colombia. Foto: Rodrigo Abd, AP

UN PAÍS EPICENTRO DE LA PRODUCCIÓN GLOBAL DE COCAÍNA

A pesar de una leve disminución de los cultivos de coca entre 2019 y 2020, Colombia sigue siendo el mayor productor de cocaína del mundo.

De acuerdo con las cifras de la Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Delito (UNODC), aunque el área sembrada de coca ha disminuido en los últimos cuatro años, el rendimiento del cultivo y el potencial de producción de cocaína del país están en su punto histórico más alto. Cerca del 50 por ciento de los cultivos de coca se encuentran en áreas de manejo especial, como parques naturales, resguardos indígenas o consejos comunitarios afro, mientras que territorios claves como el departamento de Nariño, al sur del país, y Norte de Santander, en la frontera con Venezuela, se consolidan como enclaves productivos.

Los esfuerzos de erradicación han demostrado tener poco impacto a largo plazo, pues según UNODC, alrededor de la mitad de los lotes intervenidos mostraron señales de resiembra y un 37 por ciento tenía nuevos cultivos a menos de 500 metros de distancia. Adicionalmente, los escándalos alrededor de los operativos de erradicación forzada, sumados al estancamiento de iniciativas como el Plan Nacional de Sustitución de Cultivos, han generado desconfianza hacia las políticas del Gobierno para combatir la coca.

A la par con el incremento de los cultivos de coca, el proceso de extracción del clorhidrato de cocaína es cada vez más efectivo y los cristalizaderos producen más cocaína que nunca. La producción potencial de cocaína aumentó de 6.7 kilogramos por hectárea en 2019 a 7.9 kilogramos en 2020, según UNODC, lo que significa que en el país se producen al año aproximadamente mil 228 toneladas de cocaína.

La paz en el país sudamericano es una de las claves de la victoria de Petro. Foto: Vía Twitter @COL_EJERCITO

Esto trae también efectos para el crimen organizado en el país. El incremento en la producción de cocaína le asegura a los grupos armados ilegales en Colombia un flujo constante de armas y dinero que les ha permitido expandir su poder y control en el país. Además, en los últimos años, los carteles mexicanos y europeos han buscado una participación más directa en la compra de clorhidrato de cocaína en Colombia.

Asimismo, las rutas de narcotráfico son un problema transnacional que no se puede abordar solo desde Colombia. Desde el país, los cargamentos de droga se mueven hacia todas las fronteras, terrestres y marítimas, con países como Venezuela, Ecuador, Brasil, Panamá y las islas del Caribe.

Gustavo Petro deberá enfrentarse al incremento de cultivos en áreas de conservación a la vez que deberá diseñar estrategias contra la creciente sofisticación de la producción de cocaína en el país. Asimismo tendrá que enfrentar el creciente papel de las mafias extranjeras en la cadena del narcotráfico en Colombia y coordinar acciones antinarcóticos con los demás países de la región.

REVIVIR EL ACUERDO DE PAZ

Según el informe de 2022 del Instituto Kroc para estudios de paz, el 37 por ciento de las disposiciones del Acuerdo de Paz tienen avances mínimos. Aunque el reporte señala que hubo mayor participación política, el acceso a tierras y proyectos sigue siendo una falencia.

En septiembre de 2021, durante la Asamblea General de la ONU, el Presidente Iván Duque destacó los avances del Acuerdo durante su Gobierno y reconoció que los grupos criminales siguen siendo un obstáculo.

Manifestantes gritan “No al plebiscito” en rechazo al acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 2016. Foto: AP

Tan solo en este año, según cifras del Instituto de estudios para el desarrollo y la paz (Indepaz), 21 excombatientes y 86 líderes sociales y defensores de derechos humanos han sido asesinados. Aunque no todos los asesinatos de líderes sociales pueden asociarse directamente al crimen organizado, una gran parte de los líderes se dedicaban a la implementación del acuerdo, sustitución de cultivos y restitución de tierras. En general, durante el Gobierno Duque, 930 líderes han sido asesinados.

Según Mateo Gómez, investigador de Barómetro, citado por el diario El Espectador, para el Gobierno entrante será un asunto “urgente” el cuidado de los excombatientes y los desplazamientos forzados.

Así, con un alto costo en vidas por la ausencia del Estado, el acceso a los proyectos y los programas de sustitución de cultivos, el nuevo Presidente tendrá que afrontar la adecuada implementación del proceso, mejorar sus falencias y garantizar los compromisos adquiridos con la sociedad civil y los excombatientes.

DE MENOR A MAYOR: LA EXPANSIÓN DE LOS GRUPOS CRIMINALES EN COLOMBIA

El crecimiento de los grupos criminales en el país es uno de los más grandes problemas que heredará el Presidente. Las disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), incipientes al inicio del mandato de Iván Duque, hoy están presentes en al menos 13 departamentos del país. El Ejército de Liberación Nacional (ELN) está en su mejor momento, copando los espacios que dejaron las FARC y fortalecidos en la frontera con Venezuela. Asimismo, golpeados y maltrechos, Los Urabeños siguen demostrando que todavía tienen la capacidad de detener parte del país cuando se lo proponen.

Aunque el Gobierno saliente ha dado de baja a algunas de las figuras más importantes de las disidencias  de las FARC, también llamadas ex – FARC mafia, especialmente las que ahora comanda Néstor Gregorio Vera, alias “Iván Mordisco”, el grupo sigue representando un reto a la seguridad del Estado por su fuerte presencia en el sur y el Pacífico colombiano. Allí, con el control de territorios clave para el narcotráfico, el proyecto disidente trata de consolidar rutas de narcotráfico.

Partidarios del candidato presidencial Gustavo Petro, con la coalición Pacto Histórico, celebran después de que su candidato ganara la segunda vuelta presidencial en Bogotá, Colombia, el domingo 19 de junio de 2022. Foto: Fernando Vergara, AP

Por su parte, el ELN es probablemente una de las prioridades que tendrá que enfrentar Gustavo Petro Tras su proceso de expansión luego de los acuerdos de paz firmados por el Gobierno con las FARC, el grupo ha copado varios de los territorios que la antigua guerrilla abandonó, además de fortalecer su presencia en el vecino país, Venezuela, donde es visto como un aliado del Gobierno de turno.

Aunque el Gobierno saliente intentó mantener los diálogos exploratorios de paz con el grupo que habían iniciado en 2017, el proceso se cerró desastrosamente en enero de 2018, cuando el grupo orquestó un atentado contra una escuela de cadetes de policía. La ahora guerrilla más antigua del continente demostró su poder en febrero de este año, cuando logró paralizar varias partes del país y afectó por 72 horas a 12 departamentos.

Reavivar el proceso sería otras de las opciones a considerar por parte del nuevo mandatario, entre las que también se encuentra combatir militarmente al grupo, que mantiene bastiones criminales en tanto al oriente como al occidente del país, y que utiliza la frontera con Venezuela como un refugio seguro.

El nuevo Gobierno también tendrá que enfrentar a Los Urabeños, también conocidos como Clan del Golfo, o Autodefensas Gaitanistas de Colombia y sus nuevas dinámicas. Luego de que su líder natural, Dairo Antonio Úsusa, alias “Otoniel”, fuera extraditado a los Estados Unidos en mayo de este año, el grupo parece estar más atomizado que nunca.

Mientras Jobanis de Jesús Ávila, alias “Chiquito Malo”, trata de mantener las estructuras del Urabá unidas, las franquicias del grupo en otras regiones del país no parecen alinearse concretamente. El nuevo Gobierno tendrá que enfrentar grupos mucho más criminalizados e independientes en distintas partes del país y cortar los cuantiosos ingresos que reciben por tráfico de cocaína con el crimen transnacional.

En el caso de las disidencias de las FARC alineadas con la Segunda Marquetalia, el panorama es un poco más alentador. Los certeros golpes que el Gobierno actual le ha dado al grupo, y las disputas con otros pares criminales, ha dejado a varios de sus principales cabecillas muertos.

Dos agentes inspeccionan paquetes de cocaína confiscados en Buenaventura, Colombia, el 10 de agosto del 2017. La colaboración de la DEA con las policías de otros países está de nuevo bajo la lupa al comenzar en Miami un juicio contra un oficial colombiano que participaba de ese programa, acusado de colaborar con los narcos.

Dos agentes inspeccionan paquetes de cocaína confiscados en Buenaventura, Colombia, el 10 de agosto del 2017. La colaboración de la DEA con las policías de otros países está de nuevo bajo la lupa al comenzar en Miami un juicio contra un oficial colombiano que participaba de ese programa, acusado de colaborar con los narcos. Foto: Fernando Vergara, AP

Sin un rumbo claro, el principal comandante de la Segunda Marquetalia, Luciano Marín, alias “Iván Márquez”, estaría tratando de reestructurar el grupo y por ahora estaría en las sombras. Aunque es difícil predecir un retorno, esta sería una amenaza menos importante.

Por último, otros grupos que hacen parte del crimen organizado a nivel nacional, pero con un alcance local, también estarían dentro de los asuntos a sortear por el nuevo Gobierno. Con operaciones más pequeñas, pero un arraigo especial en las regiones, estos grupos se convierten en apéndices de otras organizaciones criminales mayores y trabajan de la mano, usualmente subcontratados, para alimentarse de economías ilegales.

En el caso del norte del país, con Los Pachenca y Los Costeños, en el Pacífico colombiano con Los Mexicanos y La Local, La Cordillera en el centro del país y La Oficina y el Mesa en Antioquia, serán retos de seguridad que no se podrán ignorar.

Enfrentar estos grupos en escenarios más urbanos tendrá un componente especial que deberá ser diseñado desde las políticas de intervención de la fuerza pública.

LA FRONTERA CON VENEZUELA

El crecimiento del ELN y las exFARC sobre la frontera con Venezuela, sumado a la falta de comunicación con el Gobierno de Nicolás Maduro complicaron la habilidad del Gobierno colombiano para combatir el crimen organizado. En los últimos años esto abrió más espacios para que los grupos criminales aprovecharan las diversas economías criminales como el contrabando, tráfico de migrantes, trata de personas y narcotráfico.

Petro también tendrá en sus manos la situación en la frontera con Venezuela. Foto: Cuartoscuro

En Norte de Santander, el ELN ganó la guerra contra el Ejército Popular de Liberación (EPL) y se fortaleció en el enclave cocalero del Catatumbo, al tiempo que continuó su expansión al interior de Venezuela. Sin embargo, hay otros grupos criminales que también quieren una tajada del negocio. Los Urabeños, que absorbieron a Los Rastrojos, continúan intentando establecer el control de la zona rural de Cúcuta, donde los cultivos de coca están aumentando, así como el control de las trochas entre Puerto Santander y San Antonio del Táchira, donde extorsionan a los migrantes y contrabandistas. Además, la megabanda venezolana, el Tren de Aragua, intenta aferrarse a su presencia en las trochas entre Villa del Rosario y San Antonio del Táchira a pesar de que el ELN les declaró la guerra.

Más al sur, los estallidos de violencia en Apure y Arauca continúan afectando la población civil. En 2021, durante la embestida del Gobierno venezolano contra las disidencias del Frente Décimo, casi seis mil personas se desplazaron hacia Colombia, mientras que el estallido de violencia entre el ELN y las disidencias que dio inicio al 2022 continúa incrementando las cifras de violencia en la zona.  El control del ELN sobre la frontera se ha profundizado, y su relación con el régimen de Maduro hace que Apure sea la retaguardia perfecta para el Frente de Guerra Oriental.

La crisis migratoria, por su parte, continúa siendo un punto vital para el próximo Gobierno. Según datos de R4V, la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes Venezolanos, en el país residen casi dos millones de migrantes, aproximadamente el 30 por ciento de la población que ha salido del país, muchos de los cuales se encuentran en situación de vulnerabilidad.

Gustavo Petro tendrá que enfrentar la creciente criminalidad en la frontera, especialmente en Norte de Santander y Arauca, al igual que la crisis migratoria que enfrenta el vecino país. Sin embargo, cualquier acercamiento con el Gobierno de Maduro para gestionar la frontera deberá sortear también la presencia de grupos criminales colombianos, como el ELN y las disidencias de las FARC, en territorio Venezolano.

AVANZA EL SAQUEO AMBIENTAL

Si la Amazonia, de la cual Colombia comparte una parte con Brasil, desaparece, el mundo perderá un “pulmón” vital. Imagen ilustrativa. Foto: Leo Correo, AP

Desde hace cinco años, la deforestación ha alcanzado sus más altos picos en términos de pérdida de bosque en algunos departamentos. 2017 fue el primer año en dar alertas, cuando cerca de 220 mil hectáreas (ha) de bosque se perdieron a nivel nacional. Desde entonces, una variedad de iniciativas del Gobierno apuntaron a reducir la deforestación, Sin embargo, su impacto no ha sido el esperado.

En 2018, la cifra total de hectáreas perdidas se redujo a 197 mil 159 ha, sin embargo, en departamentos como Meta y Putumayo las cifras aumentaron drásticamente.

En 2019 se repitió la misma historia. Chocó y Norte de Santander mostraron un aumento en la pérdida de bosque, influenciados fuertemente por la minería ilegal y la siembra de coca respectivamente. Todo esto a pesar de una nueva reducción a nivel nacional.

De acuerdo con Rodrigo Botero, director de la la Fundación para la Conservación y Desarrollo Sostenible, aquí yace uno de los principales retos ambientales, pues las tasas reales deben medirse con respecto al bosque que resta en estas áreas.

Por otra parte, aún en 2022, la deforestación se sigue concentrando en los mismos lugares. Parques Nacionales y otras áreas protegidas de Meta, Caquetá y Guaviare, continúan siendo los núcleos de la deforestación a nivel nacional, según ha reportado el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), la entidad encargada de emitir las alertas tempranas de la deforestación en Colombia.

La nueva Vicepresidenta colombiana es una líder en activismo ambiental. Foto: Facebook @Francia Márquez

El origen de la deforestación en Colombia yace entre una combinación entre economías legales e ilegales. Los grupos armados, especialmente las disidencias de las FARC y el ELN, lideran la siembra de coca y su procesamiento y la minería ilegal, actividades criminales que fomentan a su vez la quema de bosque y la apertura de vías ilegales para transportar estos bienes entre la selva.

Sin embargo, la ganadería y el cultivo de palma son la mayor causa de la deforestación en Colombia. Ambas se alimentan de la apropiación de tierras, un delito hasta ahora poco visibilizado en Colombia y que junta a actores armados, políticos y empresarios.

En esta expansión, terratenientes y campesinos ocupan territorios donde las disidencias y otros actores hacen presencia. Esto provoca el cobro de extorsiones o el lavado de dinero a través de estos negocios legales, un acuerdo donde todos ganan a costa de la deforestación.

De cara a un nuevo Gobierno, es vital la protección de la recién creada Ley 2111 de 2021 o Ley de Delitos Ambientales que contempla la apropiación como un delito y responde a las demandas de ambientalistas que han denunciado la naturaleza de este ilícito. Así, será tarea del próximo Presidente enfrentar esta cara de la criminalidad que frecuentemente se oculta a simple vista.

Finalmente, Gustavo Petro tendrá que poner bajo la lupa el enfoque militarista que actualmente lidera la lucha contra la deforestación.

Su piedra angular es la Operación Artemisa, una serie de operativos que han tenido varios escándalos y pocos resultados concretos. Aunque han mostrado la desarticulación de bandas criminales que estarían tras la deforestación, denuncias ciudadanas apuntan hacia una persecución del Estado a colonos que son tratados como criminales.

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Petro: De guerrillero urbano en Colombia a posible azote de la derecha en las urnas

lunes, mayo 23rd, 2022

Al compararlo con líderes latinoamericanos de izquierda, el experto no encontró tanta cercanía con la figura de Chávez o Luiz Inácio Lula da Silva, pero sí con la de AMLO. “Petro ha tratado de resucitar el liberalismo popular colombiano de Gaitán, así como López Obrador un poco el nacionalismo revolucionario clásico de México”.

Por Astrid Suárez

FUSAGASUGÁ, Colombia (AP) — Aclamado por centenares, el izquierdista Gustavo Petro sube a una tarima rodeado de una decena de escoltas y resguardado por dos escudos luego de advertir un supuesto plan para atentar contra su vida. Desde el edificio contiguo, un policía de comandos especiales de Colombia vigila con un arma larga.

Las amenazas lo persiguen en la recta final de una agitada campaña presidencial en el país andino, donde décadas atrás líderes populares como Jorge Eliécer Gaitán y Luis Carlos Galán fueron asesinados cuando tenían posibilidades reales de llegar al poder.

La actual campaña, ha dicho, es su último intento por conquistar la presidencia que le ha sido esquiva dos veces. Las encuestas lo dan como favorito, aunque con el pasar de las semanas el candidato de derecha Federico Gutiérrez ha recortado diferencia. Los comicios serán el 29 de mayo.

Petro, quien en su juventud fue guerrillero, intenta disipar las críticas de sus contradictores desde la tarima al prometer que no extendería su periodo presidencial más allá de los cuatro años permitidos por la ley, ya que la reelección está prohibida. “Permítanos sembrar los pilares de esa transición, los pilares de ese cambio”, les dijo a unas 700 personas que esperaron su llegada por tres horas bajo un inclemente sol en Fusagasugá, un pueblo a 59 kilómetros de Bogotá.

Partidarios del candidato presidencial de la coalición Pacto Histórico, Gustavo Petro, asisten a un mitin de cierre de campaña en Zipaquirá, Colombia. Foto: Fernando Vergara, AP

“Tenemos que apoyar el cambio, no podemos seguir con el continuismo”, dijo a The Associated Press el estudiante Juan Sebastián Hernández mientras sostenía una bandera de Colombia. “Los jóvenes ya reaccionamos, estamos cansados de que nos sigan matando”, agregó el colombiano de 22 años.

De llegar al poder Petro se convertiría en el primer Presidente de izquierda en Colombia, una posibilidad que ha generado resistencia y temor en algunos sectores por posibles cambios económicos y sociales: no daría nuevas licencias para explotar petróleo, haría una reforma agraria, elevaría los impuestos a los grandes terratenientes que tienen tierras improductivas y “democratizaría” los recursos, una propuesta que genera tal recelo que Petro juró en una notaría que no expropiaría bienes.

“No es la guerra, es la educación; no es el petróleo y la cocaína, es el trabajo sobre el surco bajo el sol y la transformación de los productos en la industria; no es una oligarquía minoritaria gobernando a Colombia, es una democracia multicolor”, explicó Petro, candidato del Pacto Histórico, ante la multitud.

En la primera fila, María Cárdenas, de 76 años, lo apoyaba porque cree que gobernará para los pobres. “No puedo trabajar porque estoy enferma, no tengo casa, no tengo nada. Él dice que nos va a ayudar, por eso estoy aquí”, dijo la mujer.

Un partidario del candidato presidencial de la coalición Pacto Histórico, Gustavo Petro, lo graba durante un mitin de cierre de campaña en Zipaquirá, Colombia. Foto: Fernando Vergara, AP

A sus 62 años, Petro busca un “cambio” para Colombia que involucre al “pueblo” y se despacha contra el actual Gobierno del conservador Iván Duque, apadrinado por el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), su más férreo opositor.

Su discurso ha madurado con los años, pero se empezó a proyectar desde su juventud. En 1978, cuando apenas era un estudiante de Economía, Petro eligió entrar a la guerrilla urbana Movimiento 19 de abril o M-19, llamada así en conmemoración de la fecha de las elecciones presidenciales de 1970 en las que fue denunciado un presunto fraude que evitó que el general Gustavo Rojas Pinilla llegara al poder.

Nacionalista y antiimperialista, el M-19 buscó el poder por las armas y es recordado por golpes simbólicos como el robo de la espada de Simón Bolívar en Bogotá y otros más atemorizantes, como las tomas de la Embajada de República Dominicana con rehenes y la del Palacio de Justicia, donde funcionaban las altas cortes, que terminó en una tragedia luego de que el ejército intentó tomar el control a la fuerza y murieron decenas de magistrados, guerrilleros y otros fueron desaparecidos.

Petro no llegó a ser comandante de la guerrilla, en la que fue más bien un miliciano, y tampoco carga a cuestas mayor responsabilidad por la tragedia del Palacio de Justicia en 1985 porque estaba en la cárcel. Allí, según ha denunciado, fue golpeado y sometido a “tortura china”, que consiste en hacer caer sobre la víctima inmovilizada una gota de agua sin cesar durante horas.

Everth Bustamante, excomandante del M-19 y luego Senador, recuerda que conoció a un joven Petro de 18 años en Zipaquirá -un pueblo cercano a Bogotá donde vivió en su juventud- cuando se vinculó a un grupo de apoyo urbano a la guerrilla. “Petro no tiene un papel destacado (en el M-19) hasta cuando firmamos los acuerdos de paz” en 1990, contó Bustamante. Su paso por la cárcel no se dio por una “actividad político militar” de la guerrilla, agregó, sino por ayudar a una comunidad a tomar un predio ilegalmente para construir un barrio.

Los partidarios del candidato presidencial de la coalición Pacto Histórico, Gustavo Petro, sostienen banderas con las imágenes de Petro y su compañera de fórmula Francia Márquez. Foto: Fernando Vergara, AP

“Desde sus orígenes ha sido partidario de una línea más de levantamiento y de insurrección de los sectores populares… tiene unos delirios de ser el llamado a resolver todos los problemas y llevar al país al paraíso, es un discurso demagógico, populista”, aseguró a AP Bustamante, quien primero fue su aliado y ahora es uno de sus opositores.

Las armas del M-19 fueron fundidas y convertidas en lingotes de acero luego de la firma del acuerdo de paz con el Gobierno en 1990. Petro, junto con unos 900 guerrilleros más, abandonaron la insurgencia y fundaron un partido político. Algunos fueron asesinados y otros se convirtieron en alcaldes, gobernadores o senadores.

En la legalidad Petro ha sido Senador de la oposición en varios periodos y es recordado por denunciar en el Congreso vínculos entre paramilitares y políticos, varios de ellos ahora condenados.

Como Alcalde de Bogotá entre 2012 y 2015 generó opiniones encontradas sobre su administración. Por un lado, le reconocen abanderar proyectos sociales ambiciosos, pero le critican la capacidad de ejecución y algunas decisiones improvisadas. Su mandato terminó en polémica luego de que la Procuraduría lo destituyó e inhabilitó para ejercer cargos públicos por 15 años por faltas “gravísimas” en la implementación de un nuevo modelo de aseo en Bogotá.

Simpatizantes del candidato presidencial de la coalición Pacto Histórico, el izquierdista Gustavo Petro, asisten a un mitin de cierre de campaña. Foto: Fernando Vergara, AP

Pese a los recursos interpuestos por Petro, la Procuraduría ratificó su decisión y el pleito pasó a manos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que en 2020 declaró responsable a Colombia por violaciones a los derechos políticos de Petro.

“Las resistencias que genera la figura de Gusto Petro hoy día no tienen tanto que ver con su pasado de guerrillero como sí por este estilo un poco mesiánico, personal y agresivo que lo caracteriza”, dijo a AP Yann Basset, analista político y profesor de la Universidad del Rosario.

Sus opositores temen que Petro se convierta en “un nuevo Hugo Chávez” de llegar al poder y Colombia termine en una crisis política y social como la que vive Venezuela.

Petro y Chávez se conocieron en Bogotá en 1994. “Chávez fue mi amigo y respeté su proceso, pero me sembró muchas dudas el hecho de que en la fase final tratase de imitar el modelo cubano”, contó Petro en su libro autobiográfico “Una vida, muchas vidas”.

“No se le puede calificar sin más de autoritario, él defiende la constitución. Es más bien un interrogante”, dijo Basset. Al compararlo con líderes latinoamericanos de izquierda, el experto no encontró tanta cercanía con la figura de Chávez o Luiz Inácio Lula da Silva, pero sí con la del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. “Petro ha tratado de resucitar el liberalismo popular colombiano de Gaitán, así como López Obrador un poco el nacionalismo revolucionario clásico de México”.

Los partidarios del candidato presidencial de la coalición Pacto Histórico, Gustavo Petro, sostienen una pancarta electoral de Petro y su compañera de fórmula Francia Márquez. Foto: Fernando Vergara, AP

De llegar a la presidencia, Petro buscaría el diálogo y sometimiento a la justicia de los grupos armados que todavía quedan en Colombia como la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el cártel Clan del Golfo. También se ha comprometido a cumplir con el acuerdo de paz firmado en 2016 entre el Estado y la extinta guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que llegó a ser la más antigua de Latinoamérica.

Un Tribunal de Paz está próximo a emitir sus primeras sanciones sobre los hechos ocurridos en cinco décadas de conflicto armado interno que causaron la muerte de más de 262 mil personas, la desaparición de unas 80 mil y el desplazamiento de ocho millones, según registros estatales.

Petro, dicen sus amigos, es un hombre tímido que no se altera con facilidad y que aprendió a enfrentar momentos tensos en la clandestinidad y luego en la oposición. ”Él vive en un aspecto mental diferente al del resto. Eso pasa con los estadistas. A veces se acerca a uno más desde lo afectivo, pero en su propia forma, no es extrovertido”, dijo María José Pizarro, actual representante a la Cámara por el movimiento de Petro e hija del que fuera el máximo comandante del M-19, Carlos Pizarro Leóngomez.

Pizarro pide que “la vida no sea asesinada en primavera”, es decir, que con Petro no se repita la historia de su padre, asesinado en la primavera de 1990 cuando lideraba las encuestas como candidato presidencial.

“¡No disparen!”: Fiesta de niños en Colombia queda en medio de enfrentamiento (VIDEO)

viernes, abril 29th, 2022

Fuerzas del Ejército de Liberación Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia se enfrentaron en el municipio de El Tarra durante un festejo del Día del Niño; los heridos “son una menor de 14 años, un adulto, un suboficial y un soldado”.

Bogotá, 28 abr (EFE).- Una menor de edad, un civil y dos militares resultaron heridos después de que la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se enfrentaran en el municipio colombiano de El Tarra, Norte de Santander, donde la comunidad estaba celebrando un acto público por el Día del Niño.

“Estábamos reunidos en la celebración del Día del Niño. En un cruce de balas, lamentablemente, sale herida una niña y un adulto”, aseguró el Alcalde de este municipio cercano a la frontera con Venezuela, Yair Díaz Peñaranda, citado por medios locales.

En un video publicado en redes sociales se ve a los niños tirados en el suelo intentando esquivar las balas mientras que la profesora trata de calmarlos diciendo que la situación pronto pasará, mientras se escuchan los fuertes disparos.

https://twitter.com/Danielbricen/status/1519511878912860161?t=-gGF9ZKlfVHhTg0uZ48Bbg&s=09

Un comunicado del Ejército aseguró que los grupos guerrilleros atacaron “con ráfagas de fusil y explosivos a la población civil, sin importar la presencia de niños, niñas y adolescentes”.

Los grupos también atacaron la base militar ubicada a las afueras del municipio, según las fuentes castrenses.

Los heridos reportados por el Ejército son una menor de 14 años, un adulto, un suboficial y un soldado. Estos dos últimos están graves y fueron trasladados a Cúcuta, la capital departamental, en donde son atendidos.

Al tiempo que rechazó lo ocurrido el Ejército dijo que lo ocurrido es una “muestra clara de la violación de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario por parte de estos grupos criminales, unidos para atentar contra la población civil y la fuerza pública”.

RECHAZO GENERALIZADO

Por su lado, el estatal Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) calificó de “irracionales y repudiables” los hechos ocurridos en El Tarra, en donde “grupos armados ilegales pusieron en riesgo la vida e integridad de cientos de niñas y niños que participaban en la celebración de su día, en el polideportivo del municipio”.

La directora del ICBF, Lina Arbeláez, dijo que “es inaceptable que durante una celebración para los niños, niñas y adolescentes, criminales atenten contra ellos, disparando de manera indiscriminada”.

Un equipo de la Defensoría de Familia hace seguimiento y brinda acompañamiento a una adolescente de 14 años que resultó herida en los hechos y fue trasladada a la ciudad de Cúcuta donde es atendida por el sector salud y se encuentra fuera de peligro.

Varios de los candidatos a la Presidencia de Colombia rechazaron el ataque y le pidieron al Gobierno atención para la región en donde hacen presencia el ELN, las disidencias de las FARC y el Clan del Golfo, que se disputan el territorio, dedicados sobre todo a actividades de narcotráfico y explotación de recursos.

Un enfrentamiento entre fuerzas del ELN y las FARC ocurrió en el mjunicipio de El Tarra en Colombia. Imagen ilustrativa. Foto: Christian Escobar Mora, EFE

“No puede ser que nuestros niños y niñas queden atrapados en una balacera, viviendo como víctimas el horror del conflicto. Una menor y varios adultos están heridos”, dijo en redes sociales la candidata del Partido Verde Oxígeno, Íngrid Betancourt.

Por su lado, Sergio Fajardo, de la Coalición de la Centro Esperanza, calificó el hecho como “inaceptable y vergonzoso que este sea el país que les estamos dejando a las niñas y los niños. Nacer en Colombia, y más en las regiones alejadas, no puede seguir siendo un castigo”.

La convulsa región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela, donde operan múltiples grupos armados, está formada por los municipios de Tibú, El Tarra, Sardinata, El Carmen, Convención, Teorama, San Calixto, Hacarí, La Playa, Ábrego y Bucarasica.

Exjugador ecuatoriano de Lobos BUAP es detenido por vínculos con banda de sicarios

viernes, abril 22nd, 2022

Las autoridades vinculan a Gabriel Cortéz con “Los Tiguerones”, que a su vez, se relaciona con el Frente Oliver Sinisterra, un grupo disidente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, a quienes se les atribuye el secuestro y asesinato de tres periodistas ecuatorianos en 2018.

Guayaquil (Ecuador), 22 abr (EFE).- El centrocampista del Barcelona Gabriel Cortéz, máximo goleador de la liga ecuatoriana con siete tantos en nueve partidos, es una de las 18 personas detenidas este viernes como parte de un operativo policial contra una banda criminal de Esmeraldas, provincia costera fronteriza con Colombia.

Aunque no mencionó su nombre, la detención de Cortéz fue confirmada por el Ministro del Interior, Patricio Carrillo, durante una conferencia de prensa desde Esmeraldas donde aseguró que el futbolista, de 26 años, “ordenaba y recibía la información respecto a las personas que los sicarios” habían asesinado.

En redes sociales, se difundió la foto de Cortéz en el momento de su detención, custodiado por dos policías fuertemente armados.

Cortéz, apodado “El Loco”, es una de las figuras del actual torneo de fútbol de Ecuador y del Barcelona, líder de la primera fase de la liga ecuatoriana., al acumular siete goles en las primeras nueve jornadas.

Sin ir más lejos, el volante participó hasta el miércoles pasado en la derrota por 0-1 de su club ante el Gualaceo, uno de los equipos más modestos de la liga ecuatoriana.

En un comunicado, el Barcelona anticipó que “respetará las diligencias e investigaciones de los órganos de justicia” y deslindó de cualquier responsabilidad o complicidad en los presuntos delitos cometidos por Cortéz, quien anteriormente vistió las camisetas del Botofogo brasileño y los Lobos BUAP de México.

En ese sentido, el club de Guayaquil aclaró que “las actividades realizadas en el ámbito privado por sus jugadores y directivos son ajenas a la institución”.

La institución deportiva también señaló que esperará las resoluciones que tome la Justicia para evaluar qué medidas toma con respecto al jugador.

Además del futbolista, entre los 18 detenidos se encuentran tres policías en servicio activo.

Durante el operativo policial se realizaron allanamientos en 29 inmuebles que dieron también como resultado la incautación de tres vehículos, 14 teléfonos móviles, tres cámaras de vigilancia y un kilo de droga.

El operativo, denominado “Operación Gran Impacto 10”, fue ejecutado por la Policía Nacional de Ecuador conjuntamente con la Fiscalía General del Estado contra la banda criminal denominada “Los Tiguerones”.

Las autoridades vinculan a “Los Tiguerones” con el Frente Oliver Sinisterra, un grupo disidente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que opera cerca de la frontera con Ecuador y al que se le atribuye el secuestro y asesinato de tres periodistas ecuatorianos en 2018.

De acuerdo con el comandante general de la Policía de Ecuador, las detenciones se realizaron tras una investigación que duró cuatro meses donde se recabó la información para solicitar a la Justicia las órdenes de captura.

A “Los Tiguerones”, las autoridades ecuatorianas les imputan los delitos de narcotráfico, terrorismo, asesinato, sicariato, extorsión, tráfico ilícito de armas y de municiones explosivos.

Colombia incauta “narcojet” con cocaína en Guatemala; lo recibirían contactos de CJNG

martes, enero 11th, 2022

De acuerdo con la Fiscalía de Colombia, el cargamento con la droga presuntamente sería recibido por contactos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Ciudad de México, 11 de enero (SinEmbargo).- Elementos de la Fiscalía de Colombia, en colaboración con el ejército y la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), incautaron mil 028 kilogramos de cocaína que se encontraban al interior de un “narcojet” en Guatemala.

De acuerdo con las autoridades, la aeronave habría sido enviada desde la zona fronteriza con Venezuela por las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), conocidas como “Nueva Marquetalia”, rumbo a Centroamérica.

Mediante un comunicado, la Fiscalía de Colombia dio a conocer que el cargamento presuntamente sería recibido por contactos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Los paquetes que contenían la droga, dijeron, llevaban las iniciales “G1” que corresponderían a un capo de Tumaco. En su momento, los investigadores ubicaron un laboratorio, en donde los bloques de la sustancia salían en diferentes cantidades que no superaban los 100 kilogramos.

“La sustancia era camuflada y trasladada a Cúcuta, norte de Santander, donde se acopiaba hasta coordinar su paso a Venezuela”, añadió la Fiscalía.

Con dicha información, el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía advirtió sobre el cargamento de clorhidrato de cocaína que llevaba un un jet G3, el cual despegó de una “pista clandestina” en Venezuela.

Autoridades internacionales detectaron la aeronave y la obligaron a aterrizar en Petén (Guatemala).

En las inspecciones fueron encontrados mil 028 kilogramos de cocaína.  Los cálculos preliminares dan cuenta de que su valor superaría los 32 millones de dólares en Estados Unidos.

Esta no es la primera vez que autoridades decomisan cargamentos de cocaína, pues el pasado 16 de diciembre, elementos de la Policía Nacional Civil, del ejército de Guatemala y del Ministerio Público, confiscaron mil 028 paquetes con cocaína, los cuales fueron localizados en el parcelamiento Arroyo, Santa Amelia, Sayaxché, Petén.

Luego de realizar el conteo de los paquetes, policías realizaron la prueba de campo, dando como resultado presuntivo positivo para cocaína.

En el lugar, fueron localizados también dos vehículos que, al parecer, serían utilizados para el traslado de los paquetes.

Gobierno de Joe Biden sacará a las FARC de lista de grupos terroristas, dice AP

martes, noviembre 23rd, 2021

El Presidente de Estados Unidos determinó que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia ya no serán consideradas como un grupo terrorista, cinco años después del fin de la guerrilla en el país sudamericano.

Por Lisa Mascaro y Ellen Knickmeyer

NUEVA YORK, 23 de noviembre (AP).— El Gobierno del Presidente estadounidense Joe Biden notificó el martes al Congreso que pone fin a la designación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) como grupo terrorista, según dijo un funcionario que habló de forma anónima.

El portavoz del departamento de Estado, Ned Price, confirmó en una rueda de prensa que se ha entregado al Congreso estadounidense notificación de “acciones” que se tomarán respecto a las extintas FARC. Price, sin embargo, no dijo qué acciones serían esas.

La guerrilla más antigua de América Latina llegó a su fin en 2016, cuando los líderes de las FARC y representantes del Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos suscribieron un acuerdo de paz en Bogotá.

El grupo está designado como un partido político, con escaños en la legislatura colombiana.

FotografÌa de archivo fechada el 1 de febrero de 2017 que muestra a un guerrillero de las FARC con un arma de largo alcance en la población de Pondores, departamento de La Guajira, Colombia. Foto: Mauricio Dueñas Castañeda, EFE

Price dijo el martes en la rueda de prensa que Estados Unidos está enfocado en trabajar con el Gobierno de Colombia para para apoyar el acuerdo de paz. El mes pasado, el Secretario de Estado estadounidense Antony Blinken visitó Colombia.

“Obviamente la implementación de la preservación del acuerdo de paz fue un tema central de las discusiones,” dijo Price.

Colombia está en estos momentos celebrando el quinto aniversario de la firma del acuerdo de paz.

La Unión Europea excluyó a las FARC de su lista de organizaciones terroristas en 2017, poco después de que la desmovilizada guerrilla firmara el acuerdo de paz y entregara más de ocho mil armas. Sin embargo, Estados Unidos había mantenido a las FARC dentro de su lista advirtiendo sobre el peligro que representan los grupos disidentes, es decir, quienes no se acogieron al proceso de paz o lo abandonaron y luego siguieron delinquiendo siendo señalados de perpetrar actos terroristas.

En sus informes sobre terrorismo de 2019, el Departamento de Estado estadounidense señaló a las disidencias de las FARC como sospechosas de participar en un atentado con explosivos en el que murieron 10 policías que participaban en operativos de erradicación de plantas de coca. También señalaron como sospechosos al Ejército Nacional de Liberación (ELN), una guerrilla activa que hace parte de la lista de organizaciones terroristas desde 1997.

Rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Imagen de archivo. Foto: AP

Adam Isacson, experto en Colombia en la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), dijo a la AP que supone que el Gobierno estadounidense puede optar por eliminar de la lista de terroristas a los exmiembros de las FARC que están en la legalidad y formaron un partido político, mientras que puede designar a los grupos disidentes como terroristas.

“No me imagino a Iván Márquez o a Gentil Duarte saliendo de la lista de terroristas en ningún momento”, agregó Isacson en referencia a dos de los máximos líderes de los desertores.

Elizabeth Dickinson, analista senior para Colombia de International Crisis Group, considera que se trata de una decisión “tardía”, debido a que estar en la lista de organizaciones terroristas ha afectado la efectividad del proceso de reincorporación de los excombatientes, debido a que algunos han enfrentado barreras para acceder al sistema bancario y se ha afectado el apoyo de Estados Unidos a la implementación de la paz.

Rodrigo Granda, exlíder de las FARC, llega a Colombia luego de su retención en México

miércoles, octubre 20th, 2021

Rodrigo Granda, excomandante de las FARC, regresó a Colombia luego de permanecer retenido en el AICM a petición del Gobierno de Paraguay.

Bogotá, 20 oct (EFE).- Rodrigo Granda, uno de los exlíderes de la antigua guerrilla de las FARC, llegó este miércoles a Colombia después de que el martes fuera retenido en su llegada a México porque sobre él pesa una circular roja emitida por Paraguay por “secuestro, asociación criminal y homicidio doloso”.

“La orden estaba dormida en Paraguay”, dijo a los medios Granda, conocido como el “Canciller” de las FARC, después de salir de los trámites pertinentes en Migración en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, donde repitió lo que dijeron ayer compañeros suyos de que ha sido el Gobierno colombiano quien ha decidido reactivar la circular.

El Ministro de Defensa, Diego Molano, aseguró a última hora de ayer, tras hacerse pública su detención en el aeropuerto de Ciudad de México, que “Interpol Colombia no está facultada ni tiene acceso para modificar, aclarar o cancelar la información publicada por otros países”.

Granda iba a asistir, junto a varios altos cargos del partido Comunes -surgido de la desmovilización de las FARC, al seminario internacional “Los Partidos y una nueva sociedad” que se celebrará el 21, 22 y 23 de octubre, invitado por el Partido del Trabajo (PT).

Para ello contaba con autorización de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la justicia transicional donde está siendo juzgado por crímenes de guerra, para salir del país.

El exmiembro del secretariado de las FARC, que participó en las negociaciones de paz, aseguró hoy que fue personalmente a Interpol, antes de su viaje “y no me aparecía absolutamente nada”.

Sin embargo, varios medios revelaron hoy que la Dirección de Investigación Criminal e Interpol de la Policía (Dijín) le había notificado a Granda el pasado 28 de septiembre que sí tenía activa la notificación roja, solicitada por Paraguay, por tres cargos criminales.

Paraguay le requiere por su supuesta implicación en el asesoramiento o colaboración con el secuestro de Cecilia Cubas, hija del expresidente paraguayo Raúl Cubas (1998-1999).

Posiblemente Granda asesoró al marxista Partido Patria Libre (PPL), el germen de ese grupo, para dicho secuestro de la hija del expresidente, que apareció sin vida el 16 de febrero de 2005, enterrada en una casa de la periferia de Asunción tras cinco meses de búsqueda y tras haber pagado su familia unos 300 mil dólares a sus secuestradores para su liberación, según un libro del periodista Andrés Colmán sobre la guerrilla del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).

En esa línea, Granda y Orley Jurado Palomino tienen una petición de captura internacional de Paraguay por participar en el secuestro y homicidio de Cubas.

Rodrigo Granda, exlíder de las FARC, es detenido en la Ciudad de México

martes, octubre 19th, 2021

Carlos Antonio Lozada, Senador de Congreso colombiano, responsabilizó al Gobierno de Iván Duque de la aprehensión del excomandante de las FARC, lo que consideró como una “clara violación del Acuerdo de Paz ” que se busca establecer en la nación sudamericana.  

Ciudad de México, 19 de octubre (SinEmbargo).- Rodrigo Granda, excomandante colombo-venezolano de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fue detenido en México, así lo denunció Carlos Antonio Lozada, Senador de Congreso colombiano y miembro del partido político Comunes.

A través de su cuenta de Twitter, Lozada dio a conocer el arresto de Granada, también conocido como Ricardo Téllez, presuntamente por ordenes del Gobierno de Colombia, lo que consideró como una “clara violación del Acuerdo de Paz “, sin dar más detalle de la aprehensión.

“Detuvieron en México a Rodrigo Granda, a pesar que salió del país con autorización de JEP, nos informan que Gobierno de Iván Duque pidió a Interpol activar circular roja mientras iba volando hacia México, en clara violación del Acuerdo de Paz que quieren hacer trizas”, tuiteó el legislador.

Hasta el momento se desconocen las causas de la detención del excomandante de las FARC, y tampoco el Gobierno colombiano ha hecho alguna declaración sobre el hecho, que tiene lugar cuando se intenta implementar un Acuerdo Final de Paz en esa nación.

Lozada afirmó que Granda viajó a México con permiso de la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), tribunal encargado de juzgar los crímenes cometidos durante la guerra en Colombia, el cual se creo gracias al acuerdo de paz. Sin embargo, y pese a este convenio, el Gobierno de Iván Duque habría solicitado la orden de captura.

En un video, el Senador ahondó que viajaron a la Ciudad de México por una invitación del Partido del Trabajo (PT) para participar en un seminario, en el que tratarían el proceso de paz en Colombia. Tras obtener los permisos correspondientes, agregó, llegaron al medio día al país, pero hasta las 20:oo horas, Granda no había podido ingresar a la capital mexicana, pero desconoce los motivos de esta situación.

 

 

 

“Mi batallón mató a civiles para salir de permiso”: expone exmilitar colombiano

miércoles, octubre 6th, 2021

El acto, organizado con víctimas por la Comisión de la Verdad, tuvo como objetivo dignificar a las víctimas; honrarlas en su memoria y reconocerlas como civiles ajenos al conflicto armado, y también reconocer la resistencia, el valor, el coraje, la dignidad que han tenido los familiares.

Cali (Colombia), 5 oct (EFE).- Las historias de jóvenes inocentes asesinados por soldados durante el conflicto armado de Colombia y los relatos de las familias de víctimas de los llamados “falsos positivos” se encontraron este martes en un evento de la Comisión de la Verdad celebrado en Cali.

“El desespero de los compañeros los llevó a maquinar cómo asesinar a los dos menores de edad que cogimos para poder salir a permiso porque ya llevábamos ocho meses sin salir”, aseguró Fredy de Jesús Martínez, representante de víctimas de Antioquia [noroeste] y el Eje Cafetero, durante el acto de Encuentro por la Verdad.

De Jesús fue militar de 2004 a 2009, y narró cómo “la desesperación” de sus compañeros les llevó a votar si presentaban a dos jóvenes que habían capturado con un radio en zona guerrillera como bajas en combate debido a que llevaban más de medio año encerrados sin tener permiso y a base de “la ración” diaria.

Él fue el único que se negó a que los menores fueran ejecutados y el comandante decidió que no se hacía, pero fue expuesto a amenazas y acoso por parte de los compañeros, hasta que por fin le dieron la baja.

Dignificar a las víctimas entre otras cuestiones es honrarlas en su memoria y reconocerlas como civiles ajenos al conflicto armado. Foto: Ernesto Guzmán Jr., EFE.

“Luego, al tiempo, me di cuenta que tanto mis compañeros de batallón como el comandante estuvieron involucrados en falsos positivos”, narró el exmilitar, haciendo referencia a un crimen grave del que la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) -la justicia especial surgida del acuerdo de paz con las FARC- considera que hay al menos mil 402 víctimas en el país.

“Fui militar, me siento orgulloso de haber sido militar y de ser un militar que nunca me ensucié las manos”, dijo durante el acto, al que también acudieron asociaciones de víctimas, familiares y representantes del sistema transicional de justicia y la ONU.

DIGNIFICAR A LAS VÍCTIMAS

El acto, organizado con víctimas por la Comisión de la Verdad, quiso “dignificar a las víctimas; es decir, honrarlas en su memoria y reconocerlas como civiles ajenos al conflicto armado, y también reconocer la resistencia, el valor, el coraje, la dignidad que han tenido los familiares en la búsqueda de verdad, justicia, reparación y no repetición”, aseguró el comisionado Alejandro Valencia.

“Para el Ejército las víctimas solo eran números, vacaciones y premios pero para nosotros eran todo lo contrario. Eran personas con proyectos de vida”, aseguró la representante de las víctimas en el evento. Foto: Ernesto Guzmán Jr., EFE.

En esta ocasión, las personas participantes narraron sus historias sobre “falsos positivos”, las ejecuciones extrajudiciales con las que el Ejército conseguía favores, premios y ascensos, y que la JEP ya ha considerado que son “crímenes de guerra y de lesa humanidad” en los que había “patrones de macrociminalidad” en el actuar de las fuerzas armadas.

“Para el Ejército las víctimas solo eran números, vacaciones y premios pero para nosotros eran todo lo contrario. Eran personas con proyectos de vida. Hoy alzamos la voz para pedir verdad y justicia”, aseguró Astrid Sanabria, la representante de víctimas del departamento de Casanare [este].

La magistrada de la JEP, Catalina Díaz, quien participó en el evento de Cali, aseguró que “la cifra de seis mil 402 casos nos aterró” porque “no son solo cifras, son historias de vida que se fueron”, y se mostró determinada a “imputar responsabilidades y dejar claro que esto ocurrió en toda Colombia”.

“Hechos atroces como las ejecuciones extrajudiciales marcan de manera indeleble a las personas victimizadas, a sus seres queridos, manchan la vida institucional de la nación y dejan una huella de dolor en toda la sociedad”, aseveró por su parte el representante adjunto de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en Colombia, Juan Carlos Monge.

Autoridades colombianas confirman reunión de narcos mexicanos y exFARC en Venezuela

sábado, octubre 2nd, 2021

Jorge Luis Vargas, director de la Policía de Colombia, dijo tener testigos y elementos técnicos para comprobar la reunión entre narcos mexicanos y disidentes de las FARC.

BUCARAMANGA, Colombia, 2 de octubre (AP) — Las autoridades colombianas dicen tener pruebas sobre reuniones que habrían tenido lugar en Venezuela entre narcotraficantes mexicanos y los jefes de las disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

“Lo tenemos totalmente probado tanto por testigos como con elementos técnicos recolectados en los procesos judiciales, con dispositivos técnicos incautados en las operaciones”, dijo el viernes a la prensa el General Jorge Luis Vargas, director de la Policía de Colombia, sin mostrar dichas pruebas.

Vargas agregó que en dichas reuniones con narcos mexicanos habrían participado dos jefes de la denominada Segunda Marquetalia: Hernán Darío Velásquez, alias “El Paisa”, y Luciano Marín, alias “Iván Márquez”, exnegociador del proceso de paz entre la guerrilla y el Gobierno colombiano que se firmó hace cinco años.

Esta información se dio a conocer después de una reciente operación militar en la que fue neutralizado Almin Rada Rada, alias “Brandon”, quien habría sido la mano derecha de “El Paisa” y de quien habría recibido órdenes directas.

“Lo que estaba haciendo Brandon era eso: garantizar los corredores de narcotráfico a partir de asesinatos, homicidios, desplazamientos, confrontamientos con otras organizaciones ilegales en el Caquetá y Huila (suroeste)”, agregó el General Vargas.

Juan Manuel Santos, Presidente de Colombia, y el máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”, firmaron el acuerdo de paz, el pasado 26 de septiembre de 2016, en Cartagena. Foto: Ricardo Maldonado, EFE.

Las autoridades colombianas no especificaron con cuáles cárteles de narcotraficantes mexicanos se están reuniendo los desertores del acuerdo de paz. Sin embargo, la Fundación Ideas para la Paz (FIP) aseguró en un informe sobre la Segunda Marquetalia, publicado en julio de este año, que a esta organización criminal se le ha señalado de mantener alianzas de “venta y rutas de cocaína con grupos como el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), en México; el Primeiro Comando da Capital (PCC), en Brasil; y el Cartel de los Soles, en Venezuela”.

El Gobierno de Nicolás Maduro ha negado reiterativamente la presencia de disidentes de las FARC y de miembros de la guerrillas del Ejército de Liberación Nacional en su territorio, así como cualquier relación con delitos relacionados con narcotráfico.

Colombia fue nuestra, la búsqueda de la paz entre la polarización

domingo, mayo 30th, 2021

El documental Colombia fue nuestra, que retrata la violencia con la que nunca acabó el acuerdo de paz de Juan Manuel Santos y las FARC, ya se encuentra disponible en las plataformas de streaming de Docs en Linea, Amazon Prime Video, Apple TV, Vimeo, Google play y Mowies.

Ciudad de México, 30 de mayo (SinEmbargo).– 26 de septiembre de 2016: En una emotiva ceremonia, el entonces Presidente de Colombia Juan Manuel Santos y el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), “Timochenko”, se estrecharon la mano, el acuerdo de paz para poner fin a más de medio siglo de violencia en el país había sido firmado. La esperanza estaba en el pueblo.

Para octubre, Juan Manuel Santos era despertado en su residencia para ser notificado que había sido seleccionado como el premio Nobel de la Paz 2016 por sus “decididos esfuerzos” por llevar la paz a su país tras 52 años de conflicto armado. Sin embargo, no había celebración de júbilo. La realidad que vivía Colombia era otra, de incertidumbre y una violencia sin fin.

El documental Colombia fue nuestra (Colombia in my arms), de los directores finlandeses Jenni Kivistö y Jussi Rastas, muestra justo el otro lado de la moneda. Más allá de acuerdo histórico, la polarización que efervescía en aquel país.

“Estuvimos justamente en Colombia al tiempo que firmaron el acuerdo de paz con las FARC. Fue un momento muy importante. Se sentía como un momento histórico importante para el país. Todo el mundo estaba con mucha expectativa y esperanza, y ahí fue cuando empezamos a pensar en esta película y tuvimos la oportunidad de ir a un campamento guerrillero y ahí fue como comenzamos”, explica la cineasta Jenni Kivistö, en entrevista con SinEmbargo.

[vimeo 387420295]

Ambos directores, como otros periodistas, se adentraron a los campos de las FARC. Los cuatro días se les permitía en ese lugar se convirtieron en meses. Los guerrilleros les dieron su confianza y les contaron sus historias. ¿Qué los había llevado a unirse?, infancias rotas, vidas llenas de violencia, encontrar una familia, tener algo porqué luchar…

Poco después, ya era momento que las FARC entregaran las armas, y que guerrilleros como Ernesto, retratado en el filme, dieran paso a una vida “normal” y llevaran su movimiento ahora a un plano político que representara su ideología.

En un inicio, el documental retrataría sólo está transición, pero al ver que la realidad que se vivía estaba tan lejos de la paz, los directores le dieron un giro, como lo comenta Jussi Rastas:

“Al principio iba a ser un documental muy distinto. Algo poético, tranquilo, bello. Un documental completamente de otro estilo. Pero como atmósfera se empezó a intensificar tanto como en el campo como en la ciudades, sentimos la necesidad de empezar a seguir los sucesos que venían. La contradicción, porque se había firmado el cuerdo de paz pero lo que se veía en la sociedad era lo contrario, se veían protestas, protestas violentas, manifestaciones y erradicaciones de los campos de gente que trataba de sobrevivir, cosas que no eran para nada pacificas”.

El documental Colombia fue nuestra. Foto: Cortesía para SinEmbargo

Los directores se introdujeron a los campamentos de la FARC por meses. Foto: Cortesía para SinEmbargo

La incertidumbre nunca se separó de las FARC, en el pueblo colombiano y hasta en la clase alta, la desconfianza crecía con cada promesa incumplida.

“En los campos todo el mundo desconfiaba del cumplimiento del acuerdo. Ya se empezaba a manifestar la incertidumbre. Se iba cumpliendo muy poco a poco, luego como que no, luego como que sí. Esa desconfianza fue real y decidimos contar eso porque no podíamos ser infieles a lo que veíamos. No sabíamos que iba a ser tan duro o una crítica tan dura a lo que pasó con el acuerdo de paz”, relata Kivistö.

Frente a la nueva ola de violencia que se vivía en Colombia, en otras partes del mundo sólo se sabía sobre lo que era oficial: “La paz lograda por Santos con el acuerdo”, después de eso, el suceso ya era noticia vieja.

“En Europa ya no había mucha atención hacia Colombia después de la firma de la paz. De la implementación fallida no se supo. Los medios terminaron de reportar después de la firma porque suponían que todo estaba ya bien. No se cumplió el acuerdo de paz, lo modificaron mucho, y las cosas importantes para el desarrollo del país se quedaron sin cumplir”, sentencia Jussi Rastas.

Jussi Rastas y Jenni Kivistö. Foto: Cortesía para SinEmbargo

Hoy el clima de violencia no se aleja de este país. Nuevas jornadas de protestas exigen cambios de políticas al Gobierno. Las manifestaciones le han dado la vuelta al mundo por el uso de la fuerza policial que según organizaciones sociales han dejado 43 homicidios.

“Creo que este documental es oportuno en este momento que Colombia está viviendo actualmente con las grandes manifestaciones por la reforma tributaria, y con todo esto de la violencia del Estado, de la policía. El pueblo colombiano necesita ser escuchado, y curiosamente este trabajo tarta sobre las mismas cosas, sobre la desigualdad, la corrupción, el por qué no se pudo implementar el acuerdo de paz, la polarización del país. […] Puede ser interesante esa reflexión en este justo momento que se vive en Colombia”.

“No queremos aumentar la polarización. Es una reflexión cinematográfica. No está lleno de información, es un trabajo un poco distinto a trabajos que estamos acostumbrados a ver como documental que tratan acerca de sucesos problemáticos. Este trabajo cinematográfico busca llegar al espectador de diferentes partes mundo para dar a conocer los contrastantes puntos de vista. No se trata del acuerdo de paz en sí sino en el acceder a esos mundos y entender las diferentes realidades”, agrega.

Colombia fue nuestra ya se encuentra disponible en las plataformas de streaming Docs en Linea, Amazon Prime Video, Apple TV, Vimeo, Google play y Mowies.

 

Póster Colombia fue nuestra. Foto: Cortesía para SinEmbargo

Cárteles mexicanos aprovechan crisis por COVID-19 para extender su poderío en Colombia: Informe

jueves, junio 11th, 2020

Los carteles mexicanos, que desde los años 80 eran socios de los colombianos para la introducción y distribución de cocaína en Estados Unidos, ampliaron su negocio y en los últimos años empezaron a invertir en la producción de drogas en el país andino, con lo cual están dominando toda la cadena del narcotráfico.

Por Jaime Ortega Carrascal

Bogotá, 11 de junio (EFE).- Los cárteles mexicanos de la droga se han hecho más fuertes en Colombia, ocupando espacios dejados por las FARC, dominio que tiende a agravarse con la pandemia de coronavirus, aprovechada por esas organizaciones criminales para aumentar su control social.

La advertencia la hace el director de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), León Valencia, al presentar “Radiografía de la ominosa presencia de los carteles mexicanos”, un informe sobre el creciente poder de las mafias de ese país en Colombia, mayor productor mundial de cocaína.

“Tenemos mucho temor por la pospandemia”, dijo a Valencia a Efe al explicar que en el país, al igual que en México, los narcotraficantes utilizan el poder del dinero en tiempos de crisis como el actual para extender sus tentáculos entre la sociedad.

Según Valencia, con “una crisis económica como la que ya está en curso” por la pandemia, “quienes tengan dinero en sus manos van a tener muchas posibilidades”, no importa que ese capital sea de origen ilegal.

“De manera que nosotros ponemos esta alerta porque vemos que la pospandemia para grupos ilegales que tienen posibilidades de tener cantidades de dinero, si logran contactar con organizaciones colombianas, pueden aumentar mucho su control social, pueden aumentar mucho su poder”, manifestó Valencia, uno de los mayores conocedores del conflicto y la violencia en Colombia.

INVERSIÓN DE PAPELES

Según el informe de la Fundación Pares, aunque la relación del crimen organizado de Colombia y México viene de décadas anteriores, en la actualidad “se ha dinamizado debido al importante flujo de capital y de armas traído desde el país norteamericano”.

Los carteles mexicanos, que desde los años 80 eran socios de los colombianos para la introducción y distribución de cocaína en Estados Unidos, ampliaron su negocio y en los últimos años empezaron a invertir en la producción de drogas en el país andino, con lo cual están dominando toda la cadena del narcotráfico.

“Lo que ellos (los mexicanos) decidieron fue empezar a participar directamente en la producción de la cocaína en Colombia, y lo que es principal, a invertir, ya no solo comprar, sino invertir en la producción a través de organizaciones de manera directa”, aseguró el experto.

Para aumentar su penetración en el país, organizaciones como el Cartel de Sinaloa y el Cartel de Jalisco Nueva Generación aprovecharon la firma del acuerdo de paz del Gobierno colombiano y las FARC, en noviembre de 2016, para ocupar con bandas aliadas locales “aquellos lugares donde la guerrilla ejercía pleno control (…) de actividades ilícitas, entre ellas el narcotráfico”.

NUEVOS SOCIOS

Eso impulsó el fortalecimiento de grupos armados colombianos como el Clan del Golfo, los Caparrapos, los Pachenca, el Ejército Popular de Liberación (EPL) -también llamados los Pelusos-, y los Grupos Armados Postfarc (disidencias), algunos de los cuales tenían problemas internos, agrega el estudio.

“Los carteles mexicanos estaban subordinados de alguna manera a los carteles colombianos, pero esa relación ya se invirtió, en realidad, los reyes, los capos de capos, son los mexicanos”, dijo Valencia, y explicó que no obstante, Colombia sigue siendo el origen de la producción de cocaína por la calidad de las hojas de coca y por la experiencia de estos grupos en los procesos de refinado.

La Fundación Pares ha identificado 97 grupos ilegales en todo el país “y una parte importante tiene alianzas con los mexicanos”, según Valencia, y detalló que 27 de ellos están en la frontera con Venezuela. “De esos, 13 grupos son extranjeros, son trasnacionales”, agregó.

“Ese es un lugar muy especial para los grupos ilegales, la frontera con Venezuela (…) y esos (grupos) controlan parte del negocio, no solo de la cocaína sino del contrabando y (la explotación ilegal de) los minerales”, aseguró.

PRESENCIA NACIONAL

Con esa radiografía, la investigación concluye: “La presencia de carteles mexicanos en el país coincide con los lugares de mayor intensidad de cultivos de coca o con corredores estratégicos para el narcotráfico”, y señala regiones como la costa del Pacífico en el departamento de Nariño y el norte del Cauca, ambos en el suroeste; el Catatumbo (fronterizo con Venezuela), el Bajo Cauca (noroeste), y el Magdalena Medio (centro).

En algunas de esas regiones también opera la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que ha llegado a hacer “alianzas temporales” con grupos de narcos en regiones como el noreste de Antioquia, mientras que en otras, como la costa de Nariño, participa en disputas “por el monopolio de algunas zonas donde los cultivos de coca han venido en aumento”.

Según el estudio, la expansión de los carteles mexicanos se caracteriza porque “tienen influencia directa sobre los grupos armados colombianos a través de la financiación o articulación” aunque “no cuentan con grandes ejércitos de ‘mexicanos’, pues desborda las lógicas de regulación y control territorial”.

Otras características son “la presencia (en Colombia) de personas nacionales de México, pero también de países centroamericanos” -en especial de Guatemala, Honduras y El Salvador- y la participación “en la regulación del mercado del narcotráfico para garantizar la provisión de droga hacia Estados Unidos”.

ASESINATOS DE LÍDERES SOCIALES

Sobre el impacto que la creciente presencia de carteles mexicanos puede tener en el aumento de asesinatos de líderes sociales, ya que las dos situaciones coinciden en el tiempo, Valencia considera que pueden estar relacionadas.

“La cosa perversa del crimen organizado es que necesita la anomia, necesitan romper la cohesión social, necesitan que no haya un orden, entonces arrasan lo que sea” porque de esta forma van eliminando obstáculos a sus negocios.

El experto añade que, en ese sentido, “los líderes sociales son un blanco para ellos” y es probable que eso suceda en regiones como el Cauca y la costa del Pacífico, en Nariño, donde hay una gran disputa territorial entre bandas.

“Las comunidades negras y las comunidades indígenas han resistido a todos los actores y están resistiendo a estos y entonces se está sacrificando a muchos líderes negros e indígenas en esa llegada de los mexicanos”, añadió.

Los cinco indígenas asesinados por disidentes de las FARC son velados en Tacueyo, Colombia

viernes, noviembre 1st, 2019

La tarde del martes, en la zona de Tacueyo, un grupo de indígenas que se movilizaba en camionetas fue sorprendido por un grupo de hombres que les dispararon con armas de fuego. Cinco fallecieron y otros seis resultaron heridos, dos de ellos de gravedad.

Por Cesar García

BOGOTÁ (AP) — En una ceremonia colectiva fueron velados el jueves los cinco indígenas asesinados presuntamente por un grupo de disidentes de las desaparecidas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el suroeste del país.

El velatorio colectivo se realizó en el polideportivo de un centro educativo de la población de Tacueyo al que asistieron centenares de indígenas. Luego de la ceremonia los familiares de cada una de las víctimas trasladaron los restos a sus lugares de origen en diferentes partes del departamento de Cauca para su sepultura, a la que ellos la llaman “la siembra”.

La tarde del martes, en la zona de Tacueyo, un grupo de indígenas que se movilizaba en camionetas fue sorprendido por un grupo de hombres que les dispararon con armas de fuego. Cinco fallecieron y otros seis resultaron heridos, dos de ellos de gravedad.

Hombres indígenas llevan el ataúd de un líder asesinado durante un velatorio en Tacueyo, en el suroeste de Colombia. Foto: AP

El Fiscal General, Fabio Espitia, señaló a disidentes de las FARC como los autores de la masacre. “Varios sujetos llegaron fuertemente armados en tres camionetas de alta gama que tenían orden de disparar contra la guardia indígena, quienes venían haciendo control territorial”. Las guardias indígenas protegen a sus comunidades y no portan armas de fuego.

La víspera el presidente Iván Duque realizó un consejo de seguridad en la población de Santander de Quilichao, a media hora de donde ocurrió la masacre, y anunció que en 40 días llegarán a esa región 2.500 miembros de la fuerza pública con el triple objetivo de controlar el territorio, cerrar las rutas del narcotráfico y desmantelar las organizaciones criminales.

El jueves por la tarde, la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, anunció que el miércoles de la próxima semana se desplazará a una zona del Cauca donde evaluarán junto a las comunidades indígenas la situación de seguridad y los derechos humanos.

“Nos reuniremos con las autoridades territoriales y los indígenas y el gobierno nacional para encontrar puntos de acuerdo a efectos de reforzar todos los temas de protección y seguridad para ellos en el Cauca”, agregó.

Según la Organización Nacional Indígena Colombia en los últimos años han sido asesinados más de 115 indígenas en diferentes partes del país. Desde la noche del martes en el casco urbano de Tacueyo están apostados tres tanques blindados cerca de la estación de policía por seguridad.

Las autoridades estiman que hay unos 2 mil disidentes de las FARC en el país.

El sociólogo y periodista Alfredo Molano, investigador de la violencia en Colombia, fallece a los 75 años

jueves, octubre 31st, 2019

Su pasión por la búsqueda de la paz y la investigación de conflictos, lo llevaron también a México a mediados de los 90 para cubrir la rebelión del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en Chiapas.

Por ser gran conocedor del conflicto armado y de la violencia política de su país, Molano fue convocado en 2017 para hacer parte de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, creada por el acuerdo de paz con las FARC, con la que trabajó hasta el fin de su vida.

Bogotá, 31 de octubre (EFE).- El escritor, sociólogo y periodista colombiano Alfredo Molano, uno de los principales investigadores del fenómeno de la violencia y el conflicto armado, murió hoy en Bogotá, informaron sus familiares.

Molano, de 75 años falleció en la madrugada de este jueves de un paro cardiaco a consecuencia de un cáncer que sin embargo no le impidió que siguiera haciendo sus recorridos por los campos de Colombia para documentar el conflicto armado.

Por ser uno de los grandes conocedores del conflicto armado colombiano y de las causas de la violencia política del país, Molano fue convocado en 2017 para hacer parte de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad creada por el acuerdo de paz con las FARC, con la cual trabajó hasta el fin de su vida.

Durante más de medio siglo, Molano recorrió las zonas más olvidadas de Colombia a lomo de mula para investigar sobre la violencia y la pobreza en la que viven los campesinos.

Sus historias e investigaciones como sociólogo, periodista y antropólogo las plasmó en ricas crónicas que publicó durante décadas en el diario El Espectador y en los numerosos libros que publicó.

Su pasión por la búsqueda de la paz y la dedicación a la investigación de conflictos lo llevaron también a México a mediados de los años 90 para cubrir para El Espectador la rebelión del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en el estado de Chiapas.

Entre sus obras escritas en los últimos 50 años figuran “Los bombardeos de El Pato”, “Los años del tropel: relatos de la violencia”, “Siguiendo el corte: relatos de guerras y de tierras”, “Trochas y fusiles”, “Del Llano llano: relatos y testimonios”, “Dignidad campesina, entre la realidad y la esperanza”, “A lomo de mula” y “De río en río”, este último publicado en 2017.

En 2016 recibió el Premio Simón Bolívar de Periodismo a toda una vida, el más prestigioso del país. Años después manifestó que dicho galardón fue una “manera simbólica” de darle la bienvenida al acuerdo de paz firmado entre la guerrilla de las FARC y el Gobierno colombiano, en 2016.

El fotoperiodista colombiano Jesús Abad Colorado lamentó en Twitter el fallecimiento de Molano con tenía una amistad de largos años.

“Gracias maestro y amigo Alfredo Molano por ser el tejedor de sueños y palabras de hombres y mujeres del campo profundo que conocimos de tu mano”, escribió Abad Colorado.

La muerte de Molano se produce tan solo semanas después del fallecimiento de otro maestro del periodismo colombiano, Javier Darío Restrepo, ocurrida en Bogotá el pasado 6 de octubre.

Once ex integrantes de las FARC piden perdón a Colombia “por los errores cometidos” en la guerra

lunes, septiembre 23rd, 2019

El acuerdo de paz de 2016 que puso fin al conflicto más antiguo de Latinoamérica exige un enfoque triple para documentar un conflicto tan inmenso en el que es prácticamente imposible calcular todos los crímenes cometidos.

Por Christine Armario y César García

Bogotá, 23 de septiembre (AP).- Ante un tribunal especial creado para el proceso de paz, algunos ex integrantes del que fuera el grupo rebelde más grande de Colombia pidieron perdón este lunes y reconocieron secuestros cometidos durante el largo conflicto civil del país.

Once ex rebeldes de las desaparecidas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregaron a la Jurisdicción Especial para la Paz tres carpetas con su primer testimonio colectivo escrito en el que detallaron la responsabilidad que tuvo la guerrilla en los secuestros de políticos, soldados y civiles.

“Nos acercamos a las víctimas, haciendo una reflexión profunda sobre los hechos de la guerra, para pedir perdón por los errores cometidos”, dijo Rodrigo Londoño, mejor conocido como “Timochenko”, el ex líder guerrillero que ahora encabeza el partido político de las FARC.

El testimonio se produjo mientras siguen surgiendo grietas en el aún frágil proceso de paz de Colombia. Un pequeño grupo de ex comandantes rebeldes abandonó recientemente el acuerdo y anunció su retomaría las armas. Amplias franjas de zonas rurales y lejanas siguen bajo control de grupos armados ilegales que se disputan rutas para el narcotráfico. En tanto, muchos excombatientes que están haciendo la transición a la vida civil han aparecido muertos.

Londoño acudió al Tribunal Especial para la Paz en Bogotá con un asiento de coche para su pequeño hijo y prometió a los magistrados que, pese a los obstáculos que han enfrentado, gran parte de los ex rebeldes están comprometidos a proporcionar un relato completo sobre los crímenes de guerra.

“Tras décadas de guerra fratricida, nadie podría decir que hubo algún vencedor”, leyó de un comunicado ante el tribunal. “Por el contrario, generaciones enteras fuimos condenados a la violencia de todo tipo, incluyendo las peores vejaciones. Todos y todas perdimos”.

El tribunal está encargado de la investigación, enjuiciamiento e imposición de sentencias para los crímenes de guerra más graves. Hasta ahora ha abierto media docena de casos contra guerrilleros de izquierda y oficiales militares. La mayoría de los 9 mil 700 ex rebeldes que han prometido cooperar evitarán pasar un periodo tras las rejas al proporcionar una confesión completa.

El primer caso trata sobre los secuestros que los rebeldes de las FARC cometieron entre 1993 y 2012, periodo en el que el que el movimiento se expandía.

Los secuestros fueron una práctica común utilizada para conseguir dinero y mostrar su control sobre la población civil. Entre las víctimas hubo políticos importantes como Ingrid Betancourt, quien fue secuestrada mientras realizaba su campaña presidencial.

Algunas víctimas de secuestro fueron rescatadas, mientras que otras fueron asesinadas o se sigue sin conocer su paradero.

Londoño describió los secuestros como una “desafortunada práctica” que los guerrilleros trataron de mantener a un nivel mínimo. Pero con el transcurso del tiempo, las guerrillas se empezaron a debilitar cada vez más a causa de arrestos y ataques por parte de las fuerzas militares del país. “Timochenko” señaló que la dinámica de la guerra los obligó a atacar a civiles que podrían lograr avances en los objetivos políticos y económicos de los rebeldes.

Periodistas miran el proceso en el tribunal de paz en Bogotá. Foto: Iván Valencia/AP

“No queremos justificar ninguna conducta que resultó violatoria del derecho internacional humanitario, sino dar a conocer de nuestra propia voz las razones objetivas que nos llevaron a muchos colombianos y colombianas a construir lo que fueron las FARC-EP”, dijo.

Londoño añadió que el testimonio presentado el lunes surgió luego de varios meses de reuniones, entrevistas e interrogatorios en zonas de desmovilización en diversas partes del país. El testimonio escrito no da detalles sobre casos individuales. Sin embargo, el ex líder guerrillero dijo que espera proporcionar una documentación más detallada sobre los secuestros en los próximos meses.

“Asumimos en nombre de los hombres y mujeres que formaron parte de la organización nuestra responsabilidad colectiva, ética y política por el daño ocasionado”, declaró.

El acuerdo de paz de 2016 que puso fin al conflicto más antiguo de Latinoamérica exige un enfoque triple para documentar un conflicto tan inmenso en el que es prácticamente imposible calcular todos los crímenes cometidos.

El conflicto con duración de cinco décadas entre rebeldes de izquierda, paramilitares y el Estado dejó por lo menos 250 mil muertos, 80 mil desaparecidos y a millones de personas desplazadas.

Una comisión de la verdad independiente está encargada de investigar las razones por las que ocurrió el conflicto, qué atrocidades se cometieron y cómo se puede evitar un futuro derramamiento de sangre. Una unidad para los desaparecidos recopila información sobre aquellos cuyos restos todavía no son hallados o identificados. El Tribunal Especial para la Paz, quizás la parte más polémica del acuerdo, impondrá sanciones en gran parte simbólicas dirigidas a realizar reparaciones.

Aunque se parece a otros procesos de paz en el mundo, muchos colombianos con la memoria todavía fresca del conflicto consideran que los términos fueron demasiado generosos y preferirían ver a los ex comandantes rebeldes en prisión.

Los ex líderes de las FARC asisten a la presentación de una versión escrita sobre los secuestros cometidos por la ex guerrilla. Foto: EFE

Mónica Cifuentes, representante de la procuraduría, pidió a los ex rebeldes compartir información sobre las 522 personas de las que se desconoce su paradero, incluidos detalles como cuáles guerrilleros estuvieron involucrados, y cómo, cuándo y dónde ocurrió el secuestro.

“Ha llegado el momento de hacer tales aclaraciones, explicaciones”, dijo Cifuentes mientras estaba sentada ante una hilera de ex líderes rebeldes vestidos con camisetas de colores pálidos y chamarras deportivas en una gran habitación en las oficinas del tribunal. “De arrojar luz sobre tales sucesos, para el bien de las víctimas y el restablecimiento de sus derechos y para el bien de la sociedad colombiana”, agregó.

Los magistrados revisarán los testimonios por escrito de los rebeldes y los compararán con relatos proporcionados por el Estado y organizaciones de víctimas.

El que el proceso de paz de Colombia sea considerado creíble a los ojos de las víctimas y ciudadanos escépticos dependerá en gran parte de si los exguerrilleros pueden dar un relato detallado de sus crímenes de guerra, comentó el analista político León Valencia.

“Sin duda, el principal delito por el cual se les acusó públicamente a las FARC y el que tuvo más resonancia mediática fue el secuestro”, comentó. “Tienen que explicar si ellos están vivos o muertos, cómo murieron y ahí ellos tienen una tarea muy grande”.

Presidente de Colombia acusa a Maduro por apoyar a facción de las FARC que retomarán las armas

jueves, agosto 29th, 2019

El mandatario colombiano ha solicitado el apoyo de su homónimo de Venezuela para lograr la detención de los criminales, también hizo un llamado a la comunidad internacional para identificar a esos grupos y sean capturados de inmediato.

Bogotá, 29 agosto (EFE).- El Presidente de Colombia, Iván Duque, aseguró este jueves que el regreso a las armas de ex jefes disidentes de las FARC no supone el surgimiento de una nueva guerrilla sino de una banda narco terrorista apoyada por el mandatario venezolano, Nicolás Maduro.

“Los colombianos debemos tener claridad de que no estamos ante el nacimiento de una nueva guerrilla, sino frente a las amenazas criminales de una banda de narco terroristas que cuenta con el albergue y el apoyo de la dictadura de Nicolás Maduro”, manifestó Duque en una declaración al país.

En su primer pronunciamiento luego de que alias “Iván Márquez” dijera en un video que junto con otros ex jefes de las FARC retomó las armas, Duque afirmó que conversó con Juan Guaidó, reconocido por más de 50 países como Presidente legítimo de Venezuela, a quien le pidió respaldo para capturar al “grupo criminal”.

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“He conversado con el presidente legítimo de Venezuela, Juan Guaidó, pidiendo su respaldo y su apoyo a la Justicia colombiana para la captura de este grupo criminal, auspiciado por la dictadura de Maduro”, detalló.

Por otro lado, el mandatario pidió a la comunidad internacional unirse al pueblo de Colombia “en el rechazo inequívoco a estas amenazas criminales y que entreguen a estos terroristas”.

Recordó que los estados que brinden “protección al terrorismo violan la Resolución 1373 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”.

“Ningún país puede albergarlos y por eso avanzaremos en la expedición de las circulares rojas de Interpol” para los disidentes, señaló.

Igualmente pidió al país no caer “en la trampa de quienes pretenden escudarse detrás de falsos ropajes ideológicos para sostener sus andamiajes delictivos”.

Según el jefe de Estado, “este grupo de delincuentes pretende burlarse del pueblo colombiano, y no se lo vamos a permitir”.

También aseguró que habló con la presidenta de la Justicia Especial para la Paz (JEP), Patricia Linares, frente a “la urgente necesidad de la expulsión de estos criminales de la justicia transicional”.

De la misma manera, espera que el partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) expulse de forma “inmediata y sin contemplaciones de todos los delincuentes que aparecen en ese video”.

Entre quienes le acompañan a Márquez en el video están Seuxis Paucias Hernández, alias “Jesús Santrich”, y a Hernán Darío Velásquez, alias “El Paisa”, que hace meses dejaron de cumplir sus compromisos con la JEP.

“Nuestro mensaje es claro: quienes han optado por el camino de la legalidad bajo los principios de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, seguirán contando con el compromiso del Estado. Quienes escojan la ruta de la criminalidad, sufrirán todo el peso de la ley”, concluyó.