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Las emisiones globales de CO2 aumentaron un 6% en 2021, su nivel más alto, alerta AIE

miércoles, marzo 9th, 2022

De acuerdo con el documento presentado por la Agencia Internacional de Energía, el carbón representó más del 40 por ciento del crecimiento general de las emisiones globales de CO2 en 2021.

MADRID, 9 Mar. (EUROPA PRESS) – Las emisiones globales de dióxido de carbono relacionadas con la energía aumentaron un seis por ciento en 2021 hasta alcanzar 36 mil 300 millones de toneladas, su nivel más alto hasta la fecha.

La economía mundial se recuperó con fuerza de la crisis de la COVID-19 y dependió en gran medida del carbón para impulsar ese crecimiento, según un nuevo análisis de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

El aumento de las emisiones mundiales de CO2 de más de 2 mil millones de toneladas fue el mayor de la historia en términos absolutos, y compensó con creces la disminución inducida por la pandemia del año anterior, según muestra el análisis de la AIE. La recuperación de la demanda de energía en 2021 se vio agravada por el clima adverso y las condiciones del mercado de la energía, en particular los picos en los precios del gas natural, que llevaron a que se quemara más carbón a pesar de que la generación de energía renovable registró su mayor crecimiento histórico, explica la AIE en un comunicado.

Las cifras globales de emisiones de CO2 y demanda de energía se basan en el análisis detallado región por región y combustible por combustible de la AIE, basándose en los datos nacionales oficiales más recientes y los datos energéticos, económicos y meteorológicos disponibles públicamente. Combinado con las estimaciones de emisiones de metano que la AIE publicó el mes pasado y las estimaciones de óxido nitroso y emisiones de CO2 relacionadas con la quema, el nuevo análisis muestra que las emisiones generales de gases de efecto invernadero de la energía aumentaron a su nivel más alto en 2021.

El carbón representó más del 40 por ciento del crecimiento general de las emisiones globales de CO2 en 2021, alcanzando un máximo histórico de 15 mil 300 millones de toneladas. Las emisiones de CO2 del gas natural se recuperaron muy por encima de sus niveles de 2019 a 7 mil 500 millones de toneladas. Con 10 mil 700 millones de toneladas, las emisiones de CO2 del petróleo se mantuvieron significativamente por debajo de los niveles previos a la pandemia debido a la recuperación limitada de la actividad de transporte mundial en 2021, principalmente en el sector de la aviación.

A pesar del repunte en el uso del carbón, las fuentes de energía renovable y la energía nuclear proporcionaron una mayor proporción de la generación de electricidad mundial que el carbón en 2021. La generación basada en energías renovables alcanzó un máximo histórico, superando los 8 mil teravatios-hora (TWh) en 2021, un registrar 500 TWh por encima de su nivel de 2020. La producción eólica y solar fotovoltaica aumentó en 270 TWh y 170 TWh, respectivamente, mientras que la generación hidráulica disminuyó debido a los efectos de la sequía, especialmente en Estados Unidos y Brasil.

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El uso de carbón para la generación de electricidad en 2021 se intensificó por los precios récord del gas natural. Los costos de operación de las centrales eléctricas de carbón existentes en los Estados Unidos y muchos sistemas eléctricos europeos fueron considerablemente más bajos que los de las centrales eléctricas de gas durante la mayor parte de 2021. El cambio de gas a carbón aumentó las emisiones globales de CO2 de la generación de electricidad en más de 100 millones de toneladas, especialmente en los Estados Unidos y Europa, donde la competencia entre las centrales eléctricas de gas y las de carbón es más reñida.

El repunte de las emisiones globales de CO2 por encima de los niveles previos a la pandemia ha sido impulsado en gran medida por China, donde aumentaron en 750 millones de toneladas entre 2019 y 2021. China fue la única economía importante que experimentó un crecimiento económico tanto en 2020 como en 2021. Las emisiones aumentan en esos dos años en China compensaron con creces la disminución agregada en el resto del mundo durante el mismo período. Solo en 2021, las emisiones de CO2 de China superaron los 11 mil 900 millones de toneladas, lo que representa el 33 por ciento del total mundial.

El aumento de las emisiones de China se debió en gran parte a un fuerte aumento en la demanda de electricidad que se apoyó en gran medida en la energía del carbón. Con un rápido crecimiento del PIB y la electrificación adicional de los servicios energéticos, la demanda de electricidad en China creció un 10 por ciento en 2021, más rápido que el crecimiento económico del 8.4 por ciento. Este aumento de la demanda de casi 700 TWh fue el mayor jamás experimentado en China. Dado que el crecimiento de la demanda superó el aumento de la oferta de fuentes de bajas emisiones, el carbón se utilizó para satisfacer más de la mitad del aumento de la demanda de electricidad. Esto fue a pesar de que el país también vio su mayor aumento en la producción de energía renovable en 2021.

Las emisiones de CO2 en India se recuperaron con fuerza en 2021 y superaron los niveles de 2019, impulsadas por el crecimiento del uso del carbón para la generación de electricidad. La generación a carbón alcanzó un máximo histórico en India, saltando un 13 por ciento por encima de su nivel de 2020. Esto se debió en parte a que el crecimiento de las energías renovables se desaceleró a un tercio de la tasa promedio observada durante los cinco años anteriores.

La producción económica mundial en las economías avanzadas se recuperó a los niveles previos a la pandemia en 2021, pero las emisiones de CO2 se recuperaron de forma menos pronunciada, lo que indica una trayectoria más permanente de declive estructural. Las emisiones de CO2 en los Estados Unidos en 2021 fueron un cuatro por ciento inferiores a su nivel de 2019. En la Unión Europea, fueron un 2.4 por ciento inferiores. En Japón, las emisiones cayeron un 3.7 por ciento en 2020 y se recuperaron menos del uno por ciento en 2021.

¿Cómo reaccionó la Tierra a baja abrupta de emisiones efecto invernadero por COVID?

miércoles, noviembre 10th, 2021

El estudio, que contó con datos de la NASA y la participación de 20 universidades, laboratorios, entre otros, reveló que, aunque las emisiones de CO2 disminuyeron, la cantidad de este gas se mantuvo al mismo ritmo que en años anteriores.

MADRID, 10 Nov. (Europa Press) – La atmósfera de la Tierra reaccionó de manera sorprendente a la reducción drástica de las emisiones de efecto invernadero durante unas semanas a nivel mundial por la pandemia.

Publicado en Proceedings of the Natural Academy of Sciences, un nuevo estudio utilizó datos satelitales de la NASA y otras agencias espaciales internacionales para identificar los efectos atmosféricos del parón económico global obligado por la COVID-19.

Participantes de aproximadamente 20 universidades estadounidenses e internacionales, agencias federales y estatales y laboratorios señalaron cuatro componentes atmosféricos para un estudio en profundidad: los dos gases de efecto invernadero más importantes, el dióxido de carbono y el metano; y dos contaminantes del aire, óxidos de nitrógeno y partículas microscópicas de nitrato.

EL CO2 EN LA ATMÓSFERA SIGUIÓ CRECIENDO CON MENOS EMISIONES

El resultado más sorprendente, señalaron los autores, es que mientras que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) cayeron un 5.4 por ciento en 2020, la cantidad de CO2 en la atmósfera siguió creciendo aproximadamente al mismo ritmo que en años anteriores.

“Durante las interrupciones socioeconómicas anteriores, como la escasez de petróleo de 1973, se podía ver de inmediato un cambio en la tasa de crecimiento del CO2”, dijo en un comunicado David Schimel, director del grupo de carbono de JPL (Jet Propulsion Laboratory) y coautor del estudio. “Todos esperábamos verlo también esta vez”.

Utilizando datos del satélite Orbiting Carbon Observatory-2 de la NASA lanzado en 2014 y el modelo atmosférico del Sistema de Observación de la Tierra Goddard de la NASA, los investigadores identificaron varias razones para este resultado.

Primero, mientras que la caída de 5.4 por ciento en las emisiones fue significativa, el crecimiento de las concentraciones atmosféricas estuvo dentro del rango normal de variación de un año a otro causado por procesos naturales. Además, el océano no absorbió tanto CO2 de la atmósfera como lo ha hecho en los últimos años, probablemente en una respuesta inesperadamente rápida a la presión reducida de CO2 en el aire en la superficie del océano.

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Los óxidos de nitrógeno (NOx) en presencia de la luz solar pueden reaccionar con otros compuestos atmosféricos para crear ozono, un peligro para la salud humana, animal y vegetal. Sin embargo, esa no es de ninguna manera su única reacción. “La química del NOx es esta bola de hilo increíblemente complicada, en la que tiras de una parte y las otras cinco cambian”, dijo el autor principal, Joshua Laughner, de Caltech.

Como se informó anteriormente, las caídas de NOx relacionadas con COVID llevaron rápidamente a una reducción global del ozono. El nuevo estudio utilizó mediciones satelitales de una variedad de contaminantes para descubrir un efecto menos positivo de la limitación de NOx. Ese contaminante reacciona para formar una molécula de corta duración llamada radical hidroxilo, que juega un papel importante en la descomposición de los gases de larga duración en la atmósfera. Al reducir las emisiones de NOx, tan beneficioso como fue para limpiar la contaminación del aire, la pandemia también limitó la capacidad de la atmósfera para limpiarse de otro gas de efecto invernadero importante: el metano.

Molécula por molécula, el metano es mucho más eficaz que el CO2 para atrapar el calor en la atmósfera. Las estimaciones de cuántas emisiones de metano se redujeron durante la pandemia son inciertas porque algunas causas humanas, como el mantenimiento deficiente de la infraestructura del campo petrolífero, no están bien documentadas, pero un estudio calculó que la reducción fue del 10 por ciento.

Sin embargo, al igual que con el CO2, la caída de las emisiones no disminuyó la concentración de metano en la atmósfera. En cambio, el metano creció un 0.3 por ciento el año pasado, una tasa más rápida que en cualquier otro momento de la última década. Con menos NOx, había menos radicales hidroxilo para eliminar el metano, por lo que permaneció en la atmósfera por más tiempo.

Carreteras casi vacías en Colombia durante la pandemia. Foto: Fondo Monetario Internacional

LECCIONES DE LA PANDEMIA

El estudio dio un paso atrás para preguntar qué podría enseñar la pandemia sobre cómo se vería un futuro con menores emisiones y cómo podría llegar el mundo allí.

En particular, las emisiones volvieron a niveles casi previos a la pandemia a finales de 2020, a pesar de la reducción de la actividad en muchos sectores de la economía. Los autores razonan que este repunte de las emisiones probablemente fue necesario para que las empresas y las personas mantuvieran una productividad económica incluso limitada, utilizando la infraestructura energética mundial que existe en la actualidad.

“Esto sugiere que reducir la actividad en estos sectores industriales y residenciales no es práctico en el corto plazo” como una forma de reducir las emisiones, señaló el estudio. “Reducir las emisiones de estos sectores de forma permanente requerirá su transición a una tecnología con bajas emisiones de carbono”.

Estudio prevé más emisiones de las refinerías de petróleo en los próximos 10 años

sábado, agosto 21st, 2021

La industria del petróleo desempeña un papel fundamental en el cambio climático, ya que es el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero, por lo que se prevé que de 2020 a 2030 las emisiones de carbono podrían llegar a 16.5 gigatoneladas. 

MADRID, 20 Agosto (EUROPA PRESS).- Un inventario mundial ha revelado que las emisiones de CO2 de las refinerías de petróleo fueron de 1.3 gigatoneladas (Gt) en 2018 y podrían llegar a ser de 16.5 Gt de 2020 a 2030. Basándose en los resultados, los investigadores recomiendan distintas estrategias de mitigación para las refinerías de diferentes regiones y grupos de edad, según publican en la revista One Earth.

“Este estudio ofrece una imagen detallada de la capacidad de refinado de petróleo y las emisiones de CO2 en todo el mundo –destaca Dabo Guan, de la Universidad de Tsinghua, en China–. Comprender las tendencias de desarrollo pasadas y futuras de la industria del refinado de petróleo es crucial para orientar la reducción de emisiones a nivel regional y mundial”.

El cambio climático es uno de los retos más fundamentales a los que se enfrenta la humanidad hoy en día, y la continua expansión de la infraestructura energética basada en los combustibles fósiles puede ser uno de los obstáculos clave para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París.

La industria del refinado de petróleo desempeña un papel crucial tanto en la cadena de suministro de energía como en el cambio climático y es el tercer mayor emisor estacionario de gases de efecto invernadero en el mundo, contribuyendo con el 6 por ciento de todas las emisiones industriales de gases de efecto invernadero. En concreto, el CO2 representa aproximadamente el 98 por ciento de los gases de efecto invernadero emitidos por las refinerías de petróleo.

En el nuevo estudio, Guan y sus colaboradores desarrollaron un inventario global disponible públicamente de las emisiones de CO2 de mil 56 refinerías de petróleo desde 2000 hasta 2018. Las emisiones de CO2 de la industria de las refinerías fueron de aproximadamente 1.3 Gt en 2018.

Si todas las refinerías existentes y propuestas funcionan como de costumbre, sin la adopción de ninguna medida de baja emisión de carbono, podrían emitir hasta 16.5 Gt de CO2 de 2020 a 2030. Basándose en los resultados, los autores recomiendan estrategias de mitigación, como la mejora de la eficiencia de las refinerías y la modernización de las tecnologías de procesamiento de petróleo pesado, que podrían reducir las emisiones acumuladas globales en un 10 por ciento de 2020 a 2030. El inventario se actualizará y mejorará en el futuro a medida que se disponga de más y mejores datos.

El estudio también mostró que la producción media de las refinerías de petróleo mundiales aumentó gradualmente de 2000 a 2018, en términos de barriles por día. Pero los resultados variaron según el grupo de edad de las refinerías. En concreto, la capacidad media de las refinerías jóvenes, que se distribuyen principalmente en Asia-Pacífico y Oriente Medio, aumentó significativamente de 2000 a 2018, mientras que la capacidad media de las refinerías de más de 19 años se mantuvo estable.

“Dadas las mayores emisiones comprometidas que conlleva el largo tiempo de funcionamiento restante de las refinerías jóvenes, existe una necesidad urgente de que estas refinerías adopten tecnologías bajas en carbono para reducir sus emisiones de CO2 –afirma Guan–. En cuanto a las refinerías de mediana edad y antiguas, mejorar la eficiencia operativa, eliminar la capacidad atrasada y acelerar la actualización de la configuración de refinado son los medios clave para equilibrar la creciente demanda y reducir las emisiones de CO2“.

Europa quiere sólo autos eléctricos… aunque el mugrero del litio lo paguen otros

domingo, julio 25th, 2021

La fiebre por el litio es una ironía para los ecologistas frente al plan de la UE de ser líder mundial en materia de cambio climático y legislación medioambiental.

Ciudad de México, 25 de julio (OpenDemocracy).- La UE necesita descarbonizar su sector del transporte, que produce aproximadamente una cuarta parte de sus emisiones de CO2, para cumplir su objetivo de neutralidad climática en 2050. Para ello, quiere poner 30 millones de vehículos eléctricos en sus carreteras para 2030. Pero eso requiere mucho litio, un componente clave en las baterías.

En un plan estratégico sobre materias primas críticas publicado el pasado mes de septiembre, la Comisión Europea (brazo ejecutivo de la UE) preveía que Europa necesitaría ya 18 veces más litio en 2030 en comparación con el suministro actual de la UE para satisfacer su demanda de baterías para vehículos eléctricos.

Pero la UE no es productora de litio. Depende de las importaciones (el 78 por ciento procede de Chile, el ocho por ciento de EU y el cuatro por ciento de Rusia), por lo que la gran pregunta que se plantea Europa es cómo se abastecerá del extra necesario. Mientras que Chile proporciona el 44 por ciento del suministro mundial y China es el siguiente con el 39 por ciento, la respuesta de la UE es explotar algunas de las muchas reservas de su propio territorio desarrollando nuevas minas. El resultado es una plétora de proyectos mineros que surgen en toda Europa.

LA HUELLA ECOLÓGICA DEL LITIO

El plan ha enfurecido a los ecologistas por lo que uno de ellos, que no quiso ser nombrado, describió como la “horrible” huella ecológica de la minería del litio en el suelo, el agua y el aire, así como el aumento de las emisiones de carbono, que, irónicamente, es lo que la UE quiere frenar.

La fiebre por el litio, según los ecologistas, es difícil de cuadrar con el deseo de la UE de ser líder mundial en materia de cambio climático y legislación medioambiental.

México contaría con el yacimiento más grande del mundo. Foto: Bacanora Lithium.

“No sólo es una dicotomía, incluso me atrevería a decir que es una hipocresía, porque ahora mismo estamos tratando un tema de sobreconsumo que está impulsando la crisis ecológica y climática”, dijo Diego Francesco Marín, especialista en justicia ambiental de la Oficina Europea del Medio Ambiente (OEMA), un grupo que agrupa a organizaciones de la sociedad civil.

Chile proporciona el 44 por ciento del suministro mundial del litio

Gurry señaló los planes de Río Tinto de abrir una mina subterránea de litio en el valle de Jadar (Serbia), que, según la empresa, podría producir lo suficiente para satisfacer las necesidades de la UE durante décadas. Pero se trata de una región en la que la principal actividad económica es la agricultura, la gente suele llevar una vida de bajo impacto y está muy apegada a la tierra.

“Desde el punto de vista medioambiental, este proyecto se vende como algo que nos acerca a la transición verde y a la energía neta cero, pero con un coste enorme”, dijo. Río Tinto no quiso hacer comentarios.

En respuesta, un funcionario de la UE dijo a China Dialogue que la importancia económica y el riesgo de suministro para el litio han aumentado “significativamente” desde el último análisis en 2017. “Dada la relevancia económica y tecnológica de este recurso, así como las dependencias externas que genera, es nuestra responsabilidad garantizar que la economía europea pueda beneficiarse de un suministro sostenible y resistente de litio”, informó el funcionario.

Los yacimientos de litio pueden explotarse para la producción tecnológica. Foto: Archivo

EL LITIO, LA NUEVA MATERIA PRIMA CRÍTICA PARA LOS VEHÍCULOS ELÉCTRICOS

El plan estratégico del pasado mes de septiembre fue crucial para los mineros, ya que por primera vez incluyó el litio en su lista de materias primas críticas, que se benefician de un tratamiento especial en la estrategia industrial de la UE. Por ejemplo, pueden ser subvencionadas por encima de los niveles normalmente permitidos por la legislación comunitaria sobre ayudas estatales.

Esta ampliación de su lista se debe a las enormes interrupciones de las cadenas de suministro mundiales como consecuencia de la pandemia de COVID-19. A ello se suman las crecientes tensiones geopolíticas, sobre todo con China, que avivan los temores sobre las cadenas de suministro.

Johanna Lehne, responsable de políticas del grupo de reflexión sobre sostenibilidad E3G, dijo: “Hay una sensación creciente de que existe la posibilidad de que China utilice en el futuro el hecho de que otros países dependan de ella para estos materiales concretos, dado el contexto geopolítico actual”.

Estas materias primas también forman parte importante de la doble estrategia industrial de la UE, anunciada en marzo, para promover la transición ecológica y la transición digital (para la que el litio también es crucial) y crear más empleo y crecimiento en Europa.

El problema crítico de la extracción de litio es el consumo de agua en zonas que ya están sobrecargadas. Foto: Archivo

NORMAS MÁS ESTRICTAS

La industria minera afirma que la extracción de litio es más limpia que antes y que, gracias a una legislación medioambiental superior en la UE, producir en Europa sería una forma más responsable de asegurar el suministro.

“La minería en Europa cumple las normas más estrictas y respeta toda la legislación. Y todos sabemos que tenemos mucha legislación, y con razón, una buena legislación, que está dirigiendo y equilibrando la ambición de la sociedad de la pura explotación a una sociedad equilibrada y sostenible”, dijo Rolf Kuby, director de Euromines, una asociación del sector.

Sin embargo, mucho depende de la aplicación. Sara Matthieu, miembro de los Verdes del Parlamento Europeo, dijo: “Creemos que, en comparación con la mayoría de los lugares del mundo, las normas de la UE son más estrictas. Esto no significa que no haya problemas con las explotaciones mineras”.

También depende mucho del tipo de extracción. El proyecto EuGeLi en Alsacia, dirigido por el grupo minero francés Eramet, extraería litio de las salmueras subterráneas utilizadas para producir energía geotérmica.

El director ejecutivo de Eramet, Christel Boies, dijo: “El problema crítico de la extracción de litio es el consumo de agua en zonas que ya están sobrecargadas. Tenemos 12 patentes sobre una tecnología que reduce considerablemente el impacto del uso del agua. Hay tecnologías, como la nuestra, que son realmente respetuosas con el medio ambiente”.

La prisa por el litio es difícil de cuadrar con el deseo de la UE de ser líder mundial en materia de clima.

Según el Consejo Europeo de la Energía Geotérmica, estos métodos de producción también son más limpios porque la extracción se realiza bajo tierra, no se liberan fluidos ni gases y, al utilizar la energía geotérmica renovable, son de cero emisiones.

Sanjeev Kumar, jefe de política del Consejo, afirmó que este método permitiría a Europa “evitar lo que vemos en Chile”, donde se dedican enormes masas de tierra a la extracción de litio. También dijo que el potencial es enorme, citando la planta de Vulcan Energy Resources en el valle del Rin en Alemania, que podría producir suficiente litio para 400 millones de vehículos eléctricos.

Sin embargo, esto no satisface a los críticos. Marín, de la EEB, dijo: “Pero sigue sin responder a una pregunta más amplia. ¿Quiénes son las personas sobre el terreno que se van a ver gravemente afectadas por estos proyectos? Porque todos los proyectos mineros tienen una huella ecológica”.

LA DEMANDA DE LITIO

Independientemente de que el litio pueda extraerse mediante procesos limpios, muchos analistas no tienen claro que Europa necesite producir litio en su propio territorio. Tampoco está claro que necesite tanto como se ha proyectado.

Las proyecciones de demanda reflejan las políticas y ambiciones actuales. “Basándonos en diferentes tecnologías, por ejemplo, el uso del litio podría disminuir mucho, o basándonos en el [aumento] del transporte público, o simplemente repensando mucho cómo hacemos nuestras ciudades”, dijo Marín en EEB, y añadió: “Si extraemos más litio nos encerramos en estas tecnologías porque no hay necesidad de una alternativa”.

Señaló un reciente informe de la OCDE que prevé que las emisiones totales de CO2 del transporte, dadas las políticas actuales, seguirán aumentando un 16 por ciento en 2050, en comparación con los niveles de 2015. “Las reducciones de emisiones previstas por estas políticas se verán compensadas con creces por el aumento de la demanda de transporte”, afirma el informe. Unas políticas más ambiciosas (que incluyan la movilidad compartida y una mejor planificación urbana) en las ciudades, por ejemplo, podrían suponer un descenso del 22 por ciento en la actividad del transporte urbano en comparación con las proyecciones actuales, y una consiguiente reducción de las emisiones de CO2 en dichas zonas de hasta el 80 por ciento.

También existen alternativas de litio para los vehículos eléctricos, incluidos los que funcionan con hidrógeno producido de forma sostenible. Sin embargo, los analistas afirman que es necesario investigar y desarrollar más en este ámbito.

“Los vehículos de hidrógeno podrían competir por una parte del mercado, pero dados los costes y las limitaciones tecnológicas y de infraestructura, es mucho más probable que el vehículo eléctrico domine la mezcla”, dijo Maria Pastukhova, analista de políticas de E3G.

Las baterías de sodio son una alternativa atractiva a las de litio, ya que sus propiedades químicas son similares. El sodio está mucho más disponible y su huella ecológica es mucho menor, aunque Pastukhova dijo que, hasta ahora, las baterías suelen ser más pesadas y menos potentes. “Pero en los últimos años hemos visto algún desarrollo. Aun así, esta tecnología todavía no está madura y necesita mucha más inversión en investigación y desarrollo antes de poder competir con la de iones de litio en el mercado”.

La eurodiputada afirmó que lo que debe hacer la UE es “adoptar un enfoque más holístico” en el sector del transporte. “Los coches, ya sean con motor de combustión interna o eléctricos, siguen siendo coches. Ocupan espacio y tienen una gran huella de carbono por todo el proceso de producción. La planificación inteligente de las ciudades, el impulso a la bicicleta, la reducción de las distancias a pie, las oficinas remotas, etc., son igual de necesarios”.

Aparte de las alternativas para los vehículos individuales, los ecologistas sostienen que la estrategia de la Comisión Europea no presta suficiente atención al reciclaje de estas materias primas, lo que supone un nuevo obstáculo para la UE, que intenta librarse de su dependencia del petróleo pero parece correr el riesgo de sustituirla por una dependencia del litio.

Matthieu en el Parlamento Europeo dijo: “Debemos trabajar en políticas ambiciosas de economía circular, como requisitos ambiciosos de diseño de productos. También queremos aumentar drásticamente los índices de recogida de residuos”.

El pasado diciembre se publicó una propuesta de reglamento sobre baterías que debería impulsar un mayor reciclaje. Río Tinto, por ejemplo, anunció en mayo un acuerdo con el grupo de tecnología de baterías InoBat para crear una cadena de valor de fabricación y reciclaje “de la cuna a la cuna”. Esto significa producir componentes que puedan ser realmente reciclados al final de su vida útil, imitando el ciclo de la naturaleza donde todo puede ser reutilizado de alguna forma o devuelto al medio ambiente sin causar daños.

Lo que está claro es que los europeos están muy apegados a sus vehículos personales. Un informe publicado en junio por la Agencia Europea de Medio Ambiente mostró que las emisiones medias de los vehículos nuevos aumentaron en 2019, lideradas por el apetito por los vehículos utilitarios deportivos. Sus defensores dicen que esto hace más urgente el despliegue de más vehículos eléctricos, a pesar de la necesidad de tanto litio.

Henrike Hahn, diputada del Parlamento Europeo por Los Verdes, dijo: “Lo que hay que tener en cuenta es que, a menudo, el aumento de la aportación de materias primas críticas en las tecnologías verdes puede tener efectos netos beneficiosos para el medio ambiente. Al utilizar litio y cobalto en las baterías para construir vehículos eléctricos… se ahorran enormes volúmenes de combustibles fósiles necesarios para alimentar los vehículos con motor de combustión interna”.

Para los habitantes de las numerosas zonas en las que Europa impulsa las minas, estos argumentos no cambian el hecho de que perderán tierras y un modo de vida establecido durante milenios para garantizar la comodidad de los habitantes de las ciudades, explicó Marín.

“La razón por la que lo llamo una hipocresía es porque decimos que sí, que vamos a llevar a la red cero, pero estamos recreando estas cuestiones que son coloniales en un sentido en el que la gente de las periferias está destinada a proveer el consumo del núcleo, que en este caso serían las grandes ciudades europeas”.

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Nueva Zelanda declara emergencia climática; lanza iniciativa reducir emisión de dióxido de carbono para 2025

miércoles, diciembre 2nd, 2020

La moción afirma que el cambio climático es uno de los mayores desafíos que afronta la humanidad y promete un compromiso para reducir el calentamiento global.

Por Nick Perry

Nueva Zelanda, 2 de diciembre (AP) — Sumándose a más de 30 países, Nueva Zelanda dio este miércoles el paso simbólico de declarar una emergencia climática.

Los parlamentarios aprobaron la moción por 76 votos a favor y 43 en contra, una división que reflejaba las divisiones por partidos.

El Gobierno también lanzó una nueva iniciativa que requiere a muchas agencias públicas reducir a cero sus emisiones netas de dióxido de carbono para 2025, en parte retirando las calderas de carbón y comprando autos eléctricos.

El Gobierno suele declarar emergencias sólo para cuestiones como desastres naturales, indicó la Primera Ministra, Jacinda Arden, señalando que si no se aborda el cambio climático, esos desastres seguirán ocurriendo.

La declaración, añadió, es un reconocimiento de la carga que afronta la siguiente generación de neozelandeses.

“Para ellos es instintivo, es tangible, es real”, dijo Ardern. “Se trata del país que heredarán. Y se trata de la carga de deuda que heredarán a menos que nos aseguremos de que mostramos liderazgo en este asunto”.

La declaración no iba acompañada de nuevos poderes ni de presupuesto, lo que la hacía puramente simbólica. Pero Ardern y otros parlamentarios prometieron respaldar la medida con acciones.

La moción afirma que el cambio climático es uno de los mayores desafíos que afronta la humanidad y promete un compromiso para reducir el calentamiento global. Añade que el cambio climático tendrá un efecto devastador sobre Nueva Zelanda en forma de inundaciones, incendios forestales, subida del nivel del mar y disponibilidad de agua.

Ardern señaló que el cambio climático es una consideración importante a la hora de reconstruir la economía tras la crisis provocada por el coronavirus, y que es importante “reconstruirla de una forma sostenible, con énfasis en la neutralidad de emisiones netas”.

El portavoz de cambio climático de la oposición, Stuart Smith, calificó la declaración de vacía y sin sustancia.

“El espectáculo del Gobierno hoy fue un triunfo de la política sobre las soluciones prácticas, y de los lemas sobre la consistencia”, dijo otro legislador opositor, David Seymour.

Ardern ya había anunciado planes para que el país plante mil millones de árboles, abandone de forma gradual las prospecciones petrolíferas y gasíferas y haga que la red eléctrica funcione por completo con fuentes de energía renovables para 2030.

El Gobierno aprobó el año pasado una ley para que el país reduzca a cero sus emisiones netas de dióxido de carbono para 2050, aunque habilitó algunas excepciones para ganaderos y agricultores, que producen buena parte de los ingresos del país en el extranjero.

Nueva Zelanda aprueba una ley para poner precio al CO2 de los alimentos

domingo, julio 26th, 2020

Nueva Zelanda, el país con más vacas que habitantes, se convierte en el primero del mundo que incluye la agricultura en el mercado de emisiones.

Por Sara Acosta

España, 26 de julio (Ballen Blanca/ElDiario.es).- En Nueva Zelanda preocupan más las emisiones de las vacas que las de las fábricas o los coches. En un país con más de estos animales (seis millones) que habitantes (4.8 millones), la agricultura representa el 48 por ciento de las emisiones del país.

Por ello es especialmente relevante la ley aprobada el 22 de junio, una reforma muy ambiciosa del mercado de derechos de emisión nacional, la principal herramienta que tiene Nueva Zelanda para mitigar los efectos del calentamiento global. La norma incluye por primera vez la agricultura. “Nueva Zelanda se convierte así en el primer país del mundo que pone un precio a las emisiones de la producción de alimentos, la carne, la leche, los lácteos”, aclara desde Berlín el neozelandés Alexander Eden, analista jefe en ICAP, un think tank dirigido a gobiernos y autoridades públicas que han implementado o prevén implementar un sistema de comercio de emisiones.

Está previsto que el mecanismo entre en vigor en 2025, y para conseguirlo, el Ministerio de Cambio Climático capitaneado por el ministro James Shaw, ha llegado a un acuerdo con los agricultores para buscar salidas a una cuestión nada fácil de resolver: cómo reducir las emisiones de metano que generan los estómagos de los rumiantes, y que suponen el 35 por ciento de los gases de efecto invernadero del país. “Al final, se trata de reducir el número de vacas”, comenta Eden.

Pero visto lo que representan estos animales para la economía del país, el Ejecutivo y los granjeros se han dado hasta 2022 para crear todo un sistema de control de emisiones de las granjas y que sean los propios agricultores los que analicen de qué forma pueden reducir emisiones en su actividad. “Si esto no funcionara, pues son miles de explotaciones, pasarían al plan B, que consiste en que las fábricas transformadoras que les compran la materia prima fijen un precio en función de las emisiones de sus productos. Estamos hablando de 100 empresas, es mucho más factible”, matiza el analista Eden.

Respecto al óxido nitroso, que supone el 22 por ciento de las emisiones agrícolas en Nueva Zelanda, la solución es más sencilla. La ley prevé que se penalice (aún no está decidido cómo) la compra y el uso de fertilizantes.

Pero lo que más inquieta a los agricultores es la pérdida de competitividad que este precio al CO2 les supone, pues la mayor parte de su producción se exporta, así que compiten con países donde este extracoste no existe. Por ello está previsto que el Estado asuma en la primera etapa el 95 por ciento. Para el analista Eden, el paso que ha dado Nueva Zelanda es un asunto de futuro: “El país está asumiendo que no se trata de tener más productos, sino de que sean de mejor calidad, y eso significa menos emisiones”.

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El Océano Ártico estará libre de hielo durante los veranos antes de 2050, estiman científicos

lunes, abril 20th, 2020

El equipo de investigación ha analizado resultados recientes de 40 modelos climáticos diferentes. Utilizando estos modelos, los investigadores consideraron la evolución futura de la capa de hielo marino del Ártico en un escenario con altas emisiones futuras de CO2 y poca protección climática.

Madrid, 20 de abril (Europa Press).- El Océano Ártico en verano probablemente estará libre de hielo antes de 2050, al menos temporalmente. La eficacia de las medidas de protección climática determinarán con qué frecuencia y por cuánto tiempo. Estos son los resultados de un nuevo estudio de investigación que involucra a 21 institutos de investigación de todo el mundo.

El equipo de investigación ha analizado resultados recientes de 40 modelos climáticos diferentes. Utilizando estos modelos, los investigadores consideraron la evolución futura de la capa de hielo marino del Ártico en un escenario con altas emisiones futuras de CO2 y poca protección climática. Como se esperaba, el hielo marino del Ártico desapareció rápidamente en verano en estas simulaciones. Sin embargo, el nuevo estudio encuentra que el hielo marino del verano ártico también desaparece ocasionalmente si las emisiones de CO2 se reducen rápidamente.

“Si reducimos las emisiones globales de manera rápida y sustancial, y así mantenemos el calentamiento global por debajo de los 2°C en relación con los niveles preindustriales, el hielo marino del Ártico probablemente desaparecerá ocasionalmente en verano incluso antes de 2050. Esto realmente nos sorprendió”, dijo Dirk Notz, quien lidera el grupo de investigación sobre hielo marino de la Universidad de Hamburgo. Los resultados se publican en Geophysical Research Letters.

Actualmente, el Polo Norte está cubierto por hielo marino durante todo el año. Cada verano, el área de la capa de hielo marino disminuye, en invierno vuelve a crecer. En respuesta al calentamiento global en curso, el área general del Océano Ártico que está cubierta por hielo marino se ha reducido rápidamente en las últimas décadas. Esto afecta sustancialmente el ecosistema y el clima del Ártico: la capa de hielo marino es un coto de caza y hábitat para osos polares y focas, y mantiene el Ártico fresco al reflejar la luz solar.

La frecuencia con la que el Ártico perderá su capa de hielo marino en el futuro depende de manera crítica de las futuras emisiones de CO2, según el estudio. Si las emisiones se reducen rápidamente, los años sin hielo sólo ocurren ocasionalmente. Con mayores emisiones, el Océano Ártico estará libre de hielo en la mayoría de los años. Por lo tanto, los humanos aún tienen un impacto en la frecuencia con que el Ártico pierde su cubierta de hielo marino durante todo el año.

Las simulaciones utilizadas en este estudio se basan en los llamados escenarios SSP (vías socioeconómicas compartidas), que también se utilizarán para el próximo informe del IPCC. Los escenarios SSP1-1.9 y SSP1-2.6 se usan para simular una reducción rápida de las emisiones futuras de CO2, mientras que el escenario SSP5-8.5 se usa para simular emisiones de CO2 futuras prácticamente sin cambios. El estudio se basa en simulaciones de la generación más reciente de modelos climáticos, recopilados dentro del Proyecto de Intercomparación de Modelos Acoplados Fase 6 (CMIP6).

El cemento contamina, pero en los últimos 70 años ha consumido casi la mitad del CO2 producido

lunes, noviembre 21st, 2016

Los científicos se centraron en cuatro tipos de materiales de hormigón: hormigón, mortero, residuos de cemento de construcción y polvo de horno de cemento de China, de EU, Europa y resto del mundo, según una nota de la Universidad británica de East Anglia.

Foto: Cuartoscuro

Foto: Cuartoscuro

Madrid, 21 noviembre (EFE).- La fabricación de cemento representa el 90 por ciento de las emisiones mundiales de CO2 de los procesos industriales. Sin embargo, también es un importante sumidero de CO2: casi la mitad del CO2 producido en los últimos 70 años por la elaboración de hormigón se calcula que ha sido reabsorbido por el propio material.

Esta es la principal conclusión de un estudio que publica la revista Nature Geoscience, liderado por científicos británicos y chinos en colaboración con la Universidad de California (EU) y el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja (CSIC).

Para este trabajo, los investigadores analizaron estudios individuales realizados por todo el mundo con datos de entre 1930 y 2013, y han concluido que el cemento mundial es capaz de reabsorber unas mil millones de toneladas de CO2 atmosférico al año.

“Se estima que 4.5 gigatoneladas de carbono han sido reabsorbidas por el cemento entre 1930 a 2013, en un proceso que se denomina carbonatación”, según los autores, que señalan que esto supondría una compensación del 43 por ciento de las emisiones de CO2 ocasionadas por la producción de hormigón en este mismo período, también en el mundo.

Estas cifras no tienen en cuenta el CO2 asociado a las emisiones de los combustibles fósiles involucrados en la producción cementera.

Los científicos se centraron en cuatro tipos de materiales de hormigón: hormigón, mortero, residuos de cemento de construcción y polvo de horno de cemento de China, de EU, Europa y resto del mundo, según una nota de la Universidad británica de East Anglia.

Los resultados concluyen que el hormigón también puede ser un importante sumidero de CO2, según los autores, que sostienen que esto habría que tenerlo en cuenta para futuros cálculos.

Y es que, por ejemplo, las directrices del IPCC (grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático) recomiendan tener en cuenta el CO2 emitido en la fabricación de cemento y proporcionan métodos para su cuantificación, pero no incluyen los datos de reabsorción de este gas por parte del hormigón, según la nota de prensa de la universidad británica.

Para Carmen Andrade, del Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja y una de las firmantes del artículo, el mensaje principal de esta investigación es que el cemento emite CO2, pero recupera parte de él y habría que tenerlo en cuenta para futuros cálculos relacionados con la contaminación producida por este gas.

“La vegetación emite y absorbe CO2; este proceso podría considerarse similar”, ha resumido a Efe esta investigadora.

Uso de bicicleta podría reducir emisiones de CO2 en un 11%: Estudio; ONGs piden política de promoción

sábado, diciembre 12th, 2015

México está entre los 10 países con mayores emisiones del mundo. Y, a diferencia de otras naciones en las que la mayor fuente de CO2 se deriva del consumo de electricidad, en el caso de la República Mexicana, el mayor número de emisiones de carbono negro y de gases de efecto invernadero está vinculado con el transporte motorizado.

El uso de la bicicleta, una política que México debe implementar. Foto: Cuartoscuro

El uso de la bicicleta, una política que México debe implementar. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 12 de diciembre (SinEmbargo).- Un estudio del Instituto para el Transporte y el Desarrollo de Políticas (ITDP) en conjunto con la Universidad de California Davis, concluyó que el incremento del uso de la bicicleta como medio de transporte podría cortar las emisiones de Dióxido de Carbono un 11 por ciento en un lapso de 35 años. Por ello, organizaciones mexicanas como Bicired, Bicitekas, el Poder del Consumidor, y la internacional, Greenpeace, alertaron que una política fuerte de promoción de la bicicleta podría reducir las emisiones de CO2 en 11 por ciento para el año 2050.

Según el informe, las tendencias actuales proyectan que el nivel de emisión de CO2 vinculado al transporte urbano aumentará de 2.3 gigatoneladas en 2015 a 4.3 gigatoneladas en 2050. En cambio, si se logrará la adopción del uso de la bicicleta y un mayor uso de transporte público, esta cantidad podría disminuirse a la mitad, resultando en una reducción potencial de 2 gigatoneladas de emisiones CO2 para el 2050.

Las cifras anteriores dan cuenta de que el ciclismo juega un rol importante no sólo en la movilidad personal alrededor del mundo, sino en la mejora del medio ambiente. No obstante, para ello es necesario contar con una infraestructura ciclista acorde con las necesidades crecientes en las ciudades.

En el caso de México, el 45 por ciento de los gases de efecto invernadero derivan del transporte motorizado, así lo explicó Areli Carreón, de la organización B​icitekas, en un comunicado.​ Datos provistos por el gobierno a Compact Of Mayors dan cuenta que en el país ya se sufren hoy los estragos de la mala calidad del aire, que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud causa más de 9 mil muertes por año.

“Una mejor infraestructura ciclista, que priorice la seguridad, es fundamental para lograr que las personas consideren a la bicicleta como un medio de transporte en reemplazo del automotor, impactando directamente sobre su salud, sobre la de los demás y sobre la del medio ambiente”, agregó Areli.

México está entre los 10 países con mayores emisiones del mundo. Y, a diferencia de otras naciones en las que la mayor fuente de CO2 se deriva del consumo de electricidad, en el caso de la República Mexicana, el mayor número de emisiones de carbono negro y de gases de efecto invernadero está vinculado con el transporte motorizado.

Según el Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero 2013 (INEGEI), las emisiones directas de gases de efecto invernadero en el país ascendieron a 665 megatoneladas de CO2 equivalente, de las cuales la mayor contribución se debe al sector transporte con un 26 por ciento, seguido por el de generación de energía eléctrica con un 19 por ciento y el de industria con un 17 por ciento.

A pesar de que el Presidente Enrique Peña Nieto asumió en los “Compromisos de mitigación y adaptación ante el cambio climático para el periodo 2020-2030” que México realizará acciones de mitigación que tengan como resultado la reducción del 22 por ciento de sus emisiones de GEI al año 2030, lo cual significa una reducción de alrededor de 210 megatoneladas, las acciones planteadas para alcanzar dicha meta son bastante pobres.

En el caso concreto del sector del transporte, las únicas propuestas están dirigidas en la renovación de la normatividad vehicular y del parque automotor, relegando la expansión de los sistemas de transporte público al último lugar en la lista de prioridades y sin mencionar alternativas para el uso de vehículos no contaminantes, como la bicicleta.

Según datos del INEGI, en 2014 hubo registrados 38 millones 023 mil 535 vehículos de motor  en circulación, dato que confirma la urgencia de generar una política que fomente el uso del transporte colectivo, de bicicletas, y que restrinja el uso excesivo del transporte particular.

Además de su impacto ambiental, el estudio de ITDP subraya el impacto económico de la propuesta para el uso de la bicicleta. En este sentido, los ahorros derivados de una mayor adopción de este medio de transporte alcanzarían los 2​4 billones de dólares ​en ese intervalo de tiempo.

Esto se debe al menor uso de energía, la menor cantidad de emisiones y la reducción de costos asociados a traslados motorizados (costo de vehículo, mantenimiento y costos de infraestructura).

Para que México alcance los compromisos internacionales que asumió en materia de reducción de emisiones se necesita una profunda revisión de la manera en que la gente se transporta en las ciudades.  Denahí Valdez, secretaría técnica de Bicired, afirma que “con una política interna congruente que permita aprovechar las oportunidades de financiamiento climático internacional, México puede reducir significativamente sus emisiones de transporte y la dependencia en el automóvil y los combustibles fósiles, en beneficio de la salud y bienestar de las personas”.

Greenpeace, al igual que Bicired, organización que agrupa a más de 70 colectivos de ciclismo urbano en el país, también se ha pronunciado en esta cuestión.

Gustavo Ampugnani, líder del proyecto de Megaciudades de Greenpeace México afirma que “muchas ciudades del mundo ya entendieron los beneficios en términos de salud, medioambiente y calidad de vida asociados a la bicicleta. Por eso es que la bicicleta ocupa un lugar importante en nuestra campaña Megaciudades, que busca justamente identificar políticas sencillas, que ya han funcionado en el mundo, y replicarlas en las grandes urbes de Latinoamérica”.

La prioridad de las naciones debería estar dirigida a mejorar la calidad de vida de sus pobladores; en cuanto a salud se refiere, su misión debería ser  proteger a la población de los efectos del cambio climático y evitar la destrucción del planeta. Sin embargo, las medidas en el país no parecen responder a estos hipotéticos.

México dice mejorar la infraestructura estratégica del país, pero en realidad siempre ha beneficiado al transporte privado. El cuidado de los ecosistemas que albergan la biodiversidad y proveen de importantes servios ambientales estarán en riesgo hasta que no se asuma que el uso de automóviles particulares no es la solución para trasladarse. Al menos no en un país donde habitan más de 120 millones de personas.

 

Neutralizar el cambio climático es urgente, pero México no hace el esfuerzo suficiente: ONGs

sábado, noviembre 21st, 2015

 A unos días de que comience la COP21, expertos de la Alianza México Redd+ plantearon que, aunque el país fue el primero en desarrollar, aprobar y en enviar sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (INDC, por sus siglas en inglés), los esfuerzos aún son insuficientes para cumplir la meta de México al 2030.

Organizaciones llaman a reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Foto: Shutterstock

Organizaciones llaman a reducir la emisión de Gases de Efecto Invernadero. Foto: Shutterstock

Ciudad de México, 21 de noviembre (SinEmbargo).– El 23 de octubre pasado, Greenpeace alertó que la magnitud con la que se presentaba el huracán “Patricia” en el Pacífico mexicano era “una llamada más de atención en torno al desquicio del sistema climático ocasionado por la dependencia de nuestras ciudades hacia el consumo de combustibles fósiles como el petróleo”.

Explicó que si bien los fenómenos meteorológicos extremos tienen diversas causas, el cambio climático inducido por las actividades humanas es uno de los factores que contribuyen a ello.

“México es un país extremadamente vulnerable a los impactos derivados del cambio climático y por lo mismo debe ser un líder no sólo en la prevención de los mismos sino en la reducción de emisiones contaminantes que se generan en el país, principalmente en los sectores eléctrico y de transporte”, expuso.

De acuerdo con el inventario que el país reportó en 2013, presentado por la Alianza México REDD+, las principales causas de emisión de gases de efecto invernadero son el transporte, generación de electricidad, consumo de petróleo y gas, así como las actividades de la industria, agricultura y ganaderías, los usos y cambio de suelo y la silvicultura.

De ellas, la emisión de gases a la atmósfera relacionadas con la deforestación y degradación como son el cambio climático de uso del suelo y la agricultura y ganadería extensivas representan aproximadamente el 12 por ciento de las emisiones en nuestro país.

“El sector forestal en México representa el 25 por ciento del potencial de abatimiento de emisiones de gases de efecto invernadero”, de acuerdo con la organización.

En ese contexto, reducir la deforestación causada por la reconversión de bosques a zonas de pastoreo lograría uno de los avances más significativos para mitigar el cambio climático.

Horacio Rodríguez, del Centro de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), explicó que ante el cambio climático, la escasez de tierras y de agua, entre otras, se debe cambiar hacia una estrategia más sustentable.

Por su parte, el Doctor en Física de la Universidad Iberoamericana, Daniel Buira, planteó que  México debe ver este momento como una oportunidad para empezar a crear una cartera de opciones tecnológicas nuevas que aunque en la actualidad no son comercialmente rentables, podrán serlo en un futuro.

“México en general ha sido un país seguidor en tecnologías, pero con este cambio forzado de tecnologías energéticas que nos trae el cambio climático se abre una ventana de oportunidad que México con un enorme recurso natural, solar, oceánico, eólico y otros, además de recursos industrial y humano. México puede y debe tomar esta oportunidad para definirse como un líder en tecnologías del futuro y ésta podría ser una nueva industria que nos daría crecimiento a todos”, dijo.

En un país con 55.3 millones de personas en condiciones de pobreza, mitigar los efectos del cambio climático resulta necesario, pues podría ocasionar un daño más severo.

“El tema de pobreza  en México es de lo más relevante no se puede abordar si no tenemos una estrategia eficaz y eso se vincula con el uso de los recursos en las comunidades, en la zona rural”, afirmó María E. Martínez Murillo Cuerdo, especialista en el diseño e implementación de políticas públicas para el desarrollo.

De acuerdo con el Banco Mundial (BM), “sin un desarrollo rápido, incluyente y que tome en cuenta el cambio climático, junto con los esfuerzos para la reducción de las emisiones, para 2030 podría haber 100 millones de pobres adicionales”.

LA COP 21

Foto: EFE

De acuerdo con el Banco Mundial (BM), “sin un desarrollo rápido, incluyente y que tome en cuenta el cambio climático, junto con los esfuerzos para la reducción de las emisiones, para 2030 podría haber 100 millones de pobres adicionales”. Foto: EFE

Muertes, pobreza, desnutrición, enfermedades y migración forzada son algunos de los efectos negativos que tiene el cambio climático en el planeta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que sólo en 2012 cerca de 7 millones de personas perdieron la vida por enfermedades relacionadas con la contaminación del aire y previó que entre 2030-2050 sean 250 mil muertes más por año por dolencias asociadas a los cambios ambientes.

Desde cambios de patrones de las enfermedades hasta fenómenos meteorológicos extremos como las olas de calor y las inundaciones, así como la degradación de la calidad del aire, del saneamiento y de los abastecimientos de agua y alimentos, pueden seguir causando severos daños sino se hace frente al cambio climático.

“Si no se reducen las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), habrá un impacto muy negativo sobre nuestra salud, ya sea por enfermedades transmitidas por vectores como la malaria, por las enfermedades diarreicas o bien por las migraciones forzadas a causa de la falta de producción de alimentos y malnutrición”,  afirmó en días pasados la directora del Departamento de Salud Pública de la OMS, María Neira.

En ese contexto, del 30 de noviembre próximo al 11 de diciembre se realizará en París, Francia, la vigésimo primera Conferencia de las Partes (COP 21) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), con el objetivo de alcanzar un nuevo acuerdo internacional sobre clima aplicable a todos los países para mantener el calentamiento global por debajo de los 2 grados Celsius.

La convención universal de principios, que reconoce la existencia de un cambio climático debido a la actividad humana y atribuye a los países industrializados la responsabilidad principal para luchar contra este fenómeno, buscará alcanzar un pacto para abandonar paulatinamente la dependencia de las energías fósiles y lograr una economía global baja en carbono.

Al respecto, Daniel Buira, experto en desarrollo bajo en carbono de la Ibero planteó problemáticas del tema.

“Muchos países están prometiendo usar menos gas natural, menos carbón y menos petróleo, pero al mismo tiempo están buscando aumentar su producción. Puedes aumentar tu producción si fueses a exportar, pero no pueden todos los países aumentar su producción y disminuir su consumo, es una cosa paradójica evidente, que los países no mencionan”.

Agregó que “en términos objetivos, la COP 21 no será suficiente para lo que el mundo necesita”.

La apuesta de la COP 21 será controlar mutuamente el cumplimiento de los compromisos y financiar el apoyo a los países más vulnerables, pues de acuerdo con diversos estudios la población en situación de pobreza están más expuestos que la población promedio a los efectos del cambio climático.  “Los pobres sufren más los efectos de las altas temperaturas y viven en países donde se espera una disminución de la producción de alimentos por el cambio climático”, dice el Banco Mundial.

“Pensando en lo que necesita el mundo para enfrentar el cambio climático, vamos muy atrasados y no creo que sea realista esperar de este acuerdo en París algo suficiente para lo que necesitamos”, afirmó Daniel Buira.

EL PAPEL DE MÉXICO

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A unos días de comience la COP21, expertos de la Alianza México Redd+ plantearon que, aunque el país fue el primero en desarrollar, aprobar y en enviar sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (INDC, por sus siglas en inglés), los esfuerzos aún son insuficientes para cumplir la meta de México al 2030 del 25 por ciento de reducción de emisiones con base a las emitidas durante el 2013.

“Las metas fijadas por México son ambiciosas. Una de ellas es lograr cero deforestación en 2030”, comentaron.

Pero además un reto importante para el país es lograr una coordinación de acciones entre el sector ambiental y el sector agropecuario.

Con esto coincide el especialista Daniel Buira, quien considera que México tiene una gran capacidad de cambio que, aunque no será inmediato, tiene que empezar en una visión de planeación coordinada para que tanto el sector transporte como el eléctrico, petrolero e industrial tengan planes congruentes hacia una meta de cambio climático común.

“Para lograr estas metas es importante que se mejore la forma en la que México planifica, y que realmente haya congruencia entre los distintos sectores hacia las metas de cambio climático. Es importante que la mentalidad de un cambio acelerado se propague a todos los demás sectores”, sostuvo.

A partir a la visión de México para el mecanismo REDD+ (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación forestal) para lograr un desarrollo sustentable, la alianza sentó las bases para facilitar la colaboración intersectorial en especial con el sector agropecuario y forestal para impulsar una perspectiva de manejo integrado del territorio para contribuir al avance de la agenda de desarrollo con efectividad climática nacional.

Compañías de taxis de 11 países se comprometen a reducir sus emisiones de CO2

martes, octubre 6th, 2015

París, 6 oct (EFE).- Once compañías de taxis de distintos países, la mayoría europeos, se comprometieron hoy a reducir sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) para 2020 e hicieron un llamamiento para que otras empresas de transporte se unan a su iniciativa.

Las compañías firmantes, pertenecientes a nueve países europeos y a Canadá, se comprometen a que entre el 33 y el 100 por ciento de los vehículos que integren su flota de aquí a 2020 emitan “menos de 60 gramos de CO2 por kilómetro”, indicaron en un comunicado.

La iniciativa ha sido promovida por la empresa gala “Taxis Bleus” y cuenta con el apoyo del Ministerio francés de Ecología, con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21) que se celebrará en París en diciembre como telón de fondo.

El proyecto ha recibido asistencia del equipo que se encarga de la COP21, que ha ayudado a las empresas de taxis a definir las metas más factibles y un método de cálculo de las emisiones de dióxido de carbono actuales y futuras, explicaron.

Entre los firmantes se cuentan empresas que ya habían desarrollado campañas similares, como la alemana “Taxis Berlín”, que tiene integrados mil vehículos híbridos y cerca de 700 coches funcionando con gas natural en su flota de “Eco taxis”, recordaron.

Los firmantes del acuerdo son Taxis Bleus (Francia y Bélgica), Taxi 31300 (Austria), Fågelviksgruppen (Suecia y Noruega), Central Taxi (Reino Unido), The London Taxi Company (Reino Unido), Taxi Central Amsterdam (Holanda), Taxis Berlin (Alemania), Taxi 3570 (Italia) y Taxelco (Canadá).