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“El Mencho”, “El Mayo”, y los hijos del Chapo son ahora los más buscados por la DEA

sábado, julio 16th, 2022

Entre los más buscados por la DEA se encuentran Ismael “El Mayo” Zambada, los tres hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, Ismael Zambada Sicairos, alias “Mayito Flaco” e hijo del Mayo Zambada; y Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”.

Los Ángeles, 16 de julio (La Opinión).– La captura de Rafael Caro Quintero luego de un operativo implementado por elementos de la Marina, representa un gran logro para los gobiernos de México y Estados Unidos.

Y es que el llamado “Narco de narcos” era uno de los delincuentes más buscados por la DEA, dependencia que llegó a ofrecer 20 millones de dólares por información que ayudara a su captura, lo que constituye la recompensa más alta que se haya anunciado por un fugitivo.

Pero además de este capo sinaloense, hay otros narcotraficantes que están en la mira de la Agencia Antidrogas estadounidense, por quienes también se ofrecen diversas recompensas.

El más importante que le sigue a Caro Quintero es Ismael “El Mayo” Zambada, líder del Cártel de Sinaloa y quien, por años, ha logrado escapar de las autoridades de ambos países, razón por la que la recompensa por información para su captura es de 15 millones de dólares.

Ismael “El Mayo” Zambada, es el único jefe del Cártel de Sinaloa que nunca ha sido detenido. Foto: Especial

También destacan los tres hijos de Joaquín El Chapo Guzmán: Ivan Archivaldo Guzmán Salazar, alias “Chapito”, Ovidio Guzmán, conocido como “El Ratón”, y Alfredo Guzmán, también llamado “Alfredillo”.

Ovidio es quizá el más famoso de ellos, en buena parte por el llamado “Culiacanazo”, es decir, el día en que elementos del ejército mexicano lo capturaron, pero horas después lo liberaron ante la presión de decenas de sicarios del Cártel de Sinaloa, quienes sitiaron toda la ciudad de Culiacán.

Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo”. Foto: Especial.

Sin embargo, Alfredo es considerado uno de los principales dirigentes del Cártel de Sinaloa, y un elemento clave de ese grupo del narcotráfico, por lo que es el único de los tres que forma parte de la lista de los diez criminales más buscados por la DEA.

Ismael Zambada Sicairos, alias “Mayito Flaco” e hijo del Mayo Zambada, es otro heredero del narcotráfico que es buscado por Estados Unidos. Según informes de la DEA, enfrenta cargos en el Distrito Sur de California por el intento y conspiración de narcóticos.

Por último, pero no menos importante, se encuentra Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho” y líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), otro de los capos que se mantienen libres y que son una prioridad para las autoridades no solo de México, sino de Estados Unidos, e incluso de la Interpol. Por este capo originario de Jalisco, la DEA actualmente ofrece una recompensa de 10 millones de dólares.

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EU: Dictan 9 años de cárcel a hijo de “El Mayo” Zambada; saldrá libre en un año

viernes, junio 24th, 2022

Zambada Imperial, también conocido como o “El Buen Chico”, se declaró culpable el 30 de abril del 2021, en la Corte Federal del Distrito Sur de California, en San Diego, acusado de importar y distribuir metanfetamina, cocaína y mariguana a Estados Unidos.

Por Carlos Álvarez Acevedo

Tijuana, 24 junio (Zeta).- Ismael Zambada Imperial, mejor conocido como “Mayito Gordo” -hijo mayor del líder del Cártel de Sinaloa, Ismael Mario Zambada García, alias “El Mayo”-, fue sentenciado a nueve años de prisión por el Juez Danna Sabraw, de la Corte Federal del Distrito Sur de California, tras una audiencia celebrada el 24 de junio del 2022, luego de que el 30 de abril del 2021 se declaró culpable de importar y distribuir metanfetamina, cocaína y mariguana a Estados Unidos.

Al hijo del capo sinaloense se le tomará como crédito los años contados desde el 12 de noviembre del 2014, cuando fue capturado tras un operativo realizado por la Secretaría de Marina (Semar) y la Policía Federal (PF), en “El Ranchito de los Burgos”, ubicado a 60 kilómetros al sur de Culiacán, Sinaloa. Por ello, sólo le restaría un año de sentencia.

El “Mayito Gordo” continuará su reclusión en el Centro de Detención Metropolitano de San Diego y no se aclaró si sería trasladado a otra prisión para cumplir el resto del tiempo acordado. La acusación señala que Zambada Imperail conspiró para transportar la droga, además de lavar y transferir las ganancias del narcotráfico hacia México, “en beneficio de los miembros del Cártel de Sinaloa y de sus asociados”.

En la misma acusación aparecen su padre, así como Ismael Zambada Sicairos, alias “Mayito Flaco”, otro de los hijos de “El Mayo”, e Iván Archivaldo Guzmán Salazar, hijo del capo sinaloense Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”, todos ellos prófugos de la justicia, tanto en México, como en Estados Unidos.

“Mayito Gordo” -hijo mayor del líder del Cártel de Sinaloa, Ismael Mario Zambada García. Foto: Zeta

Zambada Imperial, también conocido como o “El Buen Chico”, se declaró culpable el 30 de abril del 2021, en la Corte Federal del Distrito Sur de California, en San Diego, acusado de importar y distribuir metanfetamina, cocaína y mariguana a Estados Unidos. El hijo de uno de los fundadores del Cártel de Sinaloa acordó entregarle cinco millones de dólares al Gobierno de Estados Unidos.

Cuando el Juez federal Dana Sabraw le leyó al “Mayito Gordo” cada una de las acusaciones en su contra y le preguntó cómo se declaraba, Zambada Imperial respondió en español: “culpable”. En su acuerdo, los fiscales federales piden al impartido de justicia que se considerara el tiempo que había estado bajo custodia de las autoridades mexicanas y dejaran de acusarlo de lavado de dinero, ya que, hasta ese momento, llevaba casi siete años preso, tanto en México, como en California.

Sin embargo, el Juez Sabraw advirtió, que dado la gravedad de los delitos de “El Mayito Gordo”, se enfrentaba a una pena máxima a cadena perpetua y que eso quedaría a discreción de la Corte.Zambada Imperial aceptó “que ordenó actos violentos como miembros del Cartel de Sinaloa, en beneficio de actividades de contrabando de narcóticos”, según lo mencionó el magistrado.

“Usted admite que se convirtió en un líder dentro del Cartel de Sinaloa y fue responsable de varios aspectos de las operaciones del cartel, específicamente usted admite en el acuerdo [de culpabilidad] que coordinó y organizó con otros miembros del Cartel de Sinaloa el transporte y la distribución de grandes cantidades de sustancias ilícitas, incluyendo cocaína, heroína y mariguana pata su importación de México a Estados Unidos”, dijo el Juez.

Según el periodista Keegan Hamilton, “Mayito Gordo” admitió haber enviado 450 kilos de cocaína y 90 kilos de heroína, cantidades relativamente pequeñas para una organización criminal de las dimensiones del Cártel de Sinaloa. El 19 de diciembre del 2019, Ismael Zambada Imperial, mejor conocido como “Mayito Gordo” -hijo mayor del actual líder del Cártel de Sinaloa-, fue extraditado a Estados Unidos.

Un día después, el 20 de diciembre del 2019, “El Mayito Gordo” compareció ante la Corte Federal del Distrito Sur de California, en San Diego, California, acusado de asociación delictuosa para distribución de narcóticos. Sin embargo, se declaró no culpable de los delitos que se le imputan. En la misma acusación, los fiscales estadounidenses incluyen a su padre, “El Mayo”, a su hermano Ismael Zambada-Sicairos, y a Iván Archivaldo Guzmán Salazar, “El Chapito”, hijo del capo sinaloense Joaquín Archivaldo Guzman Loera, “El Chapo”.

“El Mayo” Zambada. Foto: Archivo ZETA

La extradición de “El Mayito Gordo” se dió tras cumplir apenas la mitad de su condena en México y luego de 5 años de tratar de evitar ser trasladado a EU. A mediados de diciembre del 2019, Patricio Leopoldo Vargas Alarcón, juez Décimo de Distrito de Amparo en Materia Penal, otorgó un amparo a Zambada Imperial, para ser trasladado del Centro Federal de Readapatación Social (CEFERESO) 2 “Occidente”, en El Salto, Jalisco, a un penal de la Ciudad de México.

Según el diario Milenio, que informó del hecho, lo que dictó el Juez federal no ordenaba el traslado de penal, aunque sí dejaba sin efecto la resolución del Juzgado Cuarto de Distrito de Amparo en Materia Penal de Zapopan -donde se radicó el expediente 399/2015- de mayo de ese mismo año, con el que fue desechado el recurso de apelación que interpuso Zambada Imperial, debido a que se determinó improcedente el incidente no especificado.

“La autoridad responsable no se pronunció de manera suficiente y detallada sobre los fundamentos, motivos y circunstancias que la llevaron a tomar la determinación de desechar de plano el recurso de apelación, es indudable que se transgredieron en perjuicio del impetrante de amparo, sus derechos fundamentales de legalidad y seguridad jurídica, al no tener la certeza del porqué del actuar de la jueza de ejecución responsable”, indicó la resolución de Vargas Alarcón.

Por su parte, la Coordinación General de Centros Federales del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social informó, en su momento, que el centro donde “El Mayito Gordo” solicitaba su traslado no contaba con la infraestructura adecuada, ni tampoco el nivel de seguridad para el correcto internamiento de dicha persona.

Además de que no existía un convenio celebrado entre la Federación y la Ciudad de México, para la concesión del traslado solicitado. Tras dicha respuesta, la autoridad determinó que no procedía el incidente no especificado, por lo que el quejoso apeló, pero la Juez desechó dicho recurso jurídico.

Sin embargo, el Juez Vargas Alarcón señaló que el Juzgado Quinto de Distrito Especializado en Ejecución de Penas, no expuso de manera clara, congruente y coherente los fundamentos y motivos que justifican dicha determinación. En dos ocasiones anteriores, Zambada Imperial había solicitado juicios de derechos fundamentales por la misma causa. Uno de ellos ante el Juzgado Sexto especializado en la materia (1740/2014) y otro en el Juzgado Segundo del mismo ramo (1821/2014). Ambos fueron sobreseídos, porque las autoridades carcelarias negaron el acto reclamado.

En noviembre del 2015, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) concedió a EU. la extradición del hijo mayor de “El Mayo”, luego del aval del Juez Sexto de Distrito en Procesos Penales Federales, con sede en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, para que “El Mayito Gordo” fuera trasladado al país en el que se encuentran presos sus hermanos Vicente Zambada Niebla, “El Vicentillo”, y Serafín Zambada Ortiz, “Flaco”, también por los cargos de narcotráfico.

Sin embargo, la defensa legal de “El Mayito Gordo”, como es identificado en la Corte del Distrito Sur de California, promovió un amparo contra la medida, por lo que consiguió una suspensión provisional de la orden que lo entregaría al Gobierno estadounidense.

Ismael Zambada Imperial. Foto: Twitter @ismaelimperial

En marzo de 2014, la Fiscalía Federal del Distrito Sur de California presentó una acusación en contra del hijo de “El Mayo Zambada”, junto a 14 narcotraficantes más, por los delitos de asociación ilícita ininterrumpida, conspiración e introducción ilegal de marihuana, cocaína y metanfetaminas por la frontera de Tijuana, Baja California, hacia California y la costa este de EU, además de conspiración para lavado de dinero.

Tras la decisión del Juez, la SRE avaló la orden de extradición, al considerar que el Gobierno de Estados Unidos, había cumplido con los lineamientos correspondientes, por lo que realizó las gestiones con el Gobierno estadounidense para la entrega de Zambada Imperial.

El 12 de noviembre del 2014, el hijo mayor de “El Mayo Zambada” fue capturado tras un operativo realizado por la Secretaría de Marina (SEMAR) y la Policía Federal (PF), en “El Ranchito de los Burgos”, ubicado a 60 kilómetros al sur de Culiacán, Sinaloa. En México, “El Mayito Gordo” fue condenado a 10 años de prisión por violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.

Según EU, entre los cómplices del hijo del capo sinaloense, quien es señalado de dirigir la célula del Cártel de Sinaloa encargada del trasiego de droga hacia California, se encuentran René Arzate García, alias “La Rana”, y su hermano Alfonso Arzate García, “El Aquiles”. Además de su hermano menor, Serafín Zambada Ortiz, “Flaco”, así como Rodrigo Aréchiga Gamboa, “El Chino Ántrax”.

Conocido por ostentar en redes sociales su vida como narcojunior, Zambada Imperial es el tercer hijo de “El Mayo” Zambada, que enfrenta un proceso en los Estados Unidos. El primero de sus hijos fue Vicente Zambada Niebla, detenido en México en el 2009 y extraditado un año después a Illinois, donde se halla su acusación.

El Vicentillo fue sentenciado en mayo del 2019 a 15 años de cárcel, que se cumplirían en el 2024. Sin embargo, según documentos oficiales, él ya no se encuentra bajo la custodia del sistema de prisiones de los Estados Unidos por lo que probablemente, en su calidad de testigo protegido, ya se encuentre en libertad.

Le siguió Serafín Zambada Ortiz, alias “Sera”, detenido en noviembre del 2013 cuando intentaba cruzar a pie hacia Estados Unidos por el puente internacional de Nogales. Él fue condenado a cinco años y medio de cárcel y el 11 de septiembre del 2018 abandonó la prisión para regresar a México. En su acusación sólo existía un cargo de conspiración para importar metanfetamina y cocaína.

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La DEA ofrece millones por élite criminal: Caro, “El Mayo” e hijos, “Los Chapitos”

lunes, mayo 9th, 2022

En dicho anuncio se detalló que por Caro Quintero se ofrecen 20 millones de dólares, por “El Mayo” 15 millones de dólares y por cada uno de los “Chapitos”, hijos de Guzmán Loera, cinco millones de dólares.

Ciudad de México, 9 de mayo (SinEmbargo/EFE).- La Administración de Control de Drogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) lanzó nuevos carteles para perseguir a todo el Cártel de Sinaloa que incluye a Rafael Caro Quintero, Ismael “El Mayo” Zambada García y a dos de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, conocidos como los “Chapitos”. Ofrece 45 millones de dólares.

El cartel fue revelado en redes sociales por el periodista Ioan Grillo, quien es periodista especializado en crimen organizado y drogas. “La campaña surge en medio de la frustración por el nivel de tráfico de fentanilo y la falta de acción en México. Cartel en la frontera de San Ysidro”, detalló el periodista, que trabaja para The New York Times y es autor de “El Narco trilogy”.

El cartel también incluye a Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, Ismael Zambada (hijo) “Mayito”, así como a Alfonso Limón Sánchez, conocido como “Poncho Limón” y Alfonso Arzate García, “Aquiles”.

En dicho anuncio se detalló que por Caro Quintero se ofrecen 20 millones de dólares, por “El Mayo” 15 millones de dólares y por cada uno de los “Chapitos”, cinco millones de dólares.

Zambada, aunque no sus hijos, ha sido uno de los capos más elusivos de todos, pues a pesar de ser el líder del Cártel de Sinaloa, ha sido captado muy pocas veces y nunca ha sido ni siquiera cercado por las autoridades, como si sucedió con su socio “El Chapo” Guzmán, varias veces capturado.

Fundador del Cártel de Guadalajara, Caro Quintero fue uno de los principales capos en los años ochenta y de los primeros en enviar droga a gran escala a Estados Unidos.

En 1985 se le vinculó con el secuestro y asesinato del agente de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA) Enrique Camarena, perpetrado en febrero de ese año.

El capo recuperó la libertad en agosto de 2013 después de que un juzgado desechara varias causas en su contra, una de ellas por un error de jurisdicción territorial en el proceso por el asesinato del agente estadounidense.

Rafael Caro Quintero. Foto: Victor Mendiola, Cuartoscuro.

Unos días después un Juez emitió una orden de detención provisional en su contra con fines de extradición a Estados Unidos y el 6 de noviembre de ese mismo año la Suprema Corte de México revocó el fallo judicial que le permitió abandonar la cárcel en agosto.

Pero ya era demasiado tarde, porque desde 2013 se desconoce su paradero.

Además, el anuncio publicado por Grillo excluye a “El Chapo”, exlíder del cartel de Sinaloa, quien fue extraditado de México a Estados Unidos el 19 de enero del 2017 y condenado a cadena perpetua el 17 de julio de 2019 en un Tribunal Federal de Nueva York.

Actualmente cumple su condena en una prisión de máxima seguridad en Colorado.

De acuerdo con la orden ejecutiva firmada el pasado 15 de diciembre por el Presidente Joe Biden, Estados Unidos pagaría hasta cinco millones de dólares a quien aporte información confiable que pueda dar con el paradero y la detención de cada uno de los hijos de “El Chapo”.

En esta foto de archivo del 22 de febrero de 2014, Joaquín “El Chapo” Guzmán es escoltado a un helicóptero esposado por infantes de marina de la Armada de México en la Ciudad de México. Foto: Eduardo Verdugo, AP, archivo.

Tras el anuncio, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo que si los herederos de “El Chapo” están en territorio mexicano, “a quien corresponde detenerlos es a la autoridad nuestra, no se permite ninguna fuerza extranjera que actúe en esta materia y en ninguna otra en nuestro territorio”.

Aunque el Ejercito mexicano ha aumentado significativamente los decomisos de fentanilo y de metanfetaminas, durante los tres años del Gobierno de López Obrador no se han registrado detenciones de los principales capos que controlan el narcotráfico.

En total, según el general Luis Cresencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional, se han detenido a mil 78 “objetivos prioritarios” que incluyen a cinco líderes de organizaciones delictivas del Cártel de Santa Rosa de Lima, de Los Rojos, La Empresa, el Cártel del Pacífico y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Familiares (incluido “Vicentillo”) y firmas de “El Mayo” salen de “lista negra” en EU

lunes, mayo 2nd, 2022

El Departamento del Tesoro quitó al “Vicentillo” de su lista de negocios blanqueadores de dinero, por lo que a través de sus empresas, podrá realizar todo tipo de transacciones con personas o negocios en Estados Unidos.

Por Miguel Ángel Vega

Ciudad de México, 2 de mayo (Ríodoce).- La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) tendría años eliminando de su lista negra a hijos, hermanos y nueras de Ismael Zambada García, además de empresas que en su momento fueron identificadas por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos como negocios e individuos que lavaban dinero para el Cártel de Sinaloa.

De acuerdo a una serie de documentos recolectados por Ríodoce, el primero en ser eliminado de la lista fue Serafín Zambada Ortiz, el Sera –quien se encuentra grave en Culiacán luego de un accidente en Sonora–, a quien borró en 2020, y al año siguiente eliminó de esa misma lista a Jesús Reynaldo Zambada García, “El Rey”, el primero hijo y el segundo hermano del “Mayo”, a quien la DEA señala como el líder indiscutible del Cártel de Sinaloa.

El más reciente en ser beneficiado por la OFAC fue Vicente Zambada Niebla, “El Vicentillo”, quien apenas el jueves pasado fue borrado de la lista, según el documento 25351 del Registro Federal de Estados Unidos, en donde el Tesoro reconoce que “El Vicentillo” y las empresas Nueva Industria de Ganaderos de Culiacán, Multiservicios Jeviz, y Arte y Diseño de Culiacán, de su propiedad ya no están en la lista de negocios blanqueadores de dinero, y por lo tanto estarían autorizadas para hacer transacciones con individuos estadounidenses.

Según trascendió, esta medida habría obedecido a una serie de beneficios que “El Vicentillo” hizo con el Gobierno de Estados Unidos a cambio de cooperar con los fiscales de ese país, particularmente su careo con Joaquín “El Chapo” Guzmán durante el llamado juicio del siglo.

Además de “El Sera”, “El Rey” y “El Vicentillo”, el Departamento del Tesoro también eliminó de su lista a una de las esposas del “Mayo”, identificada como Rosario Niebla Cardoza, así como a sus hijas María Teresa, Miriam Patricia, y Mónica del Rosario Zambada Niebla, quienes también habrían sido borradas de la lista de la OFAC.

Los únicos hijos del “Mayo” que continúan en la lista de la OFAC son Ismael Zambada Imperial, “El Mayito Gordo” e Ismael Zambada Sicarios, “El Mayito Flaco”, este último prófugo de la justicia mientras que Zambada Imperial está preso en una cárcel de máxima seguridad de San Diego, California, luego que en abril de 2021 se declarara culpable por cargos relacionados con tráfico de droga.

Ni la OFAC, ni el departamento de Justicia de los Estados Unidos (USDOJ), confirmaron si la remoción de familiares del “Mayo” Zambada obedece a acuerdos extra judiciales por testificar contra el Chapo Guzmán, en 2019, o si obedece a una serie de peticiones hechas por abogados de los Zambada en Estados Unidos.

“Sin comentarios”, dijeron voceros del Departamento de Justicia.

En esta fotografía de archivo del 17 de julio de 2019 de un boceto de la sala de audiencias, Joaquín "El Chapo" Guzmán, segundo desde la derecha, escucha su sentencia a través de un intérprete en tribunal federal de Nueva York.

En esta fotografía de archivo del 17 de julio de 2019 de un boceto de la sala de audiencias, Joaquín “El Chapo” Guzmán, segundo desde la derecha, escucha su sentencia a través de un intérprete en tribunal federal de Nueva York. Foto: Elizabeth Williams vía AP, Archivo

También Isidro Meza

Lo cierto es que los Zambada no son los únicos narcotraficantes que han logrado que sus nombres y empresas sean eliminados por el Tesoro de los Estados Unidos, pues en febrero de 2016, abogados de Fausto Isidro Meza Flores, “El Chapo Isidro”, lograron que la OFAC eliminara a Flor Angely Meza Flores, hermana del narcotraficante, a quien acusaban de estar blanqueando dinero para el narcotraficante.

Según se explica en la página de la OFAC, cuando una persona es enlistada o boletinada por el Tesoro, es posible que su nombre sea removido, y para ello el imputado o sus abogados deben enviar una petición al tesoro solicitando que se revise su caso, y mostrar con documentos legales que la empresa en cuestión fue abierta con dinero lícito, paga impuestos y realiza labores bien, y entonces esperar que se analice su caso.

“La petición puede hacerse vía correo convencional, o correo electrónico, y es la forma más rápida para iniciar el proceso de remoción de esa lista”, precisa el Tesoro.

Isidro Meza Flores. Foto: Especial.

Aun cuando hijos, esposa, y hermano del “Mayo” han sido eliminados de esa lista, el narcotraficante continúa enlistado, junto con otros capos que forman parte de las diferentes facciones del Cártel de Sinaloa, como “Los Chapitos”, Rafael Caro Quintero, y operadores financieros de estos, incluyendo a Blanca Margarita “La Chikis” Cázares Salazar, hermana de Víctor Emilio Cázares Salazar, Heriberto Zazueta Godoy, “El Capi Beto”, y Sergio Valenzuela Valenzuela.

Zambada Niebla fue detenido el 18 de marzo de 2009 en el fraccionamiento Lomas del Pedregal, en la Ciudad de México luego que vecinos del lugar denunciaran la presencia de varios hombres armados, según reveló el ejército en su momento.

Semanas después de ser extraditado a Estados Unidos, en octubre de 2010, trascendió que momentos antes de ser detenido, “El Vicentillo” acababa de entrevistarse con agentes de la DEA, en el hotel María Isabel Sheraton de la Ciudad de México, encuentro que su defensa dijo ventilaría si no se llegaba a un acuerdo justo, por lo que a partir de ese momento el caso se cerró y toda negociación posterior fue hecha a puertas cerradas.

Fuentes extraoficiales aseguran que Zambada Niebla ya está libre. Foto: PGR, Cuartoscuro

En 2019 se declaró culpable y fue sentenciado por el magistrado Rubén Castillo a 15 años de cárcel.

Zambada Niebla quedará libre en marzo de 2024, aunque fuentes extraoficiales aseguran que ya está libre, rumores que ni los US Marshals ni el USDOJ ha podido negar ni confirmar, aunque el hecho que el Tesoro lo haya quitado de su lista, permite que “El Vicentillo” y cualquiera de sus empresas puedan realizar todo tipo de transacciones con personas o negocios en Estados Unidos.

El esquema de firmas ligadas al capo. Foto: Especial, vía Ríodoce

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EU triplica la recompensa por “El Mayo” Zambada; ofrece 15 millones de dólares

miércoles, septiembre 22nd, 2021

Para el Gobierno estadounidense, Zambada García es el líder absoluto del Cártel de Sinaloa. Sin embargo, Rafael Caro Quintero se mantiene como el narcotráficante mexicano por el que se ofrece la mayor recompensa: 20 millones de dólares.

Ciudad de México, 22 de septiembre (SinEmbargo).- El Departamento de Estado de Estados Unidos aumentó de 5 a 15 millones de dólares la recompensa por información que lleve a la captura de Ismael “El Mayo” Zambada, quien enfrenta una serie de acusaciones en ese país relacionadas con el tráfico de drogas y lavado de dinero.

En un comunicado destaca que el aumento “es proporcional a su estatus de liderazgo” en la organización criminal que fundó junto con Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, quien actualmente cumple una pena de cadena perpetua en ese país.

“Hoy, el Departamento de Estado anuncia un aumento de 5 millones a hasta 15 millones de dólares de la recompensa ofrecida bajo su Programa de Recompensas por Narcóticos (NRP) por información que conduzca al arresto y/o condena del líder del Cartel de Sinaloa”, informó la autoridad estadounidense en un comunicado.

El Departamento de Estado explicó que la designación de la recompensa se realizó conforme a lo establecido en la Ley de Designación de Capos de Narcóticos Extranjeros.

“Estas acciones están en sintonía con el compromiso del Departamento de apoyar los esfuerzos de aplicación de la ley para llevar ante la justicia a los delincuentes transnacionales”, expuso.

El Departamento de Estado señaló, además, que “El Mayo” tiene varias acusaciones en su contra en Estados Unidos, junto a sus hijos: Vicente Zambada Niebla, “El Vicentillo”; Serafín Zambada Ortíz, “Sera”; Ismael Zambada Imperial, “El Mayito Gordo”; e Ismael Zambada Sicarios, conocido como “Mayito Flaco”.

Con este anuncio “El Mayo” es el segundo narcotraficante mexicano por el que se ofrece la recompensa más alta por información que lleve a su detención, sólo por detrás de Rafael Caro Quintero –alias “El Príncipe” o “Rafa”, fundador del extinto Cártel de Guadalajara–, por el que el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) ofrece 20 millones de dólares.

También supera la recompensa de 10 millones de dólares que el Gobierno estadounidense ofrece por quien otorgue información para lograr la captura de Nemesio Rubén Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, presunto líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Además, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos incluyó hoy a Sergio Valenzuela Valenzuela, jefe de plaza del Cártel de Sinaloa en Sonora, en su lista de narcotraficantes extranjeros, con lo cual quedaron bloqueados sus bienes y activos bajo jurisdicción de dicho país, y se prohibió cualquier transacción financiera con individuos y entidades estadounidenses.

“Valenzuela Valenzuela fue designado hoy por ayudar materialmente, brindar apoyo financiero o tecnológico, o proporcionar bienes o servicios en apoyo de las actividades internacionales del tráfico de estupefacientes del Cártel de Sinaloa y Zambada García [“El Mayo”], explicó el Departamento de Estado de EU.

EL ÚLTIMO CAPO DE LA VIEJA GUARDIA

Zambada García es considerado por muchos especialistas en el narcotráfico último capo poderoso de la vieja guardia. De acuerdo con el periodista Ricardo Ravelo, todos sus contemporáneos han muerto o están presos. Hasta 1997, el amo del narcotráfico era Amado Carrillo Fuentes, mejor conocido como “El Señor de los Cielos”, cabeza del Cártel de Juárez, grupo criminal fundado por Pablo Acosta Villarreal, llamado “El Zorro de Ojinaga”.

Ravelo describe en una columna escrita para SinEmbargo, que los jefes posteriores fueron Rafael Aguilar Guajardo –asesinado en Cancún, Quintana Roo en 1993 –, Carrillo Fuentes lo relevó y tras la muerte de éste su hermano Vicente, conocido como “El Viceroy”, tomó el mando. Luego fue detenido en Torreón, Coahuila.

En el Cártel de Juárez militaron Ismael Zambada, los hermanos Carrillo Fuentes, Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul” –quizá uno de los más hábiles para negociar con grupos antagónicos –, quien supuestamente falleció hace unos cuatro años debido a un paro respiratorio causado tras un accidente automovilístico, agrega el especialista.

“De aquel poderoso Cártel de Juárez también formaban parte los hermanos Beltrán Leyva –Arturo era el más violento e intrépido –y Nacho Coronel. Tras la supuesta muerte de Amado Carrillo, tuvieron que pasar cuatro años para que este equipo de capos y criminales se volvieran a juntar en el Cártel de Sinaloa, fundado por Joaquín Guzmán Loera, ‘El Chapo'”, dice Ravelo.

“El Chapo” fue encontrado culpable de todos los cargos y sentenciado a cadena perpetua en EU. Foto: EFE

Fue a partir del año 2001 –al arranque del sexenio de Vicente Fox Quesada –cuando las autoridades se confabularon para soltar a Guzmán Loera a cambio de un pago millonario. “Al régimen panista le interesaba que un solo grupo criminal tomara el control del crimen organizado y ‘alineara” a los cárteles beligerantes, entre otros, el del Golfo, Los Zetas y La Familia Michoacana'”, explica.

Cobró auge entonces la idea de crear una Federación de Narcotraficantes, proyecto en el que trabajó mucho Esparragoza Moreno, “El Azul”, sin conseguirlo, pues lo único que lograron es que Sinaloa se convirtiera en la empresa del tráfico de drogas más poderosa del mundo. Actualmente opera en 50 países.

De acuerdo con Ravelo, el anhelo de crear esa mega-estructura criminal se quedó como un viejo proyecto. Ismael Zambada García, “El Mayo”, es considerado el último capo de la vieja guardia. Se inició en el negocio del narcotráfico en los años setenta. Antes era empleado de una mueblería. Más tarde se metió al negocio –“así nomás”, según le relató al periodista Julio Scherer García cuando se encontró con él en la sierra de Sinaloa –y es el más longevo en esa actividad. Más de cuatro décadas se ha mantenido Zambada en el negocio, intocable e impune.

-Con información de Zeta.

“Mayito Gordo”, hijo de “El Mayo” Zambada, se declara culpable por narcotráfico en Corte de EU

viernes, abril 30th, 2021

El hijo de “El Mayo” aceptó haber coordinado y organizado con otros miembros del Cartel de Sinaloa el transporte y la distribución de grandes cantidades de sustancias ilícitas, incluyendo cocaína, heroína y mariguana para su importación de México a Estados Unidos.

Por Carlos Álvarez

Baja California, 30 de abril (Zeta).– Ismael Zambada Imperial, conocido como “Mayito Gordo” –hijo mayor del líder del Cártel de Sinaloa, Ismael Mario Zambada García, alias “El Mayo”–, se declaró culpable este viernes 30 de abril, en una Corte Federal del Distrito Sur de California, en San Diego, acusado de importar y distribuir metanfetamina, cocaína y mariguana a Estados Unidos.

El hijo de uno de los fundadores del Cártel de Sinaloa acordó entregarle cinco millones de dólares al Gobierno de Estados Unidos y podría enfrentar a una pena mínima de 10 años y una máxima de cadena perpetua. Su sentencia se dará a conocer en 2022.

Cuando el Juez federal Dana Sabraw le leyó al “Mayito Gordo” cada una de las acusaciones en su contra y le preguntó cómo se declaraba, Zambada Imperial respondió en español: “culpable”.

En su acuerdo, los fiscales federales piden a la Juez que se considere el tiempo que ha estado bajo custodia de las autoridades mexicanas y dejen de acusarlo de lavado de dinero ya que lleva casi siete años preso, tanto en México, como en California.

Sin embargo, el Juez Sabraw advirtió este mismo día, que dado la gravedad de los delitos de “El Mayito Gordo”, se enfrenta a una pena máxima a cadena perpetua y que eso quedará a discreción de la corte.

“Usted admite que se convirtió en un líder dentro del Cartel de Sinaloa y fue responsable de varios aspectos de las operaciones del cartel, específicamente usted admite en el acuerdo [de culpabilidad] que coordinó y organizó con otros miembros del Cartel de Sinaloa el transporte y la distribución de grandes cantidades de sustancias ilícitas, incluyendo cocaína, heroína y mariguana para su importación de México a Estados Unidos”, dijo el Juez.

Zambada Imperial aceptó, además, “que ordenó actos violentos como miembros del Cartel de Sinaloa, en beneficio de actividades de contrabando de narcóticos”, según lo mencionó el magistrado.

Según el periodista Keegan Hamilton, “Mayito Gordo” admitió haber enviado 450 kilos de cocaína y 90 kilos de heroína, cantidades relativamente pequeñas para una organización criminal de las dimensiones del Cártel de Sinaloa.

El 19 de diciembre del 2019, Ismael Zambada Imperial, mejor conocido como “Mayito Gordo” -hijo mayor del líder del Cártel de Sinaloa, Ismael Mario Zambada García, alias “El Mayo”-, fue extraditado a Estados Unidos.

Un día después, el 20 de diciembre del 2019, “El Mayito Gordo” compareció ante la Corte Federal del Distrito Sur de California, en San Diego, acusado de asociación delictuosa para distribución de narcóticos. Sin embargo, se declaró no culpable de los delitos que se le imputan.

En la misma acusación, los fiscales estadounidenses incluyen a su padre, “El Mayo”, a su hermano Ismael Zambada-Sicairos, y a Iván Archivaldo Guzmán Salazar, “El Chapito”, hijo del capo sinaloense Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”.

La extradición de “El Mayito Gordo” se dio tras cumplir apenas la mitad de su condena en México y luego de 5 años de tratar de evitar ser trasladado a EU.

A mediados de diciembre, Patricio Leopoldo Vargas Alarcón, juez Décimo de Distrito de Amparo en Materia Penal, otorgó un amparo a Zambada Imperial, para ser trasladado del Centro Federal de Readapatación Social (CEFERESO) 2 “Occidente”, en El Salto, Jalisco, a un penal de la Ciudad de México.

Según el diario Milenio, que informó del hecho, lo que dictó el Juez federal no ordenaba el traslado de penal, aunque sí dejaba sin efecto la resolución del Juzgado Cuarto de Distrito de Amparo en Materia Penal de Zapopan -donde se radicó el expediente 399/2015- de mayo de este año, con el que fue desechado el recurso de apelación que interpuso Zambada Imperial, debido a que se determinó improcedente el incidente no especificado.

“La autoridad responsable no se pronunció de manera suficiente y detallada sobre los fundamentos, motivos y circunstancias que la llevaron a tomar la determinación de desechar de plano el recurso de apelación, es indudable que se transgredieron en perjuicio del impetrante de amparo, sus derechos fundamentales de legalidad y seguridad jurídica, al no tener la certeza del porqué del actuar de la jueza de ejecución responsable”, indicó la resolución de Vargas Alarcón.

La Coordinación General de Centros Federales del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social informó en su momento, que el centro donde “El Mayito Gordo” solicitaba su traslado no cuenta con la infraestructura adecuada.

Ni tampoco el nivel de seguridad necesario para el correcto internamiento de dicha persona, además de que no existe convenio celebrado entre la Federación y la Ciudad de México, para la concesión del traslado solicitado. Tras dicha respuesta, la autoridad determinó que no procedía el incidente no especificado de traslado, por lo que el quejoso apeló, pero la juez desechó su apelación.

Sin embargo, el Juez Vargas Alarcón señaló que el Juzgado Quinto de Distrito Especializado en Ejecución de Penas no expuso de manera clara, congruente y coherente los fundamentos y motivos que justifican dicha determinación.

En dos ocasiones anteriores, Zambada Imperial había solicitado juicios de derechos fundamentales por la misma causa. Uno de ellos ante el Juzgado Sexto especializado en la materia (1740/2014) y otro en el Juzgado Segundo del mismo ramo (1821/2014). Ambos fueron sobreseídos, porque las autoridades carcelarias negaron el acto reclamado.

En noviembre del 2015, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) concedió a EU la extradición del hijo mayor de “El Mayo”, luego del aval del Juez Sexto de Distrito en Procesos Penales Federales, con sede en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, para que “El Mayito Gordo” fuera trasladado al país en el que se encuentran presos sus hermanos Vicente Zambada Niebla, “El Vicentillo”, y Serafín Zambada Ortiz, “Flaco”, también por los cargos de narcotráfico.

Sin embargo, la defensa legal de “El Mayito Gordo”, como es identificado en la Corte del Distrito Sur de California, promovió un amparo contra la medida, por lo que consiguió una suspensión provisional de la orden que lo entregaría al Gobierno estadounidense.

En marzo de 2014, la Fiscalía Federal del Distrito Sur de California presentó una acusación en contra del hijo de “El Mayo Zambada”, junto a 14 narcotraficantes más, por los delitos de asociación ilícita ininterrumpida, conspiración e introducción ilegal de mariguana, cocaína y metanfataminas por la frontera de Tijuana, Baja California, hacia California y la costa este de EU, además de conspiración para lavado de dinero.

Tras la decisión del juez, la SRE avaló la orden de extradición, al considerar que el Gobierno de Estados Unidos, había cumplido con los lineamientos correspondientes, por lo que realizó las gestiones con el Gobierno estadounidense para la entrega de Zambada Imperial.

El 12 de noviembre del 2014, el hijo mayor de “El Mayo Zambada” fue capturado tras un operativo realizado por la la Secretaría de Marina (Semar) y la Policía Federal (PF), en “El Ranchito de los Burgos”, ubicado a 60 kilómetros al sur de Culiacán, Sinaloa.

En México, “El Mayito Gordo” fue condenado a 10 años de prisión por violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.

Según EU, entre los cómplices de “El Mayito Gordo”, quien es señalado de dirigir la célula del Cártel de Sinaloa encargada del trasiego de droga hacia California, se encuentran René Arzate García, alias “La Rana”, y su hermano Alfonso Arzate García, “El Aquiles”. Además de su hermano menor, Serafín Zambada Ortiz, “Flaco”, así como Rodrigo Aréchiga Gamboa, “El Chino Ántrax”.

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“El Mayo” envejece; “El Mencho”, enfermo. Y la pandemia. Hay un nuevo mapa del narco en México

martes, enero 26th, 2021

Dos grandes organizaciones criminales dominan el escenario del crimen en México: Cártel de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación. Al interior de dichas organizaciones se viven una transición generacional por el envejecimiento de “El Mayo” Zambada, con hijos y hermano detenidos, y por supuesta enfermedad de “El Mencho” Oseguera. Mientras el todo el país existen otros ocho grupos delictivos de alto impacto y unas cien agrupaciones menores, no menos peligrosas.

Tijuana, Baja California (Zeta).- Dos grandes cárteles, siete u ocho organizaciones criminales de alto impacto y unos cien grupos menores de la delincuencia organizada, no menos peligrosos, conforman la geografía del narcotráfico en México. Sin embargo, las autoridades federales han fincado su estrategia en la pacificación del mundo del crimen sin atacarlo frontalmente y haciéndolo en forma tangencial, sin que se tenga noticia de resultados relevantes.

Mientras la sociedad mundial permanece en ascuas por la pandemia de COVID-19 y los gobiernos se ocupan de priorizar el grave problema de salud pública, los grupos delictivos siguen operando e ingeniándoselas para hacer llegar sus drogas a los consumidores, pues no se tiene información que refleje que el confinamiento ha generado un descenso en el consumo de sustancias ilícitas.

Antes y durante la contingencia sanitaria se han registrado cambios en los tipos de drogas, se modifican los patrones de los hábitos de consumo de sustancias ilícitas y las organizaciones criminales han mudado de formas y se reconfiguran. En tanto, no se advierte la eficacia del Estado mexicano para acotar la distribución de enervantes, ni de frenar la comisión de delitos inherentes al crimen organizado o arrancar el poder que ostentan los conglomerados delincuenciales.

Jesús Alfredo Guzmán Salazar, Ovidio Guzmán López e Iván Archivaldo Guzmán, hijos Joaquín Guzmán Loera. Foto: Arcihvo.

En su última Evaluación Nacional de Amenazas de Drogas, en julio de 2020, la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) reiteró que las organizaciones mexicanas representan la mayor amenaza criminal para Estados Unidos, las cuales se diversifican, pues no solo trafican con sustancias prohibidas, sino que participan en delitos como extorsión, tráfico de personas y robo de combustibles, incrementando los índices de homicidios.

Por su parte, Jorge Fernández Menéndez, analista en temas de seguridad y narcotráfico, sostiene que los cárteles de la droga como cualquier empresa, sea criminal o no, deben adaptarse a los patrones de consumo que tienen que asumir con los nuevos mercados. Y eso es lo que está pasando en México, donde existe una transformación generacional en las dos organizaciones criminales más poderosas y han encontrado nuevas formas de producir, distribuir y vender nuevas drogas, ante un mal diagnóstico y una estrategia fallida de las autoridades.

El gobierno no solo se quedó con información de inteligencia producida por la Procuraduría General de la República (PGR) en el sexenio pasado, que en 2018 reconocía la existencia de nueve cárteles del narcotráfico en 19 entidades federativas, a través de 37 células o grupos delictivos, sino que en la actualidad minimiza los datos, señalando que no existe ninguna organización criminal capaz de desafiar al Estado.

Antes, en 2014, la PGR reveló que había los mismos nueve cárteles, pero refería un total de 43 células criminales operando en 23 estados de la República Mexicana. De acuerdo con el comparativo, conforme se fue acercando el final de la administración del ex Presidente Enrique Peña Nieto, se redujo la actividad de los grupos de la delincuencia organizada, pero solo en el papel, pues cada vez se conoce de la atomización de diversas organizaciones delictivas por la detención de sus líderes o disputas internas que generan violencia en las sucesiones y optan por crear nuevos clanes.

LOS CÁRTELES

En septiembre de 2020, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto Castillo, aseguró que en México actúan 19 organizaciones criminales de alto impacto, dos de estas con mayor relevancia que las demás, con ganancias superiores al billón de pesos entre 2016 y 2018. El funcionario destacó que la estrategia federal para atacar el fenómeno está dirigida en cinco vertientes:

1. Identificación de sicarios y líderes de los cárteles
2. Sus estructuras financieras.
3. Corrupción política
4. Corrupción policial y judicial que los protege
5. La base social que los apoya.

La DEA ha identificado que son nueve los principales grupos de la delincuencia organizada que operan en la República Mexicana. A saber, menciona en su evaluación de mediados del año pasado a los cárteles de Sinaloa, Los Zetas, Arellano Félix, Juárez, Beltrán Leyva, del Golfo, La Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios y Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

De igual manera, la agencia antidrogas norteamericana estima que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha basado su estrategia en la militarización, enfocándose más en el robo de petróleo que en atender al tráfico de narcóticos.

El reconocido analista Jorge Fernández Menéndez coincide solo en parte con el diagnóstico:

“En el tema del narcotráfico, sigo pensando que hay dos grandes cárteles solamente, como cárteles. A mitad del gobierno de (Felipe) Calderón había hasta siete cárteles muy importantes. Cuando decimos cárteles, estamos hablando de una organización criminal que en términos del narcotráfico va desde el primer ámbito, hasta el último. O sea, desde la producción de la droga, hasta el lavado de dinero, el tráfico y la compra de armas, la colocación en el mercado y demás.

“Ahora hay como dos grandes soles: el Cártel de Sinaloa y el CJNG. En torno a esos soles hay distintos planetas, vamos a llamarlo así, que son distintas organizaciones, que a veces se les llama cárteles, que siguen existiendo, pero de alguna forma giran en torno a la órbita de esos dos soles. Entre ellos están los Guerreros Unidos, los Beltrán Leyva y otras organizaciones, que son siete aproximadamente en ese ámbito. Y luego, en torno a los planetas hay muchos satélites, muchas bandas que de una forma u otra terminan trabajando en algún capítulo de la producción, o de las actividades de esos grandes cárteles. Terminan trabajando con ellos”, apuntó Fernández.

A diferencia de Santiago Nieto, para el autor del libro “La Nueva Guerra. Del Chapo al Fentanilo”, después del Cártel de Sinaloa y del CJNG, las organizaciones de alto impacto son el Cártel del Golfo, Cártel de Juárez, Los Viagra, Guerreros Unidos y los Beltrán Leyva. El titular de la UIF incluye entre los cárteles a grupos como Independiente de Acapulco (CIDA), Los Rojos, Cártel del Noreste y a los autodenominados cárteles que operan en Ciudad de México.

Joaquín “Chapo” Guzmán, exlíder del cártel de Sinaloa. Foto: Isaac Esquivel, Cuartoscuro.

Al respecto, Fernández Menéndez asegura que “hay grupos de los que se les denomina cárteles y en términos reales no lo son. El Cártel de Tepito, por ejemplo, en Ciudad de México, no es un cártel. Es un grupo criminal peligrosísimo que se dedica a muchas actividades ilícitas, pero depende de otros grupos, la Anti Unión depende del CJNG. El autodenominado Cártel del Marro o de Santa Rosa de Lima, no es un gran cártel, es una organización criminal dedicada al robo del combustible y otras actividades como la extorsión, robo y secuestro, pero no es un cártel como tal. Lo que queda de los Arellano Félix, son grupos que se han disuelto y trabajan sobre todo para el Cártel de Sinaloa o Jalisco. Lo mismo ha pasado con Los Zetas”.

En su particular análisis, después de esos grupos coexisten en el país cerca de cien organizaciones criminales “que trabajan cotidianamente de una, alguna, u otra forma, relacionadas con estos grupos, pero son organizaciones diferentes, mucho menores. Eso no las hace ni más, ni menos peligrosas, pero así es como está distribuido, digamos, el escenario criminal”.

“El Marro” fue detenido el pasado mes de agosto. Foto: Cuartoscuro.

Sin embargo, reitera que los cárteles solo son dos y actualmente pasan por transiciones generacionales debido al debilitamiento de sus líderes, no así de las organizaciones.

Del Cártel de Sinaloa, Jorge Fernández, detalla que nunca estuvo aniquilado, ni remotamente con la captura y extradición de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Solo terminó una época, y para él, sigue siendo el cártel más poderoso en México. “Más que un cártel, yo lo digo, es un holding que tiene una estructura más flexible. Hay cuatro o cinco grandes grupos que están en disputas entre ellos también, pero que se coordinan para realizar sus actividades. Eso les da mayor posibilidad de trabajar. No está tan centralizado como las otras organizaciones criminales, como el Cártel Jalisco Nueva Generación, por ejemplo. Yo creo que es una realidad, es una organización criminal que está y va a estar muy presente”.

La situación actual del líder de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada, que ya tiene más de 70 años de edad, con sus hijos y hermano detenido, le han dado un rol con una suerte de “padrino” entre las distintas agrupaciones de ese cártel, asevera el analista, lo que ha motivado una transición generacional para la futura sucesión. Menciona a “Los Chapitos”, al hijo de Juan José Esparragoza “El Azul” (recientemente fallecido a causa de la COVID-19) y paradójicamente a Rafael Caro Quintero, que también forma parte de ese grupo.

“Creo que están en un proceso de transición, y en ese proceso, de manera similar, también se encuentra el Cártel Jalisco, por otras razones, pero básicamente porque su líder, ‘El Mencho’, está enfermo. No de tan extrema gravedad, como se publicó en alguna ocasión, que estaba a punto de morir, pero ya se están disputando la sucesión dos operadores. Uno, es supuestamente un hijo que tiene fuera del matrimonio, que le dicen ‘El 03’, y otro personaje que es un muy poderoso, que le dicen ‘El Sapo’”.

ANÁLISIS DE LA DEA

En la Evaluación Nacional de Amenazas de Drogas 2020, la DEA establece que las cadenas de suministro de las agrupaciones criminales de México atraviesan el hemisferio occidental y el mundo. Producen y trafican drogas ilícitas como heroína, metanfetamina, marihuana y opioides sintéticos como el fentanilo. Trasiegan cocaína sudamericana hacia Estados Unidos y, a medida que los cárteles mexicanos expandieron su control del mercado de opioides, la sobredosis en la Unión Americana aumentó drásticamente, estableciendo un récord en 2019, con más del 70% de las muertes por sobredosis de opioides, incluido el fentanilo.

La agencia antidrogas estadounidense considera que el Cártel Arellano Félix continúa con su operación, principalmente en Tijuana, sosteniendo un resurgimiento de la violencia en esta frontera, al forjar una alianza con el CJNG. Sobre este, el informe destaca que “a pesar de las pérdidas de liderazgo, ha ampliado su alcance geográfico y mantenido su propia cohesión mientras explota la escisión de la organización de Sinaloa. Se considera un cartel extremadamente poderoso, con presencia en 27 de los 32 estados mexicanos en 2020. Su reputación de violencia extrema e intimidante continúa”.

Por lo que ve al Cártel de Sinaloa, la DEA refiere que se trata del clan criminal más antiguo establecido en México y está compuesto por una red de organizaciones más pequeñas. El análisis refiere que esta agrupación está en declive, citando su desintegración en facciones y la violencia de las tensiones inter e intra organizacionales, por lo que el CJNG ha aprovechado sus falencias para expandirse. La fricción entre las dos principales partidas del Cártel de Sinaloa “se intensificó en mayo y junio de 2020, con violentas luchas internas entre una facción liderada por los hijos de El Chapo Guzmán (Los Chapitos) y aquellos alineados con una facción bajo ‘El Mayo’ Zambada”.

Operativo militar en Guanajuato. Foto: Diego Costa, Cuartoscuro.

Del Cártel de Juárez, se advierte un debilitamiento en su actividad por la pérdida de la plaza desde 2016 ante la batalla por el control que presuntamente ejercen los cárteles de Sinaloa y CJNG. En cuanto al Cártel del Golfo, la DEA sostiene que pervive en el comercio de cocaína y marihuana, pero se ha expandido a heroína y metanfetamina, contrabandeando la mayoría de sus envíos de drogas al sur de Texas.

Por su parte, Los Zetas se han fragmentado ante las escisiones que dieron pie a la formación del Cártel del Noreste y Los Zetas Vieja Escuela, aunque continúan traficando una variedad de drogas, incluida la heroína y la cocaína, a través de centros de distribución en Laredo, Dallas y Nueva Orleans.

De los Beltrán Leyva se señala un posible desmoronamiento ante el arresto de muchos de sus líderes, por lo que se estima que las facciones disidentes de esta organización dependen de alianzas flexibles con el CJNG, el Cártel de Juárez y elementos de Los Zetas para trasladar drogas a través de la frontera.

En lo que corresponde a los grupos de Michoacán, como Los Caballeros Templarios, se aprecia que, tras la detención de su líder, Servando Gómez Martínez “La Tuta”, la suerte del clan se desplomó. Y de La Familia Michoacana, el informe revela que, aunque se creía una organización disuelta, sigue activa tanto en Michoacán como en Guerrero, especializándose en la producción y el contrabando de metanfetamina, junto con el tráfico de otras drogas sintéticas. También trafica marihuana y cocaína, además de regular la producción de heroína.

EL FENTANILO

Para Jorge Fernández Menéndez, en el predominio y expansión de los cárteles hay un factor de despegue, sobre todo para los de Sinaloa, pues a su parecer, se adelantaron a otros grupos criminales “y les permite operar, quizá con una lectura equivocada de algunos grupos, de que son menos violentos o que son menos narcotraficantes que otros, vamos a decirlo, y no es así, la realidad no es esa. Todos estos grupos utilizan o dejan de utilizar la violencia de acuerdo a sus necesidades, de coyuntura, momentáneas a la capacidad de control que tienen en un territorio u otro”.

En todos los sentidos, el fentanilo es un gran negocio para los cárteles. Es mucho más barato, más fácil de tener, de producir y de traficar. Es una droga que está de moda. Entonces, se puede vender a precios relativamente baratos a comparación de otras, pero con una enorme utilidad.

Fernández asegura que la utilidad por la producción y destino final de esta droga es diez veces superior a la heroína, “pero no solamente diez veces superior gramo por gramo, sino que para producir heroína necesitas tener terreno, cultivar amapola, tener campesinos, luego hay que cortarla y sacar la goma de opio; esa goma hay que llevarla a un laboratorio donde hay que tener una serie de productos químicos para transformarla en heroína y luego llevarla al mercado”.

En el caso del fentanilo, los traficantes importan el producto en estado puro, que es un farmacéutico de uso universal. Se recibe en algún puerto marítimo o aeropuerto de México, y con unos pocos kilos, se producen miles de dosis. Lo único que se requiere es una máquina para hacer pastillas y algunos otros productos que se consiguen fácilmente.

“No solo la utilidad es muchísimo mayor para los narcos, sino todo el costo de producción, de transporte y además es muy sencillo. Algo de lo que se está viendo y se va a ver en los próximos meses en Culiacán, es la enorme cantidad de laboratorios que están en simples cocinas de casas y departamentos, y desde ahí se trabaja. No es como con las metanfetaminas, hemos estado en este tipo de laboratorios que se huelen a kilómetros, por ello tienen que estar en lugares de la sierra y en despoblado. Aquí no, lo tienen en la cocina de una casa y desde ahí trabajan”, detalló Jorge.

El fentanilo llega por el Océano Pacífico. Hay otras rutas, pero los embarques más relevantes se registran en los puertos de Lázaro Cárdenas y en Manzanillo, situación que explica la violencia que hay en esas regiones, entre Michoacán, Jalisco y Colima. En ocasiones también arriba a Sinaloa, a través del puerto de Mazatlán, y “es muy fácil su manejo y transporte. Lo que decíamos, no necesitas una tonelada de fentanilo. Con 10 kilos de fentanilo, que se pueden esconder en cualquier parte de un vehículo, de un contenedor, pues no huele y no se percibe a simple vista, hacen miles y miles de dosis. La cantidad que hay que utilizar para una dosis de consumo es muy baja, son miligramos simplemente, entonces, es muy fácil transportarlo, sigue esas rutas terrestres”.

Y cuestionó: “¿Por qué no entra tanto por Tamaulipas y Chihuahua? Ahí existe otro tipo de consumo, como es cocaína y otras drogas que van por allá. La razón es sencilla, queda más lejos, y el tráfico que hay en los laboratorios, están sobre la costa del Pacífico y sobre esa zona”.

Para finalizar, el autor de varias obras relacionadas con el narcotráfico aludió el tema de Tamaulipas, “siempre fue un poco diferente Tamaulipas que Jalisco, Sinaloa o que Baja California, y en este ámbito, me parece que lo sigue siendo”.

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¿Ruptura en el Cártel de Sinaloa? Evidencia indica que los hijos de “El Chapo” enfrentan a “El Mayo”

lunes, diciembre 9th, 2019

El cártel que fuera comandado por Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”, e Ismael “El Mayo” Zambada, ha sobrevivido a los embates de sus enemigos y a la persecución de sus líderes e incluso al encarcelamiento; hechos que no ha minado el poderío de esta agrupación que desde los años 80 y hasta inicios de esta década, era considerada la más importante de México e incluso, del mundo.

Saltillo, Coahuila, 9 de diciembre (Vanguardia).- El semanario sinaloense RíoDoce informó que se habría registrado una ruptura entre Ismael “Mayo” Zambada, cabeza principal del Cártel de Sinaloa y los hijos del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, Iván y Alfredo Guzmán Salazar.

El origen del conflicto entre ambos grupos que integran el Cártel de Sinaloa aún no se establece, sin embargo, fuentes de RíoDoce aseguran que tiene relación con el ataque ocurrido en días recientes en contra de al menos 11 elementos de la Policía Municipal que fueron fuertemente golpeados. Los uniformados fueron internados en la Clínica Culiacán, en el centro de la ciudad, sin embargo estos hechos no trascendieron en medios.

Inicialmente se reportó que los policías resultaron heridos en una volcadura, pero eso no fue cierto. En realidad fueron levantados por un grupo armado y torturados. Se desconoce el motivo.

La Fiscalía General Estado informó este lunes que abrió carpeta de investigación sobre los hechos y que algunos de los elementos ya fueron entrevistados.

Joaquín “Chapo” Guzmán, líder del cártel de Sinaloa, fue sentenciado en Estados Unidos a cadena perpetua, tras haber sido declarado culpable de ocho cargos de crimen organizado y narcotráfico. Foto: Archivo, Moisés Pablo, Cuartoscuro

Ovidio Guzmán Salazar, hijo de El Chapo Guzmán. Foto: Cuartoscuro

Según el portal de Línea Directa, el Vicefiscal de la zona centro, Miguel Ángel Valdez Zazueta, dijo que tiene conocimiento que el hecho se reportó como un accidente, pero no pueden descartar nada por lo que investigan si efectivamente presentan lesiones causadas por un percance vial o se trata de lesiones dolosas.

Durante los hechos del 17 de octubre pasado, cuando cientos de sicarios tomaron la ciudad de Culiacán a raíz de la detención fallida de Ovidio Guzmán López, los operadores de los hijos del “Chapo” Guzmán pidieron apoyo a las fuerzas del “Mayo” Zambada, pero éstas no los respaldaron.

Desde entonces se habla de una fricción entre ambos clanes.

Un motivo más de la disputa entre ambos bandos, es que, de acuerdo con fuentes consultadas por RíoDioce que pidieron no ser identificadas, los sicarios de “Los Chapitos” están buscando a un operador del “Mayo” apodado “El Ruso”.

A pesar que le han pedido que se los entregue, Ismael Zambada se ha negado, lo cual habría ahondado las diferencias.

Cabe recordar que desde el pasado mes de abril, el semanario Zeta de Tijuana, ya reportaba disputas entre los bandos de “El Mayo” y “Los Chapitos”, presuntamente causadas por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Saldo de los enfrentamientos derivados de la detención de Ovidio Guzman el pasado 17 de octubre. Foto: Cuartoscuro

Saldo de los enfrentamientos derivados de la detención de Ovidio Guzman el pasado 17 de octubre. Foto: Cuartoscuro

Saldo de los enfrentamientos derivados de la detención de Ovidio Guzman el pasado 17 de octubre. Foto: Cuartoscuro

El enfrentamiento surgió entre dos cabecillas del Cártel de Sinaloa en esa entidad: Vicente Martínez González “El Güilo” y Felipe Eduardo Barajas Lozano “El Omega”.

Ambos delincuentes tienen sus centros de operaciones en la ciudad de Mexicali, Baja California, zona clave para el descenso de avionetas usadas para el trasiego de drogas.

EL DESPERTAR DEL CÁRTEL DE SINALOA

Con el rescate de Ovidio Guzmán toma fuerza y va por el Cártel Jalisco Nueva Generación

El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador tuvo que “doblar las manos” ante el poder del Cártel de Sinaloa. Lo que se pretendía ser un triunfo para la actual administración federal, con la captura de Ovidio Guzmán López –hijo del “Chapo” Guzmán–, terminó poniendo al descubierto una pésima estrategia de seguridad.

EL CÁRTEL DE SINALOA NO ESTABA MUERTO, COMO ALGUNOS CONSIDERABAN.

Su poder y presencia en los últimos 30 años ha crecido con a distribución de mariguana, cocaína, metanfetaminas y heroína proveniente tanto de Colombia como del Sudeste Asiático.

Utilizan una red de intermediarios que operan las diversas vías de transporte y países donde consigan funcionarios que colaboren con el tráfico.

Tiene presencia en casi 70 por ciento del mundo: América, Europa Central y Mediterránea, Balcanes y otros lugares. En México tiene presencia en 17 estados.

El cártel que fuera comandado por Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”, e Ismael “El Mayo” Zambada, ha sobrevivido a los embates de sus enemigos y a la persecución de sus líderes e incluso al encarcelamiento; hechos que no ha minado el poderío de esta agrupación que desde los años 80 y hasta inicios de esta década, era considerada la más importante de México e incluso, del mundo.

Según la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) esta organización delictiva es la que más empresas y personas tiene incluidas en la lista elaborada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, por presuntas actividades de lavado de dinero.

Del 17 de mayo de 2007 al 11 de junio de 2019, el Tesoro ha emitido 47 alertas contras las empresas y operadores del Cártel de Sinaloa.

El control del cártel está en manos de los hijos del Chapo, aunque existen divisiones internas en las que está involucrado el hermano de Joaquín Guzmán Loera, Aureliano alias el “El Guano”.

Saldo de los enfrentamientos derivados de la detención de Ovidio Guzman el pasado 17 de octubre. Foto: Juan Carlos Cruz, Cuartoscuro

Imagen el 11 de junio de 2003, cuando “El Chapo” fue presentado en el penal de alta seguridad de Almoloya de Juárez, tras su primera detención, Foto: Archivo, Pedro Valtierra, Cuartoscuro

EL PODERÍO DEL NARCO

La fuerza pública se vio muy superada en número por los integrantes del cartel de Sinaloa, en más del doble de efectivos, según declaraciones de agentes a medios locales. Los narcos amenazaron a familiares de militares y secuestraron a varios grupos del Ejército como moneda de cambio para la liberación de su jefe, Ovidio Guzmán, lo que precipitó su liberación.

Se pensaba que el cartel de Sinaloa estaba debilitado por las disputas internas tras la detención de su capo, El Chapo Guzmán, en enero de 2016. Sin embargo, la furia y la violencia que desató el jueves demostraron lo contrario. “Exhibieron un amplio arraigo social y fuerza armamentística con armas de alto calibre, así como su capacidad de reconstruir alianzas entre cabecillas y sicarios ante deslices gubernamentales”, asegura a DW el profesor del Tecnológico de Monterrey, Juan Carlos Montero, quien apunta que “los anteriores presidentes nunca se metieron a Sinaloa, sino únicamente con operativos precisos, y dejaron crecer el cartel”.

“El Chapo” andaba con total confianza por Sinaloa. Como ejemplo, añade el investigador, es que tras su fuga de prisión se escondió en ese estado y no en otro lugar: “Este control del cartel tampoco sería posible sin una colusión o permisividad de las autoridades, especialmente municipales y estatales. Se tiene que entender que los entes locales no pueden enfrentar a la maquinaria del narco, pero sí debe preocuparnos la ausencia e inacción del nivel estatal”.

“El crimen organizado se beneficia de un entorno estable. El cártel de Sinaloa no estaba adormilado, sino que tiene un poder tan fuerte como para imponer su autoridad en Culiacán y mantener esa aparente tranquilidad. Donde hay más violencia es donde el narco todavía no se ha consolidado y hay disputas entre bandas”, explica Montero. Solo esta semana, en Guerrero (suroeste), 15 personas fueron asesinadas y en Michoacán (centro) 13 policías fueron masacrados en una emboscada. La ineficacia en la prevención de estos ‘eventos’, el eufemismo oficial para referirse a matanzas, ha puesto en duda la estrategia de seguridad del ejecutivo cerca del año de haber tomado el mando.

VAN CONTRA “EL MENCHO” Y SU CÁRTEL JALISCO NUEVA GENERACIÓN

Debido al rápido avance del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) organización comandada por Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho” que hoy por hoy es considerada la organización más sangrienta y poderosa en México, el Cártel de Sinaloa se ha visto en la necesidad de realizar nuevas alianzas, incluso, con sus rivales.

Es el caso de Michoacán, en donde el Cártel de Sinaloa unió fuerzas con Rafael Caro Quintero así como con integrantes del Cártel del Golfo (CDG), Los Zetas entre muchos otros, quienes aceptaron financiar y respaldar al Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL), liderado por José Antonio Yépez, alias “El Marro“, para sacar a “El Mencho” de esa entidad, su tierra natal. La nueva agrupación lleva por nombre “Cárteles Unidos”.

Pero de acuerdo con algunos reportes, también apoyan a las autodefensas que operan en el estado de Michoacán, con la intención de frenar el avance de “El Mencho”.

Informes de la Evaluación Nacional de Amenaza de Drogas 2018 presentada por la DEA, señalan que el Cártel Jalisco Nueva Generación, cuya sede está en Guadalajara, se dedica a la manufactura y tráfico de grandes cantidades de cocaína, heroína, metanfetamina y fentanilo.

De acuerdo con el diario La Voz de Michoacán, Nemesio Oseguera Gonzalez, “El Mecho”, busca revivir el llamado Escuadrón de la Muerte, conocido como “Los 28”, con el fin de ejecutar a Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar, los hijos de “El Chapo”.

El “Escuadrón de la Muerte” surgió bajo el mando de Dámaso López Serrano, “El Mini Lic” o “El Rayo”, hijo de Dámaso López Núñez “El Licenciado” y solía ser contratado de manera independiente por diferentes grupos delictivos, principalmente en la zona de Baja California Sur.

– Con información de RíoDoce y La Verdad

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El Cártel de Sinaloa es un poder fáctico, todo un mundo que nos gobierna: Diego Enrique Osorno

viernes, noviembre 8th, 2019

A 23 días del operativo fallido en Culiacán, Sinaloa, el cineasta y escritor, Diego Enrique Osorno, habla acerca de la reedición (una década después de su primera publicación) de El Cártel de Sinaloa. Una historia del uso político del narco, libro que fue cuestionado en su momento por plantear una idea provocadora entonces: el narcotráfico en México es hijo de la política.

El autor busca alejarse del “glamour morboso” que tiene en la actualidad lo relativo al narco, para darle una perspectiva política al tema. En sus páginas desarrolla, con testimonios y archivos, la historia de esta organización criminal; lo que no se dijo en el juicio de El Chapo y relata la vida de Ismael Zambada García, “El Mayo”, un capo de 72 años que en medio siglo nunca ha pisado la cárcel.

Ciudad de México, 8 de noviembre (SinEmbargo).- El jueves 17 de octubre, Culiacán, Sinaloa, se congeló: los habitantes se resguardaron en sus casas y la actividad laboral y comercial cesó por la incertidumbre y el miedo. Durante varias horas, hombres armados, presuntamente integrantes de El Cártel de Sinaloa, bloquearon la ciudad tras la captura de Ovidio Guzmán, uno de los hijos de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”. El Gobierno intentó bosquejar una explicación sobre el operativo (un video de la captura, el minuto a minuto y tres conferencias completas) en el que se “detuvo” y luego se “liberó” al narcotraficante, pero esto sólo ha sembrado más dudas entre especialistas, organizaciones civiles y la población, además de la pregunta fundamental: ¿Existe una estrategia concreta en materia de seguridad?

“Para mí es loable que se haya preferido evitar una masacre dejando ir a Ovidio, pero sigo sin entender por qué se realizó ese operativo. Pese a la información en las conferencias, no queda claro. El Gobierno proclamó que iba a actuar de forma distinta contra los grupos criminales”, se cuestiona Diego Enrique Osorno, autor de El Cártel de Sinaloa, y agrega que más que estrategia, hay una voluntad clara del Gobierno por no verse corrompido en la “dinámica perversa del combate al narcotráfico”.

“Pero no es fácil, sobre todo si se tratara de una propuesta más arriesgada e inteligente, con golpes financieros y al paralelo de la legalización”, insiste el escritor, a quien le parece un tema urgente el tema de la legalización de las drogas, pues la prohibición y el combate “produce más muertes que la adicción”.

Osorno señala también las razones del relanzamiento de su libro, que fue atacado en su momento por plantear una idea disruptiva y provocadora entonces: la hipocresía de la política antidrogas que abanderó Calderón para legitimizarse. El narcotráfico en México es pues, “hijo de la política”, sentencia.

“Ahora el tema del narco tiene un glamour morboso y el libro está alejado de eso, no busca el sensacionalismo. Más allá de lo criminológico o policiaco, aborda el tema desde una perspectiva política”, asegura el autor que ve al Cártel como una empresa que no depende del liderazgo de una sola persona.

El cineasta, reportero y autor de nueve libros, habló para Puntos y Comas acerca de la reedición (se agregaron 100 páginas) de El Cártel de Sinaloa. Una historia del uso político del narco (Grijalbo), a diez años de su primera publicación. En sus páginas desarrolla, con testimonios y archivos desclasificados, la historia de la organización más importante del tráfico de drogas a nivel internacional; documenta lo que no se dijo en el juicio de El Chapo; relata la vida de Ismael Zambada García, “El Mayo“, un capo de 72 años que lleva medio siglo sin haber pisado nunca la cárcel y que se volvió, gracias a sus conexiones en los últimos cinco sexenios, el narcotraficante más antiguo y poderoso de México.

***

–¿Tras el operativo fallido del 17 de octubre en Culiacán, las fuerzas de Andrés Manuel López Obrador quedaron en entredicho ante la opinión pública por denotar debilidad…

–Creo que más que verlo en términos de disputa entre el Presidente y la oposición, para mí lo crítico es que se abrió la posibilidad de que comencemos a ejercer una política antidrogas distinta, soberana; que dé un giro radical a lo que se ha venido haciendo por los gobiernos anteriores, con los que fue un desastre.  El Gobierno dio señales interesantes en ese sentido: el discurso de no ir por los capos y buscar actuar de manera inteligente y financiera.

Esto se rompe el 17 de octubre en Culiacán cuando se da este operativo. Para mí es loable que haya preferido evitar una masacre y haya dejado ir a Ovidio, pero sigo sin entender por qué se realizó ese operativo. Pese a la información en las conferencias recientes, no queda claro; el Gobierno proclamó que iba a actuar de forma distinta contra los grupos criminales.

Osorno formó parte de la Comisión de la Verdad de Oaxaca, que documentó crímenes de lesa humanidad, y ha encabezado iniciativas de regeneración del tejido social a partir del periodismo narrativo. Foto: Crisanto Rodríguez, SinEmbargo

Estamos en un momento decisivo. México tiene que hacer su propia política antidrogas más allá de los intereses de Estados Unidos. No lo pudimos lograr con el tema migratorio, pues Donald Trump nos impuso otra vez sus políticas y nosotros estamos haciendo un trabajo vergonzoso en este tema. No quisiera que pasara lo mismo con el tema antidrogas y que nos convirtamos en una instancia que le hace el trabajo sucio a las agencias norteamericanas.

Ojalá en los próximos días el Gobierno actual, en su afán de transparencia y así como abrió la información sobre el operativo, abra también la información sobre la cooperación que existe con EU para conocer los acuerdos y saber hasta qué punto comprometen la soberanía de nuestro país.

–En sexenios anteriores se presumía que los cárteles estaban protegidos por el Presidente en turno, ¿Con AMLO existe esta relación con el crimen organizado?  Él insiste en que no hay ni habrá colusión.

–Sinceramente no creo que este Gobierno tenga complicidad con alguna organización criminal, no creo que haya un “cártel favorito”, como dio la impresión en gobiernos anteriores. Lo sé por las señales que ha mandado: el Presidente habló de amnistía en campaña; luego ya no usó el término porque hubo mucha controversia y cada vez que el tema es tocado, hay mucha estridencia y tergiversación.

Insisto, un tema importante es poder legalizar las drogas en México: no basta con que el Congreso apruebe una ley, hace falta operación política, trabajo legislativo para acabar con la prohibición y con las redes que no son sólo criminales, también tienen que ver con los contextos donde se arraigan estos fenómenos. Al mismo tiempo también haría falta una perspectiva de justicia transicional.

–La estrategia de seguridad que ha planteado el Presidente tiene que ver con la prevención del delito pero realmente no ha detallado qué va a hacer con el crimen organizado. ¿Cómo ves este panorama, hacia dónde va la estrategia?

–Más que estrategia hay voluntad de hacer las cosas de manera distinta, de no corromper al Gobierno en esta dinámica perversa del combate al narcotráfico y también de no generar mayores espirales de violencia. La ausencia de algo definido explica las contradicciones expuestas en las mañaneras con respecto a Culiacán. Espero que estos acontecimientos sean un parteaguas y ayuden a definir ya una estrategia efectiva.

Pero no es fácil, sobre todo si se trata de una estrategia innovadora. El Gobierno en este tema tiene cinco pilares: la Secretaría de la defensa, de marina, de seguridad, el Cisen y la Fiscalía. Son cinco universos con los que se tiene que consolidar una estrategia única. Si la idea fuera hacer una estrategia punitiva de supuestamente combatir la delincuencia, sería fácil integrar esas cinco instancias, pero si la propuesta es más arriesgada o inteligente, con golpes financieros y al paralelo de la legalización que está proponiendo el Senado, se vuelve más complejo.

Actualmente es profesor de la Universidad de Monterrey, publica una columna en el diario Maspormas y es escritor de Bengala, una agencia que desarrolla contenido para cine y televisión. Foto: Crisanto Rodríguez, SinEmbargo

–¿El Cártel de Sinaloa sigue siendo sólido? ¿Cómo se estructura ahora con El Chapo en la cárcel?

–Lo que yo planteo en el libro es que el Cártel de Sinaloa es una empresa y no depende necesariamente del liderazgo de una sola persona. Es como Cemex: Murió Lorenzo Zambrano y no desaparece Cemex porque es una empresa que tiene una estructura, personajes claves, experiencia. Lo mismo pasa con el Cártel, que lleva muchos años operando.

También habría que decir que El Chapo no necesariamente era el máximo operador del Cártel, sino Ismael Zambada, El Mayo, que a diferencia de todos los capos que conocemos, nunca ha pisado la cárcel e incluso tuvo el gesto de dar una entrevista con Julio Scherer en un momento de mucha persecución.

La noche del 11 de julio de 2015, El Chapo volvió a fugarse y la noticia fue difundida por la prensa mexicana​ la madrugada del 12 de julio. Se dijo que ocurrió alrededor de las 9 de la noche. Foto: Especial

La portada en la que aparece Scherer García junto al Mayo Zambada, en el año 2010, fue usada en el juicio de El Chapo Guzmán, en Nueva York. Foto: Especial

Hoy en día el Cártel de Sinaloa tiene dinámicas de enfrentamiento y división, eso es una constante en ese mundo. Pero quizá la crisis mayor ya pasó hace dos años cuando hubo una disputa, entre los hijos de El Chapo y un socio y amigo suyo, Dámaso López, por ver quien se quedaba con mayor control. Esa riña fue muy cruenta y uno de los compañeros que la estaba cubriendo, Javier Valdez, un gran periodista y amigo, fue asesinado a causa de ello.

Dámaso López Nuñez, más conocido como Dámaso López o El Licenciado, es un ex narcotraficante y criminal mexicano.​ Fue líder del Cártel de Sinaloa después de la captura del “Chapo”

El 15 de mayo de 2017, el fundador de Ríodoce fue bajado de su vehículo por dos hombres encapuchados que le cerraron el paso en un coche color blanco. De rodillas, con las manos sobre los muslos, Valdez recibió 12 balazos. Foto: Especial

–¿Qué destacarías de este cártel, el más antiguo en México? ¿Cómo ha sido su evolución? ¿Será el fentanilo la nueva apuesta del Cártel para diversificar su mercado?

–Esta organización empezó con la mariguana, en los años 70 por Miguel Ángel Félix Gallardo se involucró con la heroína, luego la cocaína se volvió el activo más importante de sus operaciones. Posteriormente hubo una serie de drogas que han ido apareciendo y desapareciendo a lo largo de los años y el fentanilo es una de las drogas que actualmente están emergiendo. Han existido muchos otros productos ilegales que el Cártel ha manejado por la demanda en Estados Unidos y que no han prosperado. Finalmente los pilares siguen siendo la mariguana, la heroína y la cocaína.

Justo por eso para mí es muy importante la legalización de las drogas. Yo sí creo que tenemos que buscar la apertura de ese mercado, donde el Estado pueda regular de manera eficaz; realizar campañas más abiertas en contra de la adicción sin que se estigmatice al adicto. El combate al tráfico de estas drogas produce más muertes que la adicción; no tiene sentido lo que estamos viendo hoy en día.

“Finalmente los pilares siguen siendo la mariguana, la heroína y la cocaína”, opina el escritor en entrevista. Foto: Especial

–¿A qué se debió la reedición del libro?

–Publiqué este libro hace diez años, cuando el tema de la guerra contra el narco estaba en su máximo esplendor. Desde la primera edición cuestiona esa guerra y plantea que detrás de la declaración de Felipe Calderón, más que combate real, había una motivación de buscar legitimidad, tan cuestionada luego de su llegada al poder.

Cuando el libro salió fue muy atacado porque en ese momento la guerra contra el narco tenía una cierta popularidad: una encuesta de Reforma entonces arrojaba que 7 de cada 10 personas apoyaban y creían que la guerra contra el narco era real. Hoy en día es un lugar común decir que Calderón uso el tema del narco para legitimizarse; eso ya casi todo mundo lo dijo, pero hace diez años esa idea era muy disruptiva, muy provocadora.

Cuando se investigaba de ello, lo hacíamos con mucho riesgo y miedo, más que ahora, porque era un tema que no se tocaba; era muy difícil que los medios nos dieran espacio, era una verdadera pelea conseguir un espacio para publicar esas historias.

Después vinieron otros libros: La guerra fallida, de Rubén Aguilar y Jorge Castañeda; luego otro libro de Anabel Hernández [Los señores del narco], luego otro de José Reveles [El cártel incómodo]. Se fue formando una narrativa donde muchos documentamos la hipocresía de la política antidrogas que abanderaba Calderón, quien más bien estaba destrozando el tejido social, provocando miles de asesinatos, desapariciones, desplazamientos y un colapso general que todavía estamos padeciendo.

El operativo conjunto Michoacán marcó el inicio de la llamada Guerra contra el Narcotráfico que emprendió el entonces Presidente Felipe Calderón. Foto: Especial

Ahora el tema del narco tiene un glamour medio morboso y el libro está alejado de eso, no busca el sensacionalismo. Más allá de lo criminológico o lo policiaco, aborda el tema desde una perspectiva política con testimonios directos de empresarios, guerrilleros, campesinos, solados, capos, sicarios que te cuentan su versión

En esos diez años el libro se fue reimprimiendo muchas veces y yo seguía haciendo coberturas esporádicas, pues la gente comenzó a acercarse más y entender esta tesis que yo planteo en el libro: el narcotráfico en México es hijo de la política, van siempre de la mano.

En este tiempo detuvieron al Chapo, se fugo, lo volvieron a detener, lo extraditaron, hubo un juicio que fue un show, mataron a un hermano de El Mayo… Hubo una serie de eventos que consideré necesarios incluir en una edición actualizada una década después para que las personas que han continuado buscando el libro, tuvieran un contexto actualizado. Se agregaron casi 100 páginas.

–¿Por qué es importante leerlo?

–Porque el Cártel de Sinaloa es uno de los poderes fácticos de este país, es un mundo que nos gobierna, que determina nuestra calidad de vida.

Foto: Crisanto Rodríguez, SinEmbargo

Un poco más acerca del autor…

Entre los reconocimientos que ha recibido están: el Premio «A mano disarmata» de la Stampa Romana de Italia, el Latinoamericano de Periodismo sobre Drogas, el Internacional de Periodismo por los 35 años de la revista Proceso y el Nacional de Periodismo de México 2013, el cual dedicó al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Su libro más reciente, Slim. ¿Puede uno de los hombres más ricos del mundo ser una buena persona?, es uno de los más vendidos y reconocidos por la crítica mexicana.

En 2019 dirigió para Netflix la serie documental 1994. También ha realizado proyectos de cine como El Alcalde, galardonado internacionalmente.

100 extraditables (no sólo del narco) que seguirían los pasos de “El Chapo”; 77 ya están en prisión

martes, marzo 5th, 2019

Por lo menos un centenar de presuntos delincuentes acusados de cometer delitos en Estados Unidos y otros países, seguirán la ruta de “El Chapo” Guzmán para ser juzgados en suelo ajeno. Miembros del Cártel de Sinaloa reclamados en extradición son mayoría, seguidos de elementos de los cárteles Jalisco Nueva Generación y Beltrán Leyva. Entre los extraditables hay una veintena no detenidos, de los que figuran Rafael Caro Quintero, Ismael “El Mayo” Zambada y Nemesio Oseguera “El Mencho”. En México esperamos a nuestros prófugos Karime Macías y César Duarte, entre otros.

Tijuana, 5 de marzo (Zeta/SinEmbargo).- A dos semanas que finalizó el juicio contra el narcotraficante Joaquín Archivaldo “El Chapo” Guzmán Loera en una Corte de Estados Unidos, por lo menos 100 personas podrían ser extraditadas al extranjero para ser juzgadas por delitos cometidos en diversos países, entre ellas cuatro de los hijos del propio ex líder del Cártel de Sinaloa, aunque ninguno se encuentra preso.

De los extraditables, mexicanos y foráneos, por lo menos 77 se encuentran privados de la libertad; el resto tendrían que ser aprehendidos por las autoridades para que se les someta al procedimiento administrativo que señala el Tratado de Extradición suscrito con la nación de que se trate. En su mayoría son reclamados para su detención provisional y posterior entrega -en caso de proceder- a la Unión Americana.

Entre los sujetos requeridos para su extradición, predominan integrantes del Cártel de Sinaloa, de quienes se identifica a 27; nueve del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG); ocho del Cártel de los Beltrán Leyva; seis del Cártel Arellano Félix (CAF); cinco de Los Zetas; cuatro del Cártel del Golfo y cuatro del Cártel de Juárez; y 37 de otras organizaciones criminales como las michoacanas, las independientes y delincuentes convencionales.

El grueso de los extraditables son narcotraficantes, sin embargo, entre los referidos como delincuentes comunes hay extorsionadores, por fraude, homicidas, traficantes de personas y sobre todo abusadores sexuales de menores de edad, quienes vinieron a refugiarse en México. Los pocos que no serán entregados a Estados Unidos, son reclamados por países como Perú, Guatemala, Argentina y Alemania.

Las “fichas” fuertes que pide Estados Unidos en extradición, y seguramente serán los próximos objetivos, son Abigael González Valencia “El Cuini”, recientemente cambiado de un penal de máxima a uno de mediana seguridad en Ciudad de México, lo que pone alerta a las autoridades capitalinas de un posible intento de fuga; Ismael Zambada Imperial “El Mayito Gordo”, hijo de “El Mayo” Zambada, líder del Cártel de Sinaloa; y Vicente Carrillo Fuentes, que fuera jefe del Cártel de Juárez.

Por su relevancia, sobresalen también los ex representantes de la cúpula de Los Zetas en diferentes épocas: Miguel Treviño Morales “El Z-40”, Óscar Omar Treviño Morales “El Z-42” y José María Guizar Valencia “El Z-43”. Por el Cártel del Golfo destacan Cleofas Alberto Martínez Gutiérrez “El Güero”, Petronilo Moreno Flores “Panilo” y Eleazar Medina Rojas “El Chelelo”, quien ya había salido de prisión y fue reaprehendido el año pasado.

Francisco Silla Rochas, “Sillas”, “Rueda”. Foto: Zeta

Por el CAF, aunque algunos habrían cambiado filiación tiempo antes de su captura hacia el Cártel de Sinaloa, aparecen Gustavo Rivera Martínez “P-1”, Juan Francisco Sillas Rocha “El Ruedas”, Óscar Adán Rodríguez Guevara “El Güero Chihuahua”, Teodoro García Simental “El Teo” y Fernando Sánchez Arellano “El Ingeniero”; por los dos últimos todavía no se hace requerimiento oficial por parte de autoridades norteamericanas.

Otros personajes que el gobierno estadounidense pretende juzgar con severidad son los michoacanos Servando Gómez Martínez “La Tuta”, Ramón Moreno Madrigal “El Llavero” y Jesús Méndez Vargas “El Chango Méndez”. También saltan en la investigación realizada por ZETA los que ya no serán extraditados: Héctor Manuel Beltrán Leyva “El H”, a quien un infarto fulminante lo mató en el penal Altiplano el 18 de noviembre de 2018, y Gerardo Álvarez Vázquez “El Indio”, al que tras casi nueve años de procedimiento, finalmente le retiraron la solicitud de extradición.

Sin duda, los “peces gordos” del narcotráfico que a los norteamericanos les gustaría tener encerrados en sus mejores y más seguras cárceles, son aquellos no detenidos, entre ellos Rafael Caro Quintero, líder del extinto Cártel de Guadalajara; Ismael “El Mayo” Zambada García, líder del Cártel de Sinaloa en solitario; los hermanos Alfonso y René Arzate García, jefes de células del mismo cártel en Tijuana y Ensenada; Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, líder del CJNG; y Fausto Isidro Meza Flores “El Chapo Isidro”, de los Beltrán Leyva.

Eduardo Teodoro García Simental, “El Teo”. Foto: Zeta

Cabe hacer mención que México también requiere en extradición a personajes imputados de delito en territorio nacional y que hoy se encuentran en calidad de prófugos en el extranjero, como es el caso de César Horacio Duarte Jaquez, ex gobernador de Chihuahua, acusado de peculado agravado y delitos electorales; Karime Macías Tubilla, esposa del procesado ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, por presunto fraude de 122 millones de pesos; entre otros implicados en escándalos políticos de ambas entidades.

En temas de narcotráfico, se espera la extradición de Gerardo González Valencia “El Lalo”, detenido en Uruguay, y José González Valencia “La Chepa”, preso en Brasil, ambos del clan criminal de “Los Cuinis”, brazo financiero del CJNG.

Y desde luego, Manuel Arturo Villareal Heredia “El Nalgón”, quien está por compurgar pena impuesta en Estados Unidos y será deportado a México, donde le esperan por lo menos tres órdenes de aprehensión en Jalisco, Estado de México y Baja California.

Esta es la lista completa de los extraditables de México para el mundo:

Abigael González Valencia “El Cuini”

Adán Salazar Zamorano “Don Adán”

Ana Marie Hernández Ledezma “La Muñeca”

Ángel Humberto Cávez Gastélum “Netflix”

Antonio Laredo Donjuan

Carlos Arturo Quintana “El 80”

Carlos Silva Arellano “El Bolas”

César Octavio López Silva

Cleofas Alberto Martínez Gutiérrez “Güero”

David Sánchez Hernández “Christian”

Diego “C”

Edgar Jesús Paz Ravines

Eduardo Ravelo Rodríguez “Tablas”

Eleazar Medina Rojas “Chelelo”

Erick “M”

Eugenio Javier Hernández Flores

Felipe Cabrera Sarabia “Ingeniero”

Fernando Sánchez Arellano “Ingeniero”

Gerardo Álvarez Vázquez “Indio”

Gerónimo Gámez García “Primo”

Gustavo Rivera Martínez “P1”

Héctor Manuel Ojeda Avendaño “Meño”

Heriberto Zazueta Godoy “Capi Beto”

Hugo César Román Chavarría “Vecino”

Ignacio “N”, “Nacho”

Inés Enrique Torres Acosta “Kike Torres”

Ismael Zambada Imperial “Mayito Gordo”

Jesús Méndez Vargas “Chango”
Jesús Alfredo Salazar Ramírez “Muñeco”

Jesús Contreras Arceo “El Canasto”

Jesús Ricardo Sánchez Patrón Diabólico H-3”

Jesús Rosario Favela Astorga “Chuy”

Jesús Richard Maderos

Jorge Juan Torres López

José Antonio Torres Marrufo “Jaguar”

José María Guizar Valencia “Z-43”

José Pineda Arzate “Avispón”

José Sánchez Villalobos “Viejo Quirino” o “Señor de los Túneles”

Juan David Villegas Hernández

Juan Francisco Sillas Rocha “Ruedas”

Juan José Pérez Vargas “Piolín”

Juan Manuel Álvarez Inzunza “Rey Midas”

Juan Paulino Cantero

Juan Romero Granados “Chegoya” o “Güero”

Julio César Olivas Torres “Sixto” o “Sexto”

Lorenzo “B”

Lucio Hernández Lechuga “Lucky”

Luis Arellano Romero “Bichy” o “Helio”

Luis Armando Rabbé

Luis “G”

Manuel Enrique Corral Unzueta

María Mercedes Barrios Hernández

Martín Gaudencio Avendaño Ojeda “Chiquilín”

Miguel Ángel Treviño Morales “Z-40”

Miguel “R”

Nahúm Abraham Sicairos Montalvo “El 15”

Nayar Josué Beltrán Campos “Ny New”

Nazario Cavazos de Luna “Big Papa”

Orlando Orea Gutiérrez

Óscar Adán Rodríguez Guevara “Güero Chihuahua”

Óscar Omar Treviño Morales “Z-42”

Óscar Mogollón Restrepo

Perla Aidee Puente Reséndiz

Petronilo Moreno Flores “Panilo” o “M-100”

Ramón Moreno Madrigal “Llavero”

Ramón Villarreal Hernández “El Mon”

Raúl Flores Hernández “El Tío”

Raúl Julio Escobar Poblete “Comte. Emilio”

René Roque Martínez

Rodolfo López Ibarra “Nito Amavizca”

Rogelio Chairez Gutiérrez “Gordo”

Sergio Avendaño Ojeda

Servando Gómez Martínez “Tuta”

Teodoro García Simental “Teo”

Thomas “S”

Vicente Carrillo Fuentes “Viceroy”

Vicente Salinas Campos “Chete” o “Chetío”

Lista de los extraditables aún no detenidos

Alfonso Arzate García “El Aquiles”

Alfonso Limón Sánchez “Poncho”

Elvis González Valencia

Érick Valencia Salazar “El 85”

Fausto Isidro Meza Flores “Chapo Isidro”

Ismael Zambada García “El Mayo”

Ismael Zambada Sicairos “Mayito Flaco”

Iván Archivaldo Guzmán Salazar “Chapito”

Jesús Alfredo Guzmán Salazar “Alfredillo”

Joaquín Guzmán López “El Güero Moreno”

Jorge Luis Mendoza Cárdenas “La Garra”

José Alcalá Gaytán “El Actitud”

José Antonio Romo López “Don Chucho”

Juan José Esparragoza Moreno “El Azul”

Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”

Ovidio Guzmán López “El Ratón”

Óscar Fernando Villarreal Martínez

Rafael Caro Quintero “El Príncipe”

Rafael Guadalupe Félix Núñez “Changuito”

René Arzate García “La Rana”

Rodolfo Villarreal Hernández “El Gato”

Rubén Velázquez Aceves “Ingeniero”

Teódulo Héctor Riveros Serra

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Con “El Chapo” o sin él, el Cártel de Sinaloa es negocio rentable y tiene cabeza: “El Mayo” Zambada

martes, febrero 12th, 2019

El cártel controla un engranaje que permite desplazar cocaína colombiana a Camerún o metanfetaminas “cocinadas” en México a Malasia. Sinaloa controla puertos donde le llegan precursores químicos, laboratorios clandestinos para procesarlos y policías a sueldo que permiten que la droga llegue hasta la frontera y luego sea cruzada a través de túneles, a hombros de migrantes desesperados o en camiones ignorados por las aduanas. Además hay un ejército de sicarios, extorsionadores, secuestradores, prestanombres que lavan dinero y muchos y serviles contactos políticos. Y no faltan, por supuesto, artistas que ponen la nota musical a este emporio criminal.

Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador de la organización criminal hace tres décadas, supervisa el negocio amparado por el respeto de narcotraficantes de menor nivel y peor prestigio.

Por Mark Stevenson y María Verza

CIUDAD DE MÉXICO (AP) — A pesar de la captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán, de su extradición, de su juicio y de haber sido declarado culpable de los diez delitos que se le imputaban -entre otros, liderar una organización que trafica con drogas a escala industrial-, el negocio del cártel de Sinaloa mantiene su ritmo como muestran decomisos recientes en zonas fronterizas controladas por este grupo.

Bolsas de fentanilo, tubos de plástico llenos de cristal, heroína, cocaína… El mítico líder está fuera de juego pero no hay indicios de que el cártel esté más debilitado ni de que haya perdido influencia en su feudo, el noreste de México. Tampoco parece que se hayan restringido sus actividades en las decenas de países donde está presente.

“Todavía es una fuerza muy importante en el submundo criminal mexicano”, asegura Alejandro Hope, analista en temas de seguridad.

El cártel -una enorme red de contactos que se nutre de corrupción- controla un engranaje que permite desplazar cocaína colombiana a Camerún o metanfetaminas “cocinadas” en México a Malasia. Sinaloa controla puertos donde le llegan precursores químicos, laboratorios clandestinos para procesarlos y policías a sueldo que permiten que la droga llegue hasta la frontera y luego sea cruzada a través de túneles, a hombros de migrantes desesperados o en camiones ignorados por las aduanas. Además hay un ejército de sicarios, extorsionadores, secuestradores, prestanombres que lavan dinero y muchos y serviles contactos políticos. Y no faltan, por supuesto, artistas que ponen la nota musical a este emporio criminal.

En Estados Unidos, el cártel sigue operando a través de un enorme sistema de distribución que garantiza que la droga llegue al traficante local y, de ahí, a la mano del consumidor.

“Todas nuestras 23 divisiones cuentan con una investigación abierta, al menos en el ámbito local, ligada al cártel de Sinaloa”, asegura Will Glaspy, agente de la agencia antidrogas estadounidense (DEA por sus siglas en inglés), que ha tenido puestos en distintos puntos de la frontera y actualmente es el encargado de la división en Houston, Texas. “Así de poderosa es su red de distribución en Estados Unidos”.

Mientras tanto, donde comenzó todo, en las montañas del estado de Sinaloa, tampoco parece haber grandes cambios.

Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador de la organización criminal hace tres décadas, supervisa el negocio amparado por el respeto de narcotraficantes de menor nivel y peor prestigio.

“Es el principal jugador del cártel porque estuvo junto a “El Chapo” durante años”, comenta Glaspy.

Con la tercera y última detención de “El Chapo” en 2016, hubo una lucha por el control del grupo que fue desactivada con el encarcelamiento de Dámaso López Núñez y su hijo, Dámaso López Serrano. El primero fue capturado por México y el segundo se entregó voluntariamente a las autoridades estadounidenses. Hoy parece que la riendas las tiene “El Mayo” y los hijos de Guzmán, Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán, conocidos como ‘Los Chapitos’.

Ismael Bojórquez, director de Ríodoce -semanario especializado en la cobertura del narcotráfico en Culiacán, la capital de Sinaloa-, afirma que ‘Los Chapitos’ “controlan el narcomenudeo y la parte de la defensa, las armas” mientras que ‘El Mayo’ “se encarga de los grandes negocios”. No obstante, reconoció que temieron que estas dos partes pudieran llegar a enfrentarse debido al juicio porque la defensa de “El Chapo” insistía en decir que “El Mayo” era el líder del cártel y su hijo, Vicente Zambada -en prisión en Estados Unidos- fue testigo de cargo contra Guzmán.

“Pensábamos que podía provocar alguna reacción fuerte, violenta entre la gente de ‘El Chapo’ y de ‘El Mayo’”, explica Bojórquez, pero aunque se sintió alguna “fricción” –y los choques internos siempre suponen problemas para los negocios del cártel– finalmente la situación se tranquilizó y se prevé que ahora “se van a asentar las cosas”.

Joaquín Guzmán Loera, que pasó de ser un campesino semianalfabeto a estar en la lista de Forbes de los hombres más ricos y poderosos del planeta, se convirtió casi en una leyenda después de las dos espectaculares fugas de cárceles de alta seguridad. El mito generado en torno a su persona, un sexagenario que podría pasar el resto de su vida entre las rejas de una cárcel estadounidense de máxima seguridad, es solo comparable al del colombiano Pablo Escobar y siempre tuvo fama de ser amante de los lujos y de las mujeres: se le han conocido varias parejas, incluida su actual esposa, una exreina de belleza con la que se casó en 2007 y es tres décadas más joven que él.

Joaquín Guzmán Loera se convirtió casi en una leyenda después de las dos espectaculares fugas de cárceles de alta seguridad. Foto: Cuartoscuro

Zambada, sin embargo, tiene un estilo distinto. Con 70 años cumplidos, es un capo discreto que se considera pone los negocios por encima de las armas, lo que le ha supuesto fama de negociador.

Nunca ha sido detenido y se mantiene escondido en las montañas que se extienden entre Sinaloa, Durango y el sur de Chihuahua, en el llamado “Triángulo Dorado”.

“Si ‘El Chapo’ Guzmán hubiera hecho como ‘El Mayo’ Zambada y no hubiera bajado de las montañas, quizás todavía sería un hombre libre”, dice Mike Vigil, ex jefe de operaciones internacionales de la DEA. “Su obsesión por las mujeres fue su derrota”.

Mientras tanto, el Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que asumió el cargo el pasado 1 de diciembre, parece distanciarse de la estrategia de gobiernos anteriores, basada en la guerra frontal contra el crimen organizado y la detención de altos narcotraficantes.

“La función principal del gobierno es garantizar la seguridad pública, ya no es la estrategia de los operativos para detener a capos. Lo que buscamos es que haya seguridad, que podamos disminuir el número de homicidios diarios”, dijo. “No hay guerra, oficialmente ya no hay guerra”.

“El Chapo” al escuchar el veredicto en su contra hoy en la Corte de Brooklyn. Foto: EFE

Algunos analistas consideran que las autoridades, tanto mexicanas como estadounidenses, prefieren a los narcotraficantes de la vieja escuela, como Zambada, en lugar del escenario sangriento que podría suponer su desaparición.

“’El Mayo’ ha sido siempre un factor de equilibrio, una especie de intermediario” entre determinadas autoridades y las fuerzas más beligerantes del cártel, afirma Bojórquez.

Quizás por eso, José Reveles, autor de diversos libros sobre el crimen organizado en México, es categórico. “’El Mayo’ sigue siendo el rey; jamás ha sido capturado y no está sometido a tanta persecución” como estuvo “El Chapo”.

Y el hecho de que el cártel funcione como una especie de federación de clanes hace que su captura sea menos relevante.

“Fue una gran victoria moral”, asegura Vigil, pero “tuvo un impacto negativo muy pequeño en el cártel de Sinaloa”.

Con Guzmán fuera de juego, la organización criminal ha continuado desarrollando, por ejemplo, el lucrativo negocio del fentanilo, la droga sintética que puede ser comprada en China por 9.000 dólares el kilo, cortada al 1% de pureza, convertida en pastillas y vendida en Estados Unidos a precios que suponen un negocio redondo.

Según Ray Donovan, jefe de la oficina de la DEA en Nueva York, Guzmán tuvo mucho que ver con el auge de esta droga porque a principios de esta década su organización comenzó a mezclar heroína mexicana con fentanilo para incrementar su potencia y que así pudiera competir con la heroína procedente de otros territorios. Sin embargo, parece que el cártel no era muy experto en medidas y mezclas y la cantidad de fentanilo en una pastilla podía variar de 0.03 a 1.99 miligramos por píldora, en otras palabras, de casi nada a una dosis mortal.

De ahí que una de las dos grandes amenazas del cártel sea que, literalmente, está matando a sus clientes.

La otra es Jalisco Nueva Generación, la organización criminal mexicana más pujante que se intenta apoderar de territorios controlados por Sinaloa y está provocando sangrientas batallas en lugares como Tijuana.

No obstante, Ismael Bojórquez recuerda que Sinaloa sabe blindarse ante sus rivales y mientras, sentencia, “la droga sigue fluyendo y los negocios también”.