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Poniatowska habla de violación a manos de Arreola: “es un hueco que debía explicar”

lunes, junio 27th, 2022

La Premio Cervantes de 2013 desconoce cuál fue la motivación que le llevó a hablar de esta violación tantos años después; respecto a si fue liberador confesarlo, no ha respondido, pero sí admite que ha sido “lo que más costó escribir” de toda la biografía.

MADRID, 27 Jun. (EUROPA PRESS) – La escritora Elena Poniatowska, quien trae a España de la mano de Seix Barral una suerte de memorias con El amante polaco, ha asegurado que al contar en este libro la violación que sufrió de joven a manos del también escritor Juan José Arreola, ha podido explicar “un hueco” de su vida.

“¿Cómo iba a dejar yo este hueco sin explicar? Además, lo consulté con mi hijo, le llevé las hojas y me dijo que a él le parecía que estaba bien: era a quien tenía que consultar y con quien tenía una obligación moral”, ha señalado la autora mexicana en un encuentro con la prensa. El amante polaco fue publicado en 2019 en México y levantó polémica por la narración de este episodio.

Poniatowska se quedó embarazada tras esta violación –ocurrida cuando ella tenía 22 años–. Pese a no recordar por qué razón afirmó sentirse “culpable” tras este episodio, apunta a una “educación con los scouts” como principal motivo. “Nos hacían jurar sobre una bandera de que íbamos a decir siempre la verdad y siempre he tenido como ese prurito”, ha asegurado.

“Elenísima”, como le llaman cariñosamente, cumplió 90 años en mayo. Foto: AP

La Premio Cervantes desconoce cuál fue la motivación que le llevó a hablar de esta violación tantos años después, ironizando con el hecho de que tiene “más tendencia a hablar mal” de ella misma que “de los demás”. Respecto a si fue liberador confesarlo, no ha respondido, pero sí admite que ha sido “lo que más costó escribir” de toda la biografía. “No estaba segura y soy muy culpógena”, ha añadido.

Más allá de este capítulo, El amante polaco traza una precisa reconstrucción del auge y caída del último rey de Polonia, Estanislao II Poniatowski, de la que ella es descendiente. “Al escribir este libro recordé a mi familia por qué creemos que somos importantes y qué diablos somos y lo que representamos”, ha señalado la autora mexicana.

Poniatowska ha explicado que para preparar este libro se decidió a leer “todo” sobre Polonia y los Poniatowski –“fue un momento iluminador y de mucha alegría”, ha admitido–, aunque no fue capaz de encontrar información en español. La autora ha opinado sobre la actual situación de Polonia y su cercanía con Rusia.

Poniatowska presentó El amante polaco en 2019. Foto: Cuartoscuro/Archivo

“Tanto para Ucrania como para la propia Polonia ha sido fatal su cercanía con Rusia, porque las acciones de este país son expansionistas: van comiendo la tierra y la vida de sus vecinos y se van imponiendo en todas partes”, ha lamentado. Además ha calificado de “tirano” al Presidente ruso Vladimir Putin, quien “no ha dado para nada el ejemplo de ser un hombre generoso o un hombre finalmente inteligente”.

Con humor, confiesa saber “muy pocas palabras” en polaco, aunque con 25 años se propuso aprenderlo. “Iba a casa de una señora que lo hablaba, pero me dijo que cuando ella se fuera –y no le quedaba mucho para partir– no iba a tener con quien practicar y que era difícil. Lo dejé y lo siento muchísimo”, ha admitido.

La autora confiesa que todavía sigue practicando las mismas rutinas de antes de la pandemia, como sus artículos de cada domingo. “Además, me siento entrevistadora porque toda mi vida he hecho entrevistas, me gusta muchísimo ir al otro y preguntar. Cuando intenté hacer editoriales, sacar de mi propio pecho alguna opinión política, me aburría, porque estaba pontificando y no era mi manera de ser”, ha concluido.

A sus casi 90, Poniatowska sobrevive a la pandemia con el placer de la escritura

martes, diciembre 7th, 2021

Desenterrar sus raíces en El amante polaco y recrear intrigas palaciegas fue todo un gusto para la autora de Leonora, Tinísima y La noche de Tlatelolco.

Por Berenice Bautista

CIUDAD DE MÉXICO, 7 de diciembre (AP).— A meses de cumplir 90, la escritora mexicana Elena Poniatowska se siente tranquila pese a la pandemia.

“He escrito novelas, he escrito cuentos y sigo haciendo periodismo. Finalmente para escribir uno está en su casa en su cuarto de trabajo frente a su escritorio, entonces no ha habido por la pandemia en mi vida grandes cambios”, dijo Poniatowska en una entrevista reciente por videollamada desde la Ciudad de México a propósito de la publicación de su más reciente libro, la segunda parte de El amante polaco.

Maravillada por la tecnología que permite este tipo de comunicación y observante constante de los idiomas que domina, destacó que en francés y otros idiomas la palabra para definir computadora es masculina — “l’ordinateur” — mientras que en español es femenina.

“Somos los únicos países que la feminizamos”, dijo. “La hicimos mamá”.

En el segundo libro de El amante polaco, Estanislao II Augusto Poniatowski, quien es antepasado de la autora, ejerce su reinado elegido con el apoyo de Catalina La Grande de Rusia, de quien fue amante. Fue último rey de Polonia como nación independiente en el siglo XVIII y, como lo describe Poniatowski, era un rey que llegó a un reino saqueado.

“Se encontró en primer lugar con un palacio vacío, como creo que sucede con cada sexenio en México”, dijo la escritora. “En (la residencia oficial de) Los Pinos, dicen que los anteriores presidentes de la república se llevan todo, se llevan hasta las sillas, dejan todo vacío como de hotel triste de mala muerte… Es rarísimo y feo de pensar que el jefe de la nación se va a llevar hasta la bacinica o el último vaso”.

Hablando de gobernantes mexicanos, Estanislao (o Stanislav, como lo escribe en el libro) tiene cierto parecido con el actual presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, pues fue un rey que llegó con muchos ideales, que saludaba al pueblo y el pueblo le saludaba. Poniatowska, quien en su sala tiene un famoso cojín con forma de una caricatura de López Obrador, a quien apoyó en su primera campaña presidencial en 2006, no se ha decepcionado con la forma en que ha llevado el gobierno del país hasta ahora.

Para sobrevivir a la pandemia, Poniatowska dijo que su casa fue el mejor refugio. Foto: AP

“Creo que ha sido consecuente, creo que es mucho más fácil ser candidato que ser presidente porque ser ya ser presidente tienes todo un país a tus pies, pero todo un país a quienes puedes y debes resolver todos sus problemas y no es cosa de, perdona la expresión popular, ‘enchílame otra’. Es difícil, es lento, hay muchos problemas que vienen desde hace tiempo”, dijo.

Desenterrar sus raíces en El amante polaco y recrear intrigas palaciegas fue todo un gusto para la autora de Leonora, Tinísima y La noche de Tlatelolco.

“Siempre quise ser historiadora. A mi padre le gustaba muchísimo la historia, había muchos libros de grandes historiadores en México… sociólogos e historiadores como Daniel Cosío Villegas. Ha sido algo que siempre me ha acompañado a lo largo de los años”, dijo.

Para sobrevivir a la pandemia, Poniatowska dijo que su casa fue el mejor refugio.

“Trabajo frente a una computadora, en una casa que está siempre llena de flores. En un rumbo que es muy bonito que es Chimalistac, al lado de un parque que se llama La Bombilla, donde asesinaron a (el presidente mexicano) Álvaro Obregón; eso no es tan bonito”, agregó. “Siempre he vivido así. Ha sido una vida entre flores y árboles, sin ruido, sin un tráfico enorme. Es un gran privilegio”.

En lo emocional, acepta que por momentos ha sentido tristeza, pero en general el trabajo y sus amigos, entre ellos periodistas y figuras destacadas de la cultura, la han mantenido de buen ánimo, tanto que ni siquiera un robo reciente en su casa (ocurrido mientras ella estaba fuera) le ha hecho perder el buen humor. Poniatowska sólo lamentó que no se hayan llevado libros para leer: “A los ladrones no les gusta robar libros”.

Poniatowska nació en París el 19 de mayo de 1932, hija de Jean E. Poniatowski y María de los Dolores Amor Escandón (conocida como Paula Amor), siendo su madre descendiente de una familia mexicana exiliada. Su familia emigró de vuelta a México durante la Segunda Guerra Mundial y Poniatowska se naturalizó mexicana en 1969 al casarse con el astrónomo mexicano Guillermo Haro.

“Nunca pensé que no era mexicana porque mi mamá se apellida Amor”, dijo. “No cambió nada… Yo siempre pensé en mí misma como mexicana; hablaba inglés, hablaba francés, pero mi país, mi idioma, era el español”.

Desde muy joven comenzó a trabajar como periodista entrevistando a personalidades como el premio Nobel Octavio Paz y codeándose con grandes, como lo relata en “El amante polaco”. Desde esos años 50 y 60 hasta ahora no ha perdido el placer de la escritura.

Elena Poniatowska es una de las escritoras más cercanas al Presidente López Obrador. Foto: Galo Cañas, Cuartoscuro.

“Lo hago mejor ahora que lo hacía antes, es más fácil. Antes tenía muchas inseguridades; las sigo teniendo, pero menos”, dijo. “Siento que meto menos patas, que tengo más experiencia, que la gente ya me conoce más… Siempre me he sentido muy rodeada de cariño”.

La ganadora del Premio Cervantes también ha vivido para ver que de esas reuniones feministas a las que asistía con la antropóloga Marta Lamas, la poeta Alaide Foppa y la abogada y activista Margarita García Flores, México despenalizó el aborto en 2021, aunque aún quedan muchas cosas por hacer, incluyendo la deuda del país con las víctimas de feminicidio.

“Siento que ha habido un gran avance, y claro que eso me da mucho gusto”, expresó. “Me da mucho gusto, por ejemplo, que en el medio periodístico y en el de la televisión hay grandes mujeres, muchas mujeres, Carmen Aristegui y muchas otras, que hacen un trabajo muy destacado y que siguen y siguen y siguen trabajando y siguen en el candelero, y son admiradas y queridas”.

Pensar en sí mismo y en definirse ha de ser muy infernal: Elena Poniatowska

domingo, diciembre 5th, 2021

Elena Poniatowska habló con SinEmbargo sobre su novela El Amante Polaco, un libro que teja la historia del último rey polaco Stanislaw Poniatowski II con algunas imágenes de su pasado.

Ciudad de México, 5 de diciembre (SinEmbargo).– “Definirse a sí mismo es difícil. Casi nunca lo hace ni lo piensa porque puede cambiar, hay algo de mucha vanidad en eso”, considera Elena Poniatowska al hablar sobre la segunda parte de su novela El Amante Polaco (Seix Barral), en la cual relata la vida de su ancestro el último rey polaco Stanislaw Poniatowski II, pero en la que además comparte algunos aspectos de su vida.

“A partir de cierta edad te fijas en los escalones para no caerte, te fijas cuando sales en la calle, te fijas en la expresión, en los ojos de los demás, en las flores; en cosas que no es que te alejen de ti misma, pero son poderosas y te ocupan. Pensar en sí mismo y en definirse ha de ser muy infernal, muy difícil. Uno puede pensar muy mal y a veces muy bien”, expresó la reconocida escritora y periodista en entrevista con SinEmbargo.

Al hablar sobre qué la llevó a escribir sobre Stanislaw Poniatowski, reconoce su fascinación por la cercanía que tuvo con su pueblo, “su trato igual a un duque, a alguien que tiene un título, que a algún campesino o jardinero. Su interés sobre cómo está, cómo pasó la noche, su querer encontrar condiciones económicas para los que no tienen nada. Eso es algo que admiro mucho”.

En su novela, Elena Poniatowska recrea a un rey entregado a su país en una Europa de hace trescientos años. De esta manera habla sobre las complicaciones que enfrentó el monarca: “Polonia estaba sobreviviendo y siempre luchó contra tres muy poderosos vecinos, que eran Rusia, Austria y Prusia, que entonces era Alemania. Esos vecinos siempre estaban en sus fronteras comiéndose parte de las tierras de Polonia”.

Uno de los aspectos que recrea es el romance de Poniatowski con la emperatriz rusa, Catalina la Grande, quien es la que vuelve Rey a Stanislaw. “Ella lo puso en el trono de Polonia y ella siguió con una vida extraordinaria de estadista. Es una mujer formidable, una pensadora, una mujer muy lúcida que se comunicaba con Voltaire, con Rousseau; los grandes filósofos franceses, los enciclopedistas”.

Elena Poniatowska señala que las cosas han cambiado en Europa y ahora no hay líderes como el último rey polaco. “Ya no hay en Europa esa manera de gobernar. Siempre es un cónclave de gente, un equipo. Los ministros en Europa tienen muchísima importancia”. En cuanto a América Latina, considera que en la región lo que se sufrió por mucho tiempo fueron los dictadores.

Al hablar sobre su ella, sobre historia, Elena confiesa extrañar la Ciudad de México a la que llegó de niña. “Extraño que ya no se vendan las naranjas en pirámides en las esquinas, que ya no se vendan flores en las esquinas. Extraño todo lo popular, lo cálido, que encontré cuando llegué. Me sorprendió y lo agradecí muchísimo porque yo vine en tiempos de guerra”.

No obstante, se rehúsa a trazar un perfil sobre ella y opta por ser pragmática: “Claro que uno piensa en sí mismo. Cuando uno tiene mi edad piensa mucho en sus hijos. Tengo tres hijos, tengo 10 nietos. Entonces tu pensamiento, lo que  sucede en tu cabeza, no es para pensar o definirte a ti misma ni nada, es para estar en la vida y para funcionar”.

Portada del libro El Amante Polaco. Foto: Especial.

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— El Amante Polaco es una obra espléndida sobre un personaje tan interesante como Stanislaw Poniatowski II. En el inicio menciona cómo “un pueblo entero se salva si sabe hacer”. ¿Esta idea debe persistir en la actualidad?

–Sí, creo que sí. En nuestro caso en México, donde hay tanto talento, artesanía y respeto por la naturaleza, la guitarra, la música, en todos los campos destacamos, sería muy bueno fomentarlo. El hecho de que se pueda moldear y hacer cosas de madera  y barro.

—¿Cómo se construye un Gobierno a partir de la experiencia de Stanislaw?

—Te puedo decir que dentro de Europa, Polonia estaba sobreviviendo y siempre luchó contra tres muy poderosos vecinos, que eran Rusia, Austria y Prusia, que entonces era Alemania. Esos vecinos siempre estaban en sus fronteras comiéndose parte de las tierras de Polonia. Polonia ha sido heroica desde hace siglos y siglos, es un país muy religioso y lleno de talento. Es el único país que tiene cinco premios Nobel, la última Wislawa Szymborska que tiene un nivel cultural altísimo en el que participó mucho Stanislaw Poniatowski, porque al llevar de Francia tantísima cultura a Polonia, también promovió la cultura polaca. Es un país súper religioso, el único país que ha dado un Papa a la Tierra, a la humanidad, que fue Karol Wojtyla que vino a México.

—¿Qué es lo que más le fascinó de Stanislaw Poniatowski II, su manera de gobernar, su cercanía con el pueblo?

—Me fascina muchísimo su cercanía con el pueblo, su trato igual a un duque, a alguien que tiene un título, que a algún campesino o jardinero. Su interés sobre cómo está, cómo pasó la noche, su querer encontrar condiciones económicas para los que no tienen nada. Eso es algo que admiro mucho, para él deveras los pobres son esenciales en su Gobierno. No sé cómo era la pobreza en Polonia porque hace 200 años, casi 300, fue el reinado de Poniatowski. Pero sé que en Europa central hubo mucha miseria, mucha gente sin recursos. Por eso vino la Revolución, iniciada por la Revolución francesa. A Poniatowski le tocaron los primeros brotes de la Revolución francesa.

—¿Hay algún aspecto en su manera de gobernar que le recuerde a algún mandatario actual o ya no hay ese tipo de manera de gobernar?

—Ya no hay en Europa esa manera de gobernar. Siempre es un cónclave de gente, un equipo. Los ministros en Europa tienen muchísima importancia. Por ejemplo, tengo un primo, Michel Miguel Poniatowski, que fue Primer Ministro en Francia; ya hay equipos que toman responsabilidades y el poder está en distintas partes con mucha fuerza. Algunos ministros tienen mucha fuerza.

—¿Y en América Latina?

—En América Latina sufrimos durante una época muy larga por los dictadores, sobre los cuales escribieron Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez, Alejo Carpentier. Ha sido un gran tema el del dictador. Haití sufrió a Duvalier, quien por poco acaba con el país, casi lo hace desaparecer de la Tierra.

No hay mayor miseria y abandono que el de los haitianos, de eso sabe muchísimo la periodista Blosh Petris que compartió todo el horror del terremoto y de un país que de por sí estaba casi aniquilado. Estuvo a punto de hundirse en las aguas. Todo eso es parte de lo que nosotros deberíamos de hacer para salvarnos entre todos, ojalá así fuera. Ayudarnos. Pero eso se da en pocas ocasiones.

En general, puedo afirmar que el pueblo de México a la hora de un desastre es, deveras, aquí donde come uno comen todos. Recuerdo el terremoto del 19 de septiembre en 1985. Fue terrible. Llegaban las mujeres con grandes ollas de comida, de arroz, a los lugares del siniestro para dar de comer a los voluntarios con su pico, su pala, su casco. Hubo un enorme movimiento de solidaridad. Incluso bajaron las señoras ricas de Las Lomas y te decían: ‘yo no conocía Tepito’, ‘nunca había ido a la Bondojito’, las colonias populares. Hay un precipicio entre los que viven bien y los que viven al día, los que viven con muy poco. 

—¿Cuál fue la perdición del rey Stanislaw Poniatowski II, su confrontación con la aristocracia, su entrega hacia Catalina la Grande o el contexto político en el que tuvo que gobernar?

—Su entrega a Catalina La Grande fue esencial e importantísimo hacerle el amor, compartir las sábanas. Fue Emperatriz de Rusia después de que se mató o asesinó –no hay certeza si fue ella– su marido Pedro. Ella al tomar el poder hizo Rey a Poniatowski. Ella lo puso en el trono de Polonia y ella siguió con una vida extraordinaria de estadista. Es una mujer formidable, una pensadora, una mujer muy lúcida que se comunicaba con Voltaire, con Rousseau; los grandes filósofos franceses, los enciclopedistas.

También Poniatowski tenía esa relación con los enciclopedistas, con toda la gente que propició la Revolución francesa. Incluso Catalina, víctima y enemiga de todas las revoluciones, se volteó en contra de ellos. ‘Cómo es posible que los haya admirado y leído si ahora el pueblo se levanta en contra mía’. En general esa fue la reacción de los monarcas europeos ante la Revolución francesa. Claro, los iban a llevar a la guillotina.

—En las partes en las que da cuenta de sus memorias, ¿hay algo que extrañe de ese México al que llegó?

–Ahora México es una de la ciudades más grandes del mundo, una de las capitales más pobladas. El tráfico es difícil. Extraño que ya no se vendan las naranjas en pirámides en las esquinas, que ya no se vendan flores en las esquinas. Extraño todo lo popular, lo cálido, que encontré cuando llegué. Me sorprendió y lo agradecí muchísimo porque yo vine en tiempos de guerra.

—Mucho se le ha preguntado, sobre todo en la primera entrega, de qué la llevó a indagar a sus raíces y de cómo fue este camino, ahora que ya están las dos partes publicadas, ¿qué le despertó tener frente a sí su historia familiar y personal?

–Mi edad. He hecho toda la vida entrevistas, he escrito sobre otros, escrito muchísimas novelas, hago periodismo todavía. Me pregunté de dónde vengo, quién soy y eso me ayudó a empezar a comprar libros en mis viajes a universidades norteamericanas donde me invitaban a dar cursos o una conferencia; también en Francia. Eso fue mi material con el que pude reconstruir la vida de Poniatowski, además de lo poco que recordaba yo de mi familia, lo que me dijeran mis familiares, porque vine a México a los 10 años y a esa edad uno no sabe mucho de sus antecedentes ni le interesa nada. México me tomó del cuello, por los ojos. A la hora de comer mi mamá nos hablaba en francés, aunque mi mamá era mexicana, pero una mexicana nacida en París.

—Así cómo tiene una idea de quién era Stanislaw Poniatowski II, sobre la cual ha hablado, ¿quién es Elena Poniatowska?

–Definirse a sí mismo es difícil. Casi nunca lo hace ni lo piensa porque puede cambiar, hay algo de mucha vanidad en eso. Claro que uno piensa en sí mismo. Cuando uno tiene mi edad piensa mucho en sus hijos. Tengo tres hijos, tengo 10 nietos. Entonces tu pensamiento, lo que  sucede en tu cabeza, no es para pensar o definirte a ti misma ni nada, es para estar en la vida y para funcionar.

A partir de cierta edad te fijas en los escalones para no caerte, te fijas cuando sales en la calle, te fijas en la expresión, en los ojos de los demás, en las flores; en cosas que no es que te alejen de ti misma, pero son poderosas y te ocupan. Pensar en sí mismo y en definirse ha de ser muy infernal, muy difícil. Uno puede pensar muy mal y a veces muy bien.

—Por último, Elena, ¿cómo se encuentra luego del asalto a su casa? ¿Ha cambiado algo en su día a día?

–Tranquila. El domingo pasado (hace dos domingos), hace dos días, de repente me sentí como Anita la huerfanita. Me senté en una silla y pensé qué tristeza. Pero los primeros días seguí tranquila. Claudia Sheinbaum, la Jefa de Gobierno, me llamó por teléfono muy temprano en la madrugada y me dio todo su apoyo, incluso mandó policías. Hacía muchísimo frío y pedí que ya no estuvieran porque se pasaban la noche parados en mi puerta. Pero ya habían robado, ya qué. Sentía que era injusto para ellos.

“Mi tema no soy yo”: Elena Poniatowska habla de su nueva novela y de la vida a los 90

viernes, noviembre 26th, 2021

Elena Poniatowska presenta su nueva novela, la segunda parte de su libro El amante polaco y al igual que en la primera parte, al final de cada capítulo Elena recrea la vida política y cultural de México y cuenta secretos de su vida de mujer adelantada y de escritora con casi todos los reconocimientos posibles.

Por Gustavo Borges

Ciudad de México, 26 de noviembre (EFE).- A pocos meses de cumplir 90 años, la escritora mexicana Elena Poniatowska mantiene la obsesión de los buenos entrevistadores, que se callan y dejan hablar a los otros, en espera de pescar una buena historia como la de su nueva novela, la segunda parte de El amante polaco.

La escritora, periodista y activista francesa de nacionalidad mexicana Elena Poniatowska, habla durante una entrevista con Efe, el 23 de noviembre de 2021, en Ciudad de México (México). Foto: EFE/Sáshenka Gutiérrez.

“No soy de hablar de mí misma. Mi oficio desde hace casi 70 años es hacerles preguntas a los demás; no me dedico a pensar en mí misma porque mi tema no soy yo. Es un buen título para esta charla, mi tema no soy yo”, asegura este viernes en entrevista a Efe la Premio Cervantes de 2013.

El rojo de una nochebuena medio metro encima de su cabeza hace juego con el blanco de su cabello. Es la imagen perfecta para platicar porque son los colores de Polonia, el país donde reinó Stanislaw Poniatowski, el protagonista de la novela.

“Fue un hombre noble; ha de haber sido bueno para hacer el amor porque fue amante de Catalina la Grande y agradaba a las mujeres. Era muy culto, de niño, tuvo un papá guerrero que le salvó la vida al rey de Suecia, pero a él no le gustaban las armas”, asegura al referirse a su antepasado de hace más de 200 años.

RECREACIÓN HISTÓRICA

Poniatowska, que ganó el premio Alfaguara en 2001, el Rómulo Gallegos, en 2007, y el Biblioteca Breve, en 2011, retrató con su prosa a un rey empeñado en darlo todo por su país, y en el texto recreó la Europa entre 1732 y 1798, los años de vida del monarca.

Elena Poniatowska es una de las escritoras más cercanas al Presidente López Obrador. Foto: Fernando Carranza, Cuartoscuro.

Solitario y triste, luego de que Catalina le arrebató la virginidad, la paz y al final el país, Stanislaw mueve sus cartas para mantener a Polonia a salvo de tres potencias depredadoras: Rusia, Prusia y Austria. Al final queda como un perdedor, sin embargo muere con la paz de haber obedecido a su corazón.

Al igual que en el primer libro, al final de cada capítulo Elena recrea la vida política y cultural de México y cuenta secretos de su vida de mujer adelantada y de escritora con casi todos los reconocimientos posibles, menos el Premio Nobel.

Insiste en que sus testimonios no son adelantos de su biografía porque prefiere escribir sobre los demás. Ahora solo ha revivido recuerdos, de su vida, de su relación con personalidades y del ambiente de México en varios momentos del siglo XX.

Para escribir sobre el último rey polaco, Elena consultó muchos libros en inglés y francés porque en español no hay nada sobre el tema. Confiesa que cuando era pequeña no le hablaron de Stanislaw y al indagar sobre su vida, le encantó su manera de ser.

Imagina un escenario ideal: el antepasado polaco aparece en el jardín de su casa, presidido por una buganvilia. Elena sabe que eso solo puede suceder en una historia inventada, pero como se dedica a ellas, está preparada para reaccionar.

“Si me lo encontrara, le regalaría el libro, le diría que me encanta el apellido Poniatowski; que conozco mal a Polonia y lo invitaría a una copita de vodka. Pero él no bebía, entonces quizá lo forzaría. Le diría que vivir en México ha sido un regalo polaco, que aquí a la política le decimos la polaca, y esas cosas”, confiesa.

EL ELIXIR DE LA POESÍA

De la misma manera en que las personas de su edad toman pastillas para la presión, la diabetes o la acidez, cada mañana Elena Poniatowska acude a la poesía como un elixir, que tal vez no ha sido la razón de su larga vida, aunque sí de que sea más bella.

La escritora, periodista y activista francesa de nacionalidad mexicana Elena Poniatowska, habla durante una entrevista con Efe, el 23 de noviembre de 2021, en Ciudad de México (México). Foto: EFE/Sáshenka Gutiérrez.

Confiesa que cada día relee varios poemas y menciona a algunos de sus autores favoritos, entre ellos Octavio Paz, Federico García Lorca, Rosario Castellanos, y Cristina Peri Rosi, reciente ganadora del Premio Cervantes.

“Leer poemas todos los días es algo que siempre hago”, revela, y señala sus libreros de madera pintada de blanco con tres metros de altura, en los que descansan obras principales de la literatura en varios idiomas.

¿Sería exagerado afirmar que si todos leyéramos poesía, tal vez no nos hubiera dañado la covid-19?

“Para nada, yo creo que esa es una verdad como un kilo de oro”, responde Poniatowska.

Elena Poniatowska cuenta que fue violada por el escritor Juan José Arreola y quedó embarazada

jueves, diciembre 12th, 2019

La escritora mexicana, Premio Cervantes en 2013, ha contado a los 88 años que sufrió abusos sexuales por parte del académico y escritor Juan José Arreola.

Madrid, España, 12 de diciembre (ElDiario.es).-La escritora mexicana, Premio Cervantes 2013, narra en su último libro El amante polaco, recientemente publicado en nuestro país por Seix Barral, que el escritor Juan José Arreola abusó sexualmente de ella.

Según la autora, Arreola -fallecido en 2001-, habría abusado de ella en 1954. Así lo corroboraba en una entrevista concedida al periódico mexicano Excélsior por la publicación de su última novela. Durante la entrevista, la escritora narró un episodio de abuso sexual ocurrido a mediados de los 50, cuando visitaba una vez a la semana a Arreola, con quien mantenía una relación de amistad. También cuenta que la agresión sexual la dejó embarazada y que su hijo nunca tuvo trato con Arreola.

“Ya se sabía, muchos lo saben. Pero no hay que decirlo, para qué. Arreola era un adulto, un hombre casado, con tres hijos, 20 años mayor que yo”, ha afirmado la premio Cervantes.

Este testimonio se suma al que defendió la poeta y pianista mexicana Tita Valencia, quien confesó que su libro Minotauromaquia, publicado en los setenta y que la violencia de género que vive su protagonista, se basaba en sus experiencias con Juan José Arreola.

La familia del autor ha publicado un comunicado en contestación, recogido por el periódico digital Sin Embargo, en el que afirman: “Con tristeza y molestia hemos leído las recientes declaraciones de dos conocidas autoras que, efectivamente, sostuvieron relaciones sentimentales con nuestro querido padre y abuelo. Por respeto a ellas y a él -ausente para defenderse- habíamos decidido mantenernos en silencio. Sin embargo, la verdad de los hechos de aquellos años se ha transformado hoy en una injusta narrativa de falsedades que no podemos soslayar”, sostiene familia del autor.

Elena Poniatowska, sin embargo, afirmaba este miércoles a Excélsior que no se arrepiente de haber evocado en su novela las circunstancias de abuso que rodearon el nacimiento de su primer hijo.

Arreola era un adulto, un hombre casado, con tres hijos, 20 años mayor que yo. Foto: Especial

Poniatowska posee una amplia trayectoria literaria, ha tocado casi todos los géneros literarios, novela, cuento, poesía, ensayo, crónicas y también cuentos para niños y adaptaciones teatrales.

Vive en México desde 1942, cuando por la Segunda Guerra Mundial su madre emigró al sur de Francia, y posee la nacionalidad mexicana desde el año 1969. Después de una formación inicial en lengua inglesa y castellana, en 1949 realizó sus estudios en Estados Unidos, hasta regresar a México en 1953. En esa época comenzó a trabajar en el periódico Excélsior, donde a través de una entrevista diaria retrató la realidad de su país en los años cincuenta.

En 1955 publicó su primera novela, Lilus Kikus y en 1971 obtuvo el premio literario Xavier Villaurrutia por La noche de Tlatelolco, aunque lo rechazó. Compagina su labor periodística con la literaria y en los noventa publica Todo México, Tinísima, Paseo de la Reforma, Todo empezó en domingo, Cartas de Alvaro Mutis a Elena Poniatowska, Las soldaderas, Juan Soriano y Niño de mil años.

Entre sus trabajos destacan las crónicas de la matanza estudiantil del 2 de octubre de 1968; el terremoto de 1985 en Ciudad de México, o el conflicto de Chiapas en 1994. Ha sido profesora de literatura y periodismo, socia fundadora de la Cineteca Nacional de México y de la editorial Siglo XXI. Recibió el Premio Cervantes en 2014 por toda su trayectoria.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE ELDIARIO.ES. VER ORIGINAL AQUÍ. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN.

Familia de Arreola lo defiende: muestra cartas de la relación del escritor con Poniatowska

domingo, diciembre 8th, 2019

“Los sentimientos en general, no se saben volver a encontrar, y a lo mejor, los dos seremos totalmente nuevos el uno gente al otro sin encontrar nada, sin recobrar el hilo perdido… Tú un nuevo Juan José y yo también cambiada (…) Yo de ti nunca hablaré una palabra con nadie, ni después del bebé.. Tú entiendes que esas cosas no se comentan. La gente lo tomará como se les dé su regalada gana, pero yo no trataré jamás de justificarme…”, refiere Elena Poniatowska en su misiva hacia la paternidad Juan José Arreola.

Ciudad de México, 8 de diciembre (SinEmbargo).- La familia del autor mexicano Juan José Arreola respondió a las recientes declaraciones de las escritoras Elena Poniatowska y Tita Valencia, quienes sostuvieron una relación con el también académico durante su juventud.

Elena Poniatowska y Tita Valencia fueron alumnas de Juan José Arreola cuando éste impartía un taller literario.

Apenas, Elena Poniatowska reveló al periódico Reforma que el padre de su hijo, Emmanuel Haro, es Juan José Arreola; en tanto, Tita Valencia refirió durante una entrevista con el diario El País, que su relación con Arreola fue “cruel y abusiva”.

“Con tristeza y molestia hemos leído las recientes declaraciones de dos conocidas autoras que, efectivamente, sostuvieron relaciones sentimentales con nuestro querido padre y abuelo. Por respeto a ellas y a él -ausente para defenderse- habíamos decidido mantenernos en silencio. Sin embargo, la verdad de los hechos de aquellos años se ha transformado hoy en una injusta narrativa de falsedades que no podemos soslayar”, puede leerse al inicio de la misiva enviada a medios de comunicación.

En el texto, también se incluyó una serie de cartas y mensajes de las autoras mencionadas hacia el autor, sin edición, con el fin de presentar una versión histórica “distinta” a la fundida y que de acuerdo con el comunicado de la familia Arreola “conocieron directamente”.

Por último, el comunicado señala que con esta Fe de Erratas buscan proteger la memoria Arreola, a quien se refieren con una “personalidad bondadosa”que “lo mantuvo lejos de cualquier forma de violencia”.

La carta escrita por Elena Poniatowska hacia Juan José Arreola data del miércoles 21 de febrero de 1955; al inicio, la autora comienza hablando sobre un artículo titulado “Viajar”, escrito por Arreola, donde lo felicita y reconoce su labor como escritor y literato.

Posteriormente, la autora refiere asuntos más personales, más sentimentales donde le asegura al escritor mexicano que es su único refugio, señalando que está cayendo en contradicciones.

“¡He sido excesiva y te pido perdón! Si las cartas son contradictorias es a causa de mis estados de ánimo, que debería controlar y quizá jamás hablarte de ellos (…)”, expresa la carta enviada por Poniatowska.

“Ahora te juro una cosa, niño; que fuera de las relaciones de trabajo, de los artículos más complicados que te mandaré de vez en cuando, ya no tenemos derecho de hablar de este asunto, porque es como estar meneando una sopa horrible (…)”, refiere la misiva enviada por la autora.

En un plano más sentimental, Poniatowska le expresó en su carta a Arreola que ellos no tienen derecho a nada, que pronto las cosas pasarán en las mejores condiciones posibles.

Elena le confía en su carta a Arreola que buscaría en Italia las direcciones de dos conventos donde admiten huéspedes, pues su embarazo no sería entendido por su familia, pues de acuerdo con las palabras de la autora, el enterarse de la situación, sería “atroz” para ellos.

“Por lo que se refiere a ese viaje del que me hablas; por ningún motivo debes hacerlo; No tiene sentido Juan José. Ahorita los que importan, son tus hijos grandes, y no el bebé (…)”.

Poniatowska le dice a Arreola en su carta que le daría mucho gusto llegar a México y ver a éste consolidado dentro del ámbito literario y editorial; no obstante, también Elena expresa que cualquier relación sentimental entre ellos ya no será posible.

“Los sentimientos en general, no se saben volver a encontrar, y a lo mejor, los dos seremos totalmente nuevos el uno gente al otro sin encontrar nada, sin recobrar el hilo perdido… Tú un nuevo Juan José y yo también cambiada (…) Yo de ti nunca hablaré una palabra con nadie, ni después del bebé.. Tú entiendes que esas cosas no se comentan. La gente lo tomará como se les dé su regalada gana, pero yo no trataré jamás de justificarme… A ti, te puedo escribir cosas atroces, pero jamás se me ocurriría decirlas ni mi propia madre… En primer lugar porque vas a ser el padre del niño, en segundo lugar, porque yo no creo que mi mamá haya jamás tenido un gesto malo hacia tí, ni mi padre, porque yo de ti, no les he dicho, más que eres un gran señor (…)”, refiere Poniatowska en su misiva sobre la paternidad de Arreola.

Más tarde, Elena indica en su misiva las posibles críticas que pudiese desatar la situación a nivel familiar, personal y social, asegurando que hará todo lo posible para que el sufrimiento sea mínimo.

“Ya ves que estoy cuerda y sensata; que veo todo con claridad y qué no haré estupideces… Claro, te tendré todo el tiempo al corriente de todo, Juan José, y no con contradicciones, ni con humores extraños (…) Por ti, siento un gran cariño, un gran respeto (…) con todo este amor que te di en Ganges… Pero tienes que quedarte en México y trabajar”.

Elena también le dice a Arreola que ella es la más cuerda de ellos dos y le pide que se quede en México y que la deje sola.

“Ahora estoy tranquila y tu presencia solo me haría daño… Tengo una idea de ti que no cambiará jamás, y es una idea grande y noble, pero tu presencia es dañina, Juan José, y desconcertante… En México, podrás hacer lo que quieras, pero aquí déjame sola… Cuando vuelva, decidirás y hablaremos, en lo que se refiere al bebé y lo verás cuando quieras. Tú eres un hombre casado, tu matrimonio tiene como sentido, tres hijos, y no tienes absoluto derecho, en cambiar tu situación”.

La carta también es una especie de despedida por parte de la escritora Poniatowska.

“Ves, todo tiene un final y el de nosotros es bello…”.

Finalmente, en la misiva escrita por Elena le pide a Arreola que la ayude en el sentido en que ella quiere, que es desarrollarse en el ámbito literario y editorial.

“Esta carta es muy clara y muy decisiva y creo haber cubierto todos los puntos… Ves, para que el niño es mejor que pueda decir él mismo”.

“Después de que pase todo esto, Juan Josesito seremos dos gentes muy felices, muy bien en su lugar y la única preocupación será no herir jamás a nadie (…) Bueno, adiós, niño, tengo que hacer al estúpido de Francois Mauriac, que es un viejo chivo; reza a ratos; Yo también voy a rezar; Tu Helene”, así finaliza la carta enviada por Elena Poniatowska a Juan José Arreola en 1955.

La segunda misiva adjuntada por los familiares de Arreola, es de la también escritora Tita Valencia, escrita en 1966. En ella, Valencia expresa que tras la última carta enviada por el escritor, ésta se sintió desconcertada y un poco triste.

“Sabes, me doy cuenta de que no hay correspondencia posible entre nosotros, que mientras tú la pasas tan mal, angustiado con mil problemas reales, inmediatos, graves, yo te escribo idioteces de pájaros y música (…)”, puede leerse al inicio de la carta.

Tita Valencia le expresa a Arreola un sentimiento de insuficiencia, pues ella le cuestiona que qué puede hacer por él, pues reconoce que cualquier persona que se encontrara con el escritor mexicano en ese momento, sería de mayor utilidad que la propia Valencia.

“Siempre soy impotente de hacer algo por quien más me importa en la vida”.

“Te escribí una carta ayer tan horrible, tan resentida. No tengo perdón, deveras, después de que todavía eres tan bueno de escribirme en medio de tantos problemas y ocupaciones ¡Y te quiero de tal manera, y me duele tanto de tener esos arranques de desesperanza! ¡Perdóname!”, dicta la carta enviada por Valencia en la década de los sesenta.

Finalmente, Valencia se despide de Arreola diciendo:

“Te prometo hacer un nuevo intento… de buena voluntad… ¡me duran tan poco, Juan José! Pero esta vez, ya verás, durará lo que dure tu viaje. Para acompañarte”, concluye la carta.

Poniatowska lamenta el asesinato de periodistas y la inseguridad en el primer año de AMLO

viernes, diciembre 6th, 2019

En el marco de la presentación de su última novela en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, la escritora Elena Poniatowska lamentó los recortes presupuestales en el rubro de Cultura y en general la inseguridad en México, sin embargo insistió en su simpatía por el Presidente.

La autora presentó su más reciente libro El amante polaco (Seix Barral, 2019), donde recrea la vida de sus antepasados en el siglo XVIII, esencialmente de Stanislaw Poniatowski, de donde provine su apellido.

Por Enrique Mendoza Hernández

Guadalajara, Jalisco, 6 de diciembre (Zeta).- La escritora Elena Poniatowska concluyó su participación en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL): Presentó su más reciente novela El amante polaco (Seix Barral, 2019); participó en la presentación de “Recuerdos del futuro”, de la estadounidense Siri Hustvedt, Premio Princesa de Asturias de las Letras 2019, y además compartió un diálogo con la prensa donde lamentó que “lo peor en nuestro país es la inseguridad”, a apropósito del primer año de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Elena Poniatowska presentó el pasado miércoles 4 de diciembre El amante polaco (libro 1 de 2), novela donde recrea la vida de sus antepasados en el siglo XVIII, esencialmente de Stanislaw Poniatowski, de donde provine su apellido:

“Esta primera parte de El amante polaco es un fascinante viaje a través de dos tiempos narrativos y de dos fuerzas del destino, el de las cortes europeas del siglo XVIII y el de la Ciudad de México en plena ebullición, el de las intrigas palaciegas y las tertulias literarias de la década de 1950, el de los romances prohibidos y el de una vida volcada a la escritura, tan llena de momentos intensos como dolorosos”, reza la presentación del primer libro de El amante polaco; el segundo volumen lo entregará próximamente la autora a Grupo Editorial Planeta.

Foto: Cuartoscuro

Asimismo, durante su encuentro con la prensa, la ganadora del Premio Cervantes 2013 aclaró su simpatía por el Presidente: “Hace 16 años que apoyo a Andrés Manuel López Obrador, porque creo fervientemente en lo que él dijo: ‘primero los pobres’. Creo que es importantísimo en nuestro país, un país tan inmenso, darle la oportunidad a quiénes no la han tenido, darles escuela, darles salud, darles hogar, darles todo esto”.

“Entonces, yo tengo fe en un futuro a partir de un hombre honesto y sobre todo a partir del destape de la corrupción; yo creo que ya no era posible que estuviéramos ignorando tanta corrupción y tanta gente víctima de la total desigualdad en nuestro país”.

No obstante, Elena Poniatowska lamentó los recortes presupuestales al rubro de Cultura, el asesinato de periodistas y en general la inseguridad en el primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador: “El recorte a la Cultura sí ha sido verdadero, lo han sufrido muchas instancias culturales”.

“Ha sido un punto muy álgido, muy difícil, muy tremendo porque sabemos lo peor en nuestro país es la inseguridad, no la hay yo creo en ciertos estados, la hay en el Distrito Federal, es muy inseguro, pero yo creo que en Mérida, Yucatán, no se siente en ciertos estados, están libres del problema grave de inseguridad”.

Foto: Enrique Mendoza/Zeta

Además, respecto al hecho de que en México han sido asesinados 11 periodistas en el primer año de gobierno de AMLO, la autora de “La noche de Tlatelolco” refirió:

“Es muchísimo más difícil ser periodista en provincia y no se diga en la frontera, porque en la frontera te reconocen de inmediato. Yo creo que sí debería en nuestro país darle más protección a los periodistas, sobre todo los jóvenes que empiezan; yo creo que los periodistas están sumamente abandonados a su suerte, sumamente dejados solos”.

Sentenció: “Yo creo que ha sido muy difícil este primer año, el de la Cuarta Transformación”.

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Poniatowska sobre el primer año de AMLO: “Tengo fe en un futuro a partir de un hombre honesto”

martes, diciembre 3rd, 2019

Durante su presentación en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, la escritora y periodista mexicana Elena Poniatowska expresó que mantiene su firme apoyo a Andrés Manuel López Orador, a pesar de que ha tenido un primer año “muy difícil”.

La autora dijo que “mucha gente ha protestado” contra el actual Gobierno y que el sector cultural ha “sufrido muchísimo” por los recortes presupuestarios, pero hizo un alegato a favor del mandatario.

Guadalajara, México, 3 de diciembre (EFE).- La célebre escritora y periodista mexicana Elena Poniatowska, premio Cervantes 2013, expresó este martes que mantiene su firme apoyo al Presidente de México, el izquierdista Andrés Manuel López Orador, a pesar de que ha tenido un primer año de Gobierno “muy difícil”.

“Tengo fe en un futuro a partir de un hombre honesto y el destape de la corrupción. Ya no era posible que ignorásemos tanta corrupción”, expresó durante la presentación de su nuevo libro, El amante polaco, en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, en el oeste de México.

Poniatowska admitió que “ha sido muy difícil este primer año de la 4T“, en alusión a la “cuarta transformación” del país que promete López Obrador, después de la Independencia, la Reforma y la Revolución mexicana.

La célebre escritora y periodista mexicana Elena Poniatowska, premio Cervantes 2013, habla durante una rueda de prensa este martes, en Guadalajara. Foto: EFE

Relató que “mucha gente ha protestado” contra el Gobierno de López Obrador, quien asumió el 1 de diciembre de 2018, y que el sector cultural ha “sufrido muchísimo” por los recortes presupuestarios, pero hizo un alegato a favor del mandatario.

“Hace 16 años que apoyo a Andrés Manuel López Obrador porque creo fervientemente en que primero van los pobres y creo que es importantísimo que en nuestro país hay que dar oportunidad a quienes no la han tenido para darles escuela, salud y hogares”, expresó.

Asimismo, deseó que tras López Obrador, en 2024, asuma la Presidencia del país una mujer por primera vez.

“A lo mejor cuando termine este sexenio nos toca una mujer. Depende del grado que esté listo México”, expresó Poniatowska, quien recordó que en Estados Unidos “no ganó Hillary (Clinton), ganó (Donald) Trump”, dijo sacando la lengua.

La autora también se expresó sobre el feminismo y dijo apoyar la causa, aunque no comparte que en las recientes manifestaciones en Ciudad de México se pintaran monumentos y se rompieran cristales.

“Desde luego soy totalmente solidaria con las mujeres que se manifiestan, lo único es que, por índole propia o por mi edad, rechazo el vandalismo”, expresó Poniatowska, nacida en París en 1932.

La escritora aseveró que no es equiparable la muerte o violación de una mujer con la pintada de un edifico público, pero de todas maneras opinó: “Destruir por coraje o por rabia es algo que creo que nos lastima”.

En El amante polaco, la escritora se remonta al siglo XVIII para abordar la “apasionada historia de amor” de su pariente Stanislaw Poniatowski, quien fuera “el último rey de Polonia”.

Poniatowska destacó la “casualidad muy especial” de que su pariente que protagoniza la novela, cuya elaboración le ha obligado a estudiar mucha historia, nació en 1732, exactamente 200 años antes que ella.

A sus 87 años, la escritora y periodista no ha perdido el sentido del humor y durante la rueda de prensa no dejó de arrancar risas con sus comentarios, como cuando se ofreció a imitar las reverencias de la época de Poniatowski o preguntó entre risas: “¿Creen que todavía hay hombres vírgenes?”.

También cuando confesó que siempre se ha preguntado “dónde están los baños” en el Palacio de Versalles, dado que dijo ser una persona “muy escatológica”.

La FIL Guadalajara 2019 acogerá hasta el 8 de diciembre en la capital de Jalisco a cerca de 800 escritores provenientes de 37 países y más de 2.000 editoriales, además una destacada delegación de la India y cerca de 800 mil visitantes.