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Mujeres pelearon y ganaron el término “poeta”, oficio que se hace con responsabilidad: Langagne

martes, marzo 5th, 2019

“El término poetisa se fue quedando atrás. En los años 20, una autora brasileña dijo: ‘no soy alegre ni triste, soy poeta’. Ella propuso que las mujeres eran también poetas. Esa es la recompensa que encontramos en un libro como Nido de Poesía”, dijo Eduardo Langagne, escritor mexicano. 

Ciudad de México, 5 de marzo (SinEmbargo).– Eduardo Langagne, escritor mexicano, celebró las recompensas que entrega el trabajo editorial de los jóvenes, y aplaudió los cambios que han provocado las nuevas generaciones en la literatura y poesía.

“A la gente le sorprende que se le diga ‘poeta’ a las mujeres y a los hombres… no a todo el público, hay público que ya tiene más hábito de reconocer poetas hombres y mujeres, pero a mí me parece importantísimo que las mujeres hayan peleado y ganado el término, no porque sea un término masculino, sino porque es una representación del oficio que se hace con seriedad y responsabilidad”, dijo Langagne durante la presentación de Nido de Poesía en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, en la Ciudad de México.

“El término poetisa se fue quedando atrás, justamente por las nuevas generaciones. En los años 20, una autora brasileña dijo: ‘no soy alegre ni triste, soy poeta’. Ella propuso que las mujeres eran también poetas. Esa es la recompensa que encontramos en un libro como este”, explicó. Nido de Poesía reúne las letras de jóvenes que nacieron entre 1982 y 1994.

“El trabajo editorial es fundamental. El trabajo de los editores jóvenes es importante porque también van estableciendo parámetros. Nosotros, a los que nos importa la literatura y la poesía, siempre vemos como recompensa un libro como este”, señaló el ganador del Premio Casa de las Américas.

NIDO DE POESÍA 

En Nido de Poesía, cuyo prólogo fue escrito por Langagne, participan Adriana Dorantes, ganadora del Premio Nacional de Poesía Rosario Castellanos 2018, Aldo Vicencio, fundador del Colectivo Poético Naufragio, entre otros jóvenes. El texto nace en formato digital, en el portal Los Ojos del Tecolote.

“Los Ojos del Tecolote es un proyecto que cumplirá 5 años. Es pequeñito, aún nos falta un montón por hacer, pero estamos orgullosos de lo que hemos logrado. La plataforma nació por la necesidad que teníamos jóvenes por expresarnos. Queríamos que nadie nos impusiera algo. En ese camino hemos tenido tropiezos y aciertos. Nido de Poesía ha sido uno de los grandes aciertos. El libro nació en el portal del Tecolote”, explicó Diana Ramírez Luna, cofundador del proyecto y autora de tres libros.

“Comenzó como un proyecto chiquito, pero gracias a Diana y al equipo se hizo muy grande. Diana tuvo la visión de hallar la manera de que la poesía llegara a más gente. Eso sobresale en la formación de este proyecto. Diana comenzó pidiendo textos para el sitio web, después se convirtió en un proyecto editorial”, detalló Adriana Dorantes.

“Buscamos acabar con los estereotipos de que la poesía es para gente ilumina, dotaba, a la que no se le entiende, que son extraños. Queríamos terminar con los tabúes alrededor de la poesía, erradicar prejuicios”, dijo Ramírez Luna.

Si alguien quiere participar en el proyecto o adquirir Nido de Poesía, puede contactarlos en este LINK

El texto nace en formato digital, en el portal Los Ojos del Tecolote. Foto: Facebook de El Tecolote.

“Verdad posible”: Poemas del “terco decir”, premiados con el José Lezama Lima

sábado, febrero 13th, 2016
"Escribo siempre el mismo poema", dice Eduardo Langagne. Foto: Francisco Segura / ex CONACULTA

“Escribo siempre el mismo poema”, dice Eduardo Langagne. Foto: Francisco Segura / ex CONACULTA

El trabajo del mexicano Eduardo Langagne logra otro importante reconocimiento. Su obra literaria ha sido merecedora ya de numerosos galardones. “Uno escribe siempre el mismo poema, pues los temas se repiten en el sentido de que nuestra percepción de la realidad es un ensayo que se desarrolla con la experiencia”, dice

Ciudad de de México, 13 de febrero (SinEmbargo).- Verdad posible es el poemario por el que el mexicano Eduardo Langagne acaba de ganar el Premio Lezama Lima, cuyo nombre honra al insigne cubano José Lezama Lima (1910-1976), uno de los máximos escritores de la isla y sin duda un verdadero baluarte de la literatura en español.

Verdad posible es de temática variada, con acento en la infancia de su creador y en un diálogo poético con autores clásicos y figuras contemporáneas, en una obra que distingue al verso como unidad esencial del poema.

El volumen reúne 46 poemas divididos en cinco partes. La primera, “Fotos en la portada”, es una serie de retratos imaginarios que tienen por denominador común a los iconos pop de una generación, explica la editorial del Fondo de Cultura Económica.

La segunda parte, “Amigas misteriosas”, crea un diálogo más directo del poeta con sus maestros literarios; este diálogo se sincera paulatinamente, se asemeja a la cosmogonía y desciende por la “espiral del tiempo” a los años de infancia que tratan la tercera y la cuarta parte del libro, “Árbol, hijo, libro” y “Canción del viaje”.

La última sección, “Oficio”, está constituida por poemas más breves donde el poeta comparte sus conclusiones y consideraciones sobre el acto de escribir.

Un poemario dividido en cinco partes y editado por el FCE. Foto: Especial

Un poemario dividido en cinco partes y editado por el FCE. Foto: Especial

“Hay un tránsito del poema ficción, propiamente dicho, al poema del íntimo decoro, que tiene una primera persona, un yo lírico que va más allá de lo autobiográfico. La poesía es una vida paralela”, dijo Langagne en ocasión de presentar el libro en el Palacio de Bellas artes.

“Hay muchas maneras de reflexionar sobre la poesía. Las ideas abstractas, por ejemplo, se traducen siempre en una rotunda realidad; se convierten en temas cercanos a la vida diaria. Tal vez las primeras abstracciones son la vida y la muerte… He pensado para ello en las tres heridas que cantó Miguel Hernández: la del amor, la de la muerte y la de la vida”, agregó el poeta.

“Uno escribe siempre el mismo poema, pues los temas se repiten en el sentido de que nuestra percepción de la realidad es un ensayo que se desarrolla con la experiencia. La vida es un ensayo y la poesía es su interpretación”, expresó en una entrevista llevada a cabo por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

“Puede ser que no exista diferencia entre el joven poeta que empezaba su camino hace casi 40 años y el hombre que sigue caminando en la tarde, anhelando que la noche esté muy lejos todavía. Tal vez ahora hay otras reflexiones, acaso de madurez, sin embargo, el mismo terco decir se recupera a veces en temas similares que siguen rondando la sombra del poeta o su memoria”, afirmó.

El Premio Lezama Lima lo entrega Casa de las Américas en La Habana, Cuba, desde el 2000 y lo han recibido entre otros la uruguaya Idea Vilariño, el chileno Raúl Zurita y el argentino Juan Gelman.

Quién es Eduardo Langagne: (Ciudad de México, 1952). Poeta, traductor y promotor cultural ha escrito poemas sonoros, textos poéticos para música popular y de concierto, guiones para radio, cine, video y escena. Por su poesía ha recibido distinciones como el Premio Nacional de Letras Ramón López Velarde, 1979; Premio Poesía Casa de las Américas, 1980; Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen, en poesía, 1990 y el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes, 1994, por Cantos para una exposición. Su obra ha sido compilada en diversas antologías. En las décadas de 1970 y 1980 colaboró en Punto de partida. Actualmente es director de la Fundación para las Letras Mexicanas.

Ha publicado los poemarios Donde habita el cangrejo (1980, 2003), Poemas para hacer una casa (1982), Los abuelos tercos (1983), Navegar es preciso (1987), … A la manera del viejo escarabajo (1991), Tabacalera (1992), Al otro lado del mar (1994), Como calles estrechas (1994), Cantos para una exposición (1995), XXX sonetos (1998), Romances anónimos (1999), La manzana en la cabeza (2000), Décima ocasión (2004), Decíamos ayer… (Poesía 1980-2000) (2004), El álbum blanco (2004), Vagabundo (2004); los libros de cuento Crónica de la conquista de la nueva extraña (1981) y Cebolla de cristal (1997); suyos son también los volúmenes de literatura para niños Para leer sobre un tambor (1986) y Mi caballito rojo (1991).