Posts Tagged ‘Diana Ramírez Luna’

RESEÑA | Diana Ramírez presenta El Jardín de las certezas

sábado, junio 12th, 2021

Diana Ramírez Luna logra algo de lo que pocos pueden jactarse, y es que la ubicación espacio temporal del Jardín es algo perfectamente estructurado, no solamente para que nuestras mentes aprendan a ubicar las dimensiones y recovecos del lugar, sino para vivirlo. 

Por Alejandro Volta 

Ciudad de México, 12 de junio (SinEmbargo).- Tengo la certeza de que las letras siempre son una especie de medio de salvación para el que las ejecuta, ya sea que porque no puede traducir el discurso que trastabilla en la garganta por el miedo o la pena, por mera catarsis, donde se destila la rabia y el dolor acumulado, o porque la alegría y el amor no tienen cabida en el pecho y el corazón e inevitablemente necesitan desbordarse por los dedos. Sea por el arquetipo o el tropo que sea, es inevitable dejar un pedazo de nuestro yo impregnado en las páginas escritas, y Diana Ramírez Luna junto con El Jardín de las certezas (Camelot América, 2020) no es la excepción a esta regla no escrita.

Como en esta novela, las casualidades no existen y el destino está íntimamente ligado a la vida misma, pues las páginas de esta novela cayeron en mis ojos, en un momento aciago de la vida, así que, amable lector, estoy seguro de que aun en los momentos más grises o en la inevitable puesta del alba, encontrarás un hermoso bálsamo, no solamente en las cuestiones del alma y el corazón, sino también en la hermosa mezcla de colores y matices que regala este Jardín, el cual bien podría sugerir un estilo surrealista, con árboles cual dientes de león, lagos que cambian sus tonalidades y magníficas alboradas sacadas directamente del recuerdo.

Diana logra algo de lo que pocos pueden jactarse, y es que la ubicación espacio temporal del Jardín es algo perfectamente estructurado, no solamente para que nuestras mentes aprendan a ubicar las dimensiones y recovecos del lugar, sino para vivirlo; si uno se toma su tiempo, hasta se puede hacer el plano del sitio y sentirse como en espacio propio, en una de esas acogedoras maisons.

Otro acierto es la interrelación de todos los personajes, teniendo esos reflejos del ser amado vertidos en personalidades tan abrasadoras como Santiago o André, la musicalidad naciente del padre de Natalia (protagonista de la novela) esos boleros y tríos que los años de tecnología y la vida de cartón digital nos ha ido quitando. Ese golpe de nostalgia viene equipado junto con el cine de aquella época, donde tequila en mano, se destilaba la tristeza más áspera.

El síncope de las despedidas está a pedir de boca, ya sea de alguien o algo, el crecimiento que implica dejar ir es la lección más grande en esta novela; bien diría Gustavo Cerati: poder decir adiós, es crecer, y aunque uno nunca puede desprenderse totalmente de la memoria y la nostalgia, es posible dejarla en refractarios que nos recuerden que incluso el dolor puede transmutar al cuenco de la esperanza, lo importante, siempre será existir a pleno.

Pero, amable lector, siempre es mejor caer inmerso en el juicio propio, así que te exhorto a adquirir este Jardín de las Certezas de la mano de Diana Ramírez Luna y a dejarte guiar a un mundo en el cual bien puedes terminar habitando.

RESEÑA | Otra mirada sobre la transición de la Letonia soviética a la capitalista en Polvo en el reloj de arena

sábado, mayo 9th, 2020

Polvo en el reloj de arena es una novela portentosa que, al relatar el paso de la Letonia soviética a la Letonia capitalista, adopta al lector como un elemento más de un puzzle conformado porfragmentos de conversaciones telefónicas, cartas y mensajes de texto.

Por Diana Ramírez Luna

Ciudad de México, 9 de mayo (SinEmbargo).– Mucho se ha escrito a nivel histórico con respecto a la etapa de transición de la Letonia soviética a la capitalista, sin embargo, ver esa transición desde los ojos de un estudiante que es reclutado para luchar en la guerra contra Afganistán justo después de entrar a la universidad puede resultar mucho más cautivador, pues es como observar la metamorfosis de primera mano, desde adentro.

De la autoría de Arno Jundze, Polvo en el reloj de arena no sólo resulta una apuesta interesante por sí misma, sino porque es la primera novela traducida del letón al español publicada en México.

Traída al español por la traductora y artista letona Agnija Anca, quien actualmente radica en México, y con una edición a cargo de Abismos Editorial, liderada por la editora y escritora Sidharta Ochoa, así como con el apoyo de Latvian Literature, esta novela del filólogo letón es una de las grandes apuestas de la casa editorial independiente.

Además de ser periodista cultural, crítico literario y teórico, Arno Jundze (1965) ha sido anfitrión de 100 g de cultura y otros programas de televisión. Es editor de la sección de noticias culturales de uno de los periódicos más importantes de su país y ha escrito dos libros para niños, mismos que han sido nominados para el prestigioso Premio Jānis Baltvilks.

Polvo en el reloj de arena relata la vida de un ministro luterano, sobreviviente del Gulag, así como la de un talentoso científico que termina vendiendo tractores y la de un periodista adicto cuya carrera se ha apagado.

Con una entrada intensa y contundente, Polvo en el reloj de arena tiene la capacidad de enganchar al lector desde el primer capítulo, planteándonos preguntas que acaso todos nos hemos hecho alguna vez, incluso sin reparar en ellas o considerándolas simple producto del ocio: “¿Por qué casi toda persona en algún momento de su vida ha sentido que un extraño abordado por accidente, o una silueta pasajera de un transeúnte entre la multitud parece ser un amigo no visto en cien años? ¿Por qué al llegar por primera vez a tierras desconocidas nos puede inundar la certeza de que ya hemos estado ahí y conocemos el lugar?”

Acaso uno de los aspectos de mayor riqueza de la novela son los personajes, de los cuales Jundze se sirve para la creación de metáforas, por ejemplo, la del científico del Estado que, al verse imposibilitado para desarrollar una carrera, termina convirtiéndose en un eslabón más del capitalismo triunfante.

La ironía también está presente, pues el periodista adicto, entusiasmado por recibir la primicia de su carrera, se vuelve presa de la manipulación del servicio secreto sin darse cuenta. Y tenemos al ministro luterano, quien realiza diversos ejercicios de voluntad mientras está preso en el Gulag, lo cual nos deja ver que, aún cuando las prácticas religiosas estén prohibidas, la espiritualidad es innata y persistente.

Con alusiones a la censura y la imposibilidad de ésta, la religión y la espiritualidad, así como con un notable sentido del humor, Polvo en el reloj de arena es una novela portentosa que, al relatar el paso de la Letonia soviética a la Letonia capitalista, adopta al lector como un elemento más de un puzzle conformado porfragmentos de conversaciones telefónicas, cartas y mensajes de texto.

Si tuviéramos que mencionar alguna debilidad de la novela, sería pertinente decir que es notoria la ausencia de personajes femeninos, así como los roles secundarios que desarrollan los pocos que aparecen.

Aunque extensa, pues se trata de una obra de 359 páginas, la novela es ligera y escurridiza, pues se lee bastante rápido, pero no me mal entiendan, pues no por ello se trata de un texto baladí. La novela está disponible en formato impreso en Amazon, así como en la librería del centro cultural Casa Tomada.

RESEÑA | Como un bolero, un requinto de letras, sueños y fantasías de Diana Ramírez Luna

sábado, julio 20th, 2019

Como un bolero agrupa 16 cuentos en 90 página. De lectura rápida y afable, los relatos por momentos juegan a ser una novela, un instante de suspenso o los destellos del realismo mágico de Doce cuentos peregrinos de Gabriel García Márquez.

Ciudad de México, 20 de julio (SinEmbargo).- Si los recuerdos se convirtieran en canciones, serían un bolero. Esa es la sensación que queda una vez que se concluye la lectura de Como un bolero, el segundo libro de la escritora mexicana Diana Ramírez Luna.

El bolero, que nació en 1840 en Cuba, sirve de pretexto para que la autora, una fanática del género que encontró en México a uno de sus principales nichos, invite al lector a sumergirse en un viaje de sueños, deseos, ilusiones, fracasos y suspenso que sólo los recuerdos de lo vivido son capaces de generar.

Como un bolero agrupa 16 cuentos en 90 páginas. De lectura rápida y afable, los relatos por momentos juegan a ser una novela, un instante de suspenso o los destellos del realismo mágico de Doce cuentos peregrino de Gabriel García Márquez.

Publicado por Literalia, editorial autogestiva mexicana, forma parte de una nueva manera de ver la literatura: explorar historias que los autores mexicanos y latinoamericanos tienen que contar, a partir de campañas de fondeo.

El nombre del libro no sólo dota de identidad a uno de los cuentos, el más largo y profundo, sino también representa una invitación a asumir la nostalgia y los recuerdos como episodios necesarios para crecer, entenderse y asumirse como una persona cambiante.

El género que nació en 1840, en Cuba, sirve de pretexto para que la autora invite al lector a sumergirse en un viaje de sueños. Foto: Literalia, cortesía.

El viaje musical y literario inicia con Estamos aquí y Conejitos. El primero nos lleva al funeral de un abuelo por las calles de Oaxaca; mientras el otro juega con la realidad y el suspenso de accionar un arma.

En Vestigios nos sumergimos en la historia de suspenso de Nadia, una joven que vive entre la realidad y sus sueños de amor con Jesús. Y es que la historia se repite, una y otra vez, “el me dice que soy bonita y me da la caja”.

En Qué significan los autos, la lectura es relajante y juguetona. El relato coquetea con los quizz y nos lleva a tratar de identificarnos en cada una de las máquinas ahí descritas.

Tinta color de labios es un guiño a los amores imposibles y las ilusiones que uno crea cuando un nombre se nos incrusta en la cabeza. René se enamora de su maestra Helena y el entramado lleva a querer estar en esa clase para besar esos labios…

Prosopagnosia da un giro al ritmo del libro. La descripción del relato introduce al lector en la trágica historia de Alix. Al final, como dice el narrador, uno se queda con el deseo de volver al pabellón, la mañana siguiente, para encontrarla.

El recorrido nos lleva al cuento que da nombre al libro. Como un bolero es el clímax de la narrativa de la autora. La historia nos presenta a Silvia, una niña enamorada de un músico que la ignora.

A lo largo de las líneas, conocemos la devoción de la menor que prefiere escuchar al trío musical que jugar con sus primos. Los años los hacen reencontrarse, justo cuando Silvia ha entrado en el punto culminante de su belleza.

La historia cambia. El músico delira por la joven hasta que una realidad se estrella en la frente de ambos… La hora de Silvia llega, y ella, a diferencia de años anteriores, sabe que “la decisión no puede ser otra”.

El libro sigue su rumbo con Larissa, una historia de la cotidianidad del metro, en el que la autora nos envuelve en un viaje con singular final.

Los prometido es deuda nos desliza por la promesa que un par de amigos se han hecho a lo largo de los años. Sin embargo, la vida los pondrá frente a una última prueba que demuestra que lo acordado nunca se rompe, ni siquiera cuando la muerte se atraviesa.

Press francés destila odio y coraje. Mediante una narrativa envolvente, la autora nos describe la repulsión de una persona hacia aquella que considera una intrusa.

Como un bolero es el segundo libro de la escritora mexicana Diana Ramírez Luna. Foto: Facebook, Pablo Isaac García Olán.

El taller es un viaje al recuerdo de los espacios sagrados del padre. La ruptura con el padre es latente cuando dicho sitio comienza a ser derrumbado, con todo y los recuerdos acumulados.

Mariposas amarillas es un guiño al realismo mágico de García Márquez, no sólo por el nombre que hace honor al lepidóptero que aparece junto a Mauricio de Babilonia en Cien años de soledad, sino por el tétrico final del relato.

Autorretrato a partir de Rosario Castellanos rompe con la dinámica del cuento. El poema es una oda al descubrimiento de los elementos que conforman su interior, la aceptación de todo aquello que no le gusta, pero que le ha dado fuerza para levantarse, una y otra vez, del terror de no entregar a tiempo sus textos.

Mientras en Querido Zarco, la autora le escribe una carta de amor al bandido creado por Ignacio Manuel Altamirano. Y le promete “una historia mejor escrita que la que tuviste con esa”.

En Cerca abierta, la realidad se vuelve ficción al hacernos preguntar si somos unos niños en el cuerpo de un adulto; o una persona mayor queriendo volver a la infancia.

Finalmente, Reencuentros cierra el viaje de Como un bolero. La historia no sólo es maravillosa por situarse en los ojos de un muerto en su funeral, sino que constituye el cierre del círculo que inició con Estamos aquí.