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Estas son las bandas y solistas oficiales para el 20 Aniversario del festival Vive Latino

jueves, noviembre 29th, 2018

Santana, Bomba Estéreo, Caifanes, Bunbury, Café Tacuba, Fobia, Los Tres, Korn, Editors y Foals son algunos de los grupos que encabezan el cartel. 

El pasado 6 de noviembre la banda británica Editors ya había publicado por error la alineación del festival, desde su cuenta de Twitter. Esta vez el cartel es difundido de forma oficial junto con la fecha de venta general.

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Ciudad de México, 29 de noviembre (SinEmbargo).- El festival Vive Latino anunció la alineación oficial de bandas y solistas que se presentarán en la vigésima edición, con fecha los días 16 y 17 de marzo, en el Foro Sol. La venta general de boletos comenzó este jueves.

Para el sábado 16 de marzo el cartel está conformado por: Caifanes, Daniela Spalla, División Minúscula, Fermín IV, Galindo, Bomba Estéreo, Fantastic Negrito, Gandhi, Hello Seahorse!, Editors, Guasones, Juanse, Jumbo, Foals, Kill Aniston, Liquits, Lanza Internacional, Machingón, Los Afro Brothers, Fobia, LP, Mad Tree, Mateo Kingman, Miranda!, Intocable, Noah Pino Palo, Oi-Skall Mates, Rude Boys, Nach, Ska-P, Siddhartha, Technotronic, Sonido Gallo Negro, Viva Suecia, Too Many Zooz, Ximena Sariñana y Santa Sabina XXX y Zona Ganjah.

El domingo 17 de marzo estará integrado por: The 1975, Alemán, Alfonso André & Amigos (homenaje a David Bowie), Bengala, Correos, Draco Rosa, El Gran Silencio, Bunbury, Flor de Toloache, Café Tacvba, Haelos, Ilegales, Javier Bátiz, La Castañeda, La Orquesta Mondragón, La Pingo Orquesta, Dillon Francis, La Sexta Vocal, El Tri, Los Viejos, Los Estrambóticos, Odisseo, Rastrillos, La Orquesta de Perez Prado, Miguel Mateos, Juanes, Rawayana, Korn, Skip & Die, Stoner Love, Turf, The Bomboras, The Inspector Cluzo, Los Tres, The Plastics Revolution, Tino El Pingüino, Santana, Snow Patrol y Vaquero Negro.

Ya el pasado 6 de noviembre la banda británica Editors, invitada al festival, publicó por error el cartel del festival Vive Latino 2019, desde su cuenta de Twitter. A pesar de que el mensaje fue eliminado rápidamente, varios usuarios lograron hacer capturas de pantalla del cartelmismo que se volvió viral en segundos.

La venta general comenzó este jueves. En Fase 1, los boletos tendrán un costo de $1,240 en la zona general y $1,860 en la zona platino. Ambos tipos de boleto cuentan con una ascendencia de tres fases de acuerdo al avance de la ventas, por lo que se recomienda comprar los boletos lo antes posible para alcanzar el mejor precio.

Detrás de todo gran rockero, hay un gran fascista: Jaime López

domingo, septiembre 10th, 2017

Es uno de los mejores autores de canciones. Cantautor, como se dice. Es uno de los mejores intérpretes de rock. Rockero, blusero, con una voz aguardentosa que cada vez se hace más cavernosa, honda, vertiginosamente fatal. Nació en Matamoros, la ciudad más fea del mundo. Es independiente. Como tal lo que se dice: no hace contratos con las disqueras y anda solo por el mundo, desconfiado, como un lobo que siempre adelanta lo que está por detrás. Sí, es nuestro.

Ciudad de México, 10 de septiembre (SinEmbargo).- Hace poco decíamos que Jaime López era un genio y nadie nos contradijo. Como autor de más de 1000 canciones tiene la poesía anclada a su costado. Como intérprete, suele estar más de cinco horas sobre el escenario y a ver si aguantas como público esa voz aguardentosa y sutil, como un invierno que viniera de repente, así, con nieve, con estertor.

Fuimos a entrevistarlo a El Convite, ese lugar donde ahora hay buenos desayunos pero un lío con los vecinos quitó al auditorio para seguir con la música de jazz. Claro, en los rincones del restaurante un piano, un contrabajo, pueden hacer perder el dos por cuatro y ponerte a bailar, tan certeramente.

Pasó su cumpleaños en el estadio de River Plate, hace poco que estuvo en Buenos Aires, uno de los sueños de su vida. “La primera vez que fui a España fue tardíamente. Un editor había editado una rola en 1980, “El harén de don Juan”, pero no fui hasta mucho más tarde”, dice Jaime.

“Muchos libros, a la altura de la Prepa, los leía en Ediciones de la Flor. Comencé a hacer esa mitología que realmente existe, pero la propia. Esa primera antología que leí de Dylan Thomas, era una traducción argentina. Felisberto Hernández, ¿qué hay que decir de Borges?, aunque de reaccionario no lo bajen, para mí era una gran persona. Yo era muy rocker de garaje, pero me tocaron las peñas de los 70 y tuve muy buena relación con los uruguayos y los argentinos”, cuenta.

“Montevideo es el suburbio más grande de Argentina”, cuenta, aunque no lo dijo cuando estuvo en Uruguay, ese lugar donde nació “el mejor escritor del mundo, Felisberto Hernández, que además era pianista”.

­–¿Tocaste con alguien allá?

–No era el fin, fui con Federico Robledo, un ex fotógrafo, tocaba la batería y cuando Hotel Garaje se iba deshaciendo al rato estaba él tocando. Él tenía que regresar, al cabo de seis años, la patria te llama y yo le había hablado de mi Buenos Aires, que es como mi Comala. Fue más allá de mi idealización, lo que me gusta de los argentinos es que se crecen con las crisis. No le voy a dar de patadas al pesebre, pero aquí los mexicanos decrecen con la crisis. Es un pretexto de más para echarse a la hamaca. En el futbol, el argentino con más crítica hace penaltis. No fui a Disneylandia, pero me tocó ver ese ambiente para gente adulta.

­–¿Cómo para gente adulta?

–La única vez que estuve en una disquera fue en Ariola y cuando me preguntaron dónde quería grabar, si en Los Ángeles o en Nueva York, les dije que quería ir donde iba la gente adulta. ¡A Nueva York! A la mera hora voy a dar al corazón de Villa Urquiza, donde está la estatua de Luis Alberto Spinetta, siempre le roban los lentes, pasaba, hacía mi reverencia, iba a visitar a Mario Robledo, el papá de Federico, estaba alojada en lo que yo llamaba la mafia armenia, porque la mamá de Federico, Susana Merzifounián, es armenia. Ella fue la que me ofreció un departamento de su gran casa, una gran casa en todo el sentido. Ahí pasé un mes, en enero de 2016, cumplí años por primera vez en verano y por haber subido una fotografía típica, la mía al lado del obelisco, una periodista de allá me invitó a su peña, en Belgrano y armamos un trío, volví a mi papel de bajista, supo Alejandro Lerner, muy generoso conmigo, hice programas de radio, toqué en Vándalos…pasé unas semanas agradables. Sigo muy agradecido por Buenos Aires y por toda la familia de Felipe Robledo. Yo soy de Chivas y fíjate cómo son las cosas, que alguien de River (Matías Almeyda) iba a venir a dirigir mi equipo. Pasé mi cumpleaños en el Estadio de River. Fue maravilloso. En la calle México estaba la Biblioteca Nacional, donde trabajaba Jorge Luis Borges. Fue una gran emoción, llegué al comal de Borges, personas muy amables que me abrieron su despacho, para los incrédulos hay un consuelo, estar en estas sectas alternativas, como la Biblioteca de Borges.

Produce un disco junto a Alonso Arreola. Foto: Sandra Sánchez Galdoz, SinEmbargo

–¿Cuántas canciones tienes?

–A pesar de mí, compongo. Nunca he tenido esa preocupación, ni tampoco la compulsión de estar escribiendo. Alrededor de los 13 años me salió una canción, luego vinieron otras y es un placer hacerlo. La lucha por el placer que sigue siendo más importante que por el poder. Molestia aparte, siempre hay una canción por ahí, llevaba antes una especie de lista, cuando eres un adolescente mamón, valgan la rebuznancia; cuando creces, en cambio, te vuelves más darwiniano y empiezas a seleccionar la especie. Me preocupaban más quiénes se quedaban en el escenario, que son la prueba de rigor. Para mí es una ley teatral, a la hora de componer. Hago una especie como de guión teatral, pero el mismo ambiente te impulsa a delirar. En 1997 publiqué un libro que se llamó Líricas, por Cal y Arena y siempre sigo las enseñanzas de Federico Patán, uno de mis maestros, que decía aquello de “tiene que publicar”. Publicar es un acto político, más que el proselitismo de causas nobles o innobles, ese es mi activismo. Componer canciones. Creo en las relaciones individuo, individuo, no creo en las relaciones colectivas. No me interesa mucho hacer disco, pero sí me preocupa estar vivo en un escenario y lo que publique debe estar vivo con imaginación. He intentado una novela. Intentarlo y fracasar, me ubica. No soy novelista, pero lo intenté y me ubica más en mi quehacer de songwriter. Todo me aporta al sentido de la canción. Ahora tengo muchos logros y casi todos son en vivo.

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–Tener toda la obra grabada no es así.

–No, es cierto. Mi obra ya me empieza a rebasar como intérprete. Lo más difícil es hacer convivir al insociable, que es el autor, con el sociable, que es el cantor. He ido haciendo más o menos todo. No me gusta eso sí hacer televisión, lo hice esporádicamente y por compromiso con productores independientes que apostaron por mí. Me he ganado ser artista y quiero estar haciendo canciones, ponerlas el fuego. El efecto nostalgia, que es un animal estéril. Del pasado sí me alimento, pero nunca de la nostalgia. Cualquier músico o cualquier actor se cuece en el escenario. Como Shakespeare, diría, si no fuera tremenda la comparación. Ya hay canciones para las que no tengo la voz de Farinelli que tenía a los 30 años, como 1940. Después de los 30 me bajaron los huevos y tuve que quedarme con esta voz. Me sigue emocionando vivir. Parezco del club de los optimistas. Me interesa más si voy a hacer un libro el que viene. Si otro fue frustrado, no me importa.

Mi obra ya me empieza a rebasar como intérprete, dice Jaime López. Foto: Sandra Sánchez Galdoz, SinEmbargo

­–¿Qué estás haciendo ahora?

–Ahora estoy produciendo un disco con Alonso Arreola. Había ya trabajado con él, pero nunca lo había invitado a desarrollar mis canciones. Lo respeto mucho y una noche le dije: –Sé mi productor. Dijo, dale y al poco tiempo empezamos a trabajar. Empezamos a dar un tambache de rolas, con una idea escénica, menos es más, tú y yo, como en un western, a ver de qué estamos hechos. Estamos ensamblando lo más acústico con lo más eléctrico, guitarra y bajo. La idea es sacarlo a principios de año. Ahora estamos en una etapa de laboratorio. Pronto vendrá la etapa de ensayo.

–El otro día fui al 61 y estaba lleno. Hay una gran lealtad por parte de los oyentes. ¿Tú lo sientes?

–Sí, de alguna manera he tratado de provocarlo, de que sea variopinto o heterogéneo. Porque una de las cosas que pasan en esta profesión es la homogeneidad, incluso a veces con discursos indeseables. Por ejemplo cierto tipo de feministas, cierto tipo de homosexuales, cierto tipo de lesbianas, en cuanto logran la igualdad, quieren la superioridad. Siempre pregunto: ¿Querían la igualdad o querían la superioridad? Pasa un poco como los negros en los Estados Unidos. Cuando lograron la igualdad de derechos, querían pasar a ser capitalistas. Ese es uno de los grandes problemas, pero particularmente en México creo que generar un ambiente diverso, ser iguales en la diversidad, es muy difícil. Cuando empecé a cantar en México, viniendo de Matamoros y era un ambiente totalmente reaccionario. Detrás de todo gran rockero, hay un gran fascista. No creo que el poder corrompa, sino que creo que hay gente corrupta que cuando llega al poder se valida. Es un acto político generar lugares de trabajo. Si quieres circo tienes que poner la carpa, obviamente no he sido yo solo, pero el público es el que generas en los ambientes. Sí percibo ciertas cosas, muy localistas, lugareñas, a lo que me refiero es que precisamente no es que sea una misión histórica, pero había que romper el cerco. Si yo era rocanrolero no tenía que tocarle solamente a los rocanroleros. Charly García y Mercedes Sosa se dieron la mano, aquí no.

–¿Por qué no dejar que la música te venere?

–Más bien yo no estoy negado al reconocimiento, a pesar de que sé que cuando empieza el reconocimiento viene pegado el aniquilamiento. Pero no he estado negado. A mí me vapulearon cuando salí en Televisa, en 1980, me hicieron un juicio sumario, sobre todo cierto sector de la prensa vinculada con la izquierda. Me acostumbré a ir a lo diferente, porque ahí podía haber cierto tipo de debate, pero con la gente cerrada de la izquierda, era peor que la derecha. Yo nunca tuve un reconocimiento porque nunca canté mis “marchigoles”. En México el problema es que no hay izquierda, no porque yo sea de izquierda, sino porque lo que avanza es el narco, con una izquierda tan voluble y una derecha inhallable. Supuestamente los que me deberían reconocer, la izquierda, son los que más me han pasado a cuchillo. Los que me han reconocido no es ni la derecha ni el centro, sino lo que no es la izquierda. Quien me ha reconocido ha sido Raúl Velazco, en determinado momento. Nunca me han dado un lugar en el Vive Latino y no lo quiero y no lo estoy reclamando, pero ya que me lo preguntas. Me han dado los foros más pequeños y más segregacionistas. El lugar más grande que me han llegado a dar fue cuando en un acto muy generoso de Joselo, de Café Tacuba, se volvieron mi grupo de acompañamiento durante dos años. Ellos no podían usar el nombre Café Tacuba (esta banda hizo de Jaime la “Chilanga banda”), era un acto único para un festival en Guadalajara y de ahí tuvimos muchas tocadas, hasta que terminamos en el Vive Latino, pero creo que fue más por la influencia de Joselo, que por mis canciones. A mí no me van a chantajear, no tengo por qué pagarles para que me reconozcan, además no me importa ser parte del ambiente de rock. Me importa ser parte de un ambiente humano. Cuando me dicen: eres el mejor compositor de rock, yo digo, no, sólo soy de música y de música popular mexicana. Eso es música popular mexicana, lo que hacemos aquí y lo que oímos aquí: desde Piporro a Caetano Veloso, desde Cri Cri a Bob Dylan. No quiero ser compositor de música segregacionista. Un halago a tiempo te cae muy bien, a destiempo, te cae muy mal. No necesito eso. Tengo 63 años, lo que quiero es seguir imaginando y que esa imaginación provoque dinero, genere una transformación en un entorno, para eso viene a una realidad, a cambiarla.

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El periodista Enrique Blanc publica la historia oficial de los 25 años de Café Tacvba

sábado, octubre 1st, 2016

En 352 páginas, este libro publicado por editorial Planeta narra historias íntimas, detalles de conciertos y de los inicios de una de las mejores agrupaciones de rock alternativo de Hispanoamérica, que un cuarto de siglo después de aparecer arrastra seguidores en todos los países de habla hispana.

Foto: Cuartoscuro

Foto: Cuartoscuro

Por Gustavo Borges
México, 1 oct (EFE).- Los detalles de cómo vivieron los últimos 25 años, o al menos cómo recuerdan haberlos vivido, son la sustancia de “Bailando por nuestra cuenta”, la historia oficial de la banda mexicana Café Tacvba, escrita por Enrique Blanc.

“Fue un cansado ejercicio de memoria para recordar cómo fue todo desde el principio; a veces uno recordada una anécdota y el otro preguntaba si eso de verdad ocurrió, pero todo lo hice con la complicidad del grupo”, cuenta Blanc en entrevista con Efe.

El autor de la obra es un periodista especializado en música con más de 30 años de experiencia que eligió el formato de preguntas y respuestas para no meter las manos con opiniones alrededor de las palabras de Rubén, Joselo, Quique y Meme, los integrantes de la banda.

Para escribir un libro tan completo, Blanc organizó sesiones de una hora con cada integrante y las repitió durante cuatro años; luego sometió el material a un proceso de edición y lo repartió en 21 capítulos, cuatro de ellos dedicados a la personalidad de cada músico.

Para emprender el proyecto, el entrevistador se puso como prioridad que las pláticas transcurrieran cuando los músicos estuvieran de buen ánimo y motivados para hablar, lo cual, según confiesa, facilitó toda la labor de recopilación de información.

“Yo siempre esperaba que ellos dieran el banderazo y había una planificación previa antes de cada entrevista para poder llegar a una charla sabrosa. Nos vimos en ensayos, en sus casas, en hoteles y hasta en la Feria del Libro de Guadalajara, donde hice la última con Quique en el 2013”, revela.

El libro, colocado esta semana en los estantes de novedades en las librerías del país, cuenta historias del día a día del grupo como una en un concierto en Caracas donde 5.000 seguidores comenzaron a saltar y estuvieron cerca de quebrar el piso de la plaza, lo cual provocó la llegada de los bomberos, o cuando comenzaban y se sorprendían de las consolas modernas de entonces, con monitores.

En “Bailando por nuestra cuenta”, los seguidores del grupo recordarán el primer concierto de los “tacvbos” en Nueva York en 1991 y conocerán detalles de la producción de los discos, entre ellos “Re”, la gran joya de la banda.

“Yo creo que ‘Re’ es uno de los 10 discos más importantes de rock hispano; un disco que marca un momento particular, insuperable”, opina Blanc, quien en la obra dedica conversaciones al tema de ese álbum y de otros.

Después de decenas de horas de encuentros, Blanc recuerda a Joselo con un afilado sentido del humor y muchas complicidades con su hermano Quique, a Rubén como un tipo ocurrente y a Meme como el más introvertido. A los cuatro los califica de sensibles, imaginativos y con deseos de vivir.

Para el periodista, la clave del éxito de Café Tacvba ha sido la apuesta al trabajo de grupo.

“La prioridad del grupo se impone a los triunfos individuales de Meme y de Quique como productores, de Joselo como escritor, y de Rubén como solista. Si mantienen eso, estarán juntos 25 años más y entonces el libro podría tener otro capítulo”, asegura Blanc.

Café Tacvba conquista la segunda jornada del Vive Latino

lunes, abril 25th, 2016

Comenzaron su presentación con la canción “Chilanga Banda”, en la que el vocalista cantó a bordo de un ‘vocho’  de espejos que descendió hasta el escenario.

El grupo Café Tacuba se presentó en el escenario principal del festival Vive Latino 2016, en el marco del segundo día de actividades. Foto: Cuartoscuro

El grupo Café Tacvba se presentó en el escenario principal del festival Vive Latino 2016, en el marco del segundo día de actividades. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 25 de Abril (SinEmbargo/AP).– Café Tacvba, la emblemática banda mexicana se coronaron como los favoritos de la segunda jornada del Vive Latino 2016 realizado en el Autódromo Hermanos Rodriguez.

En un show que convocó a más de 70 mil personas, la agrupación hizo un recorrido por sus más grandes éxitos, mismos que fueron coreados por los asistentes que no perdieron detalle durante su presentación en el escenario.

Comenzaron su presentación con la canción “Chilanga Banda”, en la que el vocalista cantó a bordo de un ‘vocho’  de espejos que descendió hasta el escenario, logrando sorprender y entusiasmar a los fanáticos que esperaban con ansias el comienzo de su participación.

Los artistas originarios de Ciudad satélite, Estado de México, deleitaron a los asistentes cantando de principio a fin el repertorio de su disco “Avalancha de éxitos”, con el cual celebran sus 20 años de carrera musical.

La banda ícono del rock en español, no perdió la oportunidad de hacer uso del escenario para alzar la voz en contra de las injusticias que suceden en México. Y convocar a los asistentes a ser partícipes de los movimientos de protesta a lo largo del país y sumarse a las causas de aquellos que necesitan ayuda.

Todos debemos sumarnos a la defensa de los pueblos, las mujeres y el medio ambiente, porque “Todas las luchas son las mismas luchas” dijo Albarran al momento de tomar el micrófono.

Culminaron su participación con las canciones “El Baile y El salón” y “La Chica banda”, recibiendo la ovación y el reconocimiento del público.

Foto: Cuartoscuro

Foto: Cuartoscuro

Por su parte “Of Monster and Men”, la banda que se alzó con el triunfo hace seis años en un concurso de bandas en su natal Reikiavik, llegó a México como uno de los actos estelares para la segunda jornada del Festival Vive Latino, donde la agrupación islandesa sedujo a miles de personas con su propuesta de indie-pop y folk.

El conjunto comandado por la vocalista Nanna Bryndís Hilmarsdóttir, prima de la estrella islandesa Björk, ofreció el domingo un espectáculo sonoro lleno de energía y ritmo que hizo bailar a un sector de las 70 mil personas que asistieron al Foro Sol de la Ciudad de México, de acuerdo con cifras de los organizadores.

La agrupación interpretó algunas de las canciones que se desprenden de sus dos álbumes, “My head is an animal” y “Beneath the skin”, entre las que destacaron “King and the Lion heart”, “Crystals”, “Mountain sounds”, “Lakehouse” y “Little Talks”, su canción más conocida a nivel internacional.

Goran Bregovic, por su parte, imprimió un ambiente festivo a su actuación en el Vive Latino, adonde el músico bosnio llevó sus ritmos balcánicos.

El artista presentó algunas de las canciones que dan vida a “Champagne for gypsies”, su nuevo trabajo discográfico y con el que busca recuperar los sonidos gitanos.

Por los otros cuatro escenarios del foro desfilaron otros artistas, como la jazzista Ingrid Beaujean, Carla Morrison, No Te Va Gustar, Systema Solar, Chetes, Los Yerberos y The Chamanas.

Durante los dos días de festival, el Vive Latino reunió a 150 mil personas que celebraron las actuaciones de 70 agrupaciones provenientes de 18 países, entre ellas, Café Tacvba, Los PetitFellas, Apolo, El Juguete Rabioso, Pumcayó, Maligno, Gepe, The Chamanas y el guitarrista Julio Revueltas, con propuestas sonoras que abarcaron géneros diversos como el rock afrolatino, alternativo, cumbia, jazz rock y música urbana.