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El artista plástico mexicano Pepe Mar crea uno de sus collages con obras de un museo de Miami

domingo, diciembre 6th, 2020

“Tesoro: la carta de amor de Pepe Mar al Frost”, que abrió en coincidencia con esta semana dedicada al arte en Miami, es el resultado de esa búsqueda en el “baúl” del Museo de Arte Patricia & Phillip Frost, ubicado en el campus principal de la Florida International University (FIU). Pepe Mar contó a Efe que la idea de hacer un “collage” con las obras del museo surgió a partir de una conversación con Amy Galpin, curadora en jefe de la institución.

Miami, 4 dic (EFE).- El artista plástico mexicano Pepe Mar cambió las tiendas de segunda mano (“thrift stores”), en las que encuentra muchos de los objetos con los que arma los collages que le han dado fama, por los fondos de todo un museo para armar su exposición “Tesoro” con motivo de la Miami Art Week.

“Tesoro: la carta de amor de Pepe Mar al Frost”, que abrió en coincidencia con esta semana dedicada al arte en Miami, es el resultado de esa búsqueda en el “baúl” del Museo de Arte Patricia & Phillip Frost, ubicado en el campus principal de la Florida International University (FIU).

En esta exposición “conviven” un retrato de la Duquesa de Berry realizado en 1704 por Nicolas de Largilliere con un dibujo de la artista “inuit” (esquimal) Ruth Annaqtuusi Tulurialik y un óleo de 1954 del cotizado pintor cubano René Portocarrero con un bandera vudú haitiana de autor anónimo, entre otras muchas obras.

En unas declaraciones a Efe Pepe Mar, nacido en Reynosa (México) y residente en Miami desde hace 20 años, contó a Efe que la idea de hacer un “collage” con las obras del museo surgió a partir de una conversación con Amy Galpin, curadora en jefe de la institución.

El artista pasó el confinamiento por la pandemia revisando con su computadora los archivos gráficos de las obras de la colección permanente del museo, que cuenta con miles de obras de artistas consagrados de diversas épocas y también objetos de arte popular de culturas de todo el mundo.

Cuando las medidas se relajaron fue a ver las obras en persona al almacén del Frost y así seleccionó unas 100 con las que creó una instalación que ocupa tres salas y está estructurada en capítulos temáticos como el “Teatro de la ciudad”, “Espejo, espejo”, “Procesión” y “Gabinete de curiosidades”.

Pepe Mar posa frente a la pared de la galería Mirror (Espejo) con varias obras de artistas conocidos. Fotografía cedida por el Museo de Arte Patricia & Phillip Frost vía EFE

El hilo que engarza todas las obras como si fueran las perlas de un collar son impresiones fotográficas del motivo botánico de uno de los collages de Pepe Mar, en los que fusiona una gran variedad de referencias visuales y obsesiones personales y en los que nunca faltan obras u objetos que aludan a la cultura de México.

En “Tesoro” tampoco faltan.

MÉXICO, SIEMPRE PRESENTE

Pepe Mar seleccionó para este gran collage un grabado de Rufino Tamayo, una obra hecha con calabaza por la artista mexicana Carla Fernández y una obra de su autoría “Mothership”, hecha con alebrijes, las figuras de papel maché, madera o barro típicas de Oaxaca que representan animales imaginarios.

“Mothership” abre la exposición, que cuenta también con algunas obras prestadas por coleccionistas privados de Miami que Pepe Mar quería “poner en diálogo” con las pertenecientes a la colección de Patricia y Phillip Frost.

Aunque dice estar acostumbrado a “rebuscar” en ferias y “thrifts stores” para sus obras, Pepe Mar se sintió “abrumado” al ver todo lo que había en la colección del Frost y se tomó como un reto decidir el punto de partida y hacer la selección para que todo “tuviera un sentido”.

Reproducción fotográfica de la obra anónima “Vodou Flag: Makaya” (Bandera Vudú: Makaya), cedida por el Museo de Arte Patricia & Phillip Frost, instalada en la exposición “Tesoro: la carta de amor de Pepe Mar al Frost”.

“Quería hacer un collage de la colección del Frost como una extensión de mi práctica artística”, dice Pepe Mar, a quien le interesa “crear nuevas definiciones de los objetos en exhibición y alentar inesperadas conexiones entre las obras”.

A Pepe Mar no le gusta seguir los cánones artísticos, que “por definición son excluyentes”.

En esta exposición propone una “narrativa alternativa” centrada en “artistas de color, autodidactas, LGTBQ, no occidentales y otros regularmente excluidos” y la presenta junto a obras que pueden cumplir “más cómodamente” con los cánones.

En febrero pasado Pepe Mar inauguró la exposición “Mexipop” en el Instituto Cultural de México en Miami, a la par que “Dragonfruit”, una exposición en The Mattress Factory, en Pittsburgh (EU).

Por segunda ocasión, familiares de Toledo piden a Mayer no usar el nombre del artista en medalla

viernes, enero 10th, 2020

A través de una carta publica dirigida al Diputado de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), los hijos del pintor Natalia, Laureana, Jerónimo, Sara y Benjamín López, así como su viuda, Trine Ellitsgaard, solicitaron modificar el nombre de la presea pues Toledo no era partidario de este tipo de reconocimientos.

Ciudad de México, 10 de enero (SinEmbargo).– La familia Francisco Toledo, pidió a Sergio Mayer Bretón, presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados que no utilice el nombre del artista oaxaqueño para la medalla instituida por el Congreso de la Unión.

A través de una carta publica dirigida al Diputado de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), los hijos del pintor Natalia, Laureana, Jerónimo, Sara y Benjamín López, así como su viuda, Trine Ellitsgaard, solicitaron modificar el nombre de la presea pues Toledo no era partidario de este tipo de reconocimientos.

El documento publicado a través de las redes sociales de la asociación Amigos del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) y del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo (CFMAB) surgió a partir de las declaraciones que el Diputado federal dio en una entrevista con el periódico Excélsior donde aseguró que continuaría con el trámite para la creación de la “Medalla Francisco Toledo”.

La familia Toledo detalló que la petición es la voluntad del maestro, quien en vida se negó a recibir “con mucho respeto” varios reconocimientos y preseas que se le otorgaban. Según la misiva, no ha sido fácil tomar desiciones donde el nombre el artista está involucrado, pero han tratado de seguir lo que él manifestó en vida.

Expresaron que esta es la segunda ocasión en que piden a Sergio Mayer no utilizar el nombre de Francisco Toledo.

“Cada que al maestro Toledo le manifestaban el deseo de darle un reconocimiento […] planteaba la posibilidad de destinar dichos recursos para apoyar algún proyecto educativo, ecológico o cultural”, escribieron.

También recordaron que cuando Toledo recibió la distinción de “Creador Emérito” sumó los recursos que recibía al fondo de becas que tenía para apoyar a estudiantes de distintos niveles educativos.

“En 2019 decidió renunciar a este título para no seguir administrando dicho recurso, sin embargo, al no ser posible, decidió crear tres nuevas convocatorias de los Premios CaSa de creación literaria en triqui, huave y mixe, concurso que creó en 2011 dirigido a los zapotecos, y en 2018 incluyó a la lengua mixteca.

Añadieron que la asociación Francisco Toledo se creó con la finalidad de cuidar el patrimonio que formó, pero también para el debido uso de su nombre: “dejó estipulado que los derechos de autor, sobre su nombre y firma, son de la familia. Esta asociación civil está conformada por miembros de la familia y trabaja de la mano con otra de las asociaciones que creó: Amigos del IAGO y del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo A.C.”

“De ninguna manera estamos de acuerdo en que tras la muerte del maestro Toledo, los temas relacionados o asociados a su persona pasen a ser de la ciudadanía, reiteramos nuestra posición en que lo único que pedimos es el respeto hacia nuestro padre y esposo. El legado del maestro Toledo, Institutos que creó y proyectos que impulsó, son para todo público, pero su nombre y persona son de carácter privado, así como él siempre llevó su vida”, se lee en la carta.

La familia pidió que se respete la voluntad del fallecido artista juchiteco y las indicaciones que dejó a sus herederos.

Los hijos y la viuda del pintor Francisco Toledo, finalizaron la misiva dirigida al Diputado Sergio Mayer y “a los diputados federales, que por favor modifiquen el nombre de la Medalla Francisco Toledo y hagan los cambios pertinentes en el Diario Oficial de la Federación”.

Francisco Benjamín López Toledo, legendario artista mexicano oriundo de Juchitán, Oaxaca, falleció el 5 de septiembre de 2019.

Gabriel Orozco, el destacado artista plástico mexicano

domingo, septiembre 22nd, 2019

En esta ocasión te compartimos algunos datos de este artista plástico que hace unos meses fue nombrado director del Proyecto del Bosque y Complejo cultural Chapultepec que integrará 800 hectáreas en un espacio cultural y artístico.

Ciudad de México, 22 de septiembre (SinEmbargo).- Gabriel Orozco es un mexicano destacado originario de Veracruz, autor de una amplia obra artística que incluye escultura, fotografía, vídeo, dibujo hasta instalaciones espontáneas. Orozco es considerado uno de los diez creadores más importantes, su obra es un imprescindible par los acontecimientos de arte contemporáneo.

En esta ocasión te compartimos algunos datos de este artista plástico que hace unos meses fue nombrado director del Proyecto del Bosque y Complejo cultural Chapultepec que integrará 800 hectáreas en un espacio cultural y artístico.

“Durante la década de los noventa, Gabriel Orozco desarrolló una obra contundente por la manera precisa y condensada de presentar sus asuntos, y por los asuntos mismos: inusitados, elocuentes”, escribió la crítica mexicana María Minera.

Gabriel Orozco nació en Xalapa, Veracruz, y creció en la Ciudad de México por lo que estudio en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y posteriormente en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

 

 

Su obra Mátrix Móvil Esta es una pieza de arte única en la que transformó un esqueleto de ballena gris de 696 kilos. Los huesos de la ballena muestran dibujos de círculos y elipses realizados con grafito que evocan el movimiento de las olas y las ondas sonoras. “La idea de tener un gran elemento flotando entre los libros y con movimiento propio, le dio el nombre de Mátrix Móvil”, según la página de la Biblioteca Vasconcelos en donde se encuentra la obra.

La escultura osea de la ballena gris ” Matrix Movil”, del artista Gabriel Orozco. Foto: Essene Hernández, Cuartoscuro

Mónica Manzutto y José Kuri fundaron la galería “Kurimanzutto” en 1999 sin tener un espacio fijo. Orozco les planteó un proyecto para apoyar a los artistas de la Ciudad de México debido a la falta de galerías dedicadas al arte contemporáneo en la capital que evidenciaban la necesidad de una plataforma para consolidar a los artistas emergentes.

Su característica itinerante permitió organizar muestras en lugares en los que no habían pensado, como “Economía de mercado” que estuvo abierta menos de 24 horas en un local rentado en la que los artistas pusieron a la venta piezas elaboradas con productos del mismo mercado. De acuerdo con su página oficial, en 2008 kurimanzutto abrió su espacio de exposición actual en la calle de Gobernador Rafael Rebollar No. 94.

Actualmente kurimanzutto representa a treinta y tres artistas. Foto: Facebook Kurimanzutto

Este artista abandonó la escultura de corte tradicional para responder a los contextos y situaciones de espacios públicos, con la intención de mostrar lo insólito en lo cotidiano; ha sido acreedor a diversos premios como el Blauorange Kunstpreis otorgado por la Deutsche Volksbanken und Raiffeisenbankende en 2006; el Cultural Achievement Award otorgado por The Americas Society en 2014 y el el REDCAT Award, otorgado por REDCAT CalArts’ downtown center for contemporary arts en 2015; además en 2012 fue condecorado como officier des Arts et des Lettres por el Ministerio de Cultura Francés.

Entre sus exposiciones están Gabriel Orozco: Asterisms, Deutsche Guggenheim, Berlín del 2012; Guggenheim Museum en Nueva York en el 2013; Gabriel Orozco – Inner Circles, MOT The Museum of Contemporary Art Tokyo (2015); Gabriel Orozco – Inner Circles, MOT The Museum of Contemporary Art Tokyo (2015) y Gabriel Orozco – Inner Circles, MOT The Museum of Contemporary Art Tokyo (2015); además de 2009 a 2011 su obra fue objeto de una exposición individual retrospectiva itinerante en Museum of Modern Art, Nueva York; Kunstmuseum Basel, Basilea; Centro Georges Pompidou, París; y Tate Modern de Londres.

En la Ciudad de México su obra se ha presentado en el Museo del Palacio de Bellas Artes y en el Museo Rufino Tamayo.

En el año 2017 abrió en la galería “Kurimanzutto” una tienda de conveniencia llamada “Oroxxo” que operó durante 30 días en la que propuso un juego de íconos en el que convivían el arte y los bienes de consumo cotidiano. La tienda contaba con 300 piezas intervenidas y buscaba provocar cuestionamientos acerca de los supermercados y de cómo el arte se expande al día a día de las personas.

“Gabriel Orozco emplea la metáfora del supermercado para revelar, en un microcosmo, ciertas funciones que constituyen a lo social. El supermercado de Orozco muestra de qué manera los sujetos humanos están poderosamente orientados por los objetos, utilizando las repisas como representaciones de las condiciones físicas de la infraestructura que vuele posibles la subjetividad y la sociabilidad”, se lee en la página oficial de la galería.

Entre los productos que seleccionó el creador estaban desde refrescos, cervezas, galletas, pan, pizzas y condones. Foto: Antonio Cruz, Cuartoscuro

Una de sus obras que más llamó la atención se dio durante la Bienal de Venecia de 1993 cuando el artista mexicano colocó una caja de zapatos vacía en el corredor principal, acto que se consideró como una ruptura de paradigmas cuyo objeto buscaba llamar la atención del espectador al colocar un objeto tan común y conocido en un ambiente vacío.

Todos los colores se visten de negro: Francisco Toledo, el gran, gran pintor mexicano, ha muerto

jueves, septiembre 5th, 2019

La familia de Francisco Benjamín López Toledo confirmó la muerte del legendario artista mexicano.

Ciudad de México, 5 de septiembre (SinEmbargo).– Esta noche todos los colores se visten de negro. Francisco Benjamín López Toledo, legendario artista mexicano, murió.

Oriundo de Juchitán, Oaxaca, desde temprana edad demostró una habilidad especial para el dibujo, por lo que su padre lo alentó y cedió parte de las paredes de la casa donde vivían para que pusiera a prueba su creatividad.

Unos minutos después de que su familia confirmara la muerte del artista a medios nacionales, el Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo, en su cuenta de Twitter: “El arte está de luto. Ha fallecido el maestro Francisco Toledo, oaxaqueño, gran pintor y extraordinario promotor cultural, auténtico defensor de la naturaleza, las costumbres y las tradiciones de nuestro pueblo. Descanse en paz”.

La Secretaria de Cultura Alejandra Frausto también escribió al respecto: “Su paso era como la semilla de maíz, la de calabaza, la de chile y de frijol de la milpa más bella que nadie haya creado. Rayones, dibujo excelso, chango murciélago elefante chapulín. El zapoteco se oyó en coros que lo inventaron todo con ese canto tuyo Francisco Toledo”.

Francisco Toledo, durante una marcha para exigir justicia para los cinco asesinados en la colonia Narvarte, en el DF. Foto: Cuartoscuro.

En 2015, ese hombre delicado y sensible a la vez, dijo a El País sobre los 43 de Ayotzinapa: “Eso es una vergüenza que no tiene nombre. Los políticos quieren que se pase página, pero esa página no se podrá pasar nunca. Queda para la historia de la infamia”.

–Para recordar a los 43 estudiantes desaparecidos hizo papalotes (cometas) con sus rostros y los puso a volar. ¿Por qué? –le preguntó el periodista Jan Martínez Ahrens.

–Fue un gesto que preparamos con los niños de la escuela. Hay una costumbre del sur: cuando llega el Día de los Muertos se vuelan papalotes porque se cree que las almas bajan por el hilo y llegan a tierra para comer las ofrendas; luego, al terminar la fiesta, vuelven a volar. Como a los estudiantes de Ayotzinapa los habían buscado ya bajo tierra y en el agua, enviamos los papalotes a buscarlos al cielo –respondió.

Francisco Toledo joven. Foto: Archivo.

La obra de Francisco Benjamín López Toledo “traza un círculo completo. Empezó en Oaxaca, donde llegó a estudiar a los 12 años, y en su tramo final, tras largos periodos en el extranjero, ha recalado en el punto de partida. Su tierra es el ombligo de su creación. De ella emanan su paleta, sus criaturas primitivas y fantásticas, sus creencias. Sus cuadros, cercanos en el tratamiento del color a los de su mentor artístico, Rufino Tamayo, combinan influencias occidentales –Goya y Picasso, Klee y Ho­garth– con formas antiguas e indescifrables, fraguadas en los valles del sur de México”, reseñó el mismo diario.

Han pasado 5 años desde el septiembre negro e inolvidable: los muchachos no regresan, y Toledo ha muerto.

Francisco Toledo acompañado por Carlos Monsivais. Foto: Cuartoscuro.

En la década de los 50 comenzó su formación artística profesional en el taller de grabado de Arturo García Bustos. Posteriormente ingresó al Taller de Grabado de la Escuela de Diseño y Artesanías del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) en la Ciudad de México.

Al poco tiempo Toledo se trasladó a Francia donde estudió en el taller de grabado de Stanley Hayter.

En 1965 el artista regresó a México y desarrolló pintura, litografía, grabado, escultura, cerámica y diseño tapices con diversos artesanos.

Museos como el de Arte Moderno en México, París, Nueva York; en el New York Public Library, la Tate Gallery de Londres y la Kunstnaneshus de Oslo, entre otros, poseen algunas de sus obras más destacadas.

Actualmente las obras de Francisco Toledo se encuentran rotando por el mundo, poniendo en alto su visión creativa en las artes plásticas mexicanas.

En octubre de 2015, con Enrique Peña Nieto en el poder, Francisco Toledo le dijo a  Martín Moreno, en entrevista para SinEmbargo, “no veo un país. Veo una masa oscura, putrefacta”.

Francisco Toledo nació en Juchitán, Oaxaca, en 1940. Foto: Cuartoscuro.

¿Qué se puede hacer para cambiar a este país?, se autopreguntó el artista en esa ocasión. “Nosólo es Oaxaca. Es México, con partidos que se reparten el poder, el dinero. Es una tristeza. Y nos piden cumplir con nuestras obligaciones fiscales. ¿Y para qué? Para que el dinero vaya a manos de unos cuántos”.

“Hay una descomposición terrible en las instituciones, en escuelas, en cámaras de comercio. No sé. Hay una descomposición, sí, en todas las áreas de todas las instituciones”, opinó.

Artista mexicano construye con tabiques hechos en Oaxaca un muro en NY

viernes, septiembre 8th, 2017

El muro del artista mexicano, Bosco Sodi,  se formó con ladrillos hechos en Oaxaca, por manos de indocumentados que habían vuelto a su terruño y de jóvenes que tenían en mente el “Sueño Americano”.

ara las 9:00 a.m. el “Muro” ya estaba casi a la mitad de su construcción, alrededor de 800 de los 1,600 ladrillos de 19.5 centímetros por 4 x 4. Foto: Jesús García, LaOpinión

Nueva York/Ciudad de México, 8 de septiembre, (LaOpinión/SinEmbargo).- Eran poco más de las 7:00 a.m. del pasado jueves, apenas se asomaba el sol entre los edificios alrededor del Washington Square Park, y aunque la ciudad ya había despertado, era evidente que tomaba su ritmo poco a poco, ya que apenas uno que otro de los habitantes de la zona cruzaba ese emblemático parque de Manhattan; algunos iban apurados, otros paseando a sus fieles compañeros caninos, unos más acudían a su habitual cita con el ejercicio matutino, pero sólo unos cuantos, se detenían a curosear cómo a tan temprana hora se levantaba un muro hecho de arcilla mexicana.

“¿Qué están haciendo?”, preguntó en inglés un señor de mediana edad que iba con su mascota. La respuesta, sin que él lo supiera al inicio, llegó del creador del proyecto, el mexicano Bosco Sodi, quien le explicó que era una instalación artística como una protesta contra el muro que pretende construir el Presidente Donald Trump en la frontera con México. “Es para demostrar que no necesitamos muros, que los muros no son para siempre, que no sirven”, le dijo al incauto que “agradeció” que se realizaran este tipos de obras.

El artista Bosco Sodi en el montaje de su obra. Foto: Jesús García, LaOpinión

Poco antes de las 8:00 a.m. apenas se habían logrado formar dos filas de ladrillos hechos en Oaxaca, por manos de indocumentados que habían vuelto a su terruño y de jóvenes que tenían en mente el “Sueño Americano”, pero que ante las políticas del mandatario republicano en EU se han ido desvaneciendo. El objetivo del artista y la galería Paul Kasmin era terminarlo alrededor de las 11:00 a.m., y comenzar a desmontarlo a las 3:00 p.m., el plan se siguió prácticamente a pie juntillas.

Para las 9:00 a.m. el “Muro” ya estaba casi a la mitad de su construcción, alrededor de 800 de los mil 600 ladrillos de 19.5 centímetros por 4 x 4, ya lucían el característico color rojo, en distintos tonos, en la Plaza Garibaldi del parque. “Es una gran coincidencia que fueran mil 600 ladrillos, no sabía que eso es lo que habían autorizado al presidente para el muro… también es una coincidencia que sea en esta plaza, como una que tenemos en México”, expresó Sodi. El artista se refiere a la tradicional Plaza Garibaildi en el Centro Histórico de la Ciudad de México, conocida por sus mariachis y ahora por el Museo del Tequila.

Erigir la pared resultó más difícil que “destruirla”, ya que eran pocas las personas, alrededor de 20, quienes ayudaron a colocar una a una las piezas para evitar que se rompieran. Los ladrillos fueron transportados en cajas de madera especiales, iban envueltos en plástico esponja, pero a pesar de ello algunos se rompieron. Eso no fue problema para concluir la instalación, ya que se mandaron hacer piezas extras para cualquier eventualidad. Al final resultó como se esperaba: una estructura de 8 metros de largo por 2 de alto y 50 centímetros de ancho. Era ya imposible obviar su existencia. Pasadas las 11:00 a.m., el parque ya tenía decenas de visitantes locales y foráneos, debido a que en su entorno operan varios campus de universidades, como del NYU. Todos estaban invitados a ayudar a desmontarlo, pero sólo mil 600 se llevarían un ladrillo, sellado con la firma del artista y con un certificado de la galería. Una pieza única.

A las 2:30 p.m., la fila de los interesados en quedarse con una pieza ya era casi el doble de lo largo del muro, varios de ellos hispanos, pero había gente varias razas, una muestra más de la diversidad cultural de Nueva York. ¿Crees que alcances uno?, le pregunté a una joven asiática. “No sé”, respondió en inglés. “Quizá, pero yo quiero uno… creo es que genial que se haga este tipo de obras para luchar en favor de la libertad”.

En punto de las 3:00 p.m. Se realizó el evento oficial, el artista no daba crédito a la cantidad de gente que logró convocar, pero estaba contento. “Es maravilloso, eso muestra que somos muchos en contra de los muros”, dijo en entrevista. Para entonces, el evento, además de una celebración artística, se volvió una especie de mitin político, donde se destacaron los valores de la diversidad racial en los Estados Unidos y la libertad, así como el espíritu de esta nación a favor de los inmigrantes. “Esta una verdadera ciudad de inmigrantes”, dijo Bitta Mostofi, representante de la oficina de Asuntos de Inmigración del gobierno del alcalde Bill de Blasio, quien desató un aplauso cuando dijo que el artista era un “auténtico neoyorquino”. El Cónsul mexicano, Diego Gómez-Pickering, hablo de “construir puentes, no muros”.

Sólo 1,600 personas pudieron quedarse con una pieza certificada. Foto: Jesús García, LaOpinión

Para entonces, la fila para obtener un pedazo de esa instalación artística –que la galería describe como una “forma de expandir el arte… mucho más allá del control de su creador”–, ya era más larga. A cada uno de los interesados se les dio una bolsa negra con un sobre que incluía un certificado de la galería de lo que ese simple ladrillo representaba.

La presencia de un “presidente Trump”, quien sostenía una jaula un Águila Calva, uno de los símbolos de los EU, y un hacha, sorprendió a todos. No era un invitado especial. Los organizadores desconocían quién era aquel hombre que quiso participar en este performance del que, era evidente, el artista y la galería, ya no tenían control absoluto. El hombre no quiso decir quién era, ni porqué fue, pero estaba dispuesto todo el tiempo a las fotografías y videos.

A ese “falso Trump”, que también portaba una corona, como si fuera un rey, le hizo contrapeso un inmigrante mexicano vestido con un jorongo de la bandera mexicana y un sombrero “mexicano”, que se utiliza más en las representaciones fársicas de los nacidos en esa nación. Su nombre es Jaime González, contó, lleva 35 años viviendo en EU, un país que ya siente suyo, pero del que defiende la diversidad y las oportunidades, aunque no le gusta que sus gobernantes, como Trump, ataquen a su país. “Quizá me vea hipócrita diciendo eso, viviendo acá tantos años… pero no hay que quedarse callados… Trump vino a despertar al ‘monstruo dormido’ llamado racismo”, expresó.

En torno a “Muro”, nombre oficial de la instalación, no había orden, pero sí para obtener un ladrillo, ya que sólo se le dio a quienes alcanzaron la bolsa negra. No hubo límite de edad. Jasper, por ejemplo, un chico de apenas seis años de edad, iba con su madre, quien le ayudó a poner la pieza dentro de la bolsa y luego tomó la suya. Quizá Jasper no entendía del todo el significado, pero estaba feliz de llevarse ese “regalo”, de participar de un evento que le parecía divertido.

Durante un momento, se pensó que algunas personas se habían saltado la fila, porque hubo quien tomó más de un ladrillo, pero no, no era una trampa, se trataba de personal de la galería, que se aseguraba de quedarse con algunas piezas para su colección.

Bosco se veía cansado, pero contento del éxito del montaje y de que el mensaje que quería enviar había sido lanzado como lo había planeado, como lo había ideado desde Oaxaca, donde surgió esa idea, en su taller en Casa Guava. ¿Lo volverías a hacer, si se te pidiera, quizá en otro lugar?, le pregunté. Lo pensó unos segundos, pero rompió el silencio con un “Sí”, aunque fue claro: “Prefiero pensar en el presente, en el ahora, y ahora es en lo que debo estar atento”, luego se fue jalado por alguien que quería una fotografía con él. Sodi sonrió, cansado, pero sonrió, como agradecido de lo que había provocado.

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