Jorge Zepeda Patterson

05/09/2021 - 12:05 am

El otro medio camino

Yo diría que el mayor acierto de su gobierno es haber convocado al país a ver por los pobres.

Andrés Manuel López Obrador. Foto: Cuartoscuro.

Rogelio Ramírez de la O., el nuevo secretario de Hacienda, asegura que el Andrés Manuel López Obrador que veremos en lo que resta del sexenio será una versión más moderada, una versión que permitirá que aflore al socialdemócrata que lleva dentro, un AMLO que hará recordar al jefe de gobierno que tuvimos en la Ciudad de México.

Sería deseable. Hasta ahora lo que hemos tenido ha sido un mandatario de claroscuros, desmesurado en sus logros, como también en sus desaciertos. Un arengador de verbo encendido y polarizante en la tribuna, pero también un jefe de estado atento a mantener la estabilidad política y social y sorprendentemente responsable en lo que toca a las finanzas públicas.

Este panorama contradictorio que necesariamente resulta de cualquier intento de valorar al primer trienio del gobierno obradorista es, hasta cierto punto, explicable. No podía ser de otra manera, considerando la ambiciosa tarea que se propuso; nada más y nada menos que un intento de cambio de régimen. Algo que inevitablemente provoca entusiasmos entre los inconformes con el actual estado de cosas y resistencias en todos aquellos que no están de acuerdo con la naturaleza de estos cambios o la manera de procurarlos.

Si miramos con la perspectiva del bosque completo al sexenio de AMLO, y salimos momentáneamente de la polémica de la semana, que nunca falta, yo diría que el mayor acierto de su gobierno es haber convocado al país a ver por los pobres. Por absurdo que parezca, las mayorías se habían convertido en mera escenografía de fondo para la clase política y las élites encandiladas por una modernidad que beneficia mayormente al tercio superior. El 2.2% de crecimiento anual promedio en las últimas tres décadas, en realidad esconde una enorme disparidad pues entraña crecimiento de dos dígitos para las ramas y las regiones geográficas vinculadas a los sectores punta y decrecimiento para la enorme base social. El argumento de que la expansión de los de arriba y de la clase media “jalaría” a los de abajo dejó de operar hace rato. Habría que insistir en que el 56% de la población activa trabaja en el sector informal y es una proporción que ha venido creciendo. O dicho en otras palabras, el sistema dejó de tener respuesta para más de la mitad de los mexicanos.

López Obrador es la expresión política de la inconformidad de estas mayorías que, por fortuna, optaron por una vía pacífica en 2018 para externar tal malestar. En ese sentido, el tabasqueño, con todos sus rasgos pintorescos y rijosos, y quizá gracias a ellos, ha logrado mantener la noción de que el presidente gobierna para y por el interés de esas mayorías. Esa quizá es la clave para entender la relativa estabilidad social y política que tenemos, pese a estar sentados en el barril de pólvora que supone la violencia apenas contenida y la profunda desigualdad que nos caracteriza como sociedad.

Que el presidente consiga imprimir esa percepción y al mismo tiempo conduzca en lo esencial una política económica conservadora en materia de finanzas públicas, es notable. Su aversión al endeudamiento y su obsesión por no incrementar impuestos, combatir la inflación, mantener el equilibrio en las finanzas públicas, reducir el gasto en burocracia, son medidas que figuran en el recetario del Fondo Monetario Internacional. Y ciertamente constituyen una conducción más responsable, en aras de la salud del gobierno, que la de sus antecesores. En suma, el presidente ha sido un equilibrista para conseguir una mezcla imposible: sacudir al sistema para obligarlo a ver por lo pobres y, al mismo tiempo, mantener la solidez del andamiaje que requiere la vida financiera. Lo primero procura la estabilidad política, lo segundo la estabilidad económica. Sin decirlo, López Obrador se ha mantenido fiel a una obsesión: conseguir un cambio sin desestabilizar el sistema. Sabe que las mayores víctimas en un desplome económico serían, justamente, los que menos tienen.

El problema es que la búsqueda de estos dos objetivos contradictorios desgasta mutuamente ambos polos. Ni se está cambiando en la intensidad deseada para hacer una diferencia significativa en el poder adquisitivo de los pobres, ni la estabilidad financiera se está traduciendo en el crecimiento que el país requiere.

O para ponerlo de otra manera; la rijosidad del presidente es el motor que asegura el apoyo de las mayorías, que genuinamente perciben que el hombre que está en Palacio habla y actúa en su beneficio. Eso constituye la clave para conjurar el riesgo de un estallido político y garantiza a AMLO niveles de aprobación del 60%. Pero tal logro político, conseguido gracias en gran medida a la polarización, genera un clima poco favorable para la construcción de los millones de empleos robustos que el presidente necesita para sacar de la pobreza a las mayorías. La conducción responsable de las finanzas públicas no basta para convencer a cientos de miles de empresarios maniatados por el nerviosismo, la irritación o la simple timidez, a participar activamente; pesa más el contexto marcado por el embate verbal y amenazante. El presidente ha sido muy exitoso en la tarea de convencer a los pobres de que él no está a favor de los ricos; pero su vehemencia ha terminado por convencer a estos últimos de que no estar a favor es lo mismo que estar en su contra. Y recordemos, el 75% del PIB del país y por consiguiente de los empleos son generados por la iniciativa privada. El sector público puede repartir recursos para paliar la situación de los necesitados, pero tal derrama está destinada simplemente a  aliviar la urgencia. La única solución definitiva para sacar de la miseria a las mayorías es una economía sana capaz de crear decenas de millones de empleos dignos. Las distorsiones de nuestro capitalismo tropicalizado no los estaban creando, y en esa medida se requería la intervención del Estado para propiciar un giro del mercado en esa dirección. Obviamente eso no está sucediendo. En la segunda mitad del sexenio el presidente tendría que buscar la solución a esta contradicción. De no hacerlo, su promesa por hacer una diferencia en la vida de los pobres de México habrá quedado en una admirable intención.

@jorgezepedap

Jorge Zepeda Patterson

Es periodista y escritor.

https://dev.sinembargo.mx/author/jorgezepeda/

14 comentarios "El otro medio camino"

  1. Sin embargo, los pobres son más pobres según datos del INEGI ; la clase media se volvió pobre, las pensiones de los pobres se redujeron 30% ; es decir , la pobreza aumentó si la comparamos con los últimos tres sexenios. Primero los pobres pero no por su bien. Su tren , su aeropuerto y refinería , son sus proyectos berrinchudos en donde se tira un dineral de recursos públicos en lugar de destinarlo a los pobres. La revocación de mandato costará mil quinientos millones que se pueden ( todavía) destinar a los pobres; pero no , prefiere gastarlos para demostrar su fuerza de macho men senil . Pobre México, sumido en la pobreza de su pobre gobernante.

  2. Interesante. La iniciativa privada crea el 75% de los empleos. ¿Y el 100% de los que consumimos lo que producen u ofrecen, no contamos? ¿Por qué nadie habla de la responsabilidad de esos creadores de empleos? Ellos son los que se benefician de nuestro consumo. No se les hace suficiente, tienen que seguir con las prácticas corruptas para ganar más, hacerse más ricos. Sus asociaciones no han escatimado esfuerzos para la crítica ambiciosa. Hay que verlos a ellos, también. Yo digo.

  3. Es loable hacer notar que la polarización del discurso del presidente desgasta ambos polos a los ricos y a los pobres porque ha sido incapaz de crear un valor que una los intereses de ambos polos. Hemos visto cómo han colapsado los intentos de hacer política sin hacer caso a la economía y el otro lado de la moneda cómo sólo administrando el mercado se debilitan las políticas públicas pues repito esto sucede donde no existe un valor, un símbolo que se comparta por todos, por ricos y pobres y que represente lo más íntimo de cada persona, individuo, ser humano. Y no es que la idea no exista, no se halla desarrollado antes y esta es : La Dignidad Humana, desde hace miles de años dentro de la cultura occidental ha observado que la influencia cristiana, de la que puedo hablar porque es la que conozco bien, ha sostenido que Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza y como fruto de la culminación de su creación, llegando al extremo de establecer dentro del Cristianismo que si bien había existido un pueblo elegido por Dios ésta elección perdió sentido al rechazarse la idea de la compasión , sentirse uno con el otro, y la salvación debía ser para todo aquel que sintiera al otro como su prójimo, Tiempo después la Revolución Francesa retomó la importancia del hombre como el centro de la política sin distinguir diferencias entre ellos, es decir privilegio la dignidad humana como algo inherente al ser humano y desde donde partió el sisma que destronó la idea de que existe una clase social elegida para gobernar.
    En éste orden de ideas y para no alargar éste comentario diremos que el presidente gobierna con lo que tiene a mano, es decir con las Leyes , y con lo que le permiten los otros poderes existentes , pues aunque quisiera no puede ser de otra manera, sin embargo en esta realidad su discurso, mejor dicho la sólidez de su argumentación se ha ido desgastando y no resiste un análisis crítico como el de Zepeda Patterson. Cómo tampoco lo resiste el discurso oportunista y ridículo de los de la derecha que pretenden ridiculizar y humillar al presidente en cada decisión que no comparten olvidando que dentro de lo más rancio de su tradición , de sus raíces existe una veta preciosa que ignoran , son como los sepulcros blanquiazulados por fuera pero podridos por dentro, que tienen las llaves del templo pero no dejan entrar a nadie. Bueno pues compartiendo la idea del autor diremos que para que la intención de sacar de la miseria a las mayorías no basta con ser sofista, con argumentar es necesario que gobierne solicitándole al poder legislativo donde tiene más simpatizantes que detractores que incluya, modifique o cree un artículo donde se establezca que si bien el estado es el garante de los derechos de los ciudadanos y que el poder emana del pueblo ESTO ES ASI PORQUE TODOS LOS SERES HUMANOS SOMOS IGUALES EN DIGNIDAD Y ESTA DIGNIDAD ES INALIENABLE. De no ocurrir esto seguiremos experimentando sendas contradicciones dentro del estado de derecho vigente que permite la graduación de la dignidad humana según el trabajo del individuo. De tal suerte que si la creación del PIB proviene de la iniciativa privada en un 75% , esto es posible por la participación de la fuerza de trabajo y porque en cierta manera la economía informal la sustenta complementando lo que la economía formal y el estado ha sido incapaz de hacer hasta hoy sustentar con remuneraciones dignas para el empleado formal , es decir bien remuneradas, suficientes para tener calidad de vida. Los legisladores panistas que lean el artículo 123 y no vomiten es que se han acostumbrado a comer sapos sin hacer gestos, es decir son unos auténticos fariseos.

  4. Existe más pobreza que en los períodos neoliberales. En los hechos, el ignorante aplica medidas económicas más radicales que De la Madrid ,Vicente Fox o Augusto Pinochet. Resultó un derechista de cabo a rabo. Con razón le simpatiza tanto Donald Trump.

  5. La frase del columnista «sorprendentemente responsable en lo que toca a las finanzas públicas.» me sorprende a mí! AMLO ya había manejado las finanzas del DF de forma adecuada para ser México. La sorpresa es incómoda para los opositores (columnista opositor?). Claro, la guerra de cifras, cifras del pasado que para mí tienen una validez a medias, pues fueron medias por instituciones corruptas, en tiempos oscuros, donde los medios eran callados a billetazos a diestra y siniestra… No estoy diciendo que yo tenga los datos del pasado, simplemente, no me voy a enfrascar ni interesar en comparaciones con datos dudosos, es comparar ruido contra ruido. Crecimiento 2%? cuando la informalidad (inmedible) te dá otro número, las remesas (inmedibles), el narco (inmedible), los robos, etc. Ahí la llevamos, lo primero es REDUCIR la corrupción, para tener mejores datos para ahora si tener comparaciones con sentido. Es nadar en la superficie clara después de por debajo del agua turbia.

  6. Solo eso observarlos y sumar mas. Es pura palabrería, en el acto nada. Dar dinero sin medida o control solo abona a un sistema de parásitos. Sean capitalista o socialista, conunistoide pedorro bolivariano. La fabrica de pobres neoliberales y capitalistas solo fabricaba, pero con este régimen pedorro suman, los manipula, utiliza, somete, tragando sobras o limosna. Esta degradación de 4a es una herramienta que permite que los ricos ahi se queden y los nuevos ricos sean de esa clase privilegiada, en la cual no sersn vistos co o xorrillos malolientes.

    1. Tú sólo recuerda, mi nena, que AMLO va en cohete hacia 2024 con aprobación nacional que roza el 70%… Lo demás son tus alucines aprendidos con la chiquilla semifascista de las cartitas insultas, Alazraki ?

      1. Tu errs mi funda. Y tw recuerdo le matraqueabas a trun asi prenuncia el encorvado, artritico, pelafustan de Andrés Manuel López el cacas obrador. Ya vi tu 70 pedorro por ciento bolivariano jajajajaja jajajajaja de 30 a 16 y en picada.

    2. Oh Dios santooooooo! Criticas a los demócratas que dan «food stamps» a los pobres gringos desempleados. Aunque estén grandotes y fuertotes para trabajar… Ah por eso Fucks dijo que hay trabajos que ni los negros quieren hacer y nuestras lavadoras mexicanas de dos patas sí. Oh seguro eres Trumpista confederado KKK!

  7. Sus matraqueros repmicaran éxito y jauja. Y no es asi. Se quejan del vox y vean al pinche vegestorio extranjero arrimado de diaz polanco, las fikias con el partido español que hasta lana les dio. Turistas de malafama y delincuentes como katu arkonada, el bicicleto de Abrahan mendieta, y mas.

    1. No te preocupes. Tumbaburros dijo que ustedes ganaría por estar del lado del plan de dios! Mira a las avecillas del campo, ni hilan, ni tejen ni se acongojan. Yunquista de poca fé!

  8. En efecto, la IP debe generar hasta el 80% de los empleos en el país. Dice JZP que no invierten por temor, nerviosismo, desconfianza o simple desacuerdo con el gobierno. Muy bien, aceptemos que así sea; entónces ¿por qué con el régimen del prian tampoco generaban los empleos necesarios y bien remunerados que son necesarios? Se supone que en ese régimen tenían todas las confianzas para invertir, pero, tampoco lo hicieron. ¿Por que? Por una sencilla razón, «nuestros» empresarios no son tal, han sido simples medradores del presupuesto público, ávidos de contratos del gobierno; son meramente unos parásitos dedicados a extraer la riqueza de la sociedad, no a generar más riqueza. Los más afortunados en tener buenos contactos con políticos corruptos, se han apropiado de los bienes públicos privatizados. Es decir, tienen nula iniciativa, todo su «espíritu» empresarial se reduce a expoliar a la nación, con ayuda de los políticos encompetentes y ladrones. En resúmen, ni con el prian generaban los empleos que deberían, porque no son empresarios, son simples piratas.

  9. Cierto, todos esperamos que el Señor Presidente Andrés Manuel López Obrador de un giro radical en su discurso polarizante. El mundo (y particularmente México), es mucho más complejo que su ya tradicional división de «liberales» v.s «conservadores», de «buenos» v.s «malos», de chairos» v.s «fifis»; división, decíamos, que no alcanza a comprender toda la complejidad de nuestra realidad. Y lo que es más grave aún, es que tal visón maniquea le puede (de hecho ya lo está ya haciendo) provocar errores políticos por falta de una correcta justipreciación de los hechos sociales y de los fenómenos políticos. Tal perspectiva ideológica obnubila los ojos; en vez se sumar, resta.

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