Jorge Zepeda Patterson
14/02/2021 - 12:05 am
La burbuja igualitaria
Es evidente que el mundo necesita de las vacunas para no repetir el apocalíptico 2020.
Hace una semana un jardinero que viene a casa de tanto en tanto y a quien conozco desde hace años me dijo que él no pensaba vacunarse. Lo tengo por alguien razonablemente informado y dotado del buen sentido común que suelen poseer las personas que comprenden la naturaleza y saben trabajar con ella. Intrigado le pregunté sus razones. “Dicen que puede producir reacciones y no quiero exponerme; yo, del COVID19 puedo cuidarme y de mi depende, pero si mi inyecto ya no depende de mí si caigo enfermo”. Traté de desmontar su lógica, creo que sin éxito, argumentando que la posibilidad de contagiarse, incluso cuidándose, era altísima comparada con la escasa probabilidad de que fuese uno de los casos extraños que reaccionan gravemente a la vacuna. De lo primero podía morirse, insistí, de lo segundo difícilmente.
Dos días más tarde el abarrotero de la esquina, quien escucha tertulias de radio todo el día, me preguntó si yo quería ponerme la vacuna y me externó sus dudas. Luego leí el curioso caso de un municipio de Chiapas, San Juan Cancuc, que tras hacer una encuesta, rehúsa ser incluido en alguna campaña de vacunación.
Comencé a preguntarme si hay un sentimiento anti vacunas que hemos subestimado, si tal repudio es espontáneo o es instigado, si obedece a preocupaciones fundadas o a la desinformación y la ignorancia. Quizá algo que dábamos por descontado no lo es tanto. Después de todo, la información que ha estado circulando nos habla de un mundo en rebatiña para hacerse de las vacunas, de que los millonarios de México viajan a Estados Unidos para ponerse una, de directivos y administrativos de hospitales que arriesgan su empleo para meterse en la fila. Y sin embargo, ahora que la posibilidad de una vacunación universal comienza a hacerse factible, paradójicamente surge una reacción en contra que parece no ser tan marginal.
En un mundo en el que la mayoría de los republicanos sigue creyendo que Donald Trump ganó las elecciones y fue víctima de un fraude electoral, no es imposible que un buen número de personas decidan llevar la contraria a la ciencia, al sentido común o la evidencia histórica sobre lo que las vacunas han representado en otras enfermedades en el pasado. Tampoco es extraño que la pasión por las teorías complotistas lleven a algunos a creer que la vacuna es en realidad un chip diseñado para controlarnos. Pero, extravagancias y síndromes confabulatorios aparte, la desconfianza a la vacuna es un sentimiento que podría estar más extendido de lo que habíamos pensado.
Este viernes The Economist sistematizaba algunas de estas actitudes, que desde luego no son privativas de México. Solo en Inglaterra, uno de los países más adelantados en la campaña de vacunación, se registra que un 15 por ciento de los oferentes han rehusado ser inoculados; es decir, millones de personas, lo cual revela que no se trata de una reacción marginal o extravagante. Y en países como Francia o Estados Unidos más de un tercio menciona tener algún tipo de reserva sobre las vacunas. Esto podría llegar a ser un problema si la meta de las autoridades de salud es alcanzar la inmunidad rebaño, lo cual supone inocular a una proporción entre 70 y 80 por ciento de los habitantes. Esto explica por qué en otras epidemias en algunas naciones la vacuna haya sido obligatoria en el pasado.
Lo más sorprendente es el reporte de varios países del primer mundo que revela la resistencia que existe entre personas vinculados al propio sistema de salud. En Alemania, se advierte, podría alcanzar hasta un 40 por ciento de enfermeras y doctores.
En muchos casos más que una oposición se trata de mera desconfianza o algo de precaución. Muchos responden que eventualmente lo harán pero prefieren esperar a ver la reacción de la vacuna en otras personas.
Algunas de estas reservas obedecen a la suspicacia que provoca la rapidez con la que los laboratorios generaron las vacunas contra la COVID-19, un proceso que suele durar años, varios de ellos dedicados a la observación de sus efectos en la población voluntaria, y que ahora tomó unos cuantos meses. Tampoco ayuda la acelerada aprobación por parte de las autoridades de cada país, urgidas de activar la economía.
Y con todo, es evidente que el mundo necesita de las vacunas para no repetir el apocalíptico 2020. La desesperación por introducir una solución que erradique la COVID-19 ha llevado a los países a emprender una guerra comercial ante los laboratorios, para asegurar cada uno sus propias necesidades. La disputa por abastecerse es explicable, pero en última instancia absurda. Alcanzar la inmunidad rebaño en los países del primer mundo (gracias al acaparamiento que están en condiciones de imponer), solo les permite ganar tiempo. Pero no olvidemos que el virus salió del Extremo Oriente y en materia de semanas se generalizó en el resto del planeta. Lo mismo podría pasar con alguna mutación del bicho que resulte invulnerable a las vacunas. Mientras el virus siga vivo y trasmitiéndose en los países pobres, ninguna nación puede respirar tranquila. Ya ha surgido una media docena de mutaciones, algunas de ellas más infecciosas que la original, pero al parecer todavía vulnerables a las vacunas hasta ahora diseñadas. Eso podría cambiar, a menos que aseguremos que esa inmunidad rebaño sea planetaria. La aldea global es también una aldea en materia de salud.
Las campañas de vacunación unilaterales y en parcelas territoriales divididas por fronteras artificiales acaban siendo una ficción, porque operan ignorando que en realidad vivimos en una burbuja planetaria. También es ficción la noción de vacunación universal cuando un porcentaje de la población no desea vacunarse. Todo ello plantea difíciles dilemas entre lo individual y lo colectivo, entre la libertad y las necesidades del conjunto, entre el “sálvense cada quien como pueda” y la dependencia a la que nos condena el hecho de que estadounidenses, africanos, mexicanos o alemanes, vacunados y no vacunados, estamos juntos en esto. Un tema más a reflexionar, de los muchos que la pandemia ha hecho estallar en nuestra cara.
@jorgezepedap
Nació a fines del siglo pasado un gran movimiento internacional antivacunas y la causa fue la siguiente; por una reporte mal hecho alguien publico en uno de los Journals o Periódicos o Revistas Médicas Especializadas que una de las vacunas había provocado un caso de autismo, que luego se confirmó que no fue cierto. Y esa noticia se corrió como fuego en bosque seco. SIn haber estudios suficientes para llegar una conclusión científica, con todos sus protocolos y pruebas, un numeroso grupo de naturistas y gente de tipo vegetariano y similares tomo como cierta esta publicación. Y generó un movimiento mundial antivacunas que es una ola que abarca un gran porcentaje de la población como lo señalas. Y todo a partir de allí. Se ha vuelto un gran dogma de la medicina alternativa. Y todo a partir de un chisme científico. Aunque el virus muta, la mayoría de las mutaciones según la estadística genética es desfavorable para el propio virus. Si puede una variante ser más letal, pero son mínimas las posibilidades, que crecen, porque el virus se desarrolla en ambiente actual de alto contagio. La distribución de las dosis de vacunas, se decidió hace casi un año por Trump, porque pagó e invirtió miles de millones de dólares para el desarrollo de una vacuna a contra reloj. Pero con la condición de que fueran en su mayoría para los gringos y los europeos no se quedaron atras con la misma medida, con Aztra Seneca y Pzifer. Y fue relativamente pronta su producción debido a que modificaron vacunas ya existente contra el Sars 1, ya disponible en le mercado.
El mayor problema son las noticias falsas es que los medios le dan VOZ a la desinformación, cómo la vacuna que bautizó cómo chafa la Pseudo Senadora Lillys, y que los chayoteros no se cansan de aplaudirle cada vez que sale a rebuznar para golpeteo político. El Congreso debería utilizar a la Comisión de Honor y Justicia para expulsar a ENTES que nada tienen que ver con actitudes cívicas y llegaron a los cargos públicos y políticos Cómo el Burro qué Tocó la Flauta. Ya viene Enrique Garay☝
¿Entonces mi Detente no me protege del virus?
Son dos vacunas las que urgentemente necesitamos los mexicanos se nos aplique. Así podamos ser simples ciudadanos, autoridades o empresarios. Todos las necesitamos, quizá unos más que otros. La elaboración de estas vacunas es muy sencilla y su costo bajísimo. Obviamente, habrá quien diga que no las necesita, pero si su aplicación lograra llegar al 100% de la población, México se convertiría en poco tiempo en un país del primer mundo. Estas vacunas son la de la responsabilidad y la de la honestidad.
SI aplicamos al 100% la vacuna en MExico ya seriamos pais de primer mundo?????
Pemex endeudado SIN FIN, CFE inundada de deuda SIN FIN, de donde va a sacar MExico dinero para poner 100% de vacunas???
Las variaciones del covid orillaran a vacunarse 100% de covid en los años que vienen, 100% de influenza los años que vienen, las variantes de covid orillaran a os paises a vacunar a 3 dosis.
Mexico primero mundo? NO saben de lo que hablan, escriben y piensan.
Y tú eres el mejor ejemplo de lo que se llama analfabetismo funcional. Miguel Ramírez lo escribe bien claro: las vacunas son responsabilidad y honestidad. Pero eres tan palurdo que no te enteraste. Y todavía te atreves a decir que no sabe de lo que escribe y piensa. Jajajaja. Son una broma como oposición.
Tienes toda la razón, sin argumentos lo único qué lo puede salvar es la Vitacilina.
Su comentario se entiende poco por su carencia de limpieza en la redacción. Cantinflea de manera nacarra. Favor de aplicarse con más entusiasmo ; definitivamente carece de nivel.
Se le entiende perfecto y son palabras correctas, me extraña que no entienda, pero si tiene problemas agarre un diccionario.
No entiendes por tu carencia de lecturas, Edumundito. Pero eso se cura con facilidad (bueno par algunos): ponte a leer. Lo que no se entiende es tu intento de neologismo. ¿Qué es «nacarra»? ¿Es el gentilicio de tu familia? ¡Ah!, la oposición y sus ridiculeces.
Hola, hoyMORENISTA antes PRIISTA: Para pendejo no se estudia, el comentarista Miguel Ramírez dice: «Estas vacunas son la de la responsabilidad y la de la honestidad». Hay que leer a fondo y no precipitarse en denostar y descalificar. Atentamente Luigi Cuevas O’H. Xalapa, Veracruz.
La razon por la que anteriores vacunas tardaban tanto en desarrollarse es por la falta de dinero. Las actuales vacunas se estan desarrollando mucho mas rapido porque los gobiernos estan invirtiendo mucho mas dinero en su desarrollo, debido a la emergencia mundial.
Las computadoras de los 60s eran mucho más lentas y costosas que las actuales. Por eso la tecnología actual es más rápida en producción de medicamentos. Los comunicadores deberían explicarlo claramente a los anti-vacunas. Son desagradecidos los habitantes de la aldea global, reciben nutrientes y suplementos en los alimentos modernos y se suicidan con su falta de estudios o alzheimer temprano. Siempre habrá el grupito terraplanista de porquería.
Somos una sola humanidad, las fronteras son corrales artificiales creados por los grandes intereses con fines de explotacion.
El IPN está en fase 2 de su vacuna con 100% de efectividad . El gobierno no dice nada y menos pone un quinto para desarrollarla . Como tantos proyectos que se fueron a la basura por el retiro de fideicomisos a proyectos científicos. La cuatroté le apuesta al oscurantismo y la vuelta a estándares de vida africanos.
Dices 100%, ni un quinto y estándar africano. Exageras. Mientes.
de donde obtiene recursos el IPN?
Conclusión. La política de vacunación de AMLO es correcta. Primero La Libertad.
Probablemente la desconfianza no es por la vacunación en si misma, sino en los transgénicos que se han elaborado y avalado tan aceleradamente para distribuirse aún sin tener plena certidumbre en los efectos que tendrán en el organismo de los vacunados.
Pues lo único que las vacunas “ARN mensajero” tienen en común con las vacunas clásicas es la denominación de “vacuna”. En estas nuevas vacunas ya no se trata de inocular una pequeña cantidad de virus para provocar la aparición de anticuerpos sino de manipular el material genético de las personas para que ya no sean receptivas al virus. (Red voltaire)
Escribe ZP: «…Algunas de estas reservas obedecen a la suspicacia que provoca la rapidez con la que los laboratorios generaron las vacunas contra la COVID-19, un proceso que suele durar años…» Bueno, esa suspicacia tendría sentido en una población mayoritariamente bien informada, pero, en nuestro México, con los agoreros del desastre que todos los días nos machacan con noticias falsas y alarmistas, qué duda cabe que millones de mexicanos aún les crean. Que si los chips «comunistas», que si te va a dar mielitis, que si te va a dar una alergia fulminante, que si las arañas, etc, etc. Por lo pronto, de manera responsable, tod@s deberíamos vacunarnos cuando nos toque.
cada quien que tome su responsabilidad, y bueno a los que no se vacunen les daremos cristiana cremación.
Los seres humanos somos unas islas. Gregarias, sí, pero islas. Luego entonces me enfermo y muero. Pero, en el primer caso acudo a una facultad propia: hacer rebaño. Pertenecer a él me da seguridad. Igual puedo morir. No morimos todos, sino de uno en uno. Es estéril pelear este con aquel. Eso no ayuda a salir del atolladero. Denostar, lo único que demuestra es la falta de argumentos convincentes.
¿ya quien le importa ? con esos tipos no hay razonamiento ¿para que perder el tiempo? si se quieren morir, que e mueran, ya han muerto muchos que decian que el virus no existia, pero desgraciademnte es imposible educar a un a persona para que sea racional