Jorge Zepeda Patterson

27/09/2020 - 12:05 am

Lo que nadie sabía de la COVID-19

Lo dicho, el balance final tendrá que esperar al desenlace de la pandemia; mientras tanto, seguir operando con recursos escasos e información parcial. Demasiado poco para crucificar o glorificar a una autoridad.

Lo dicho, el balance final tendrá que esperar al desenlace de la pandemia; mientras tanto, seguir operando con recursos escasos e información parcial.  Foto: Daniel Augusto, Cuartoscuro.

La tentación de convertir a la pandemia en bandera para crucificar al Gobierno del López Obrador o, por el contrario, motivo para ensalzarlo por la revolucionaria y heroica manera de enfrentarla, habría que someterla al saludable ejercicio de contrastar desempeños contra realidad.

La tarea ha sido compleja por tratarse de un fenómeno inédito y del que el mundo, como un todo, ha ido aprendiendo sobre la marcha. No ha habido una fórmula correcta y otra equivocada de combatir la pandemia porque había demasiadas variables desconocidas en juego. Y si bien el continente americano tuvo la fortuna de afrontar la emergencia casi dos meses más tarde que Europa o Asia, se tradujo en escasa ventaja pues el punto de partida de los sistemas de salud pública en nuestros países tenían años de atraso.

Sin embargo, a ocho meses de distancia comienzan a construirse estadísticas que permiten hacer cortes de caja más allá de las estridencias a las que nos llevan nuestras fobias y filias políticas. Lo que hoy se sabe permite romper varios mitos: primero, el nivel de contagio ha sido exponencialmente mayor al que creíamos o al que reportan las cifras oficiales de cada país. Algo que se intuía, pero hoy podemos por fin dimensionarlo. The Economist de esta semana hace un análisis transversal y concluye que el número de contagiados real es siete veces más alto en Estados Unidos que la estadística oficial, en España habría que multiplicar por 10, en Inglaterra por 14, en Suecia por 17, en Rusia por 27, en India por 271. Por desgracia la revista británica no incluye a México, pero podemos asumir que estaríamos más próximos a la situación de Rusia que, al igual que nosotros, prefirió concentrar sus esfuerzos en otros frentes que en el de monitoreo de la población con pruebas clínicas. Solo por ponerle un número más realista, esto significa que en el caso mexicano habría que multiplicar por 20 o por 30 el número de contagios conocido (721 mil), lo cual supondría que entre 14 y 21 millones de personas habrían contraído el virus hasta ahora, hayan o no tenido síntomas.

Otra manera de acercarse de bulto al tamaño de la pandemia deriva de las investigaciones que se han hecho a población abierta. El reporte de The Economist cita el balance que arrojan 271 encuestas de análisis de sangre realizadas en 19 países en muestras representativas. Proyectadas al conjunto de la población ofrecen un dato brutal: entre 6 y 10 por ciento de los seres humanos ya habrían contraído la COVID-19. Para México esto significaría entre 8 y 12 millones de habitantes.

Lo que esta nueva información muestra es que el contagio es muchísimo más vasto de lo que se creía, pero al menos trae aparejada una buena noticia. La letalidad es infinitamente menor. Incluso asumiendo que muchas muertes por error no fueron atribuidas a este virus, el número de fallecidos tendría que ser dividido por una enorme masa de contagiados reales. Las estimaciones para América Latina señalan que el número de muertos por la enfermedad se situaría 50 por ciento por encima de la cifra oficial (75 mil en México). En tal caso estaríamos hablando de que 112,000 compatriotas habrían fallecido por esta causa, grosso modo 1 de cada 100 personas contagiadas.

Si eso son los datos reales, ¿qué decir de las estrategias para enfrentarlos? Según los expertos hay dos áreas básicas: por un lado, atender los enfermos graves; por otro, impedir nuevos contagios. A su vez, hay tres medidas para conseguir esto último: 1.- Reducir los contactos entre la población (evitar aglomeraciones y buscar diversos grados de confinamiento). 2.- Reducir la probabilidad de que los contactos deriven en contagios (propiciar sana distancia, medidas de higiene y de protección como cubrebocas y similares). 3.- Reducir el número de contagios que pueda provocar una persona infectada (localizar y propiciar el aislamiento de las personas que han sido contagiadas). Pero en última instancia, retrasar una pandemia solo evita el colapso del sistema de salud en un momento dado; los contagios no desaparecen hasta que no se consiga una vacuna o se alcance la inmunidad de rebaño. Un confinamiento severo en la primera oleada simplemente se traduce en segundas y terceras oleadas más crudas.

¿Conociendo lo que ahora sabemos, pudo el Gobierno mexicano haber hecho algo más? Está claro que la 4T decidió volcar los recursos en atender la primera trinchera de esta guerra: los enfermos. El déficit del sistema de salud para afrontar la crisis obligó a un esfuerzo ingente en la habilitación de camas, hospitales y personal médico. Contra ese objetivo habría que evaluar a López-Gatell y los suyos y en lo general salen bien librados: el sistema nunca se saturó. Se dice fácil pero no es poca cosa. En cambio el balance es menos favorable respecto al segundo objetivo: atenuar la velocidad de la pandemia. Se optó por una versión ligera de los puntos 1 (confinamiento parcial y voluntario con parálisis de la actividad económica), y 2 (sana distancia y medidas de prevención). Y para ser realistas tampoco es que daba para más. El Estado mexicano no puede evitar que la población se siga matando a razón de 100 por día, mucho menos habría podido hacer cumplir medidas más draconianas a 125 millones de habitantes. Tampoco tenía la capacidad para impulsar el punto 3 (monitorear contagiados y buscar aislarlos), de allí el escaso interés en hacer pruebas a la población.

Otros países no salen mejor librados. Salvo el éxito de las naciones asiáticas, por razones culturales e institucionales imposible de abordar en este espacio, el resto del mundo simplemente retrasó la pandemia a un costo social y económico brutal. Los gobiernos operaron sobre el ensayo y el error y aún lo siguen haciendo. Los rebrotes en España, Inglaterra o Alemania revelan que incluso ahora se habrían precipitado en el manejo de sus semáforos sanitarios, aunque no lo llamen así.

En suma, el Gobierno mexicano habría cumplido con el desafío más relevante que era poner en pie al sistema de salud para atender a las víctimas más graves de la pandemia. Su desempeño para acortar la primera ola de infecciones ha sido menos satisfactoria, incluso asumiendo que hubiera podido hacer algo más significativo que ponerle cubrebocas al Presidente. Si de lo que se trataba era de esperar la inmunización de rebaño, esto no tendría mayores consecuencias porque tarde o temprano vendrán segundas y terceras oleadas: el objetivo era fortalecer un sistema de salud para afrontarlas. Pero esto cambia si aparece pronto una vacuna y evita una tercera oleada, por ejemplo. En tal caso atenuar la pandemia equivale a salvar vidas. Lo dicho, el balance final tendrá que esperar al desenlace de la pandemia; mientras tanto, seguir operando con recursos escasos e información parcial. Demasiado poco para crucificar o glorificar a una autoridad.

@jorgezepedap

Jorge Zepeda Patterson

Es periodista y escritor.

https://dev.sinembargo.mx/author/jorgezepeda/

29 comentarios "Lo que nadie sabía de la COVID-19"

  1. Coincido plenamente en que no hay fórmula alguna para abordar la pandemia y son demasiadas las variables involucradas en su manejo, sin embargo las constantes contradicciones entre amlo y Gatell contribuyeron enormemente a que hubiera una enorme porción de la población que minimiza aún el alcance de la pandemia.
    Cosas tan básicas como homologar una postura sobre el uso o no uso del cubrebocas, los «detentes», besos y abrazos, etc.

    1. Suscribo. Desde luego, ya el uso del cubrebocas fue una opción. Pienso que ese es un tema que siempre causará controversia.

      1. Están equivocados, la OMS fue la qué dijo a todo el Mundo qué el cubre bocas no servía para evitar el contagio y les dio los elementos cómo se iba a atender la epidemia, misma qué no reconoció a tiempo cómo PANdemia. Por qué no dicen nada sobre los medios de comunicación y redes qué manipularon fakes para descalificar las recomendaciones de las autoridades, así qué ahora no culpen a Gatell y menos al Presidente.?

      2. ¿Si la estrategia era tan buena e iba tan bien por qué la acaban de cambiar copiando la del DF?…

    2. NO!! Leo, lo que paso nada tiene que ver con «supuestas contradicciones» la poblacion en Mexico y en toda latinoamerica es en su mayoria pobre no aguantaron el «quedate en casa» y al menos en la Zona Metropolitana del Valle de Mexico hubo 6 millones de personas que siempre estuvo en movimiento buscando la chuleta y al menos un mes antes que terminara la «jornada Nacional de sana distancia» ya se sumaban otros 2 millones, y creo que paso algo similar en todos los estados con diferiencia en su densidad poblacional, si a esto le sumas lo precario del sistema de salud y ¡la salud de la poblacion! (Anthony Fauci ya explico que la mayoria muere por enfermedades preexistentes, por si no le crees a Gattell) ademas que aun hoy con todas las estadisticas, existen personas que se niegan a usar cubrebocas ¡en el trasporte publico!, ESTO SON LAS RAZONES MAS A LA VISTA, HAY MAS PERO ESTO YA ES UN LADRILLO Y DEJO SOBRE LA MESA LO QUE ALGUNOS INVESTIGADORES PIENSAN DEL EXITO DE ASIA ORIENTAL, UNA EPIDEMIA ANTERIOR DE OTRO CORONAVIRUS POCO LETAL QUE DEJO INMUNIDAD O UNA RAZON GENETICA.

  2. Un comentario muy equilibrado, como nos ha acostumbrado el Sr. Zepeda Patterson. Quizás, en perspectiva, el mundo entero debió haber tomado mucho más en serio los momentos iniciales de la pandemia. Habría resultado mucho menos costoso haber impuesto un cierre de los vuelos del mundo a la región de Wuhan, como al parecer lo hizo el gobierno chino dentro de su país cuando ya se había desatado el problema. Igual, los medios y la OMS deben cambiar la manera de comunicar esos brotes, para que no sean como cuento de Pedro y el lobo. Y los gobiernos del mundo deben trabajar en protocolos adecuados para estas situaciones, pues en el barco planetario vamos todos. Y en nuestro país urge reformar de raíz el sistema educativo, para poder contar con recursos humanos calificados en abundancia, que nos permitan apreciar la ciencia (y toda la cultura, por supuesto) y usarla para mejorar nuestras instituciones de salud, entre otras …

  3. Parece qué la mayoría no entendemos qué aplanar la curva y extender la pandemia evitó miles de muertes al día cómo sucedió en otros países, tampoco se dieron los casos en qué los Médicos tuvieran qué elegir entre qué pacientes atender y cuáles no, por falta de camas o de Médicos en los Hospitales; ni vemos las crisis de llanto desgarrador del personal de salud ante la impotencia por no poder ofrecer atención y controlar la enfermedad cómo sucedió en muchos países del Mundo. Sería mezquino y ruin, culpar y juzgar cuándo ni la OMS ni los Gobiernos, ni los Médicos y Científicos del Mundo sabían lo qué se conoce hasta ahora, porque además todavía se ignora mucho sobre la COVID-19; lo qué se conoce y saben, no ha sido suficiente para encontrar el medicamento qué cure ni vacuna qué proteja. Así quedamos pues, igual qué al inicio de la pandemia bajo la responsabilidad y protección de cada uno.?

    1. ¿Cuando dices «como sucedió en otros países» te refieres a los 3 países que lo hicieron peor o a los 201 que lo hicieron mejor?

  4. En primer lugar las pruebas “rápidas” no son tan rápidas ni tan exactas. Al menos duran 24 hrs y en esas 24 hrs mientras la persona sabe si tiene o no tiene Covid, puede contagiar a muchas mas y esas a cientos mas. Lo otro es que en Países ricos se tienen los medicamentos sin problema y además un mejor control de los enfermos de manera periódica. El otro factor fue la comorbilidad en México, una población obesa, diabética e hipertensa. Esto fue el ingrediente que elevó fuertemente la morbilidad por covid. De hecho solo por diabetes se mueren al año 100 mil personas. Esto quiere decir, que muchas de esas 100 mil que iban a morir este año, si les dio Covid, fue mas que fulminante la enfermedad. Los gobiernos del pasado solo emitían alertas epidemiológicas por lo de la diabetes e hipertensión derivada de la obesidad pero no hacían nada, sino que promocionaban comida chatarra.

  5. Gracias por mantener un comentario equilibrado, sin una carga ideológica. Análisis de los hechos.

  6. De inicio se desconocía la forma de contagio, es claro que países de primer mundo estan hincados pero, no quietos o colapsados, se invirtio en materiales e investigacion, propia. La ignorancia de la gente ayuda mucho y la información negra. Aunado a esto México que hizo, el dr gatell se planteo a ser vocero y encargado, ahora es político y ensayista, no invirtieron se razuro otras lineas para el caso, no hay liderazgo creible. Hay vocero político, marcelo y gatell. Eso es lo que hay. 75 mil y subiendo.

  7. No muy de acuerdo.
    Coincido en que es bueno despolarizar al país.
    Un gran problema fue cuando LG decidió perder la brújula científica y comenzar a usar caracoles y escobas de ritos brujeriles, reconociendo el poder moral de nuestro amado líder.
    Lo perdimos y comenzamos a rezar de antemano por nuestros muertos.

    Lo terrible es que sí hay datos.
    Evitaron saturar hospitales mandando a la gente a su casa hasta que se estuviera muriendo.

    Dato duro: 7.7% de los muertos del mundo son de México.

  8. Faltó mencionar algo importante. SIGUEN y seguirá la gente por influenza, tabaquismo, obesidad, diabetas, hipertensión… sean por virus o auto-infligidas, hacemos oídos sordos a una mortalidad «naturalmente social» y hablamos de covid, covid y más covid.

  9. Una felicitación a Jorge Zepeda P. por su análisis equilibrado y objetivo, haciendo un balance con otros periodistas que diferencia se lograría si el resto tuviera esa visión realista y sin politizaciones, lo mismo en otros campos del desarrollo de nuestro país, una verdadera ausencia de periosidts valiosos

  10. Sin embargo, ¿Quién evalúa a los evaluadores? o mejor ¿Qué herramientas metodológicas se usan para realizar la crítica? Y ahí es donde esta el talón de Aquíles de estos análisis sensacionales. El mismo Dr. López Gatell, ha informado que incluso el Centro de Control de Enfermedades de Atlanta a descalificado a las pruebas rápidas, dándoles un valor de 50%, es decir un volado. la única prueba que funciona al 100% es la prueba PCR, pero cuesta cada una $6,000 pesos y dura días para que se conozca el resultado. Otra forma sería, haciendo un estudio estadístico de las muertes anuales, pero este analisis, sería anual y sólo lo conoceremos cuando se haga el corte de los muertos de acuerdo al Registro Civil de defunciones de cada lugar. Asi, que las cifras alegres o tristez que maneja The Economist, son meras suposiciones, de un aumento que existe, pero que desgraciadamente no podemos conocer con exactitud y son pura suposiciones guajiras que no tienen una base firme, dentro de la estadistica epidemiológica. Nos sirve para recordar, que hay correciones muy grandes en esta metodología de las enfermedades infecciosas, pero que no debemos emocionarnos, por los resultados, que, lamentablemente, solo podremos conocer aproximadamente, en nuestro país cuando la estadistica del INEGI, sobre defunciones, se publique en el 2021. E igualmente, en los demás países, cuando la estadistica de defunciones se haga el corte. Y solo hasta este momento, sabremos con exactitud que realmente pasó y cuántos muertos aproximadamente provoca el COVID-19, o sea esta enfermedad también llevará su tiempo, el poder conocer su verdad de afectaciones mortales en el mundo

  11. Gracias por su excelente comentario. Los numeros hablan claro. Las prioridades que este gobierno han sido consistentes con las declaradas en su campana. Cada vida vale igual y eso incluyendo los mas pobres. Mucho del malestar es porque nos habiamops acostumbrados a que las administraciones anteriores sacrificaran a este sector.

    1. 95 de cada 100 muertos son pobres y de esos 8 de cada 10 murieron fuera del hospital porque el gobierno los mandó a su casa,les negó las pruebas y no les dio seguimiento.

      1. Tal cual. En mi familia, los que han muerto son los desfavorecidos que no pudieron ir a hospital privado.

  12. Gatell ha dicho varias veces que el crecimiento de los contagios en el mundo es inconmensurable hay que informarse mejor con fuentes oficiales, no hay que discriminar y preferir las de medios y expertos internacionales. El esfuerzo que están haciendo el gobierno de México, el de la CDMX y de muchos Estados es increíble. Porqué no se informa de fuentes que están en la lucha diaria aquí en el país?

  13. Don Jorge, usted da tantas maromas que en una de esas se le va a torcer la reputación; PEMEX es la compañía con más empleados muertos en el mundo, México es el país con más médicos muertos en el mundo. México es el país numero 4 en muertos pero los reales son 75,000 x 3.3 (factor dado por Gatell y luego negado como todo) y no por 0.5 como dice usted lo que arroja un numero real de 247,500 convirtiendo a México en el país con más muertos, México es el único país donde se acabaron las actas de defunción antes que las camas de hospital, México es el primer lugar en la relación muertos/contagiados es también el 13 en mortalidad por millón de habitantes y mañana pasaremos a Italia quedando en el 12 a Reino Unido y EEUU los pasaremos en 10 días. Para el 1ero de enero habrán muerto entre 139,000 y 154,000 (oficiales…)mexicanos lo que contrasta por decir lo menos con los 229 muertos máximos de Gatell en febrero (menos que la influenza…), los 6,000 máximos de marzo, los 35,000 o el escenario «más catastrófico» de 60,000 en abril… Sea más serio por favor.

  14. Buen comentario, pero no entiendo como puede aseverar que «el sistema no colapsó»; se nota que no tiene experiencias cercanas, como muchos sí tenemos, de gente contagiada que nunca consiguió espacio en algún hospital, alguien que incluso tuvo que morir en casa y demasiados problemas para conseguir respiradores, máscaras, oxígeno, atención, etc… por supuesto que el sistema sí colapsó !!!

  15. Es muy aventurado dar un pronostico de la situacion de Mexico ante la pandemia tomando como referencia los datos estadisticos que ofrece The Economist, medio periodistico que tiene un sesgo internacional muy marcado. Respecto a sus estimaciones de que 14 a 21 millones de mexicanos han sido infectados al dia de hoy tomando como base dicho medio, es absurdo, de ser asi los hospitales de todo el pais habrian sido revasados, lo cual no sucedio. Ademas de que Mexico ocupa los primeros lugares de obesidad y diabetes, no hay duda de que las cifras reales varian, pero no solo al alza, si no tambien a la baja.

    1. No mientas, México es el lugar 29 en obesidad y a todos los que están primero les fue mejor por ejemplo; Canadá posición 26 en obesidad con 245 muertos por millón o Egipto posición 18 en obesidad con 57 muertos por millón todo esto mientra México posición 29 en obesidad tiene 591 muertos por millón. Gatell es un asesino y en 2022 terminando este desastre irá a la cárcel, al tiempo.

  16. Jorge: Ya que no abordaste en este espacio las razones por las que naciones asiáticas fueron mucho más exitosas en el manejo de la Covid-19, te agradecería que las abordaras en próxima entrega, en particular en Vietnam, país que, entiendo, ha tenido muy pocos fallecimientos. Sería muy útil para México conocer las políticas de salud de dichos países en este caso y aplicarlas si existiese una segunda o tercera oleadas. Saludos!

  17. Ni más que decir de los sensatos y dolorosos comentarios de lectores. Sólo habría que aclara que más de un científico han mostrado que la inmunidad de rebaño no funciona con este virus. Así que al repetirlo para justificar la mala gestión de este gobierno, no ayuda a nadie y menos a quien escribe la nota. Y no sólo países asiáticos se tomaron en serio el desafío.ida

  18. Otra pieza de propaganda del propietario de esta revista hacia el régimen.
    Destinar recursos financieros a la construcción de infraestructura inútil, ayuda a micro, pequenha y medianas empresas, despifarrar dinero público en organizar una consulta para acabar con los enemigos políticos del presidente o negarse a utilizar el avión presidencial que es propiedad de la nación y cuyo coste, mantenimiento y estacionamiento lo pagan los contribuyentes. Esto es para el propietario de esta publicación algo completamente irrelevante para los mexicanos y por lo tanto no se necesita hablar de ello,y por consecuencia completamente aceptable por ser el gobierno de la 4t, aunque esos mismos excesos y abusos eran relevantes para ZP hace apenas dos anhos.

  19. Reconforta leer una columna equilibrada y sin sesgo político, sin embargo me permito hacer notar que «The Economist» no es «NEJM» o «Science», por tanto tomarla como referencia para interpretar un fenómeno biológico, puede dar lugar a interpretaciones inexactas o erroneas.

  20. Que mal criterio para juzgar el manejo de la pandemia en México. ¿Soy buen padre porque mis hijos no fueron a la cárcel como los del vecino; o soy mal padre porque mis hijos no fueron a Harvard ni hicieron dinero? Creo que hay que ser completamente imparciales para poder juzgar que tan bien o mal se hizo. La pandemia da pretexto para decir que estuvo bien, como para decir que estuvo mal. El artículo tiene la tendencia de justificar estos resultados. Yo como mexicano estoy cansado de oír que los anteriores gobiernos dejaron desgarrado el país, pero por otro lado, oí que este gobierno lo iba a mejorar. Para no hacernos bolas, partamos de cero: ¿Vamos mejorando o vamos empeorando? ¡Ups! Parece que tampoco eso podrá unificar las opiniones de los que ven en verde con los que ven en rojo.

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