Jorge Zepeda Patterson

19/07/2020 - 12:05 am

AMLO y Ejército: un romance peligroso

En suma, para bien o para mal, el Presidente es, como no sucedía en muchos años, el Presidente de las fuerzas armadas: es “su Presidente”.

Las fuerzas armadas comparten plenamente la visión del Presidente porque en muchos sentidos también es la suya. Foto: Gobierno de México.

El Ejército lo ama y él ama al Ejército. Las fuerzas armadas se han convertido en el mayor aliado del Gobierno de López Obrador, para beneficio de los objetivos de la 4T y para preocupación de muchos, estén de acuerdo o no con su Gobierno. No solo se trata de que el Presidente se ha apoyado cada vez más en los militares para todo lo que tenga que ver con los proyectos que le resultan entrañables, también por la profunda empatía que parecen compartir y va más allá de una mera alianza política.

Ciertamente, la lealtad de las fuerzas armadas para con el titular del Ejecutivo ha sido proverbial a lo largo de los sexenios. Un rasgo de institucionalidad admirable en nuestros militares, sobre todo si lo comparamos con las inclinaciones golpistas de sus colegas latinoamericanos. Probablemente algunos generales encontraron ridículos los desplantes de Felipe Calderón, vestido de comandante de las fuerzas armadas con una casaca que le quedaba grande en todos los sentidos, pero tuvieron la decencia de no reírse. Seguramente encontraron insensibles los tecnicismos economicistas de Ernesto Zedillo, probablemente calificaron de ofensiva la ignorancia de Vicente Fox en asuntos de Estado y absurdas las frivolidades de Peña Nieto y su Gaviota, pero lo cierto es que se sometieron sin chistar a las veleidades que pasaron por Los Pinos. En el caso de López Obrador, en cambio, las coincidencias están a la vista: origen social y geográfico, ideología y hasta giros del lenguaje son compartidos con el grueso de las filas castrenses.

El soldado es pueblo, ha dicho una y otra vez el Presidente y no se equivoca. Pero el soldado es pueblo prácticamente en cualquiera otra nación del mundo. Lo interesante es que en México el General o el Coronel también son pueblo. Nuestro país no es el único caso, pero no es usual. En el Cono Sur, en Estados Unidos o en Europa existe la tradición de que las familias de las élites envíen a algunos de sus miembros a las altas escuelas militares para que terminen ocupando las posiciones cúpula de las fuerzas armadas. En México no es así. Quizá los altos mandos no necesariamente proceden de las filas rasas, pero tienen su origen en sectores medios populares, por lo general de provincia y regiones rurales: el hijo del maestro de escuela, del pequeño agricultor, del comerciante al menudeo. Es decir, el ambiente del que procede y en el que se desenvolvió el tabasqueño. Y no se trata solo de que hablen el mismo idioma, algo impensable en Calderón o Peña Nieto. Va más allá de eso. Las fuerzas armadas comparten plenamente la visión del Presidente porque en muchos sentidos también es la suya. Un acendrado nacionalismo, una perspectiva estatista de los asuntos públicos, una obsesión por la historia patria, una atención mayúscula a lo qué pasa más allá de las ciudades, un contacto permanente con el pueblo y sus tradiciones.

En suma, para bien o para mal, el Presidente es, como no sucedía en muchos años, el Presidente de las fuerzas armadas: es “su Presidente”. Pero también esto funciona al revés; por primera ocasión en muchas décadas el Ejército es el actor político más importante para Palacio Nacional. Durante varios sexenios los militares fueron ignorados por el Ejecutivo, salvo para emergencias y operativos de seguridad. Mientras los empresarios y los banqueros, los líderes obreros o los medios de comunicación eran mimados por la clase política, los generales eran mantenidos en segunda fila lejos de las candilejas o de las posiciones de poder, salvo las exclusivamente castrenses. En los últimos 40 años son excepcionales los gobernadores, senadores, miembros del Gabinete o embajadores de origen militar.

Con López Obrador eso ha cambiado. Ni siquiera en su propio partido el Presidente se ha apoyado como lo hace con los militares. Han terminado por convertirse en su brazo derecho, el sector que goza de su confianza para ocuparse de todo aquello que no puede fallar, trátese de la construcción de sucursales bancarias, aeropuerto o tren, o de la distribución de medicinas, libros de texto y dinero de los programas sociales, administrar las aduanas o limpiar el sargazo además, claro, de la seguridad pública incluyendo el control de la Guardia Nacional.

La pregunta de fondo es saber si eso es bueno o malo para México. En mi opinión, la respuesta admite dos ángulos, dependiendo del largo y del corto plazo. En lo inmediato estarán a favor todos aquellos que quisieran ver fructificados los objetivos de la 4T; sin los soldados muchas de sus metas quedarían cortas o truncas. Por el contrario, para los adversarios y críticos la utilización administrativa y, por qué no decirlo, política de los militares es reprochable y abusiva. La estrecha alianza del Presidente con esta fuerza política lo convierte, a sus ojos, en un adversario mucho más peligroso.

Al largo plazo la perspectiva es otra, incluso para los que deseamos el éxito de una agenda que prioriza el beneficio de los pobres. ¿Qué pasará con el protagonismo de los militares cuando López Obrador no esté en el poder? ¿Qué sucedería si llega a Palacio un Bolsonaro de mano dura y autoritaria y utiliza para sus propósitos ese protagonismo castrense? O peor aún, ¿aceptarán los militares regresar a los cuarteles después de hacerse cargo de tantas tareas en la administración pública? ¿Resistirán la tentación de intervenir cuando a su juicio los civiles “echen a perder” las obras o proyectos que ellos ayudaron a poner en marcha?

El Ejército y la Marina son las instituciones más respetadas por los mexicanos, sin duda también son el sector de la administración pública menos flagelado por la corrupción (lo cual no quiere decir que no la padezcan); su disciplina, profesionalismo y laboriosidad constituyen un verdadero activo y sería absurdo que el Gobierno no se apoyara en ellos en momentos de crisis como el que padecemos. Nos queda claro que, frente al video presumido por el pequeño ejército del «Mencho», solo nuestras fuerzas armadas están en medio para protegernos. Pero también es cierto que activar esta fuerza implica riesgos y están a la vista. AMLO confía en ellos y en sí mismo, solo espero que esté consciente que un día ya no estará él al centro del timón. Ellos sí. En resumen, los necesitamos para tareas para las cuales no fueron concebidos y agradecemos su entrega, solo estemos conscientes de los riesgos.

Jorge Zepeda Patterson

Es periodista y escritor.

https://dev.sinembargo.mx/author/jorgezepeda/

32 comentarios "AMLO y Ejército: un romance peligroso"

  1. Me parece que el presidente esta usando las fuerzas armadas como una quimioterapia contra el cancer de la corrupcion. El mal estaba ya en todo el aparato institucional. Muchos pensamos que el presidente esta improvisando, pero se puede ver claramente que hay un proyecto claro. Ojala y cada quien haga su parte y podamos empezar la transformacion real de este pais, es una labor de todos.

      1. No . El Tlatoani y líder único de palacio nacional necesita al ejército para eternizar su reino. Esa es la razón por la cual les concede todo a los soldados . El último regalo fueron las aduanas. Toda dictadura necesita a un ejército cómplice , como el Chile de Pinochet o los años terribles de Francisco Franco en España.

    1. Bastante dinero cuesta el ejército. Pues no hay guerras recientes contra un enemigo extranjero. Menos mal que se use para apoyar la «paz». Estamos esperando que el soldado, lo es por convicción (pues el sueldo es malo) y esa moralidad es la que podría permear al resto de la población con cero disciplina (obesidad, pereza, desaliño, impericia). Nos quedan muy pocas cartas.

    2. Corrección, eso que denominas «improvisación» en lenguaje militar se llama «táctica» y siempre está después de diseñar una estrategia. La táctica siempre es sobre el terreno de la lucha y de corto plazo. El Presidente es un maestro consumado en estrategias de mediano y largo plazo, así como en tácticas de corto plazo. ¿La prueba? Derrotó al prian en toda la plana y con todo en contra. No en balde luchó tantos años casi solo, pero su estrategia de largo plazo funcionó y se ganó a la mayoría de la población. Actualmente, con sus tácticas y sus estrategias, tiene hundidosa los opositores con todo y sus 30 ¡¿personalidaes!?

  2. Si es cierto, el ejército es la mano derecha del pueblo, por eso hay que tratar bien al ejército, sin él los de la derecha ya hubieran dado un golpe de estado, por eso se la van a pellizcar, solo hay que ver cómo borolas los usó para golpear el avispero, si se usa con sabiduría el ejército es un gran brazo derecho.

    1. Buena estrategia de Amlo, el ejército es la disciplina y el orden que no ha tenido nuestro país, bien encauzado evitará que los parásitos de siempre sigan oprimiendo a nuestro país.

  3. Las fuerzas armadas de USA se negaron a combatir contra sus propios ciudadanos, a instancias de Trump. Parece ser que esas gentes tienen idea de que la constitucion es su ley, no la palabra del presidente. En Mexico no tenemos la ma’s mínima sospecha de tal situación.
    ud. ni lo menciona ! No cree que vale la pena ?

  4. No le queda de otra a AMLO, pero las Fuerzas Armadas no son totalmente confiables. En el reportaje de Álvaro Delgado la semana pasada en Proceso, se presenta la declaración de un narco. Aunque podría estar mintiendo, dice que en Guerrero el grupo de narcos que domina esta entidad daba a los mandos supremos de la Sedena cuatro millones de pesos mensualmente para asegurar que se les permitiera operar normalmente.

  5. Interesante análisis, como pocas veces Zepeda deja de lado sus laberintos mentales de novelista para ser certero y maduro, sin tratar de quedar bien con la indefinición.

  6. Vaya tipo tan lleno de prejuicios ¿quien si no un fascista puede decir quien es pueblo o no? tomando losas formas de este «intelectual que repudio: Felipe Calderón parece mas pueblo que el nieto de un español emigrado, que el actual presidente de México, los militares no hace mucho gobernaban a placer este país eran la «fuerzas vivas de la revolución», falto que llegará un iluminado como el porro fósil tabasqueño transochado y el mejor arquetipo de del regresionismo par llevarnos otra vez a las formas mas cavernicolas de la expresión política, la que se expresa directamente en el peso de las armas.

  7. Por fortuna para el ejército mexicano, es el último eslabón entre población y gobierno. El presidente se va, el ejército está constitucionalmente establecido fin fecha de disolución.

  8. De acuerdo con los riesgos, pero por eso existe la marcha de la lealtad que el Ejército ofrenda al Presidente como Jefe Supremo de la Fuerzas Armadas; más bien, en lo que debemos fijarnos es en quién elegimos como nuestro próximo presidente.

  9. En una lucha contra la corrupción que cada vez genera nuevos opositores, se necesitan aliados y es preciso recordar que el ejército es una de las instituciones más respetadas a nivel nacional. Hoy les encomienda aduanas y puertos. Bien por una estrategia tan riesgosa como necesaria.

  10. No vaya a suceder como aquel poema los motivos de lobo, aquel santo volvió bueno y manso al lobo, unas vez hecho esto, el pueblo humillo al temible lobo.

  11. lópez es tan perverso que sólo está comprando la fidelidad al 100% de las fuerzas armadas para la siguiente fase … el perpetuarse en el poder con su movimiento social-comunista

  12. A mi me parece que el señor Zepeda Peterson es también un ciego atrás de AMLO. No es deseable nunca que militarizar el país. En ningún país del mundo el ejército se involucra tanto con el gobierno en áreas que de por sí no les corresponde. Que un gobierno lo procure es porque mira hacia la dictadura. Y cuando está llega, todo acaba, hasta las columnas del señor Zepeda. Al tiempo.

  13. En la situación en que dejaron el país los exgobernantes, las medidas extraordinarias son necesarias. Cómo gobiernas si no confías en NADIE! yo no soy partidaria de la militarización, pero tampoco del narcoestado que nos heredaron.

  14. La caballada está flaca, si Hugo López Gatell crece políticamente y libra la campaña en su contra, como en su momento la libro El actual Presidente desde el desafuero hasta el momento,entonces tendremos Presidente civil de la 4T, sino no estaría mal que en su momento Luis Cresencio Sandoval colgarael uniforme y pasara a las filas de MORENA a continuar la obra del PRESIDENTE, porque de los demás no se advierte una trayectoria de lucha desde abajo y es lo que se necesita, de alguien que sienta y ame al pueblo para mejorarlo en lo material y espiritual. Amén.

  15. Pues en el gobierno de Calderon, no cacheteaban a ejercito en los ranchos del sur, no lo traian disfrazado de Guardia Nacional, no andaban de albañiles, de montacarguistas.
    Ahora resulta que el ejercito «quiere» mas a AMLO, porque es pueblo, que argumento tan estúpido.
    El ejercito sirve a su país sr Zepeda, no al presidente en turno.

  16. El ejercito y armada, son los unicos entes que mayor credibilidad tiene otra sria u organismos, son catalogados como CORRUPTOS, todos. ejemplo vean donde esta ubicada la sria de la funcion con la incorruptible, honrada, limpia, impoluta, sra erendira. Pues claro toda la lana que le dieron los gobiernos NEOLIBERALES DEL PRIAN, para aplacarlo el lo recibio y acepto, mira no que muy solidarios, muy izqyuierdas, pinches fantoches, rateros, recuerdo ciuando el peor error de Mexico cito: una de esas y desaparezco al ejercito, pobre pendejo, ignorante rapaz graduado en 14 años. un fosil de la unam.

  17. OTRA MAROMA SEÑOR ZEPEDA? OTRA GENUFLEXIÒN PARA JUSTIFICAR AL MACACO? LE DA PODER Y OBRA AL EJERCITO PARA TENERLO CONTROLADO, EXISTE EVIDENCIA DE SOBRA EN LA QUE SE DEMUESTRA QUE EL EJERCITO ES SUMAMENTE CORRUPTO, YA NO TARDAN EN SALIR LOS ESCÀNDALOS DE CORRUPCIÒN EN SANTA LUCIA. Y ESPERESE, YA VERÀ LO QUE VA A PASAR EN LAS ADUANAS, Y SI, EN ALGO TIENE USTED RAZÒN, QUE VA A PASAR CUANDO EL INEPTO DE PALACIO SE LARGUE?

  18. En tu primera parte de la columna es mas una interpretación de las cosas y de este «romance» actual, lo cual no fue así mientras AMLO estuvo en campaña. En realidad maltrato al ejercito y lo puso del lado de sus adversarios en mas de una ocasión.
    En la segunda parte, y a pesar de que el Ejercito ha sido utilizado -la palabra es correcta- el resultado no ha sido el esperado.
    Te puedo hablar de un tema que conozco al 100% : El ejercito recogiendo sargazo???? donde? cuando? cuales barcazas, por favor datos…..no el año pasado, ni este año han hecho absolutamente nada, somos los hoteleros los que hemos tenido que reaccionar a este fenómeno natural.

  19. Siempre esquivo en sus intervenciones, buscando agradar a la mayoria. Muy buen trabajo en ese aspecto y por lo menos se dignó a mencionar el tema de la corrupcion y el prestigio de los militares en este aspecto. Esperemos que antes que termine el sexenio ya se pueda confiar en los civiles para el manejo de fondos publicos…

    1. En quién confiarían si tubieran que acabar con la corrupción y la deshonestidad tal vez en Felipe Calderon y su gente o en Peña Nieto y sus ladrones, quizas en las empresas constructoras de particulares que sangraban al estado en contubernio con los gobiernos. Por qué los poderosos economicamente están molestos por que se están poniendo en evidencia su deshonestidad y la corrupción. tengo la fortuna de haber vivido entre militares y sus hijos son y algunos fueron mis amigos. De la pandilla de mi barrio de los hijos de civiles, cuatro fueron medicos militares, uno Ingeniero de Intendencia, otros cinco oficiales de transmisiones y de sanidad militar. y de los dos restantes lo intentamos pero por deficiencias fisicas nos mandaron por un tubo como se dice. Algunos se quejan de los mandos que tubieron pero todos se sienten y siguen siendo hombres orgullosos del Ejercito Mexicano. Lo primero y lo mas importante es que las fuerzas armadas mexicanas el EJERCITO y lA FUERZA AÉTREA, LA MARINA Y LA ARMADA Y HOY LA GUARDIA NACIONAL Son verdaderos puntales de la cuarta transformación ellos lo saben y cumplen con Honor, Lealtad y servicio al pueblo de México.

  20. Estimado Jorge, claro que es un riesgo para el pais, la aliansa, pero en las circunstancias actuales del pais, con una sociedad politica totalmente corrupta y abusiva, sin principios morales, con empresarios corruptores y evasores de impuestos, con organizaciones civiles voraces y rateras, con un crimen organizado que florece al amparo de Gobernadores y Presidentes Municipales Y policias de todos los niveles, con sociedad civil indolente, etc etc.,. Las fuerzas armadas son nuestra ultima esperanza de poder transformar y mejorar cuando menos un 30% nuestros males.
    Lo que venga cuando AMLO termine su sexenio, sera responsabilidad del sucesor o sucesora, pero por lo pronto el que no arriesga no cruza el rio, son tiempos de decisiones y no de aparentar (GATOPARDISMO), MI APOYO TOTAL A NUESTRO PRESIDENTE

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