Beavan, de 66 años, es una señora corpulenta, con el pelo rizado y subió al estrado casi sin maquillaje. En homenaje Mad Max llevaba pantalones de cuero, una chamara de piel con el cráneo enjoyado en la parte posterior y una bufanda a cuadros. Foto: AP
De todas las cosas que leí acerca del “episodio Jenny Beavan” en la reciente entrega del Oscar, me quedo con la inteligente y vibrante columna de Heather Mallick en el sitio thestar.com.
La periodista dice muy acertadamente que en esa ceremonia “cursi y pomposa” son los pequeños momentos los más reveladores y en el caso de la premiada vestuarista de Mad Max: Fury Road, fueron los gestos reprobatorios y humillantes de los poderosos hombres de Hollywood los que marcaron realmente la pauta de una fiesta donde se alzó la voz fuerte a favor de las minorías.
Por caso, mientras el director de Spotlight –elegida la mejor película en la gala- se ríe abiertamente de una mujer que no iba vestida “como marca la ocasión”, Alejandro González Iñárritu la observa con desprecio de arriba a abajo y, de brazos cruzados, se niega a aplaudirla.
Beavan, de 66 años, es una señora corpulenta, con el pelo rizado y subió al estrado casi sin maquillaje. En homenaje Mad Max llevaba pantalones de cuero, una chamara de piel con el cráneo enjoyado en la parte posterior y una bufanda a cuadros.
Muy distinta la vestimenta al vaporoso traje de flores y plumas que portaba la bellísima Cate Blanchett, encargada de darle el premio a la señora Beavan, una de las vestuaristas más destacadas del cine contemporáneo, con trabajos en La Dalia Negra, en Howards End y en otras películas del sofisticado James Ivory.
Cate, una mujer inteligente y generosa, festejó como propio el Oscar de Beavan y su lenguaje corporal de ninguna manera evidenció nunca alguna mínima condena a la apariencia de la galardonada.
Por la forma de vestir, la diseñadora ya había sido ridiculizada en la gala de los Bafta, cuando el comediante y escritor Stephen Fry se refirió a ella como “vagabunda”.
Dijo textualmente: “Solo una de las mejores diseñadoras de vestuario cinematográfico acudiría a una ceremonia vestida como una vagabunda”. El comentario lo obligó a cerrar su cuenta de Twitter, a pesar de lo mucho que se esforzó por aclarar que lo unía a la diseñadora una gran amistad y que ella había sido la primera en entender y aceptar la broma.
Según la columnista de thestar.com, “Hollywood es un infierno para las mujeres inteligentes”.
La fecha de caducidad para las mujeres en la llamada Meca del Cine, se produce a los 20 años, “cuando las chicas todavía no han tenido tiempo para su educación”.
“Deben ser esqueléticas, obedientes y fantásticas para poder tener la suerte de ser elegidas por los hombres poderosos que pueblan las audiciones”.
“Cerebros y talento no se salvarán de burla” en Hollywood, afirma Heather Mallick y no le falta razón.
La humillación a Beavan podría ser equiparada con la que sufrió la cantante islandesa Björk cuando asistió vestida de cisne a una gala de los Oscar, pero no es lo mismo. Ella había ido vestida así para provocar, lo que la iguala con las que van trajeadas de acuerdo a la tradición: constituyen las dos caras de un mismo cuadro.
En el caso de la diseñadora de vestuario de Mad Max, era la realidad la que se había presentado, contundente, diversa, esplendorosa, en la fantasía hollywoodense. Algo imperdonable, sin duda, para los que alimentan la falsa ilusión de lo perfecto y hegemónico como cima social a lograr, aun cuando se llenen la boca hablando a favor de los negros, el medio ambiente, la libertad.
Otro episodio parecido –aunque no tuvo difusión- se dio aquella vez que en la alfombra roja apareció el actor inglés Pierce Brosnan del brazo de su esposa Keely Shaye, una hermosa morena con algunos kilos de más y a la que la fallecida y ácida Joan Rivers declinó entrevistar, sin privarse de un suspiro de desprecio hacia quien por no ser esquelética no se había ganado el derecho a decir qué modisto le había confeccionado el traje.
En el caso de las periodistas, a menudo observo con profunda tristeza cómo mis colegas se desviven por buscar el traje más llamativo cuando de cubrir la alfombra roja se trata, en franca e inútil competencia con las verdaderas estrellas del cine, protagonistas de una profesión donde el taco algo, el vestido largo y vaporoso, la melena bien peinada y las joyas, se justifican por razón de oficio.
Juzgar a las personas por su apariencia, condenarlas por no vestir según un canon impuesto, cuestionar la libertad que tiene un ser humano para vivir de acuerdo a sus normas siempre que esas normas no dañen al otro, son actitudes que revelan hasta qué punto mucha de esa autosatisfacción que sentimos cuando nos miramos al espejo y creemos ser justos, profundos, generosos, no resistirían la menor prueba de tolerancia y amor al prójimo.
Ni hablar que la condena a su vestuario expresada por esos machos cabríos y poderosos enfundados en esmoquins irrelevantes y uniformes representa lo que en el fondo no queremos aceptar y que es esa misoginia que anida en muchos genes masculinos, incluso en aquellos que se apresuran a firmar cualquier solicitada en contra de la violencia de género. De esas aguas inocuas vienen los tsunamis que arrasan con muchas mujeres agredidas a veces hasta la muerte por los que visten bien y huelen mejor. Y no estamos exagerando.
Por otro lado, tanto comer vegano y tomar café de Starbucks nos ha hecho tipos tan políticamente correctos, tan aburridos. Vengo de la época en que una mujer que se subiera a cualquier gala lujosa vestida de la manera en que lo hizo la entrañable Jenny Beavan, habría provocado el aplauso espontáneo de admiración y apoyo. Lo digo yo, escribiendo esta columna vestida con un piyama naranja, una camiseta en degradé de naranja y blanco, portando en los pies unas chanclas negras con lunares grises, esa elegancia cero a la que nos adscribimos con singular alegría los que nunca ganaremos un Oscar.
Al final lo interesante es que hoy se pueden expresar y quizá hoy podamos comenzar a saber qué sucederá con nosotros si respetamos la vida y ala misma vez somos respetuosos de nuestra congruencia en lealtad a valores superficiales o tan profundos que evoquen las generaciones venideras de alto valor de unión y amor . Quizá así alcancemos a vivir en armonía .
…cómo?
Se sienten ofendidos con esa vestimenta los adoradores de la idiotez, ni al caso. Bien por romper, a cualquier edad, los patrones asignados por sabe quien…
Me encanta cuando el discurso feminista de ala extrema ve “humillaciones” hasta cuando la labor profesional de alguien <>, a pesar de su género y apariencia, es reconocida con un Oscar.
Parece que es obligación aplaudir las excentricidades de los demás ya sea cuando visten smoking, pantalones de cuero o pijama naranja (?).
El hecho de que no estemos obligados a ser “moneditas de oro” los unos a los otros no constituye en forma alguna un agravio ni misógino ni machista.
Y ejercer lo mismo que se critica no tiene precio, esto es, que a Alejandro G. Iñárritu o a Leo DiCaprio se les conoce y reconoce por su trabajo que a cada cual podrá gustar más o menos y no por valoraciones (siempre tan arbitrarías como lo dicta la subjetividad, faltaría más) pertenecientes a lo privado y personal como lo es nuestra opinión sobre sus personas y personalidades.
Sean respetuosos con su perorata discursiva acerca del respeto cuando hacen uso de tópicos y estereotipos acerca de las modas de los demás (veganas o no) y con sus lectores eviten intentar manipularlos o tomarles por tontos.
Me quito el sombrero ante semejante disertación de caras al excesivo maniqueísmo del artículo. Chapeau.
Muy bien dicho!
Equiparar una posición filosófica, como lo es el veganismo, con una moda, como lo es un café de Starbucks, habla de un prejuicio que esta nota intentaba cuestionar..
NO estoy de acuerdo, el veganismo es una moda, tan moda es, que hacia los que comemos carne, ustedes muestran un desprecio profundo
El veganismo es una ética, que se pone en práctica en el día a día cotidiano, por ejemplo a la hora de consumir y comer, No se trata de una moda, se trata de poner en práctica el respeto por el derecho a la vida y libertad de los demás animales y de los demás humanos, ya que el veganismo es una ética que se enfrenta contra la esclavitud animal y humana, contra la explotación animal y humana.
NO ES DESPRECIO A LOS QUE COMEN CARNE, ES LA MANERA TAN BRUTAL DEL TRATO Y LA FORMA EN QUE DAN MUERTE EN EL FATAL Y TRISTE DESTINO AL POBRE ANIMAL.
No es moda. También he escuchado cosas contra las personas que no comemos carne y he sido acosada con preguntas y cuestionamientos cómo: “¿por qué no comes carne, qué, eres anoréxica? … Dios creo a los animales para que los comamos… ¿estás a dieta?… Come, tantito no hace daño”. El punto es que cada quien es libre de hacer lo quiera mientras no perjudique a otros. Y la persona que escribió esta opinión cae en el mismo juego que crítica. A ella que le importa si una persona es vegana o toma café en Starbucks o el Oxxo o si son aburridos. Cada quién es libre de hacer lo que quiera con su vida, con su aburrimiento, con su vestimenta.
de acuerdo contigo. Ni al caso mencionar el veganismo en esta nota. El veganismo en todo caso, va de la mano con el feminismo al que alude la falta esta nota.
Si, es una posición filosófica pero se ha convertido en moda y muchos lo hacen por seguir a otros y eso es una realidad. Cuando una idea ronda con tan demasiada frecuencia a nuestro alrededor es imposible no prestarle atención y de alguna forma nos volvemos vulnerables y todos caemos en las modas, la diferencia es que los que lo siguen por moda no mantendrán ese estilo de vida por mucho tiempo.
La liga del artículo lleva a star.com, un banco, en vez de a thestar.com, que es el web site al que se refiere la autora.
Intentalo de nuevo..thestar.com, y si no funciona, te lo dejamos de tarea por una semana.
Es una tontería defender a una mujer por ser criticada, criticando a los demás. Yo soy vegana y créeme el estereotipo que planteas de nosotros está muy lejor de la realidad y sólo denota tu ignorancia,. Y la verdad haces un lío de nada, y como a esta señora no creo que le haya importado si Iñarritu aplaudió o no, a mí también me importa poco si crees que los veganos somos frívolos. Cultivate niñita, antes de escribir tus articulitos someros.
Disculpa que me meta donde no me llaman, pero yo no usaría la palabra ignorante, sino desconocedora de un tema determinado. Saludos
Son equivalentes
Uuuuyyyy, tranquila chamaca. No te lo tomes tan a pecho. No se critica el veganismo sino a los de doble moral que se asumen como tales, y que no son todos.
Así es, la autora defiende a Jenny Beavan ignorando el hecho de que la ropa que portaba NO era de cuero, era sintética, ya que la misma Jenny Beavan es VEGANA.
Critica a las personas por prejuiciosas actuando de la misma forma en contra del veganismo.
Cualquier persona que piense que el veganismo es una moda, no ha hecho bien su tarea.
Nos queda claro que las dietas ve ganas te vuelven falaz y erróneo. Que te tomes personal las cosas, no tiene que ver con lo que habla la autora.
No, es precisamente eso lo que señala, lo políticamente correcto y después lo aburrido, poner en una misma oración no es equiparar, plz…
Ni los está criticando, cielos, no comer vegetales debería hacerlos menos irritables por no comer cadáveres y bleh?, en ningún momento demerita la actividad, en lugar de prenderse como cerillos aprendan a leer, porque el no saber leer no discrimina entre cárnicos y veganos
Como observación ella no se vistió así en homenaje a Mad Max, ella se viste así, con un atuendo similar recibió su Oscar en el 87 por A Room With a View
Me encantó la reseña
pienso que son pocas las personas que no requieren de vestuario extra para valer
en esta sociedad donde las marcas gritan
y los status rigen
somos pocos los que somos realmente por lo que somos
felicidades
también en piyamas
Que idiotes hacerse la que defiende a una persona pero critica a otros por ser veganos. Este articulo es una clara demostracion de la ignorancia que aun estamos viviendo como sociedad, hipocrecia en su maxima expresion.
Vuelva a la escuela.
Tranquilo, tranquilo… Solo ha usado la palabra Vegano porque está de moda en lo fashion y no en los corazones… Además el articulo va de otra cosa… tu tranquilo. Acompáñala a la escuelo si eso, podrás escribir mejor y hasta sin insultar. Besis
Fíjate cómo ustedes los veganos, hacen del veganismo casi una secta. Yo bebo cafés de starbucks y no me ofendió lo que dijo la autora. ¿Por qué al hablar de la dieta de esta gente clasista de Hollywood que es vegana, saltan.? Deja el fanatismo religioso por una simple dieta que rechaza carne animal, por dios.
idiotez con z. Siempre insultando, así se nota que son veganos.
bueno el consentidito de televisa que puede decir si sus discursos son demagogos y tan estudiados como un diálogo de telenovela
Yo tengo un problema con esto: En primer lugar, claro que tienes que ver de arriba a abajo a quien viene vestido diferente a los demás, es una situación NO de discriminación sino de sorpresa. Es como cuando ves a un jitomate en el anaquel de carnes, claro que te parece raro, y no defiendo al “negro”, que es bien sabido que tiene el ego del tamaño de su casa, sino porque se sacó de contexto la sorpresa del mexicano al ver a la diseñadora. Además, creo que es evidente que si aceptas ir a una ceremonia de premios o cualquier evento que requiere ir de gala, debes acatarte a las reglas de etiqueta marcadas y si no quieres o no puedes hacerlo, pues entonces es tú responsabilidad y sabes que se te va a juzgar por no hacerlo. Siendo la señora una diseñadora de vestuario, claro que sabía que todos la iban a ver si llegaba vestida como Robert Plant transexual a una ceremonia así. Yo lo he hecho y sé que causa polémica el que a la fiesta de trajeados llegues de mezclilla y chamarra, y francamente, me valen las opiniones, incluso yo me pavoneo por venir así. Mónica Maristain, mientes al decir que vienes de una época en la que si llegas así a una reunión te aplaudirían, no es cierto, siempre se ha criticado y aplaudido a la vez la desición de ir diferente a los demás, dependiendo del contexto. Si vas a los Oscares vestido extravagante, sabes que vas a estar al filo de la navaja, pregúntale a Bjïorg, a Jennifer Lopez, a Elthon John, y a todos los que lo han hecho. Lo ahces para desafiar a las masas, para darte a notar y causar polémica, para aparecer en el periódico el día siguiente. Jenny Beavan lo sabía. Le salió mal el número porque se sintió humillada. Y si tienen 66 o 25, perdón, lo cretino, brillante o exhibicionista, no tiene nada que ver con la edad. Me está decepcionando mucho su medio, últimamente se han vuelto muy “políticamente correctos”, y ojo, por desgracia, la correción política y la hipocrecía están hermanados y limitan la libertad de expresión.
Yo no vi ninguna humillacion, ninguno de los asistentes esta obligado a aplaudirle a nadie, y para haber ganado un Oscar por mejor vestuario la verdad esta se;ora se fue por la opcion facil de vestirse como se;ora que va al walmart, no creo que le falte imaginacion ni talento para irse vestida como ella quiera, se pudo ir vestida de lady gaga o de Furiosa pero no lo hizo. Me parece hipocrita como la defienden, pero si fuera su Tia la loca que llega vestida asi a su boda la esconderian en la mesa junto al ba;o
totalmente de acuerdo contigo. yo quisiera ver a todos estos defensores de la autenticidad presentarse a su propia boda en chanclas y shorts porque son audaces e inteligentes e intrepidos seres maduros capaces de amedrentar las reglas de la sociedad en la que vivimos.
Tu comentario me pareció el mas acertado, objetivo y claro. Porque sinceramente, a mi el discurso de la autora del artículo me huele a feminismo radical, de esos en donde hasta un mal pestañazo es interpretado como agravio. Francamente yo ya no soporto esas posturas victimistas. Además hoy en día la tecnología lejos de estar fomentando a la claridad y transparencia, es utilizado para crucificar a las personas.
Vaya! Hasta que leo una opinión coherente con respecto a este polémico tema del que tanto se ha hablado. Efectivamente, si voy a una ceremonia de esa magnitud en pants es lógico que me mirarán raro y hablarán de mi, ni siquiera es discriminación, es sentido común
Excelente nota,
Vestimentas impropias para la ocasión y “El Principito”
“Tengo poderosas razones para creer que el planeta del cual venía el principito era el asteroide B 612. Este asteroide ha sido visto sólo una vez con el telescopio en 1909, por un astrónomo turco.
Este astrónomo hizo una gran demostración de su descubrimiento en un Congreso Internacional de Astronomía. Pero nadie le creyó a causa de su manera de vestir. Las personas mayores son así.
Felizmente para la reputación del asteroide B 612, un dictador turco impuso a su pueblo, bajo pena de muerte, el vestido a la europea. Entonces el astrónomo volvió a dar cuenta de su descubrimiento en 1920 y como lucía un traje muy elegante, todo el mundo aceptó su demostración. ” Antoine de Saint-Exupéry
Lic. Elena Bravo
me gusto casi todo el comentario..yo igual una vez me fui de traje (me obligaron a traer esa ropa incomoda) y con mi morralito a la camara de senadores, porque me gustaba mi morralito…y todos hasta mis conocidos se quedaban extrañados, y me decian que llevara mi mochila. (era un asunto escolar)
ese asunto me parece que no se debe reducir nada mas a “los machos cabrios” pues en lo personal les digo a mis conocidas que se vistan como se sientan comodas sin importar apariencias, y que no critiquen a las demas…y pues unas al menos enfrente de mi no critican, y conmigo se relajan para areglarse, pero no para salir, pues sufren e imponen esa condicion de jusgar a las y los demas, diria que es mas sobre clases sociales. la busqueda de discriminar al otro por como se ve y no por lo que es.
El veganismo no es una posición filosófica, tal vez para algunas personas a partir de una postura política son veganos. Por una línea, -que yo no podría llamar desafortunada, pero tal vez lo sea-, de ninguna manera se puede concluir que el artículo se reduce a una crítica al veganismo y no se debate el tema principal que es el poder y la imagen de la mujer en los medios de comunicación
Todos los mencionados aplaudieron cuando Beavan recibió su premio. El video con el piensan crear un escandalo más omite los segundos posteriores. Además, es dificil saber si los gestos de todo mundo eran causados por Bevan o por otras situaciones, como lo largo y tedioso de esta ceremonia en particular.
P.D. The Star es un vil tabloide y ese artículo citado es tan superficial y simplista como lo que busca criticar.
Pues si el mundo es mundo hay reglas para ciertas ocaciones y eventos,,,,,,el asistir a un evento de premiación con reglas establecidas es eso seguirlas,,,,,,,,y si no lo haces pues no pasa nada , pero si habrá críticas ,,,,,,,,en lo personal si la ví y claro que no es lo que se espera para la ocación…………………….pero pues para ella no pasa nada , supongo que lo hace por el excelente trabajo que realiza……………..
Me parece importante nombrar, es que ellos “trataron” de humillarla, no la humillaron solo evidenciaron la profunda misógina y machismo que tienen todos impregnados en su construcción social de “hombre”. Ella mujer talentosa,mujer hermosa, ella mujer con un estilo, porque no me digan que la impresionante chamarra de cuero tiene algo que pedirle a sus horrorosos trajes de muerto que portaban todos esos machirulos, ella maravillosa, inmensa… ellas (las otras/nosotras mujeres a su alrededor como Cate Blanchett) aplaudiendo y mirándola con admiración y cariño:!::! ellos nada nuevo, nosotras aplaudiéndonos…
¡Dios mio! Me fastidia en demasía el tinte romántico casi lésbico con el que planteas el aplauso femenino a la diseñadora. (No, antes de que reciba críticas, no estoy en contra de la homosexualidad, pero no plantees con tintes de historia de amor algo que fue más circunstancial que nada)
a) Evidentemente se viste así como un acto de rebeldía a los cánones establecidos. Dudo que le humillara algo con lo que, de hacer con gusto y orgullo, ya debe estar acostumbrada a lidiar.
b) Es un evento de gala, la gente asiste con vestidos de gala. Si es una frivolidad o no el preguntar qué diseñador las/los viste, me parece del todo equivocado pues hay toooooooooodooooo un gremio dedicado a la moda a quienes le interesan esos datos. (Digo, si estamos en el plano de la tolerancia, pues qué mejor que recordar que toda opinión y gusto es válido y como tal debe respetarse) Al ser un evento con “x” norma de etiqueta es EVIDENTE que habrá quien desapruebe la vestimenta de esta señora.
¡Y por favor! Dejen el discurso antipatriarcal, misándrico en el que ÚNICAMENTE a los hombres no les pareció su vestimenta, porque también es un hecho, que más de una mujer no la aprobó (Y que a lo largo de la historia nosotras siempre hemos sido más sanguinarias en ese aspecto que los hombres, no digo que todas, pero si una mayoría siempre lo ha manifestado… De entrada, si no juzgáramos a la gente por la apariencia, a la autora no le habría nacido la comparación con el vestido de Blanchett (¡Qué va si se quiere vestir de princesa, súper coqueta y demás! ¿Es válido no? …O tenemos que vivir en “Pijama naranja” para que se note que somos personas vanguardistas)
c) Está demás el comentario de “Cerebros y talento no se salvarán de la humillación” ¿Es decir que si una persona, mujer u hombre, no han sido destazados por la prensa hollywoodense es porque carecen de inteligencia y talento? ¿No podemos considerar que alguien pueda ser “aprobado” (Sin que eso sea relevante en absoluto) por los medios, y que sea un individuo talentoso? Y si, considero que comparar tomar café en un establecimiento, con una dieta, con una forma de vestir, es totalmente estúpido. NINGUNA es mejor que la otra, ni siquiera son el mismo tópico.
Yo no soy uno de esos “machos cabríos y poderosos enfundados en esmoquins irrelevantes y uniformes” pero me encantan sus vestuarios. Me fascinan los hombres en esmoquin y la ropa de gala en general.
Eso no me hace una ignorante, una arcaica ni menos.
Me enferma que en respuesta a la sobre información que nos rodea, seamos cada vez más cerrados.
En realidad fue un merecido premio a la imaginación postapocalítpica, no a la realidad, Jenny Beavan no podría vestir de otra forma es una mujer fuera de serie y muy adelantada a esta epoca, se premio su talento e ingenio.
No discuto que sea una mujer talentosa en su campo, o su gusto por la moda “renegada”. Pero insisto en que no era el vestuario adecuado para asistir a una ceremonia como esa.
Deje de leer cuando la escritora juzga las actitudes de alguien del público (Iñárritu) por 5 seg en pantalla donde no se ve a Iñárritu aplaudiendo, como si con eso se pudiera hacer un análisis profundo sobre el mismo. Bienvenidos al Siglo XXI donde todos juzgan a todos creyendo tener la razón con tan poca información.
Ni modo, bajaron a tu adorado Iñárritu de las nubes. Así es la vida. Deal with it.
Yo bebo cafés de Starbucks y no me ofendió en nada lo que dice la autora. Los veganos deben hacer lo mismo. Dieta no es sinónimo de secta o comunidad. Dejen de tomarse personal las cosas o si no, dejen de ser veganos, para no equivocarse tanto.
PERDOONNN !! QUE LES PASA ESTAMOS EN EL SIGLO 21 , DONDE CADA UNO SE VISTE,COME,SE CAMBIA DE SEXO . CRITICAR A UNA MUJER POR COMO SE VISTE ES UNA ESTUPIDEZ Y CRÍTICA MACHISTA. ENFOQUEMOSNO POR VIVIR Y DEJAR VIVIR Y LA APLAUDO POR SU OSADÍA SON POCAS LAS MUJERES CON VALENTÍA PARA ENFRENTAR TAL IPOCRECIA Y LA FELICITO POR SU PREMIO. RECUERDEN VIVAN Y DEJEN VIVIR . 🙂
Excelente articulo, “Viva la Libertad de Expresión”
Gonzalez Iñarritu es una mierda de persona. No niega la cruz de su parroquia: televisa.
BELLEZA DE ARTÍCULO!
Querida Monica! Defiende a quien no tiene voz en México sobre todo, te aseguro que a esta señora le valió la crítica…. Vive en LA con servidumbre tiene varios premios y 2 Oscar en casa y está más allá del bien y el mal… Al final es el showbusiness y ella hace parte. Saludos colega
Sólo dos cosas criticaría de este artículo: si habla de prejuicios, ¿por qué hablar en contra de los que sigan un determinado café o dieta? ¡Ya chole con eso! En automático pierde seriedad. Segundo punto: Inárritu ya pidió disculpas y aclaró la situación. Y conste que me cae mal el señor. Pero no hay que dejar que las emociones nos nublen el juicio. Como mujer, le pido a quien escribió esto que tenga más responsabilidad del espacio que se le está dando.
¿Perdón?
Las cosas son como son por ciertos motivos. El colonialismo europeo nos impuso sus parámetros en cuanto al saber estar y hacer. Si los colonizadores del mundo hubiesen sido asiáticos, pues, los hombres andarían en falda y comeríamos con palitos o con los dedos en lugar de pantalones, tenedores y cuchillos. Se rompe el molde cuando lo más tradicional de ciertos pueblos, lo que se considera de clase baja o inculto, al no ser la usanza occidental, es llevado precisamente a ese Occidente anhelado. Otra vez la falda en los hombres. Cuando un pálido las usa: ¡qué atrevido, qué disruptor! Doña Mónica acá posa de avanzada feminista mientras nos camufla el mismo colonialismo cultural que dice atacar en cuanto ese discurso de lo políticamente correcto no puede ser más que una de las herencias no tan buenas del imperio Británico y gringo. Ahora debemos ser todos felices cuando el contrincante gana porque ahora, a pesar de la carga cultural impuesta que ya arrastramos, debemos aceptar al otro como llegue en nombre de la libre expresión. Si la libre expresión está también en reaccionar con asombro cuando algo se sale de lo “normal”. Necesitamos que se quiebren algunos parámetros, sí; sin embargo, también hace falta sorprendernos cuando eso pasa ¡Qué vaina tan jarta, tan vacía y carente de sentido si no fuera así! Todo tan normal: el aburrimiento y el tedio nos arroparían. Y sin don Leonardo se vistiese para ir al love parade al recoger su premio, ¿cómo lo hubieran mirado?, ¿será que los ojos de sorpresa faltarías? No me lo creo. La falsas analogías usadas en el discurso de doña Mónica no hacen sino confundir calentanos para soportar su propia pose alienada y pretenciosa más aún si se toman en cuenta las palabras de Beavan cuando ella misma se llama pequeña y gorda y los asume como sus porqués para haberse vestido así.
Excelente artículo! Gracias por hacer visible lo invisible a los ojos de los suplerfluos
Este artículo es una pendejada. Juzga actitudes basado en apariencias, que es lo mismo que critica. Habrá habido seguramente quien la mirase con desprecio, pero no puede señalar en específico a algunos sólo por lo que ciertas imágenes aparentan. Quizás hubo actitudes de sorpresa, incluso de admiración por el atuendo, pero no de desprecio. No creo que en Joligud suceda que alguien se “espante” por el estrafalario atuendo del otro. (Por ello me atrevo a afirmar que a González Iñárritu se le está calumniando gravemente)
Por otra parte, el artículo alude a un comentario; el de Stephen Fry, durante la entrega de los BAFTA:
“Solo una de las mejores diseñadoras de vestuario cinematográfico acudiría a una ceremonia vestida como una vagabunda”, del cual a todas luces se nota la ironía que, en suma, celebra el detalle y enaltece la labor de “una de las mejores diseñadoras de vestuario”.
Y sí, sólo una tan buena se puede permitir el irreverente “lujo” de ese desparpajo.
En última instancia, posiblemente causó más estupefacción, cotilleo y burla, el elegante vestido amarillo de Alicia Vikander, ganadora del Oscar por actuación de soporte. Pero al respecto nadie dice nada, como no sea para reafirmar la burla.
Lo que más llamó la atención en algunos círculos fue la expresión facial de la pareja González Iñarritu. Exponentes clarísimos del machismo, sexismo y clasismo que aún subyace en el ánimo nacional. Ella, maravillosa, aúntentica y brillante…. Quienes como lxs G. Iñarritu se llevaron las manos a la cabeza por su indumentaria, dan vergüenza,
En mi opinion aqui lo rescatable es que se ha reconocido su trabajo y se le otorgo la mentada estatuilla. El resto son puras interpretaciones que ni al caso.
Todo muy bien hasta que al final te salió también tu lado discriminatorio y opresor. Ahora resulta que tenemos que comer animales para parecer divertidos a tus ojos. Seguramente si pidiera una hamburgesa de portobello me mirarías como González Iñarritu a Beavan, que por cierto, jamás leí su mirada como una desaprovación de su vestimenta, sino simplemente, como inconformidad o enojo porque Mad Max se estaba llevando todas las estuatillas. Quizá yo le doy esa lectura porque hasta ahora que leo tu artículo reparé en el vestido de Beavan y en la polémica que había causado.
Beavan es una veterana en alfombras rojas…. Carajo, es diseñadora de vestuario, conoce los codigos para vestir en estas galas y decide romperlos. Lo ha hecho durante años. Calma. Ella sabe lo que hace y lo que su personalidad puede ocasionar. Dejemos la indignación…
UNO DE LOS VALORES MAS IMPORTANTES EN CUALQUIER AREA, ES EL RESPETO. SI TODOS ANDUVIERAMOS DESNUDOS, NO HABRIA MUCHA DIFERENCIA.
“Por la forma de vestir, la diseñadora ya había sido ridiculizada en la gala de los Bafta, cuando el comediante y escritor Stephen Fry se refirió a ella como “vagabunda”.”
Esta información está tergiversada:
Stephen Fry y Cate Beavan son amigos desde hace años y el comentario fue de reconocimiento pues lo que venía a significar era que “solo la mejor puede vestir como le salga de las narices”. Ambos 2, Beavan y Fry lo explicaron posteriormente, que era una broma entre ellos, pero la gente se ve que la ironía y las sutilezas no las pilla y prefieren la carnaza a la verdad.
Stephen Fy no se refirió a ella como “vagabunda”. Se refirió a ella como “una de las mejores diseñadoras del mundo cinematográfico” que fue a una ceremonia “vestida como vagabunda”. Eso es un elogio, no una agresión. Lo que quería decir, según yo, es que solamente una persona que es la mejor en lo que hace puede permitirse un gesto tan poco habitual. Si a eso le sumamos que la aludida entendió la broma, creo que lo Stepeh Fry hizo cualquier cosa menos ridiculizarla.
Lo más interesante de la situación es que se ganó un Oscar por el diseño de vestuario, lo que muestra que poco le importan los estereotipos creados por la misma industria de la que es una experta. Es como ser el dueño de Coca Cola y no consumirla porque sabes que es dañina.
No puedo negar que al ver a Beavan caminar y subir al escenario pensé en lo “disruptivo” de su atuendo pero, luego, pensé que era un “statement” de libertad e indendencia en un mundo regido por patrones muy rigurosos, un desafío a los estereotipos, una demostraciómnd e independencia. Pero también, un recordatorio que el cine es ilusión, montaje, una simulación de la vida y que el cineasta o quien labora en el cine hace bien en separar su persona profesional del individuo, para dejar claro que “el estilo es el hombre” y en este caso, la mujer. Bien por ella. Estoy seguro que muchas de las damas de Hollywood, con sus apretados vestidos y esqueléticas dietas, en el fondo, la miraron con envidia.
Me dá pena que la gente en hollywood sea tan superficial. Pero no me sorprende.
Excelente artículo Mónica. Sin lugar a duda LO MEJOR que he leído sobre la entrega de los Oscares. Un abrazo.
El ultimo párrafo del final, me pareció perfecto para la columna. Me encanto
Somos seres Humanos.. es decir imperfectos en todos los sentidos.. erramos y acertamos en la misma forma.. seamos capaces de perdonar a los que difieren de nuestro punto de vista .. Estoy segura que la Sra Beavan, es quien menos presta atención a lo , que puedan opinar de ella, pues tantos años en esa industria habrá apreciado a que prestarle atención y a que no, es una mujer inteligente al vivir bajo su propio emblema en lugar de dejar que otros la cataloguen. Viva la gente autentica de chaquetas de cuero, pijamas naranjas, que cuidan su figura o que prefieren cuidar su apetito por carne o por vegetales, que son conservacionista o que siguen modas.. Todos somos necesarios para que el mundo siga girando, todos somos parte de esta amalgama de colores y sabores que hace al mundo un lugar interesante donde vivir.
Hollywood : C A C A , maquillada y perfumada.
Las reglas de etiqueta no deberían existir, las personas deberían ser libres en ese aspecto, la gente debería preocuparse por otras cosas como por ejemplo el respeto al prójimo, respeto a lo natural y lo biológico del universo y sobre todo deberíamos aprender a vivir nuestras vidas y a auto analizarnos para ser capaces de mejorar como personas. Empezar a trabajar en cooperación con los otros porque es la única solución posible para todo lo malo!
a) Evidentemente se viste así como un acto de rebeldía a los cánones establecidos. Dudo que le humillara algo con lo que, de hacer con gusto y orgullo, ya debe estar acostumbrada a lidiar.
b) Es un evento de gala, la gente asiste con vestidos de gala. Si es una frivolidad o no el preguntar qué diseñador las/los viste, me parece del todo equivocado pues hay toooooooooodooooo un gremio dedicado a la moda a quienes le interesan esos datos. (Digo, si estamos en el plano de la tolerancia, pues qué mejor que recordar que toda opinión y gusto es válido y como tal debe respetarse) Al ser un evento con “x” norma de etiqueta es EVIDENTE que habrá quien desapruebe la vestimenta de esta señora.
¡Y por favor! Dejen el discurso antipatriarcal, misándrico en el que ÚNICAMENTE a los hombres no les pareció su vestimenta, porque también es un hecho, que más de una mujer no la aprobó (Y que a lo largo de la historia nosotras siempre hemos sido más sanguinarias en ese aspecto que los hombres, no digo que todas, pero si una mayoría siempre lo ha manifestado… De entrada, si no juzgáramos a la gente por la apariencia, a la autora no le habría nacido la comparación con el vestido de Blanchett (¡Qué va si se quiere vestir de princesa, súper coqueta y demás! ¿Es válido no? …O tenemos que vivir en “Pijama naranja” para que se note que somos personas vanguardistas)
c) Está demás el comentario de “Cerebros y talento no se salvarán de la humillación” ¿Es decir que si una persona, mujer u hombre, no han sido destazados por la prensa hollywoodense es porque carecen de inteligencia y talento? ¿No podemos considerar que alguien pueda ser “aprobado” (Sin que eso sea relevante en absoluto) por los medios, y que sea un individuo talentoso? Y si, considero que comparar tomar café en un establecimiento, con una dieta, con una forma de vestir, es totalmente estúpido. NINGUNA es mejor que la otra, ni siquiera son el mismo tópico.
Yo no soy uno de esos “machos cabríos y poderosos enfundados en esmoquins irrelevantes y uniformes” pero me encantan sus vestuarios. Me fascinan los hombres en esmoquin y la ropa de gala en general.
Eso no me hace una ignorante, una arcaica ni menos.
Me enferma que en respuesta a la sobre información que nos rodea, seamos cada vez más cerrados.
Aplausos para la excelente persona y la excelente reflexión.
Intolerancia y Discriminación
Excelentísimo comentario, me parece que ésto es lo que debería volverse viral y que mucha más gente lo pudiera entender…. Mis Felicitaciones
Si bien, concuerdo con la idea de que el respeto es el modo más fundamental para sobrellevar la convivencia humana, también es cierto que el contexto y el sentido común presentes en ésta convivencia, deberán hacer acto de presencia.
La entrega de los Oscares es una institución que arroja y desahoga algunos de los sentimientos y comportamientos más vacíos y superficiales que experimentamos los humanos, y también los más básicos; ya que el sentido del reconocimiento social, la ostentosidad, la idolatría y la obtención del beneficio personal a costa de las masas, son comportamientos tan antiguos, como el ser humano mismo. Por lo tanto, todo aquello que no valla acorde con estos principios por los cuales surgió ésta institución, lógicamente serán fácilmente despreciados o condenados.
La entrega de los Oscares es un evento y negocio a la vez, que se centra en venderle al público varios productos e ideas que tienen que ver con la apariencia física y el materialismo puro, es decir, todo lo relacionado con la moda y el glamour. Es por esto que no me son extrañas las posibles críticas tan duras que resulten del hecho de no acatar éste concepto o incluso de romperlo. No es de extrañarse que se critique o se juzgue severamente a algún individuo que exprese sus ideas conservadoras plasmándolas intencionalmente en su atuendo, dentro de una convención del respeto de los derechos homosexuales. O de un hombre que sin motivo aparente, le levante la voz o agreda a su mujer, dentro de un fórum para la concientización del derecho e igualdad de las mujeres; o incluso, de ir vestido con ropa muy casual a una entrevista de trabajo para la obtención de una plaza como gerente de una firma trasnacional con renombre.
Lo que pretendo es dejar en claro que ésta mujer fue juzgada severamente ya que no se mimetizó con el contexto de donde estaba. Fue su responsabilidad por el simple hecho de haber asistido como lo hizo, ya que sabía de antemano que iría a un evento en donde las apariencias y la farándula lo es todo y si ella no quiso o no pudo, por la razón que sea, presentarse bajo las condiciones que para la entrega de los Oscares son normales, entonces es su culpa.
¿De quién sería la culpa? imagínense que una mujer o un hombre que no cuentan con un vehículo en ese momento, tienen que pasar imperativamente por el frente de una callejuela que es famosa por ser peligrosa para los transeúntes debido al alto índice de asaltos y violaciones que ahí ocurren a ciertas horas del día. Y que a pesar de conocer el riesgo, su forma de vestir es ostentosa y van con la cartera en la mano, o hablando por el celular de más de diez mil pesos a altas horas de la noche; y que por tales motivos, son agredidos, asaltados y despojados de sus pertenencias.
Entonces ¿Es culpa de la callejuela, de los delincuentes que viven ahí, de las autoridades por que no han hecho nada para solucionarlo; o de los transeúntes que a pesar de saber la problemática, actuaron y se vistieron de una manera que no tiene que ver con el contexto del lugar a donde iban?