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El turismo se desploma en Tijuana desde llegada de caravana migrante, reportan empresarios y comerciantes

domingo, diciembre 2nd, 2018

El Hotel Rosarito Beach, que recibe a muchos turistas estadounidenses, ha tenido una disminución del 60 por ciento en las reservaciones que recibe, dijo el propietario Hugo Torres. En tanto, miembros de la asociación médica de Tijuana ofrecían descuentos y paquetes de beneficios para los locales y pacientes de Estados Unidos en un intento por contrarrestar sus pérdidas.

Georgina Carabarin, prostodoncista de Tijuana, dijo que alrededor del 70 por ciento de sus pacientes son de San Diego, por lo que ella espera que todo vuelva pronto a la normalidad.

San Diego, 2 de diciembre (AP).— Empresas turísticas y consultorios médicos en la ciudad fronteriza de Tijuana están reportando una reducción en sus ingresos desde que llegó una caravana de migrantes centroamericanos.

Los turistas y visitantes han estado cancelando viajes que tenían planeados al estado mexicano de Baja California luego que el cruce fronterizo fue cerrado brevemente hace una semana y, según empresas turísticas, muchos temen quedarse atrapados en México por un nuevo cierre en el cruce, reportó el domingo el diario San Diego Union-Tribune.

Antonio Gamboa, propietario de un conocido parque de camiones de comida, dijo que las ganancias se han desplomado un 30 por ciento.

Más de mil migrantes centroamericanos que permanecían en el deportivo Benito Juárez fueron trasladados a un nuevo refugio ubicado en la colonia Mariano Matamoros después de la inundación que se registró a consecuencia de la lluvia. Foto: Omar Martínez, Cuartoscuro

Miles de migrantes centroamericanos, la mayoría de ellos hondureños, se han unido en caravanas en las últimas semanas en un esfuerzo para acelerar su paso por México, protegerse mutuamente y solicitar refugio en Estados Unidos. El cruce fronterizo, que los residentes de Tijuana utilizan para llegar a sus empleos o hacer compras en el lado estadounidense, y los turistas de Estados Unidos usan para dirigirse al sur, fue cerrado brevemente la semana pasada luego que unos migrantes intentaron cruzarlo corriendo.

Aproximadamente seis mil migrantes estaban alojados en un refugio cuya capacidad fue superada y que las autoridades cerraron el fin de semana, trasladando a la gente a una sala de conciertos ubicada más lejos de la frontera.

Docenas de migrantes entrevistados por The Associated Press han dicho que huyen de la violencia y pobreza de sus tierras natales.

El Hotel Rosarito Beach, que recibe a muchos turistas estadounidenses, ha tenido una disminución del 60 por ciento en las reservaciones que recibe, dijo el propietario Hugo Torres. En tanto, miembros de la asociación médica de Tijuana ofrecían descuentos y paquetes de beneficios para los locales y pacientes de Estados Unidos en un intento por contrarrestar sus pérdidas.

Georgina Carabarin, prostodoncista de Tijuana, dijo que alrededor del 70 por ciento de sus pacientes son de San Diego, por lo que ella espera que todo vuelva pronto a la normalidad.

“¡No los queremos en Tijuana!”, gritan otra vez xenófobos; la tensión crece conforme llegan más migrantes

domingo, noviembre 18th, 2018

El domingo, los molestos residentes de Tijuana agitaron banderas, cantaron el himno nacional mexicano y corearon “¡Fuera, fuera!” frente a una estatua del emperador azteca Cuauhtémoc, a 1.6 kilómetros (1 milla) de la frontera con Estados Unidos. Acusaron a los migrantes de ser sucios, malagradecidos y un peligro para la ciudad.

A una cuadra de distancia, menos de una docena de residentes de Tijuana traían carteles en apoyo a los migrantes. Keyla Zamarrón, una maestra de 38 años, dijo que los manifestantes para nada representan su forma de pensar mientras sostenía un letrero que decía: “La niñez no tiene fronteras”.

Aunque muchos en Tijuana se solidarizan con la situación de los migrantes e intentan apoyar, algunos habitantes los han insultado, les han arrojado piedras e incluso puñetazos. La fría recepción contrasta agudamente con la calidez que acompañó a los migrantes en el sur de México, donde algunos residentes de pequeños pueblos los recibieron con comida caliente, sitios para acampar e incluso música en vivo.

Por Yesica Fisch y Amy Guthrie

Tijuana, México, 18 de noviembre (AP).— Cientos de habitantes de Tijuana se congregaron en torno a un monumento en una zona pudiente de la ciudad para protestar por la presencia de miles de migrantes centroamericanos que llegaron en caravana con la esperanza de ingresar a Estados Unidos.

Las tensiones han ido en aumento después de que más de tres mil migrantes de la caravana arribaron en días recientes a Tijuana tras más de un mes en el camino, y ahora tendrán que esperar varios meses mientras solicitan asilo. El Gobierno federal calcula que el número de migrantes pronto podría alcanzar los 10 mil.

Los inspectores de la frontera estadounidense sólo procesan unas 100 peticiones de asilo al día en el principal cruce entre Tijuana y San Diego. Quienes solicitan asilo anotan sus nombres en un cuaderno desgastado administrado por los mismos migrantes, el cual ya contaba con más de tres mil nombres incluso antes de que la caravana llegara.

Cientos de vecinos de Tijuana se congregan en torno a un monumento al emperador azteca Cuauhtémoc en un barrio pudiente de la ciudad para protestar por la presencia de miles de migrantes centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos, el domingo 18 de noviembre de 2018. Foto: Ramón Espinosa, AP

El domingo, los molestos residentes de Tijuana agitaron banderas, cantaron el himno nacional mexicano y corearon “¡Fuera, fuera!” frente a una estatua del emperador azteca Cuauhtémoc, a 1.6 kilómetros (1 milla) de la frontera con Estados Unidos. Acusaron a los migrantes de ser sucios, malagradecidos y un peligro para la ciudad.

Se quejaron también por la forma en que la caravana ingresó a México, calificándola de “invasión”, y expresaron temor de que se use el dinero de sus impuestos para mantener al grupo.

“¡No los queremos en Tijuana!”, gritaron los manifestantes.

Agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos permanecen de guardia en el lado estadounidense de la frontera con México, vistos a través del alambre de concertina desde Tijuana, México, donde la línea fronteriza se encuentra con el Océano Pacífico, el jueves 15 de noviembre de 2018. Foto: Marco Ugarte, AP

Juana Rodríguez, un ama de casa, dijo que el Gobierno necesita hacer una revisión de antecedentes a los migrantes para asegurar que no tengan antecedentes penales.

Una mujer que se identificó como Paloma arremetió contra los centroamericanos, quienes dijo venían a México para que les regalen cosas.

La policía protege un albergue de migrantes centroamericanos de manifestantes que protestan por su presencia, en Tijuana, México, el domingo 18 de noviembre de 2018. Foto: Ramón Espinosa, AP

“Que su Gobierno se haga cargo de ellos”, declaró a camarógrafos que cubrían la protesta.

A una cuadra de distancia, menos de una docena de residentes de Tijuana traían carteles en apoyo a los migrantes. Keyla Zamarrón, una maestra de 38 años, dijo que los manifestantes para nada representan su forma de pensar mientras sostenía un letrero que decía: “La niñez no tiene fronteras”.

La mayoría de los migrantes que han llegado a Tijuana en la caravana en días recientes partieron hace más de un mes de Honduras, un país de nueve millones de habitantes. Docenas de los migrantes entrevistados por The Associated Press han dicho que se fueron de su país luego de recibir amenazas de muerte.

Pero el viaje ha sido duro y muchos han regresado.

Alden Rivera, Embajador de Honduras en México, dijo a la AP el sábado que mil 800 hondureños han vuelto a su país desde que la caravana partió el 13 de octubre, y que espera que más tomen esa decisión.

“Lo que queremos nosotros es que regresen a Honduras”, afirmó Rivera.

Migrantes centroamericanos barren afuera de un albergue en donde se quedan en Tijuana, México, el domingo 18 de noviembre de 2018. Foto: Marco Ugarte, AP

El país centroamericano tiene una tasa de homicidios de 43 por cada 100 mil habitantes, similar a ciudades estadounidenses como Nueva Orleans y Detroit. Además de la violencia, los migrantes en la caravana han mencionado que sus desalentadoras perspectivas económicas fueron un aliciente para su partida. El ingreso per cápita ronda los 120 dólares al mes en Honduras en donde, según el Banco Mundial, dos de cada tres personas viven en la pobreza.

La que se pronostica sea una larga espera en Tijuana ha causado preocupación sobre la capacidad de la ciudad fronteriza de más de 1.6 millones de habitantes de manejar el flujo de personas.

Aunque muchos en Tijuana se solidarizan con la situación de los migrantes e intentan apoyar, algunos habitantes los han insultado, les han arrojado piedras e incluso puñetazos. La fría recepción contrasta agudamente con la calidez que acompañó a los migrantes en el sur de México, donde algunos residentes de pequeños pueblos los recibieron con comida caliente, sitios para acampar e incluso música en vivo.

Los inconformes aseguran que los migrantes centroamericanos se van a quedar en la ciudad y eso podría afectarlos de diversas formas. Foto: Cuartoscuro

El Alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, dijo que la llegada de los migrantes es una “avalancha” que la ciudad no está preparada para soportar, y calculó que estarán en Tijuana por lo menos seis meses mientras presentan su solicitud de asilo. Gastélum ha solicitado al Gobierno federal más apoyo para lidiar con el flujo de personas.

La Secretaría de Gobernación de México dijo el sábado que el Gobierno federal enviará alimentos y frazadas para los migrantes en Tijuana.

Funcionarios en Tijuana adaptaron un gimnasio municipal y un complejo recreativo como albergues para mantener a los migrantes lejos de los espacios públicos. Los albergues privados de la ciudad tienen un cupo máximo para 700 personas. El complejo municipal puede recibir hasta tres mil.

Un grupo de personas se concentran en el monumento a Cuauhtémoc en contra de la caravana migrante que espera cruzar a Estados Unidos. Foto: Cuartoscuro

En el albergue municipal, Josué Cáseres, de 24 años, expresó frustración por las protestas contra la caravana.

“Nosotros estamos huyendo de la violencia. ¿Cómo creen que vamos a venir a ser violentos aquí?”, dijo.

Algunos de la caravana se desviaron a otras ciudades fronterizas, como Mexicali, ubicada a un par de horas en coche hacia el este.

El Presidente estadounidense Donald Trump, quien buscó aprovechar el tema de la caravana durante las campañas de las elecciones legislativas, tuiteó el domingo su apoyo al Alcalde de Tijuana para intentar desalentar a los migrantes de intentar ingresar a Estados Unidos.

Trump escribió que, como Tijuana, “Estados Unidos no está preparado para esta invasión y no lo tolerará. Cometen crímenes y grandes problemas en México. ¡Váyanse a casa!”.

“Capturar y liberar es un término obsoleto. Ahora es capturar y detener. Los migrantes ilegales que intenten entrar a Estados Unidos, con frecuencia ondeando con orgullo la bandera de su nación al pedir asilo en Estados Unidos, serán detenidos o regresados”, agregó.

“¡Perros! ¡Muertos de hambre!”. La hostilidad en Tijuana pone a migrantes en dilema: pedir asilo o volver a su tierra

sábado, noviembre 17th, 2018

La presión sobre los migrantes que llegaron a Tijuana alcanzó su mayor nivel durante esta semana con las protestas de centenares de residentes que consideran que su presencia les afectará en su vida cotidiana.

A media semana, unos 150 vecinos del área residencial de Playas de Tijuana, donde la valla fronteriza se adentra en el mar, protestaron contra su presencia y amenazaron con bloquear los accesos a ese lugar.

Mediante gritos e insultos racistas, los vecinos reclamaron a las autoridades la presencia de los centroamericanos, quienes estuvieron a punto de caer en la provocación aunque al final sólo hubo empujones por ambos lados.

Por Juan Manuel Ramírez G

Tijuana (México), 17 de noviembre (EFE).– La creciente hostilidad que enfrentan desde su llegada a la frontera norte de México apremia hoy a los miembros de la caravana migrante centroamericana a pedir asilo en Estados Unidos o decidir volver a su país.

“No nos quieren aquí, han sido muchos insultos y nos dolió porque pensamos que iba ser igual que en Chiapas, Veracruz y Ciudad de México, y no fue así, aquí nos trataron mal y eso nos desanima”, dijo a EFE Alexander, un migrante hondureño de 18 años de edad.

Han tenido que pasar más de 30 días de viaje y cuatro mil kilómetros de travesía, desde la frontera sur de México, para que los migrantes experimentaran el racismo, la discriminación y la xenofobia que ha aflorado con su presencia en Tijuana.

Migrantes centroamericanos que se encuentran en el albergue del deportivo Benito Juárez pegado al muro fronterizo se reunieron para orar en grupo y darse ánimos luego de su larga travesía que duró más de 30 días. Foto: Diego Simón Sánchez, Cuartoscuro

Los mensajes contra su estancia en Tijuana, frontera de México con San Diego (California, Estados Unidos), han pasado del anonimato en redes sociales, a manifestaciones en su contra que llegaron al punto de confrontación física.

“¡Perros! ¡Muertos de hambre! ¡Regresen a su país!”, son expresiones que ha tenido que escuchar tanto Alexander como los casi cuatro mil miembros de la primera caravana que llegó a la frontera mexicana con Estados Unidos.

Otras tres caravanas de migrantes se encuentran en diversos puntos del territorio mexicano en trayecto a la frontera con Estados Unidos, principalmente de nacionalidad hondureña y salvadoreña.

Alexander dijo a EFE que ante esta creciente hostilidad sólo le quedan ganar de volver a Honduras aunque ahora tiene miedo porque el Presidente de su país, Juan Orlando Hernández, “ha amenazado que todo aquel que salió del país en la caravana lo meterá a la cárcel tres años”.

Contó que su objetivo era ir a trabajar a Estados Unidos para salir adelante “pero no se pudo y me regreso a Honduras”, por lo que ha dicho que se entregará al Instituto Nacional de Migración de México para ser deportado.

Muchos migrantes perdieron a sus familiares durante su viaje pero esperan a que lleguen en los camiones que están retenidos en ciudades como Mexicali, Tecate, Caborca o Hermosillo debido al sobrecupo en los albergues de Tijuana. Foto: Diego Simón Sánchez, Cuartoscuro

Karla, una hondureña de 25 años, cree que su mejor opción es entregarse a las autoridades estadounidenses de migración para que su mamá, quien vive en Miami (Florida) hace 24 años pueda defender su caso en la corte.

“No quiero regresar a mi país porque están muy feas las cosas, vine averiguar mi caso y quedarme en México no es mi opción, hay mucha discriminación, muchas personas en la calle nos dicen que regresemos a nuestro país, aquí no nos quieren”, apostilla.

Karla afirma que puede trabajar y destaca que tiene un talento especial para cocinar: “me gusta mucho aprender y en cualquier cosa podría trabajar pero me gusta mucho la cocina y creo que podría trabajar en un restaurante”.

En tanto, el Gobernador de Baja California, Francisco Vega, dijo que “habrá cero tolerancia para quien o quienes infrinjan las leyes y reglamentos vigentes en nuestro país”. Foto: Diego Simón Sánchez, Cuartoscuro

La presión sobre los migrantes que llegaron a Tijuana alcanzó su mayor nivel durante esta semana con las protestas de centenares de residentes que consideran que su presencia les afectará en su vida cotidiana.

A media semana, unos 150 vecinos del área residencial de Playas de Tijuana, donde la valla fronteriza se adentra en el mar, protestaron contra su presencia y amenazaron con bloquear los accesos a ese lugar.

Mediante gritos e insultos racistas, los vecinos reclamaron a las autoridades la presencia de los centroamericanos, quienes estuvieron a punto de caer en la provocación aunque al final sólo hubo empujones por ambos lados.

Una parte de los migrantes aceptaron ser llevados a un albergue temporal instalado en un deportivo Benito Juárez en tanto que el Alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), rechazó su presencia y dejó firme su intención de que sean deportados.

“Tijuana es una ciudad de migrantes, pero no los queremos de esta manera”, declaró el Alcalde a televisión Milenio.

En tanto, el Gobernador de Baja California, Francisco Vega, dijo que “habrá cero tolerancia para quien o quienes infrinjan las leyes y reglamentos vigentes en nuestro país”.

Mañana domingo distintas organizaciones llevarán a cabo dos marchas en esta ciudad, una en favor y contra la discriminación y el racismo, y otra de quienes están en contra de la llegada de los centroamericanos y de su estancia.