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La buena: mejoró la seguridad de autos que se venden en México. La mala: aún hay marcas que matan…

martes, diciembre 1st, 2020

La seguridad vehicular en México aún tiene vacíos, pero ha ido mejorando por las leyes que obligan a las empresas a incluir tecnologías para salvar vidas de conductores y peatones. Chevrolet, Seat, Toyota y Volkswagen están entre las marcas más seguras, de acuerdo con especialistas en la materia.

Ciudad de México, 1 de diciembre (SinEmbargo).- Los accidentes vehiculares matan entre 11 y 25 personas al día en México. Por ello, la industria automotriz tiene una gran deuda con sus clientes y con los usuarios vulnerables, como lo son peatones y ciclistas, dijo en conferencia de prensa Valentina Ochoa, directora ejecutiva de la asociación civil Reflexiona con Responsabilidad.

El uso de tecnologías para prevenir accidentes no es un lujo, sino una responsabilidad social compartida entre el Gobierno federal (que debe regular la materia), las empresas (que deben implementar las leyes vigentes e informar al público sobre sus productos) y los usuarios (que deben mantenerse informados y ser exigentes al momento de comprar automóviles).

Desde hace más de cinco años existe una ley (NOM-194-SCFI-2015) que estipula que a partir de 2019, los fabricantes automotores deben de incorporar en sus vehículos medidas básicas de seguridad como bolsas de aire y frenos antibloqueo o ABS, además de certificar pruebas de impacto frontal y lateral, explicó el investigador del Instituto Mexicano del Transporte, David Vázquez, en el marco de la conferencia “¿Qué tan seguros son los autos más vendidos del 2020 en México?”.

Sólo entre enero y octubre de 2020 hubo 748 mil 501 vehículos vendidos en México, de acuerdo con cifras del Registro Administrativo de la Industria Automotriz. En ese sentido, Stephan Brodziak dijo que la comparación de 173 modelos de 2020 y 2021 arrojó que el uso de tecnologías de seguridad vehicular ha ido al alza. Sin embargo, el coordinador de la campaña de Seguridad Vehicular de El Poder del Consumidor reconoció que aún existen deficiencias y desafíos a nivel nacional, ya que muchos de los mecanismos de seguridad aún no son implementados por falta de regulación en la materia.

Entre las mejoras refirió el uso de frenos antibloqueo o ABS y el uso de bolsas de aire frontales. Mientras que la mayor parte de los vehículos 2020 contó con éstas tecnologías, la totalidad de los modelos 2021 analizados contó con ellas. Algo similar ocurrió con el control electrónico de estabilidad o ESC, que ayuda a evitar volantazos y a reducir hasta en un 80 por ciento el número de choques por derrape. De acuerdo con los datos de Brodziak, mientras que el 64 por ciento de los modelos de 2020 contó con el control electrónico, en los modelos de 2021 hubo un 70 por ciento de penetración.

Acerca de las bolsas de aire laterales de cuerpo, de cabeza y de rodillas, los datos de El Poder del Consumidor indican que hubo mejora considerando que, mientras el 31 por ciento de las unidades de 2020 contó con éstos mecanismos, dichas bolsas de aire estuvieron presentes en el 43 por ciento de los modelos 2021 analizados. Lo mismo ocurrió con los anclajes de retención infantil, que fueron implementados en la mayoría de los modelos 2020 (80.7 por ciento) y 2021 (83.7 por ciento); con los cinturones de tres puntos que evitan daños en la espalda por impacto, con 85.5 y 94 por ciento de uso entre las unidades 2020 y 2021; así como con el uso de apoyos de cabeza, mismos que fueron incorporados en el 80.7 y 87.8 por ciento de los modelos 2020 y 2021, respectivamente.

A contratara están algunas de las deficiencias tecnológicas observadas, pese a los avances existentes en la materia. El uso de asistentes de frenado o B4, que son sensores en los pedales del freno para reconocer situaciones de emergencia, no tuvo “una penetración tan grande como se esperaría” en los modelos 2020, además de que la tercera parte de los modelos 2021 carece de dicha herramienta de seguridad. El mecanismo de frenado autónomo de emergencia o AEB es otro ejemplo de fallas, ya que en prácticamente todos los modelos 2020 y 2021 no está presente. Lo anterior se debe a que aún no hay una regulación que obligue a las empresas a implementarlo.

Para Stephan Brodziak, aunque la brecha de precios por la incorporación de mecanismos de seguridad en vehículos se ha venido reduciendo por su uso normalizado de acuerdo con la aplicación de leyes y reglamentos vigentes, todavía existen mecanismos de seguridad –como el frenado autónomo de emergencia– utilizados más que nada en líneas de lujo. En ese sentido, el especialista de El Poder del Consumidor refirió que “es inmoral que la protección se vuelva algo comercial”.

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En la imagen se observan los dispositivos de seguridad vehicular en los modelos 2018, 2019, 2020 y 2021. Fuente: El Poder del Consumidor.

LOS AUTOS MÁS VENDIDOS 

Pese a que han habido avances progresivos en materia de dispositivos de seguridad de vehículos, aún existe una deuda de la industria automotriz con los usuarios vulnerables de la vía (peatones y ciclistas) que están expuestos a siniestros.

Al respecto, Valentina Ochoa mencionó que hay medidas aplicables como el sistema de protección a peatones, que tiene que ver con el diseño frontal de los vehículos con el objetivo de salvar vidas aminorando el impacto, máxime considerando que el 80 por ciento de las personas atropelladas en México sufre de lesiones en la cabeza.

“Hoy en día existe tecnología que previene estos siniestros, como el frenado autónomo de emergencia. Es importante que estas tecnologías no sean aditamentos de lujo sino algo básico para salvar vidas”, explicó la especialista de la asociación civil Reflexiona con Responsabilidad, quien asimismo hizo un llamado a los clientes de la industria automotriz para que sean conscientes al momento de comprar un automóvil, ya que “la falta de información genera vulnerabilidad” para los conductores que arriesgan su vida en vehículos poco seguros, así como también para los transeúntes que comparten las calles con máquinas cuyas carencias aumentan los riesgos de muerte.

En ese sentido, recordó que el 22 por ciento de las muertes en América Latina están relacionadas con accidentes automovilísticos y que dentro de la región, México tiene una tasa muy alta pese a que sus cifras son inferiores a las registradas, por ejemplo, en el Continente Africano.

Los datos recabados por El Poder del Consumidor indican que la falta de condiciones de seguridad de los vehículos no fueron un impedimento para la compraventa en México.

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Fuente: El Poder del Consumidor.

De aproximadamente 220 mil modelos 2020 y 2021 que fueron probados y que representan la tercera parte de las unidades vendidas éste año, cerca 80 mil (o el 36.4 por ciento) obtuvieron una calificación de cero a una de cinco estrellas, lo que implica que tuvieron un muy mal o mal nivel de seguridad de acuerdo con los estándares del Programa de Evaluación de Vehículos Nuevos para América Latina y el Caribe (Latin NCAP).

Además hubo casi 55 mil unidades (25 por ciento) con nivel medio de seguridad (de dos a tres estrellas), así como 75 mil con nivel alto o muy alto (de cuatro a cinco estrellas) de seguridad vehicular.

“De la oferta de vehículos actuales, por lo menos hay 63 modelos nuevos (2020-2021) que no cumplen con las recomendaciones mínimas de seguridad vehicular de la Organización Mundial de la Salud. Aunado a ello, se siguen comercializando autos de tan baja seguridad como el Nissan March y el GM Beat con 1 y 0 estrellas en protección a adultos, y 2 y 0 estrellas en protección a niños respectivamente; esto va en detrimento de las familias de bajos recursos que hacen esfuerzos por obtener un auto cuyo diseño, en caso de choque, los ponen a un accidente de distancia de la pobreza”, lamentó Brodziak de El Poder del Consumidor.

Norma de seguridad en autos es un “hazmereír” en México: ONGs; automotrices “ponen vidas en riesgo”

jueves, septiembre 15th, 2016

Stephan Brodziak, coordinador de calidad del aire y seguridad vehicular de la organización El Poder del Consumidor, acusó que el lobby automotriz podría estar ejerciendo presión en México para retrasar las acciones que permitan elevar los niveles en los estándares de seguridad de los vehículos que aquí se comercializan. Pues, con ello, las ganancias de la industria no se ven afectadas, pese a que se arriesgan las vidas y la integridad de los usuarios en México y Latinoamérica.

Ciudad de México, 15 de septiembre (SinEmbargo).– La NOM-194-SCFI-2015 fue impulsada por la Secretaría de Economía para –en teoría– regular los dispositivos de seguridad en los autos nuevos en México, sin embargo, representa un retraso de 25 años en materia, para los usuarios, denunciaron la organización El Poder del Consumidor y el rograma independiente de evaluación de autos nuevos para América Latina y el Caribe, Latin NCAP.

De acuerdo con Stephan Brodziak, coordinador de calidad del aire y seguridad vehicular de la organización El Poder del Consumidor, la norma que fue publicada en mayo pasado y entrará en vigor en noviembre próximo, está hecha a modo para favorecer a la industria automotriz, aunque ello implique exponer la seguridad de los mexicanos.

“Prácticamente es un hazmereír la norma, es una buena intención, pero no está la garantía de que se pueda cubrir la seguridad en toda la producción”, dijo en entrevista para SinEmbargo.

La NOM 194 le da a la industria automotriz 4 años para cumplir con las regulaciones exigidas que son prueba de impacto frontal, lateral y frenos ABS, muy por detrás de países latinoamericanos como Ecuador, Brasil y Argentina. Además, no incluye sistemas exigidos como obligatorios en otras naciones, como el Sistema de Control de Estabilidad que entrará en vigor en Brasil y Argentina en 2018 en todos los autos nuevos, explicaron expertos, en el marco del evento “Stop the Crash” realizado en la Ciudad de México.

Brodziak acusó que el lobby automotriz podría estar ejerciendo presión en México para retrasar las acciones que permitan elevar los niveles de seguridad de los vehículos a través de las regulaciones, con ello, las ganancias de la industria se mantienen aunque se arriesguen las vidas y la integridad de los usuarios en México y Latinoamérica.

“La norma se queda muy vulnerable. La industria quiere manga ancha para poder mantener sus márgenes de ganancias”, puntualizó.

Los incidentes viales, dijo el especialista citando estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo, cuestan al país entre el 1.7 hasta más del 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Sin embargo, reconoció, no sólo se trata de contar con automóviles seguros, sino con vialidades aptas, la educación de los usuarios, entre otros factores.

Una reducción del 50 por ciento en las proyecciones de víctimas fatales para el año 2020, además de evitar la muerte de 5 millones de víctimas mortales, reduciría 50 millones de lesionados y se podrían ahorrar cerca de tres billones de dólares en costos sociales, señaló Alejandro Furas, Secretario General del Programa Europeo de Evaluación de Automóviles Nuevos (NCAP, por sus siglas en inglés).

Aunado a ello, Brodziak mencionó que alrededor el 90 por ciento de los autos fabricados en México ya cuentan con las especificaciones de seguridad más exigentes a nivel mundial, no obstante, esos vehículos son exportados a los mercados que sí cuentan con una regulación rigurosa, por ejemplo, Canadá, la Unión Europea y Estados Unidos, a este último país se va el 60 por ciento.

En el mismo sentido, durante el evento, Furas señaló que “la seguridad vehicular debe ser democratizada. Los latinoamericanos nos merecemos la misma seguridad mínima que un europeo, un japonés, un norteamericano. No debemos pagar más por más seguridad. Los gobiernos deben protegernos”.

MEJORES Y PEORES AUTOS EN MÉXICO

Los activistas y especialistas denunciaron que un claro ejemplo de la débil regulación que existe en el país se demuestra con el modelo Tsuru, de la marca Nissan, el cual, a pesar de no ser apto para contar con bolsas de aire, lo que significa que no podrá cumplir con la norma, seguirá comercializándose.

Dicho vehículo no podría ser vendido en países como Australia, Japón, Canadá, entre otros, ya que sería ilegal debido a las carencias en sus estándares de seguridad. Donde sí tienen cabida los Tsurus, es en Chile, Perú y México, lamentaron los expertos.

“Un accidente a una velocidad de 60 kilómetros por hora [en estos vehículos] puede llegar a ser mortal”, advirtió Stephan Brodziak.

De acuerdo con los estudios de NCAP, automóviles como León, de Seat o Gol, de Volkswagen, Corolla, de Toyota, entre otros, comercializados en la República Mexicana, cumplen con estándares de calidad que protegen la seguridad del usuarios.

“La peor marca, se puede decir así, es Chevrolet, pues de 10 modelos probados, tienen un promedio de 1.6 sobre un rango de 5 estrellas de seguridad. Nissan también es muy mala, aunque hay excepciones como Versa”, dijo Brodziak.

Ante este panorama, Marcela López Brun, representante de la Red de Sobrevivientes Viales, subrayó la necesidad de que los autos estén equipados con los mejores dispositivos de seguridad para evitar que se convierta en una razón más de muerte en México, por lo que recordó las cifras del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (CONAPRA), las cuales arrojaron que en 2014 fallecieron 3 mil 929 automovilistas, “la mayoría de estas muertes se hubieran podido evitar si el equipo de seguridad del auto hubiera sido el adecuado”, lamentó.