Posts Tagged ‘Louisa May Alcott’

La relectura moderna de Mujercitas, el clásico de la literatura escrito por Louisa May Alcott

lunes, diciembre 30th, 2019

El final de la novela fue considerado conservador por varios años y muchas lectoras se decepcionaron de éste. Ahora, la directora Greta Gerwig consigue que lo cursi no se haga empalagoso, sin corromper la obra original.

“El libro ha quedado envuelto en una moralidad de postal navideña, pero bajo la superficie hay otras cosas. Cuando volví a leerlo a los 30, me di cuenta de lo espinoso, extraño y revolucionario que era”, asegura la directora.

Por Mónica Zas Marcos

Ciudad de México, 30 de diciembre (ElDiario).- Hay clásicos de la literatura que envejecen con más lustre que otros. No tiene nada que ver con el “revisionismo” de moda, sino con la relación personal que generamos con una obra que en su día consideramos iniciática. Los riesgos de la re lectura a una edad adulta son interminables. De pronto, parece que está peor escrita, que sus héroes y heroínas son insoportables y que la moraleja que una vez fue un mantra ahora es “moralina”, barata y caduca. ¿Reduce eso su estatus de clásico? Probablemente no.

Algunas veces la incompatibilidad es tal que se opta por alterarlas en ediciones posteriores o en adaptaciones al cine, teatro o televisión. Así pasa con casi todo lo que toca Disney. Lo inconcebible es que nos reconciliemos con ellas sin apenas cambios sobre la original, y eso es lo que ha ocurrido con la última versión de Mujercitas dirigida por Greta Gerwig.

La obra que Louisa May Alcott firmó en 1868 es considerada un Bildungsroman de manual -término alemán para nombrar a las novelas de transición a la vida adulta-. Desde que cayó en las manos de su primera lectora, la sobrina del editor de Alcott, ha sido el texto elegido por padres y madres de todo el mundo para inspirar a sus retoños y, con un poco de suerte, aficionarlos a la lectura.

Si eso ocurría, en gran parte era por gracia de Jo, la indomable de las cuatro hermanas March. Era audaz, creativa y poco femenina en un mundo machista de modales sobrios. Por eso resultaba decepcionante que ni siquiera ella mantuviese los principios que tanto le servían para recriminar a sus hermanas y acabase sumida como ellas en la obligación del hogar.

Este giro, descrito en la segunda parte de Mujercitas que se titula “Buenas esposas”, es el causante del desamor que a veces sufren las lectoras adultas con la obra original. Sin embargo, la directora de Lady Bird decidió abordar esta versión, precisamente, para poner en alza sus valores perdidos:

“El libro ha quedado envuelto en una moralidad de postal navideña, pero bajo la superficie hay otras cosas. Cuando volví a leerlo a los 30, me di cuenta de lo espinoso, extraño y revolucionario que era. Había permitido que se convirtiera en una bola dulce de nieve y no era nada de eso”.

La nueva Mujercitas consigue lo que se propone y lo hace sin corromper el libro ni usar tretas. La única licencia que se permite Gerwig es la de alterar cronológicamente la obra y alternar los pasajes de la infancia con los de las Jo, Meg, Amy y Beth adultas. De esa forma entendemos el camino que toma cada una como efecto de las inseguridades que tenían de niñas, y las cuatro se convierten en las mujeres imperfectas y reales que siempre reivindicó Louisa May Alcott.

[youtube 8p-o8tPI3_8]

EL DERECHO A DECIDIR

Dice la autora Marta Sanz que Mujercitas “es más una historia moralizante que refuerza el imaginario de lo cursi asociado a la feminidad que un libro emancipador para la mujer”. La película de Gerwig, sin embargo, deja claro que si bien son hijas de su época, las March también son las dueñas absolutas de sus decisiones. Para ello pone un especial énfasis en el dinero como elemento liberador. Todas saben que lo necesitan para salir de su casa y llevar una vida distinta -más pudiente- a la que tuvieron de pequeñas.

La única que está conforme con la austeridad es Beth. Meg, la mayor, pretende casarse con un hombre que la mantenga a ella y a sus hijos, Jo trabaja día y noche en sus textos para recibir unas monedas a cambio y Amy, la benjamina, decide formarse en la alta sociedad para captar a un marido con buenos modales, ropas finas y bonitas pinturas. Le gustaría ser artista, pero “la única opción para trabajar de una mujer es hacerlo gratis” y para eso mejor tener a alguien que le pague sus caprichos.

Podemos estar más o menos de acuerdo con cada una de ellas, sus sueños y su forma de alcanzarlos, pero encajan con su personalidad y su trayectoria. La forma que tiene Gerwig de presentar las miserias del presente aderezadas con la ingeniudad del pasado nos hace empatizar. Es un recurso inteligentísimo para adorar a la materialista Meg, a la caprichosa Amy e incluso a la intransigente Jo, pues por primera vez ella también es víctima de sus incoherencias.

Aunque no todo es mérito de la directora, pues las actrices consiguen un equilibrio coral en el que Jo, interpretada por una fantástica Saoirse Ronan, no le resta protagonismo a sus compañeras como sí hacía Winona Ryder en la versión de 1995. Todas ellas consiguen que lo cursi no se haga empalagoso y que las penas que luego sufren parezcan universales.

“Las mujeres tienen mentes y almas, así como corazones, ambición y talento además de belleza, y estoy harta de que me digan que el amor es para lo único que una mujer es perfecta”, espeta Jo a su madre Marnee (Laura Dern) desolada por haber perdido al hombre del que quizá está enamorada. En su mirada se lee la contradicción. No quiere atarse al amor, pero no soporta estar sola. Y lo dice. Y lo entendemos como la paradoja moderna y atemporal que es, pero sobre todo como la que era en esa época.

Mujercitas también es un acto de comprensión y sororidad (sin que ese término existiese aún). Lo representa el personaje de Meg y lo explica su intérprete, Emma Watson: “La forma que tiene mi personaje de ser feminista es haciendo elecciones. Su elección es ser madre y esposa a tiempo completo. Y, para mí, eso es de lo que trata realmente el feminismo”. Jo la critica por ello, pero la hermana mayor se defiende diciendo que “solo porque mis sueños son diferentes a los tuyos no puedes restarles importancia”.

Y esa, para las que una vez leímos Mujercitas y nos sentimos decepcionadas con su final, es la verdadera moraleja de la versión de Greta Gerwig. Nos dimos el privilegio de juzgar a unas mujeres de otra época según los estándares actuales y, aunque hubiesen sido modernas, las desprestigiamos por tomar su propio camino.

Ellas sufrieron el yugo patriarcal del siglo XIX y, dos décadas más tarde, tuvieron que aguantar el de la intolerancia del siglo XXI. No nos dimos cuenta de que la lección más valiosa es la que se da sin pretenderlo y que el derecho a decidir sobrevivirá a cualquier relectura.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE EL DIARIO.ES. VER ORIGINAL AQUÍ. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN.

Florence Pugh habla sobre Little Women; “merece ser contada a cada generación según sus necesidades”

jueves, diciembre 26th, 2019

Su ascenso a la fama fue gracias a su aclamado papel de una noble indómita en la cinta Lady Macbeth, por la que se convirtió en uno de los rostros más prometedores del cine y ha cumplido metas como trabajar con Meryl Streep y Laura Dern en esta adaptación del clásico de la literatura.

Little Women, novela de Louisa May Alcott, revolucionó los personajes femeninos y se enfrentó a las “guías de conducta para señoritas” a finales del siglo XIX. Hasta seis ocasiones se ha adaptado al cine y, aun así, la historia no pierde vigencia.

Por Javier Romualdo

Los Ángeles (EU), 26 de diciembre (EFE).- Little Women, la novela que a finales del siglo XIX revolucionó los personajes femeninos y se enfrentó a las “guías de conducta para señoritas”, vuelve al cine con una nueva adaptación, ya que, afirma Florence Pugh, una de sus protagonistas, es una historia “que merece ser contada de nuevo a cada generación según sus necesidades”.

En esta versión de la cineasta Greta Gerwig, Pugh comparte reparto con varios de las intérpretes más prometedores de la nueva generación de Hollywood: Saoirse Ronan, Emma Watson, Eliza Scanlen y Timothée Chalamet para actualizar una historia sobre mujeres que se atrevían a soñar y cultivar sus talentos en una sociedad que aspiraba a que exclusivamente fueran buenas esposas y madres de familia.

“Me interesan las mujeres de diferentes épocas porque siento que durante mucho tiempo han sido etiquetadas como personas que mantenían la boca cerrada y creían en una forma de vida muy antigua”, explica la actriz en una entrevista con Efe tras presentar la película, uno de los estrenos navideños más esperados.

Pugh sabe de que habla, pues su ascenso a la fama fue gracias a su aclamado papel de una noble indómita en la cinta de época Lady Macbeth, por la que se convirtió en uno de los rostros más prometedores del cine y ha cumplido metas como trabajar con Meryl Streep y Laura Dern en esta adaptación del clásico de la literatura o a fichar por la poderosa franquicia Marvel.

Hasta un total de seis ocasiones, sin contar obras menores, se ha adaptado Little Women de las páginas escritas por Louisa May Alcott a la gran pantalla y, aun así, tal y como defiende Pugh, la historia no pierde vigencia ni interés, ya que esta versión cuenta con dos nominaciones a los Globos de Oro y ha sido seleccionada por el American Film Institute como una de las mejores películas de 2019.

[youtube MwXBogxmyho]

Pregunta: En Little Women hay un monólogo de su personaje que admite con crudeza lo difícil que es para una mujer de la época ser independiente y lo atada que está a un hombre. ¿Es un cuento feminista?

Respuesta de Florence Pugh: Creo que cada generación merece que se le vuelva a contar esta historia de la forma en que lo necesite. Siempre apreciaremos una historia sobre mujeres que vivieron en una época diferente y a quienes se les dijo todo lo que tenían que hacer.

P: ¿Y qué tiene de particular esta novela en concreto? ¿La conocía?

R: Mi abuela me leyó un capítulo y se aseguró de que no estuviera dormida (risas). Pero creo que captura a una familia totalmente realista y representa maravillosamente a hermanas que son reales y honestas. Y no importa de qué época trate: todavía se siente completamente natural.

P: ¿Por eso le gustan las películas de época? Su papel en Lady Macbeth era el de una noble rebelde totalmente contraria a ajustarse a las normas y a depender de un hombre…

R: En realidad no busqué películas de época. Creo que los guiones han estado circulando en el momento adecuado. Pero sí diré que me interesan mujeres de diferentes épocas porque siento que durante mucho tiempo han sido etiquetadas como personas que mantenían la boca cerrada y creían en una forma de vida muy antigua. Y aunque eso puede ser cierto, siguen siendo personas apasionadas, ruidosas y emocionales, y creo que siempre he amado, supongo, romper esa barrera.

P: De ahí su personaje en Little Women, que busca hacerse un hueco en el mundo del arte en una época en la que lo que se espera de ella es que se case y tenga hijos cuanto antes. ¿Qué le hace especial comparado al resto de las hermanas?

La actriz Florence Pugh mientras posa durante una proyección especial de la película Little Women. Foto: EFE

R: Ella es la más joven, por lo que tiene un aire completamente diferente. Es orgullosa, piensa que el mundo está listo para admirarla. Ella vive en su propio mundo, se preocupa por sus propias cosas y no tiene miedo a llorar delante de sus hermanas en voz alta. Y eso es algo que creo que muchos hermanos más pequeños tienen, fueron criados de una manera diferente.

P: Y pasando de hermanas a actrices veteranas, dijo en una entrevista que le daba literalmente miedo trabajar con Meryl Streep.

R: Pero ella no daba miedo: creo que era más… que solo estaba nerviosa (risas). Ella es alucinante, todo lo que cualquiera desearía ser, una persona inteligente y hermosa. Tuvimos muchos ratos de pausa así que es increíble poder decir que aprendí de los pensamientos de Meryl sobre cosas normales (risas). Es una dama fascinante.

P: Hablando de otros proyectos ¿La transición a las superproducciones de la factoría Marvel -responsable de la película más taquillera de la historia- con Black Widow le impone?

R: No fue tan extraño como te imaginas. Obviamente, toda la pantalla verde (croma) y los efectos especiales es algo a lo que nunca te acostumbras porque tiene un tamaño enorme. Pero en realidad fue una grabación bastante fluida y creo que es porque todos los demás a bordo lo han hecho 100 veces.

P: Pasa del “indie” a un género muy comercial.

R: El estudio fue como el de cualquier película normal y daba una sensación bastante tranquilizadora que no pareciera tan grande. En realidad, fue bastante agradable estar allí aunque son dos formas de trabajo completamente diferentes.