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La declaración del líder Zeta en EU no es la única contra Moreira, y debe investigarse, insiste el PAN

domingo, julio 31st, 2016

En días pasados, Humberto Moreira insistió que la PGR lo había exonerado por completo tras las investigaciones en su contra, y cuestionó que “se esté utilizando como ‘artículo de fe’ la declaración de un criminal cuyo mayor mérito parece ser haber participado en un talk show”.

Ciudad de México, 31 de julio (SinEmbargo).- El ex Gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés, dijo en un comunicado que la Procuraduría General de la República (PGR) lo exoneró desde tiempos del entonces Presidente Felipe Calderon Hinojosa, pero el Senador del Partido Acción Nacional (PAN), Luis Fernando Salazar, aseguró que el también ex dirigente nacional del Revolucionario Institucional (PRI) miente.

En días pasados, senadores del PAN denunciaron a Moreira Valdés ante la PGR por distintos delitos, desde peculado hasta fraude, y demandaron al Gobierno federal emprender una investigación contra quien fuera dirigente nacional del partido del actual Presidente de la República, el PRI.

Moreira respondió con un argumento que ha utilizado en varias ocasiones: que el Gobierno de Calderón lo investigó, y no sólo no le encontró algo, sino que lo exoneró.

“La PGR ya ha realizado investigaciones sobre mi persona en tiempos del presidente Felipe Calderón y el resultado de tales pesquisas me ha exonerado por completo”, dijo el político de 50 años de edad en un comunicado difundido el pasado 28 de julio.

Moreira cuestionó que “se esté utilizando como ‘artículo de fe’ la declaración de un criminal cuyo mayor mérito parece ser haber participado en un talk show”.

“El responsable del centro de readaptación social de Piedras Negras [cuando se registró la matanza] era el general José Luis García Dorantes y la Subsecretaría de Readaptación Social que se decretó como organismo descentralizado. Cuando tuvieron lugar los lamentables hechos de Allende yo ya no era Gobernador”, reiteró.

Sin embargo, el Senador coahuilense dijo que hay una nueva evidencia que lo inculpa y que debe ser investigada.

“Es preciso señalar que una determinación del no ejercicio de la acción penal no impide la reapertura de un proceso o el inicio de uno nuevo, máxime cuando la investigación versa sobre diversos o nuevos hechos que pudieran ser constitutivos de delito”, refirió en un comunicado emitido este día.

El legislador panista explicó que la denuncia que su partido presentó tiene por objeto “requerir a las autoridades a quienes compete la investigación de los delitos en nuestro país, que cumplan con su deber de investigación penal ante la existencia de nuevos elementos y hechos, que han sido acreditados en juicios seguidos ante las autoridades de procuración de justicia de otro país”.

Luis Fernando Salazar aseguró que el testimonio Rodrigo Humberto Uribe Tapia, señalado como operador financiero del cártel de Los Zetas, no es la única declaración rendida ante Cortes Federales de Texas en la que se ha revelado la participación del ex Gobernador en diversos hechos en los que se advierte la comisión de varios delitos.

El panista consideró que la obligación de Moreira Valdés como titular del Poder Ejecutivo del estado “era ver y velar por la seguridad de todos los ciudadanos del estado, por ello, procede determinar su responsabilidad ante sus acciones u omisiones en el cumplimiento de las funciones que le correspondían”.

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En entrevista con SinEmbargo el académico indicó hace unos días que solicitó ya al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas revisar la demanda para que “demuestre que me puede proteger frente a la intimidación de este tipo”.

El pasado 27 de julio, Humberto Moreira fue denunciado ante la PGR por los senadores del PAN por los delitos de lavado de dinero, enriquecimiento ilícito, cohecho, fraude, encubrimiento y peculado.

Antes, el ex líder del PRI demandó al investigador y articulista Sergio Aguayo por daño moral, reclamando una indemnización de 10 millones de pesos y una disculpa pública, pues Moreira Valdés dijo sentirse lesionado emocionalmente por un artículo en el que Aguayo lo señaló de “desprender el hedor corrupto”.

El texto fue publicado el 20 de enero en los diarios Reforma y El Siglo de Torreón tras la detención del ex Gobernador en España, donde fue investigado por lavado de dinero y vínculos con la delincuencia organizada. Una semana después, Moreira Valdés fue liberado por falta de pruebas y la fue archivada por la Audiencia Nacional de ese país.

“Moreira es un político que desprende el hedor corrupto; que en el mejor de los escenarios fue omiso ante terribles violaciones a los derechos humanos cometidos en Coahuila, y que, finalmente, es un abanderado de la renombrada impunidad mexicana”, escribió entonces Aguayo.

Ahora, Moreira reclama una indemnización de 10 millones de pesos al considerar que se vio afectado por las opiniones del articulista, quien “utilizando medios de comunicación impresos y electrónicos de difusión masiva, atentó en contra de mi honor, vida privada y mi propia imagen también lesionando mis sentimientos, afectos, creencias, decoro, reputación, así como la consideración que de mi persona tienen los demás”, indica la demanda.

 

Líder Zeta involucrado en la matanza masiva en Coahuila recibe condena en Corte de EU

martes, julio 19th, 2016

La Corte Federal de San Antonio, Texas, declaró culpable a Marciano Millán Vázquez, ex jefe de plaza de Los Zetas en Piedras Negras, de haber cometido 10 delitos que se le imputaban en Estados Unidos, entre ellos el tráfico de drogas y el homicidios de cuatro personas en 2011. De acuerdo con los testimonio recabados durante el juicio, Millán Vázquez estuvo involucrado en los llamados hornos de Los Zetas, que operaron durante el Gobierno de Humberto Moreira, periodo en el que los integrantes de la organización recluidos mataron e incineraron a más de 400 personas en Allende y los pueblos de los alrededores.

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Ciudad de México, 19 de julio (SinEmbargo/Vanguardia).- Marciano Millán Vázquez, ex integrante del cártel de los Zetas en Coahuila, fue declarado culpable de los 10 cargos que se le imputaban en Estados Unidos, entre ellos diferentes homicidios y tráfico de drogas. Será sentenciado en octubre y enfrentará una pena que puede ir desde los 20 años de prisión hasta la cadena perpetua.

El juicio de Millán Vázquez, celebrado en una Corte Federal de San Antonio, Texas, y en el que algunos testigos dieron detalles sobre las matanzas de Allende y del penal de Piedras Negras, finalizó este martes luego de dos semanas en las que declararon testigos que formaron parte de la organización criminal, acusando a Millán Vázquez de participar en diversos crímenes.

Luego de que la parte defensora presentara este martes los alegatos finales del juicio, el Jurado determinó que Millán era culpable de los 10 delitos de los que lo acusó la Fiscalía estadounidense. Fue juzgado por cargos de conspiración de drogas y asesinato en el ejercicio de un delito de tráfico de drogas.

“Es la parte demandada la que ayudó a los Zetas en su reino de terror en Piedras Negras”,   dijo el Fiscal Auxiliar de EU, Michael Galdo a los jurados.

“Volvieron a esa ciudad y Acuña un estado de drogas, un lugar seguro en el que podían operar”, expuso el acusador durante los alegatos finales, de acuerdo con el diario San Antonio Express News.

El Fiscal informó, tras el veredicto del jurado, que Marciano Millán recibirá su sentencia el próximo mes de octubre, y que podría enfrentar una pena desde los 20 años hasta prisión de por vida.

Pese a que el abogado defensor de Millán, Jaime Cavazos, había alegado que todas las historias vertidas en el juicio carecían de pruebas, Russell Leachman, fiscal auxiliar estadounidense, señaló que tienen en su poder evidencias desde registros telefónicos, la muerte de un informante y otras pruebas físicas que condenaban a Millán.

CULPABLE DE LOS 10 CARGOS POR LOS QUE SE LE JUZGABA

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Marciano Millán Vásquez enfrentaba 10 cargos, entre ellos el asesinato de cuatro personas identificadas por iniciales, junto con otras personas entre las que se incluyen menores de edad.

Se le acusaba también de conspiración para poseer, introducir de forma ilegal y distribuir en los Estados Unidos mariguana, cocaína y metanfetaminas.  Se le juzgaba por emplear a menores de edad en operaciones relacionadas con drogas y conspiración para poseer armas de fuego para el tráfico de droga.

También lo declararon culpable de mentir en un testimonio ante un oficial federal y de presentar una identificación falsa.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE Vanguardia. Ver ORIGINAL aquí. Prohibida su reproducción.

El Piedras Negras de los Moreira: cuatro jóvenes salieron de casa y nunca más se supo de ellos…

domingo, julio 17th, 2016

Cuatro jóvenes de Piedras Negras, en Coahuila, salieron de sus casas y no se supo más de ellos. No es cierto que hay paz en Piedras Negras, como aseguran las autoridades. A decir de los familiares de los desaparecidos, desde hace años que sólo habita la ausencia.

Por Jesús Peña

Ciudad de México, 17 de julio (SinEmbargo/Vanguardia).- Que iba a un mandado a la tienda, dijo Édgar a su mujer y salió de su casa.. Nunca regresó…

Una mañana, Víctor se despidió de su madre, que iba a grabar un CD de rap “al estudio de un compa”, dijo, y no volvió más.

Heladio se duchó, se arregló, agarró una muda de ropa y avisó a sus familiares que se iba para Monclova, a una fiesta. Todavía lo están esperando.

Una tarde, Héctor vino a casa de sus parientes para anunciarles que se iba de mojado a trabajar a los Estados Unidos, como hacía cada y tanto. Hoy no saben de él.

Así desaparecía la gente en Piedras Negras, como nada, como un suspiro, como una bocanada de humo, como el viento, como abducidos por una nave extraterrestre, como tragados por la tierra, dicen los habitantes.

Sucedió durante la llamada “época del terror en los Cinco Manantiales”, cuando la delincuencia se hizo con el control de las calles y de las gentes, entre 2008 y 2014. Un episodio en la historia de esta frontera que la gente prefiere olvidar.

HELADIO FUE A UNA FIESTA Y YA NO VOLVIÓ

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Doña María Elena Talamantes, no lo olvida. No puede:

“Yo cuando lo vi bien alegre dije, ‘noooo… ya…’, como que presentí, y dije ‘pero en el nombre sea de Dios y que Dios me lo bendiga y me lo cuide’, iba muy alegre…”.

El Pocito es eso, un pocito, una especie de declive con casas desperdigadas y al fondo el Río Bravo.

De El Pocito se cuenta, en voz baja, que hace 40 años fue el lugar donde los narcos viejos compraron muchas viviendas que se hallaban en sus márgenes para almacenar la droga y luego pasarla por el río hacia Estados Unidos.

“Tenía mucho tiempo que no lo miraba y le decía ‘ten cuidado mijo, porque ya andas afuera te vayan a agarrar los Gates’”.

Los registros de la asociación Familias Unidas en la Búsqueda y Localización de Personas Desaparecidas A.C. hablan de, cuando menos, unos 115 casos de desaparecidos por el Grupo de Armas y Tácticas Especiales (Gates) sólo en la región de los Cinco Manantiales.

La hermana de Heladio narró que la noche de la fiesta el muchacho le marcó varias veces al celular, como acostumbraba hacer cada que se hallaba fuera de casa.

“Siempre era así, necio. Siempre me marcaba a mí, no podía que yo me le perdiera o mi mamá porque pa’ todo nos estaba hablando. No podía estar sin nosotros porque… Como yo trabajaba en ese tiempo le decía que no me marcara tan noche, porque tenía que dormir y él toda la noche estuvo márqueme y márqueme. Eran las 2:00, 3:00 de la mañana y yo le decía ‘déjame en paz, tengo que dormir’ y él ‘ta bueno hermana, te voy a dejar dormir, mañana me voy pa Piedras, le dices a mi mamá’, le dije ‘está bien’”.

La última llamada de Heladio fue a las 5:00 de la mañana, pero su hermana no contestó porque se quedó dormida. A mediodía la chica le marcó de su trabajo. En el auricular escuchó una voz distinta a la de Heladio, era la de una grabadora que la mandó al buzón.

Jamás volvió a hablar.

– ¿De quién era la fiesta?

– Nunca supimos de quién.

– ¿Lo buscaron?

– Sí, fuimos a buscarlo, pero la ley no nos ha dicho nada.

Por la puerta de la casa de María Elena, con adornos de Navidades pasadas, se cuela el crepúsculo.

Sería difícil calcular cuántos estanques, cuántas presas, cuántos Ríos Bravos, podrían llenarse con 730 días de llanto de María Elena.

“Uuuuh… lloro día y noche, mucho, mucho”.

VÍCTOR SALIÓ AL OXXO Y NO REGRESÓ

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En el barrio de San Judas Tadeo, de la colonia Mundo Nuevo, la soledad cala, corroe, eriza la piel.

Es miércoles y el barrio de San Judas Tadeo fue la zona de tolerancia de Piedras Negras hasta los años sesentas, las calles lucen mansitas, vacías de carros y de gente, pero no siempre las cosas han sido así.

Hace apenas unos años que ahí la vida se movía al ritmo de las caravanas de camionetas de los narcos, que se paseaban armados, enjoyados y vestidos con ropa de marca, por las calles del barrio, como si fueran sus dueños.

En una de esas calles, la Licenciado Verdad, vive Juanita Huerta Padilla, la madre de Víctor Francisco González, de 26 años, quien desapareció la mañana del 20 de enero de 2012, cuando se dirigía al estudio de un amigo para grabar un CD de rap.

“Yo sé que no era una perita en dulce. De mis hijos era el que se salía, el que tomaba, el que regresaba hasta bien tarde y a veces era peleonero y todo lo que usted quiera, pero eso de andar con esa gente no le gustaba.

Muchos muchachos aquí en el barrio andaban ahí [con cárteles de la droga] y sí, lo llegaron a invitar y él siempre decía que no. Mataron amigos de él por andar en la delincuencia y decía ‘¿ves? ¿Ves, mami lo que les pasa?'”.

Juanita permanece sentada de espalda a un retrato grande donde aparece su esposo, un músico, con Víctor de seis meses de edad.

Más allá, unas mesitas hacen las veces de altares en honor a la Virgen de Guadalupe, a San Judas Tadeo, veladoras, floreros con flores rosas o blancas y fotos de Víctor:

Víctor con sus amigos, Víctor en la última fiesta donde rapeó, Víctor en una plaza agarrando una ardilla, Víctor de bebé con chupón, Víctor en la primaria el día de las Nacionales Unidas, Víctor solo, vestido como un rapero: cabeza rasurada, barba al candado, playera negra, a veces gorra, negra, un rosario, una cadena.

“El altar no es para él. Si se fija, la virgen está arriba, lo está acompañando, lo tiene ella a sus pies, me lo esté cuidando y me lo esté protegiendo, donde quiera que él se encuentre. No es que el altar sea porque ‘ay no lo quieran hacer que es un santo’, no, no, no, nada de eso, nada de eso. Lo tenemos ahí para que así como está el Señor de la Misericordia con él, está San Juditas, está el Cristo y está la Virgen, así quiero que ellos me lo estén cuidando para que me lo regresen con vida y que donde quiera que él esté, [estén] ellos”.

Su voz suena con una tranquilidad transitoria cuando se acuerda de la mañana en que vio por vez última a su hijo Víctor, que entonces vivía con una muchacha en la colonia Acoros y acostumbraba visitar la casa de su madre todas las mañanas.

Ese día, Víctor, un joven alto, sin tatuajes, con un lunar en la cara y una cicatriz en el codo izquierdo en forma de una luna, el rapero del barrio que se ganaba la vida cantando en fiestas familiares, se cambió de ropa y se arregló para salir, que iba al estudio de su amigo “Dolker” a grabar unas canciones, dijo a Juanita.

“Nomás me dijo ‘mami, al rato vengo, no me tardo mucho’. Ya no regresó. Sino que Liz, la muchacha que vivía con él, llegó de trabajar y me dijo ‘¿[Y] Víctor, señora?’, le digo, ‘no sé, mija, fue a casa de Dolker a grabar un CD’, dice ‘ah, pos a lo mejor se fue para la casa’. Pero a mí se me hizo raro porque él siempre venía para acá primero. Ya no volvió”.

Cayendo la noche la familia fue en busca de Víctor. Lo buscaron con sus amigos, en el Palacio de Justicia, en el cuartel militar…

“Porque decían que también los soldados andaban levantando muchachos. No lo encontramos”.

Juanita, como la mayoría de las madres de desaparecidos en Piedras Negras, no sabe qué ni cómo pasaron las cosas, pero algo intuye.

“Desgraciadamente aquí, alrededor, había en ese tiempo mucha gente que se dedicaba al narcotráfico y todo eso. Ésta colonia, la Mundo Nuevo, era, como quien dice, ‘la mera buena’, donde estaban todos. Le digo que era, porque ahorita el que no está preso ya lo mataron, ya casi no hay gente de esa aquí. En ese tiempo estaba en su apogeo. Entonces supuestamente esta gente anduvo levantando a muchachos, jóvenes, aunque no tuvieran ningún nexo con ellos, para llevárselas a trabajar. Varias personas me llegaron a comentar que habían visto a mi hijo, que lo traían en unas trocas”.

En los archivos de la asociación Familias Unidas en la Búsqueda y Localización de Personas Desaparecidas A.C., obran 230 casos de gente extraviada en la Región de los Cinco Manantiales, mayormente hombres jóvenes.

“Tenemos hombres y tenemos mujeres, pero la mayoría son hombres jóvenes, muchachos de 17, veintitantos años, 24. Qué casualidad que más o menos en esa edad estén desapareciendo. Eran muchachos grandes, fuertes. Es como cuando la trata de blancas, que agarran un tipo de mujer, un perfil. No sé con qué intenciones se los lleven, muchas personas no eran delincuentes”, dirá María Hortensia Rivas Rodríguez, la presidenta de esta organización.

Otra tarde taciturna en el barrio de San Judas, Juanita está recargada en la reja de su casa con patiecito exterior. Por las ventanillas de una camioneta negra que pasa frente al domicilio, se asoman varias gafas oscuras, cabezas rapadas, pero el vehículo no se detiene y va regando su ruido automotor por las calles del barrio.

Juanita dice que entre los hombres a bordo de la camioneta va un secuestrador que recién salió del penal y ahora se pasea armado por la colonia.

“Dure casi un año encerrada en mi casa, no salía porque era puro llorar en la calle, porque veía a sus amigos, veía a los muchachos y me imaginaba que en cualquier momento lo iba a ver a él, ahí riéndose y todo. El día de la madres sí salí con mis hijos a comer, [después] me la pasé todo el día dormida, no quería saber nada porque siempre está uno pensando en qué pasó con él, dónde está, si está vivo, cómo está”.

Juanita cuenta que no hace mucho un conocido de la familia vino a su casa para decirle que había visto a Víctor en un Oxxo de la colonia Acoros, donde él vivía,  acompañado por unos extraños. La mujer fue con las autoridades para dar parte, pero no pasó nada.

“Me dijeron ‘no, es que no se ven bien los videos’.  Sospecho que no hicieron nadan y siempre he tenido la duda de que si se lo llevó esa gente y lo llegan a pescar con esa gente… qué pasa con él. ¿Va a quedar como si él estuviera en la delincuencia por su gusto? Yo sé bien que él no, por su gusto no”.

La capilla de San Judas Tadeo, en el ombligo del barrio del mismo nombre, es una nave larga, solitaria y sombría.

El eco de Juanita está repitiendo que éste fue el mejor refugio que encontró después de la desaparición de su hijo Víctor, cuando ella enfermó de depresión y de diabetes.

“Me dedico mucho a ayudar en la Iglesia, a hacer labores en la Iglesia. Todos los domingos sirvo aquí. Todo lo hago para tener mi mente ocupada. A veces que estoy así, sola, encerrada, se me carga bastante”, suelta.

HÉCTOR SALIÓ PARA IRSE A EU Y NUNCA SE SUPO MÁS

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“Dijo mi nuera ‘noooo, es que pos… dice mi familia que ya lo mataron, que ya pa qué, que ya haga mi vida porque a él ya lo mataron’, y se buscó otro”.

Esther Guevara, cabellos nevados, piel tostada, bajita, esbelta, está sentada en su cama bajo el tejabán con aire acondicionado que sus hijos le construyeron hace 25 años con retazos de madera, cartón, lámina, trapos y lo que encontraron, para guarecerse del sol y la lluvia.

Bajo este mismo tejabán, sentado sobre esta misma cama, estuvo Héctor Salvador Ibarra Guevara, 40 años, el hijo de Esther, el día que vino a avisarle que se iba “de mojado” a trabajar a los Estados Unidos y ya no apareció.

Era el 28 de octubre de 2014.

“Le voy a enseñar la foto de cómo iba vestido cuando se perdió”, Dice Alejandra, la hermana de Héctor.

En la foto hay un muchacho rollizo, tez aperlada, playera y cachucha color aqua: es Héctor Salvador.

No era la primera vez que Héctor pasaba de ilegal a la Unión Americana para trabajar con un primo remodelando casas. Iba cada dos años, duraba año y medio y regresaba.

Ese 28 de octubre de 2014, a la 1:00 de la tarde, Héctor se despidió de su esposa y salió de su casa rumbo al Bravo.

Por la noche, su mujer esperaba escuchar en su celular la voz de Héctor diciendo que ya estaba en Eagle Pass o que ya había llegado a San Antonio, como hacía siempre que cruzaba para Estados Unidos. El teléfono no sonó.

Entonces ella le marcó a Héctor: Uno, dos, tres tonos, cuatro… En la bocina respondió el silencio…

“Nosotros nos enteramos hasta otro día, igual intentamos comunicarnos a su teléfono, pero ya no contestó y no contestó”, dice Alejandra, la hermana de Héctor.

“Le dije a mi cuñada que fuéramos a poner una demanda, ella no quería, como ella era la que estaba… Al fin la convencí y fuimos a poner la demanda por desaparición”.

A la esposa de Héctor “le daba miedo denunciar la desaparición por temor a que a ella le fueran a hacer algo, y yo le decía que ‘¿por qué? Si él no andaba haciendo nada malo'”.

Héctor se dedicaba a limpiar yardas y tirar árboles. “Lo contrataban mucho para tumbar árboles, los nogales que están bien altos, le gustaba mucho andar tumbando árboles. Limpiaba zacate y  pintaba casas”.

Sus familiares fueron a buscarlo por toda la colonia, con toda la gente, que si de casualidad lo habían visto.

Lo buscaron con sus amigos, con parientes, en Migración de Estados Unidos, “ya ve que a veces los agarran, pero no”, dondequiera lo buscaron y nada.

Sus sobrinos fueron a buscarlo al tramo del Río por donde Héctor pasaba cada vez que iba a Estados Unidos, un lugar que le llaman Las Adjuntas y donde suelen parar los narcos y los polleros.

Allí, encontraron las cámaras de llanta que él utilizaba para cruzar el Bravo flotando, estaban en el matorral donde él las escondía.“Se lo tragó la tierra”, dice Esther, la madre de Héctor.

Alejandra tiene otra teoría: Habla de personas de la delincuencia organizada que andan a la orilla del Río cuidando que no cruce gente. Piensa que Héctor no pagó la cuota y a lo mejor… por eso… y ahorita hay que pagar para cruzar el Bravo.

Esther cuenta que hace 30 años ella atravesaba el Río libremente, hasta dos veces a la semana, para ir a Texas a donar sangre por 20 dólares. Con eso mantenía, como madre soltera, a sus nueve hijos.

Ahora la gente de Piedras Negras ya no puede ir más al Río ni a bañarse. Y hasta los pescadores se extinguieron. “[Hay personas que] te dicen que te retires del Río, porque va a trabajar una gente”.

EN MI CORAZÓN LO SIENTO VIVO

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En el living de sofás rojos, mesa de centro, clima, televisión y ventana al fondo, por donde entra de golpe la resolana de las 5:00 de la tarde, don Francisco Rodríguez, está viendo una película mexicana a blanco y negro.

De un parpadeo vuelve a la realidad.

Don Francisco está recordando un drama que no tiene nada que ver con la ficción:

La desaparición de su hijo Édgar Emanuel Rodríguez Vargas, el 7 de octubre de 2014.

“Nosotros no sabíamos. Dice su esposa que le hablaron por teléfono diciendo que estaban en un Oxxo, cerquita de su casa. Entonces él le dijo ‘ahorita vengo, me hablan para un mandado’. De esa salida que dio… ya no volvió. No sé cuál sería el problema”.

Don Francisco y su esposa se enteraron15 días después, quién sabe por qué.

Entonces Édgar, 26 años, de oficio mesero, vivía con su mujer en la colonia Hacinada la Luna, de Piedras Negras.

Don Francisco dice que ya va pa dos años que su hijo salió de su casa a la tienda y no ha regresado.

“Estamos con la esperanza de que a ver si volvía mañana o pasado, pero hasta ahorita no hemos sabido nada de él”.

–      ¿A qué iba a la tienda?

–      Pues él fue… que iba a ver un trabajo y como estaba desempleado, supuestamente en un Oxxo lo iban a entrevistar, quien sabe qué, no sé si por parte del Oxxo o de otras gentes.

Francisco es alto, gordito, moreno, pelo y bigote entrecano, usa antiparras, bordón y dice que no sabe más, que es todo lo que sabe sobre la desaparición de Édgar, su hijo, pero que ya viene su esposa, la esposa de don Francisco, que no tarda, para que platique más.

Suena un celular.

Parece que es la esposa de Francisco.

“Ándele véngase ya, aquí hay unos señores del periódico y la están esperado pa que les diga de su hijo”.

El aire fresco que mana del generador, en la sala de los Rodríguez Vargas, resucita el ánimo aniquilado bajo los 40 centígrados que sofocan a El Pocito.

Yolanda Vargas Salas, la mujer de Francisco, que acaba de llegar, coloca encima de la mesa de centro unas fotos de Édgar y llora.

Son las fotos de un muchacho grueso, perlino, bigotudo, lunar en la barbilla, sonriente, abrazado de su esposa, cabellera negra, cuando eran novios, abrazando a su esposa, melena rubia, ya de casados.

El tatuaje de “Rodríguez” en el antebrazo y el de San Judas Tadeo en la pantorilla, ocultos bajo la ropa.

Yolanda, está contando que la última vez que habló con su hijo Édgar fue en casa de otra hija suya, la víspera de su cumpleaños, del cumpleaños de Yolanda.

“Le dije que iba a hacer una cenita y dijo, ‘sí ma ya sé, no se me olvida que va a cumplir años, ahí nos vemos’”.

La noche del festejo, Yolanda se quedó esperándolo.

“Yo ese día batallé bastante para comunicarme con él. Creo que por estas horas me contestó dice ‘sí amá, ando ocupado, no le puedo contestar, pero aunque sea tarde llego ahí con usted’”.

Nunca llegó.

Francisco tiene la voz quebradiza cuando dice que Édgar era la luz de los ojos de su madre.

“Todo su querer de mi señora”.

–      ¿Usted dónde cree que esté?

–      Para mí no está perdido, lo siento vivo, que anda de viaje. En mi corazón lo siento vivo.

Luego que supieron lo de la desaparición de Édgar, los Rodríguez Vargas fueron donde el Palacio de Justicia de Piedras Negras para poner una denuncia y dejar unas muestra de su ADN.

Hasta ahora no ha habido razón de su hijo.

“La gente está decepcionada de que las investigaciones no avanzan. No nomás es mi hijo son muchos”, dice Francisco.

Ocho meses después su muera se comunicó con ellos para darles una noticia desconcertante:

“Dice que mi hijo le habló diciéndole que rehiciera su vida, que estaba joven. Que si no volvía es que no iba a volver y si volvía pues… Ella se volvió a casar”.

Yolanda cuenta que además de vivir con el dolor que les causa la desaparición de sus hijos, la gente del barrio El Pocito tiene que cargar con el estigma de habitar en la colonia Mundo Nuevo que, se dice, es la cuna de los zetas de Piedras Negras.

–   ¿Los han criminalizado?

–    Sí.

–  ¿Quién?

– Para empezar el Alcalde (Fernando Purón). Aquí no puede pasar nada porque ‘andan con la delincuencia’ y ‘viene de la delincuencia’. Todo lo quiere solucionar con eso y hay muchas personas inocentes, yo no digo que mi hijo, que no merecen ser juzgadas así…

Que iba a la tienda y ya no regresó.

Así desaparecía la gente en Piedras Negras, como tragada por la tierra…

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“Quiere intimidarme”, asegura Sergio Aguayo tras demanda de Humberto Moreira por daño moral

miércoles, julio 13th, 2016

En un texto difundido en enero pasado, tras la detención de Humberto Moreira en España, Sergio Aguayo señaló que el ex Gobernador de Coahuila “desprende el hedor corrupto”. Por esta crítica, Moreira Valdés dijo que su reputación se vio afectada y ahora reclama una indemnización y una disculpa pública. Aguayo aseguró que la demanda es para intimidarlo, pues actualmente dirige una investigación  sobre los hornos de Los Zetas en la entidad en el periodo en que “El Profe” era Gobernador.

Ciudad de México, 13 de julio (SinEmbargo).- El ex Gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés, demandó al articulista Sergio Aguayo por daño moral, reclamando una indemnización de 10 millones de pesos y una disculpa pública.

La demanda fue presentada el pasado 28 de junio y aceptada el día 30 en el Juzgado 15 de lo Civil del Tribunal Superior de Justicia capitalino (TSJDF), luego de que el también ex líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI) dijo sentirse lesionado emocionalmente por un artículo en el que Aguayo dijo que Moreira “desprende el hedor corrupto”.

El texto fue publicado el 20 de enero en los diarios Reforma y El Siglo de Torreón tras la detención del ex Gobernador en España, donde fue investigado por lavado de dinero y vínculos con la delincuencia organizada. Una semana después, Moreira Valdés fue liberado por falta de pruebas y la fue archivada por la Audiencia Nacional de ese país.

“Moreira es un político que desprende el hedor corrupto; que en el mejor de los escenarios fue omiso ante terribles violaciones a los derechos humanos cometidos en Coahuila, y que, finalmente, es un abanderado de la renombrada impunidad mexicana”, escribió entonces Aguayo.

Ahora, Moreira reclama una indemnización de 10 millones de pesos al considerar que se vio afectado por las opiniones del articulista, quien “utilizando medios de comunicación impresos y electrónicos de difusión masiva, atentó en contra de mi honor, vida privada y mi propia imagen también lesionando mis sentimientos, afectos, creencias, decoro, reputación, así como la consideración que de mi persona tienen los demás”, indica la demanda.

El afectado indicó que Aguayo realizó el texto “con el único propósito de ofender, insultar, calumniar y propinar injurias en contra del suscrito, acreditándose así la malicia efectiva con el que se ha venido conduciendo en perjuicio directo e ilegal en contra del suscrito”.

En el requerimiento, el priista sostiene que nunca ha sido condenado por delito alguno y que ha tenido a lo largo de su vida una trayectoria el servicio público. También presumió que cuenta con tres Master cursados en la Universidad Autónoma de Barcelona y en la Universidad Camilo José Cela, de España.

Moreira Valdés aseguró ser “un apasionado de la comunicación libre, siempre dentro del marco legal y respetando en todo momento la ética de la profesión, las limitantes a la libertad de expresión en cuanto se contrapongan violando derechos de terceros, dedicándome al trabajo de manera diligente y eficaz, lo que me ha permitido llevar una vida honrada y decorosa, sin que a la fecha haya sido condenado por delito alguno”.

El ex Gobernado solicitó, además de la indemnización, una disculpa pública por parte de Aguayo y que la sentencia fuera difundida en páginas centrales de los principales periódico del país a las 00:00 horas.

“QUIERE INTIMIDARME”

Por su parte, Sergio Aguayo cuestionó la demanda de Moreira, la cual, dijo, tiene grandes enigmas. “¿Por qué me eligió a mí cuando hubo muchos otros colegas que afirmaron lo mismo? ¿Por qué me demanda seis meses después de la publicación?”.

“Quiere intimidarme y desgastarme porque estoy dirigiendo, desde El Colegio de México, una investigación sobre la masacre de Allende, Coahuila, de 2011 [Los Zetas desaparecieron en este y otros municipios a al menos 300 personas]. Él era Gobernador en ese momento”, señaló el escritor en un comunicado que hizo público en sus redes sociales.

Aguayo dijo que esta “será una batalla jurídica larga y desgastante, pero tengo elementos para ganar en los tribunales”. Adelantó que en su pagina oficial publicará los avances del caso.

 

Los Zetas compraron gobiernos para usar reos de Piedras Negras como soldados, dicen testigos

domingo, julio 10th, 2016

Rodrigo Humberto Uribe Tapia, presunto operador financiero de Los Zetas, declaró que la razón por la que la organización tenían el control del penal fue porque habían comprado a políticos estatales y municipales, e incluso sobornaron al ex Gobernador de Coahuila, Humberto Moreira. Los testimonios han sido difundidos por el medio estadounidense San Antonio Express News.

Ciudad de México, 10 de julio (SinEmbargo).- Los Zetas no sólo utilizaron el penal de Piedras Negras como “matadero”, además cuando necesitaron músculo adicional para su organización tomaron dos camiones con más de 100 reos y salieron por la puerta principal del penal, según los testimonios que forman parte del juicio contra Marciano Milán Vásquez, líder de esa organización criminal.

Saúl Fernández, un joven de 21 años de edad que espera sentencia por un cargo de conspiración para traficar mariguana, testificó que en septiembre de 2012 un miembro de alto rango de Los Zetas se jactaba de haber orquestado una fuga del Centro de Readaptación Social (Cereso) de Piedras Negras, e incluso presumió lo fácil que era. El testimonio fue difundido por el diario estadounidense San Antonio Express News.

“¿Cómo lo llevaron a cabo? Me dijo que tomaron dos autobuses, y se los llevaron por la puerta principal”, detalló Fernández.

La razón por la que Los Zetas se llevaron a los presos, dijo el testigo, fue porque otro líder había desertado y se había unido al cártel rival, el del Golfo.

El Cártel “estaba a punto de volverse loco en Piedra Negras, porque necesitaban gente para proteger la plaza […] Los principales fueron a Piedras Negras, pero también se propagaron a través de México”.

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A LOS REOS LOS OBLIGARON A TRABAJAR CON LOS ZETAS

A su vez, el testigo señalado como G. Rodríguez, quien declara en contra de Rodrigo Humberto Uribe Tapia, operador financiero de Los Zetas, dijo que trabajó como miembro del brazo armado de Los Zetas luego de que lo liberaran del penal de Piedras Negras en septiembre 2012, en el que escaparon un total de 130 reos.

“Las personas armadas entraron en la prisión, y nos sacaron por la fuerza y nos llevaron a un terreno baldío, y desde allí, nos dijeron que teníamos que trabajar para ellos”, dijo.

Detalló que fue enviado a un campo de entrenamiento durante tres meses, de acuerdo con San Antonio Express News.

Relató que personas que estaban acusadas de apoyar o ser miembros de sus rivales del Cártel del Golfo llevaban a sus rivales a campos donde eran interrogados sobre sus actividades y, dijo, que presenció el asesinato de al menos 80 personas a manos de sus compañeros:

“Ellos sólo tenían que arrodillarse en el suelo, y se les daría un balazo en la cabeza”, dijo el ex sicario, quien se declaró culpable el mes pasado y acordó pasar 25 años en prisión.

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EL “MATADERO” DE LOS ZETAS 

El pasado viernes, Rodrigo Uribe Tapia declaró como parte del juicio en contra de Marciano Milán, que el penal de Piedras Negras fue utilizado como “matadero” y centro de operaciones de Los Zetas.

Dijo que la razón por la que Los Zetas tenían el control del penal fue porque habían comprado a políticos estatales y municipales, e incluso sobornaron al ex Gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés.

Uribe declaró que José Eduardo Moreira, hijo del ex mandatario, muerto en 2012 en Ciudad Acuña, fue asesinado debido a que se rompieron los acuerdos con Los Zetas y el Gobierno. Debido a que la Policía Estatal había matado al sobrino de Miguel Ángel Treviño Morales, “El Z 40”, y por ello le respondieron matando al hijo de Moreira.

Tapia Uribe, quien es considerado el operador financiero de Los Zetas, citado por San Antonio Express, señaló que el Centro de Readaptación Social de Piedras Negras era el “matadero” del grupo criminal.

El testigo dijo que vio que los cuerpos de dos mujeres y un hombre eran llevados al centro penitenciario.

“Ellos toman estos cuerpos y los llevaban al Cereso para poder destruirlos o desintegrarlos […]. Tenían contenedores de ácido, o no sé qué proceso para desaparecerlos”, acusó.

Por otra parte, a inicios de semana, Rodrigo Uribe declaró que él entregó dos millones de dólares a cambio de protección a funcionarios de Coahuila que trabajaban para el ex Gobernador Humberto Moreira, fueron reproducidos también por medios nacionales.

Tras las acusaciones, Moreira Valdés negó los nexos.

No conozco a Rodrigo Uribe, lo único que ahora sé de él es que participó en el talk show ‘Caso Cerrado’ como panelista declarando sobre su vida de ‘ex sicario’ […] desconozco absolutamente las fantasías que se relatan”, sostuvo Moreira en un comunicado.

“Ningún colaborador me propuso algo impropio. Contestaré como siempre con la ley en la mano todas las falsedades publicadas acerca de este caso. Basta ya de pretender vincularme con quienes mataron a mi hijo”, abundó.

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EU acusa a líder zeta de matar e incinerar a decenas en Coahuila… donde fue exonerado, dice su defensa

miércoles, julio 6th, 2016

Marciano Millán Vázquez, jefe de plaza de Los Zetas en Piedras Negras, exonerado por la Fiscalía de Coahuila del delito de homicidio, será citado este día a comparecer a la Corte de Estados Unidos por al menos 10 cargos más, entre ellos el exterminio masivo en prisiones de esa ciudad en 2011.  Los hornos de Los Zetas operaron durante el Gobierno de Humberto Moreira, periodo en el que los integrantes de la organización recluidos mataron e incineraron a más de 400 personas en Allende y los pueblos de los alrededores. Hasta donde se sabe, ningún funcionario de prisiones o de seguridad está detenido, aunque en enero se libraron órdenes de aprehensión contra policías.

Marciano Millán Vázquez, jefe de plaza de Los Zetas en Piedras Negras durante 2011. Foto: Vanguardia.

Marciano Millán Vázquez, jefe de plaza de Los Zetas en Piedras Negras durante 2011. Foto: Vanguardia.

Ciudad de México, 6 de julio (SinEmbargo/Vanguardia).- La Corte de los Estados Unidos, a través del distrito de Texas, iniciará hoy un juicio en contra de Marciano Millán Vázquez, presunto integrante de Los Zetas acusado de matar e incinerar a varias personas, por lo que buscará su confesión sobre la masacre en el penal de Piedras Negras, luego de que Coahuila, según sus abogados, lo exonerara de actos ilícitos.

De acuerdo con el expediente en poder de Vanguardia, Millán Vázquez, integrante de Los Zetas y por un tiempo líder de plaza en Piedras Negras, es acusado de por lo menos 10 delitos, entre ellos asesinato, conspiración para distribuir mariguana, cocaína y metanfetaminas, y el empleo de menores de edad en un delito de drogas.

En el documento se explica cada uno de los crímenes de los que se le acusa y que habrían sido cometidos entre 2009 y 2015.

“La evidencia establecerá que Los Zetas son una organización de jerarquía, y que los líderes de esa organización, incluido el demandado [Millán Vázquez], dieron órdenes de asesinar personas en el curso de la conspiración; y que el demandado disparó, desmembró y quemó cuerpos por sí mismo”, señala el documento que presentará Russell Leachman, Fiscal auxiliar.

Dentro de los cargos de asesinato que se le imputan, el documento señala que fueron varias las personas a las que mató, sin embargo no aparecen los nombres de las víctimas, sino solo sus iniciales.

Las autoridades de EU sostienen que Millán Vázquez dio la orden de asesinar personas en el curso de la conspiración; y que el demandado disparó, desmembró y quemó cuerpos. / Especial/ Cortesía San Antonio Express News

Las autoridades de EU sostienen que Millán Vázquez dio la orden de asesinar personas en el curso de la conspiración; y que el demandado disparó, desmembró y quemó cuerpos. Foto: Especial/ Cortesía San Antonio Express News.

“Causó el asesinato intencional de las víctimas R.R., S.S., V.L., C.S., un hombre adulto que entregaba mariguana a un testigo L.A., V.C. y a su esposa y a sus dos hijos, una mujer joven, su madre y su padre y cuatro hombres adultos que fueron ejecutados a tiros”, reza el documento judicial.

En el juicio contra el presunto criminal, la Corte desestimó cuatro documentos que presentó la defensa del acusado con documentos emitidos por autoridades de Coahuila en los que lo declaran libre de cualquier cargo en la entidad coahuilense. El fiscal estadounidense también acusó a Millán de falsear su identidad para evadir los cargos.

La lista de los 10 delitos que se le acusan: asesinato, conspiración para distribuir mariguana, cocaína y metanfetaminas, el empleo de menores de edad en un delito de drogas, entre otros. Foto: Especial/ Cortesía

La lista de los 10 delitos que se le acusan: asesinato, conspiración para distribuir mariguana, cocaína y metanfetaminas, el empleo de menores de edad en un delito de drogas, entre otros. Foto: Especial/ Cortesía.

LA FISCALÍA ASEGURA QUE SÍ LO INVESTIGA

Las investigaciones por los casos de las matanzas en Allende y el Penal de Piedras Negras siguen abiertas, de hecho, agentes de la Subprocuraduría de Personas Desaparecidas de la PGJE se encuentran en San Antonio, Texas, buscando interrogar a Marciano Millán Vásquez, confirmó hoy la dependencia.

Esta persona es un presunto integrante de Los Zetas, con acusaciones de haber asesinado a un número indeterminado de personas en el Centro de Readaptación Social de Piedras Negras e incinerar sus cuerpos. Además enfrenta cargos por tráfico de drogas.

El caso no está cerrado, la PGJE está buscando interrogar a Millán Vásquez –a quien actualmente se está juzgando en Texas- en torno a los hechos en el norte del Estado, señaló la oficina del Procurador Homero Ramos Gloria.

Señaló que de ninguna manera se ha exonerado a Millán Vásquez y que, según el resultado de las investigacones, sí es hallado responsable de los delitos que se le imputan o de algún otro, será enjuiciado por el Estado de Coahuila.

La dependencia informó que en breve emitirán un comunicado oficial sobre las investigaciones en torno a Millán Vásquez.

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