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Hassan Diab, Primer Ministro de Líbano, dimite entre fuertes críticas luego de la tragedia en Beirut

lunes, agosto 10th, 2020

El Primer Ministro del Líbano, Hassan Diab, acudió este lunes al palacio presidencial para presentar su renuncia junto con otros miembros del Gabinete, debido a la indignación pública contra la élite política libanesa que dejó la explosión en el puerto de Beirut.

Por Bassem Mroue

Beirut, Líbano, 10 de agosto (AP).- El Primer Ministro libanés Hassan Diab presentó el lunes su renuncia junto con varios integrantes del Gabinete en medio de la indignación pública contra la élite política del país tras la devastadora explosión en Beirut la semana pasada.

Diab acudió al palacio presidencial para presentar la renuncia del grupo del Gabinete, informó el Ministro de Salud Hamad Hassan. Esto sigue a un fin de semana de protestas en contra del Gobierno tras la explosión del 4 de agosto en el puerto de Beirut, que causó una extensa destrucción, mató por lo menos a 160 personas y lesionó a otras 6 mil.

El momento representa el dilema político que vive Líbano. Desde octubre, ha habido enormes manifestaciones para exigir la salida de todo el liderazgo basado en sectarismo por la arraigada corrupción, incompetencia y mala administración.

Rescatistas y trabajadores con maquinaria buscan víctimas entre los escombros el lunes 10 de agosto de 2020 en Beirut, Líbano, cerca de donde se produjo una enorme explosión en el puerto de la ciudad de la semana anterior. Foto: Bilal Hussein, AP

Sin embargo, la oligarquía gobernante se ha mantenido en el poder durante tanto tiempo — desde que terminó la guerra civil en 1990 — que es difícil encontrar una figura política creíble sin vínculos con ellos.

Aunque la renuncia de Diab parecía inevitable tras la catástrofe, parecía poco dispuesto a salirse y hace tan sólo dos días dio un discurso televisado en el cual ofrecía quedarse durante dos meses para permitir que varias facciones llegaran a acuerdos para las reformas. Sin embargo, la presión al interior de su Gabinete pareció ser demasiada.

Un manifestante arroja rocas hacia policías antimotines durante una protesta tras la explosión del 4 de agosto en Beirut, Líbano. Foto: Bilal Hussein, AP

El Gobierno de Diab fue formado después de que su predecesor, Saad Hariri, renunciara en octubre en respuesta a las manifestaciones. Pasaron meses de disputas entre las facciones de liderazgo antes de que escogieran a Diab.

Su Gobierno, que recibió apoyo de grupo armado Hezbollah y sus aliados y era considerado unilateral, básicamente estuvo condenado desde el inicio, cuando recibió la tarea de cumplir demandas para reformas compuestas por todas las facciones que los reformistas quieren expulsar.

“Espero que el periodo provisional no sea largo porque el país no puede soportarlo. Esperemos que un nuevo Gobierno se forme rápidamente”, dijo el Ministro de Obras Públicas Michel Najjar a la prensa. “Un Gobierno efectivo es lo menos que necesitamos para salir de esta crisis”.

Durante las protestas del fin de semana hubo enfrentamientos con las fuerzas de seguridad que rociaron gas lacrimógeno a los manifestantes.

Se cree que la explosión fue causada por un incendio que detonó una reserva del muy volátil nitrato de amonio. El material estaba almacenado en el puerto desde 2013 con pocas medidas de seguridad a pesar de las varias advertencias de peligro.

La Ministra libanesa de Información renuncia después de las consecuencias de la explosión en Beirut

domingo, agosto 9th, 2020

Como resultado a las explosiones en Beirut, Líbano, la Ministra de Información, Manal Abdel-Samad, informó que deja el cargo; la población del país está en descontento con la élite gobernante y considera que la mala gestión y la corrupción fueron causas del desastre suscitado en la capital.

Por Sarah El Deeb

Beirut, Líbano, 9 de agosto (AP).- La Ministra libanesa de Información renunció el domingo a su cargo, mientras el país gestionaba las consecuencias de una devastadora explosión que golpeó la capital y llevó a un nuevo nivel la indignación pública.

Líbano asiste a un creciente descontento contra la élite gobernante, a la que se atribuye la mala gestión y la corrupción consideradas como las causas de la explosión en un almacén del puerto de Beirut. Al menos 160 personas murieron, casi 6 mil resultaron heridas y el paisaje costero de Beirut quedó desfigurado, con cientos de edificios destruidos, tras la explosión de cientos de toneladas de material peligroso almacenado en un edificio del puerto.

En su carta de dimisión, Manal Abdel-Samad dijo que los cambios seguían siendo “esquivos” y que lamentaba no haber cumplido las expectativas del pueblo libanés.

“Dada la magnitud de la catástrofe causada por el terremoto en Beirut, que conmocionó al país y nos lastimó la mente y el corazón, y en respeto por los mártires y el dolor de los heridos, desaparecidos y desplazados, y en respuesta a la voluntad del público en favor de los cambios, dimito del Gobierno”, escribió.

En su carta de renuncia la Ministra señaló que se va por la “resistencia” al cambio. Foto: Wael Hamzeh, EFE

El desastre desencadenó airadas protestas el sábado, en las que los manifestantes colocaron horcas en el centro de Beirut y celebraron ahorcamientos simbólicos de efigies en cartón de autoridades libanesas.

Las protestas se volvieron violentas con rapidez y los manifestantes arrojaron piedras contra las fuerzas de seguridad, que respondieron con intensas rondas de gas lacrimógeno y balas de goma. Un policía murió y docenas de personas resultaron heridas en confrontaciones que duraron horas.

Los manifestantes también se repartieron por la ciudad y atacaron varios ministerios. Tomaron brevemente el Ministerio de Exteriores y declararon que sería la sede de su movimiento. En los ministerios de Economía y Energía, saquearon oficinas y se llevaron documentos públicos, afirmando que revelarían cómo la corrupción había permeado sucesivos gobiernos.

Se esperaba la renuncia de otro miembro del Gobierno, el Ministro de Medio Ambiente, aumentando los desafíos para el Primer Ministro, Hassan Diab.

Diab asumió el cargo en enero y ha sufrido crisis sucesivas.

El Gobierno, respaldado por la poderosa milicia Hezbollah y sus aliados, anunció que entraría en suspensión de pagos de su deuda soberana y lleva desde entonces en difíciles y divisivas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para pedir asistencia.

Las restricciones para combatir el coronavirus agravaron el impacto de la crisis económica y financiera y avivaron el descontento público contra el nuevo Gobierno.

Fuerzas de seguridad se cubren con sus escudos durante un enfrentamiento con manifestantes que protestan contra el Gobierno después de la explosión del martes en el puerto de Beirut. Foto: Hassan Ammar, AP

Los libaneses han criticado al Ejecutivo de Diab por no ser capaz de abordar los desafíos y afirmado que representa a una arraigada clase política que controla la política del país desde el final de la guerra civil en 1990.

El Ministro de Exteriores, Nassif Hitti, renunció antes incluso de la explosión, denunciando falta de “voluntad efectiva para conseguir reformas estructurales generacionales” y un liderazgo dividido en el Gobierno.

En un discurso televisado el sábado por la noche, Diab dijo que la única solución era celebrar elecciones anticipadas. Pidió a todos los partidos que dejaran a un lado sus discrepancias y dijo que estaba dispuesto a seguir dos meses en el cargo para permitir que los políticos trabajaran en reformas estructurales.

Era improbable que la oferta calmara la creciente furia en las calles. También se esperaba que diera pie a largas discusiones sobre la ley electoral, en medio de peticiones de que se reforme el sistema de representación del país.

El Presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, tenían previsto dirigir una conferencia internacional para reunir donantes que llevaran ayuda de emergencia y equipamiento a Líbano. Otras ofertas previas de ayuda iban asociadas a que el Gobierno introduzca reformas significativas contra la corrupción.