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El Gobierno de Chile no descarta una participación extranjera en el estallido social, afirma Piñera

lunes, diciembre 16th, 2019

Sebastián Piñera, Presidente de Chile, demostró apoyo hacía el máximo líder de la policía y aseguró que la organización detrás de los daños causados a siete estaciones del metro es extranjera.

SANTIAGO DE CHILE (AP).- El Presidente Sebastián Piñera dijo el lunes que el Gobierno no descarta una participación extranjera en el estallido social que desde hace dos meses convulsiona a Chile, con acciones coordinadas y conducidas desde el exterior.

Entrevistado por periodistas de la asociación de radioemisoras chilenas, Piñera respaldó al máximo líder de la policía, institución acusada por entes internacionales y locales de violar gravemente los derechos humanos en la represión de las multitudinarias protestas.

Los chilenos exigen mejoras sociales y el cambio de la Constitución legada por la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990).

Aseguró que detrás de la quema simultánea el 18 de octubre de siete estaciones del metro, 30 supermercados y serias amenazas a instalaciones sensibles “no solamente hay maldad, hay tecnología de punta, por de pronto, todo el manejo de las redes sociales, casi toda la coordinación viene desde fuera de Chile… definitivamente hay organización”.

Agregó que “los elementos incendiarios no son los tradicionales que veíamos en Chile, son mucho más sofisticados. Y la organización, la coordinación de estos ataques violentos a lugares tan importantes…sin duda que reflejan que detrás de ellos hay una organización”, aseveró.

Consultado específicamente si hubo intervención externa respondió que todos los antecedentes reunidos se están procesando y también se han entregado a la fiscalía. “Le puedo decir que como Presidente de Chile yo he recibido mucha información, algunos usted los ha mencionado -el Secretario general de la Naciones Unidas, el Departamento de Estado de Estados Unidos, países amigos- que indica que esto es algo que no podemos descartar”.

Sobre el sistema de inteligencia en el país, que no previó el estallido social, señaló que “no está a la altura de una sociedad democrática como la chilena” y que “era muy débil”.

Chile se sumergió en un caos, especialmente tras las primeras semanas del estallido del 18 de octubre, cuando se destruyeron 80 por ciento de las 136 estaciones del metro, hubo daños por 900 millones de dólares a grandes supermercados en todo el país, farmacias y unos 15 mil pequeños y medianos comercios. La economía se derrumbó en octubre y también se espera una caída en noviembre.

Manifestantes antigubernamentales chocan con la policía en Santiago, Chile. Luis Hidalgo, AP

El mandatario dijo que no ha pensado en renunciar porque fue “elegido por la mayoría de los chilenos y tengo la obligación de cumplir este mandato… A veces el camino más fácil puede ser escapar, eludir. No soy de esas personas”, añadió.

Piñera respaldó el accionar de la policía y de su Director nacional, General Mario Rozas. “Yo estimo que él ha tratado de ser parte de la solución y ha combatido con toda (la) fuerza del mundo los excesos que han cometido algunos miembros de la institución”.

Recordó que el protocolo policial “está bien… el problema está en que ese protocolo no siempre se cumplió” y admitió que algunos agentes “cometieron uso abusivo de la fuerza” y van a ser juzgados.

Un grupo privado que ayuda a los manifestantes lesionados en las protestas, Movimiento Salud en Resistencia, denunció el lunes que en el agua usada para reprimir manifestaciones hay un elemento artificial propio del gas pimienta y soda cáustica. El General Jean Camus Dávila, Director de Logística de la policía, negó la denuncia y aseguró que, si fuera cierto, “tendríamos cientos y cientos de lesionados”.

Piñera informó que el Gobierno solicitó su propio análisis y que “no vamos a permitir que se usen en los gases lacrimógenos o en los carros lanza aguas productos que no estén permitidos en los protocolos”.

La Policía chilena ha sido severamente cuestionada por equipos que visitaron por algunas semanas Chile y que concluyeron que abusó de la fuerza, atropelló derechos básicos y cometió abusos sexuales, según Amnistía Internacional, Human Rights Watch, la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, encabezada por la ex Presidenta chilena Michelle Bachelet.

8 de cada 10 jubilados chilenos ven ya muy lejos su pensión; hoy no hay de otra más que trabajar

sábado, diciembre 14th, 2019

El estallido social en Chile, en el marco de la crisis más importante desde el retorno a la democracia en 1990, ha hecho de la reforma del sistema de pensiones una de sus máximas reivindicaciones, que ya llevaba años siendo motivo de debate.

Santiago de Chile, 14 dic (EFE).- Carmen Aránguiz tiene 71 años y está buscando trabajo. Aunque se jubiló en 2010, su pensión es tan baja que sigue alternando labores esporádicas para aumentar sus ingresos. Como ella, miles de pensionados chilenos viven una vejez lejos de la soñada, fruto de un sistema previsional muy criticado.

El mes pasado, la pensión promedia pagada por las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), las empresas privadas que gestionan las pensiones de los chilenos, fue de 221 dólares para las mujeres y de 384 dólares para los hombres.

“Tengo que abonar cada mes el agua, la luz, el gas, la alimentación, el combustible… Y lo que cobro no alcanza para todo esto”, dijo a Efe Aránguiz, que percibe unos 258 dólares mensuales.

Tras más de 20 años cotizando como asistente y docente de un centro educativo de Peñalolén, municipio periférico de Santiago, esta activa anciana ya lleva casi una década alternando trabajos de cuidado de niños en sus supuestos “años dorados”.

Con las protestas que han copado las calles de la capital chilena desde el pasado 18 de octubre, Aránguiz perdió parte de sus ingresos. Foto: AP

Con las protestas que han copado las calles de la capital chilena desde el pasado 18 de octubre, Aránguiz perdió parte de sus ingresos y ahora espera que en marzo, con el inicio de un nuevo curso en el país, le vuelva a sonar el teléfono.

El estallido social en Chile, en el marco de la crisis más importante desde el retorno a la democracia en 1990, ha hecho de la reforma del sistema de pensiones una de sus máximas reivindicaciones, que ya llevaba años siendo motivo de debate.

UN MODELO CUESTIONADO

Cualquier trabajador en Chile está obligado a aportar un 10 por ciento mensual de su sueldo a un fondo de pensiones personal, de ahorro individual, del que puede disponer cuando se jubila y que es gestionado por una de las siete AFP.

Dichas empresas privadas invierten en el mercado de capitales para rentabilizar sus fondos, con los que obtienen unos beneficios millonarios: entre enero y septiembre de este año, sus utilidades sumaron 511 millones de dólares.

La participación del Estado en este modelo es a través del llamado Pilar Solidario, un aporte complementario para las personas que no han podido acceder a una pensión y las que reciben jubilaciones más bajas.

Aun así, ocho de cada 10 nuevos pensionados en Chile ni siquiera logra autofinanciarse una pensión superior a la línea de la pobreza, según un informe de la Fundación Sol.

El gerente general de la Asociación de AFP, Fernando Larraín, aseguró a Efe que “el foco sobre las empresas administradoras de pensiones ha estado equivocado, tiene que estar en mejorar las pensiones”.

Según Larraín, para aumentar las retribuciones “hay que elevar las tasas de ahorro, subir la edad de jubilación y el número de trabajadores que cotizan”.

Ante el debate sobre una posible distribución de los beneficios de las AFP entre los cotizantes, subrayó que “no solucionaría el problema” porque “solo subirían unos 12 dólares mensuales por persona”.

Ocho de cada 10 nuevos pensionados en Chile ni siquiera logra autofinanciarse una pensión superior a la línea de la pobreza. Foto: AP

“Seamos claros y responsables: el eslógan que debiera motivarnos es ‘Mejores pensiones’ y no ‘No+AFP'”, aseveró el directivo, que apuntó que “el Ejecutivo no quiso hacer cambios cuando era oportuno” y que “todavía queda mucho margen de maniobra”.

El pasado 4 de diciembre, el Senado de Chile aprobó un proyecto de ley que supondrá un aumento gradual de los aportes estatales a las pensiones más bajas en hasta un 50  por ciento, que beneficiará a cerca de un millón 600 mil jubilados.

Para el economista de la Fundación Sol Marco Kremerman, la reforma es “absolutamente insuficiente” ya que “solo es un parche que da un respiro a los pensionados no contributivos”.

El experto afirmó que el sistema de cuentas individuales “ha fracasado” porque “no ha garantizado unas pensiones dignas para los chilenos”, por lo que abogó por un sistema de reparto total, de seguridad social, y no de cuentas individuales.

EL ESPEJISMO DE LOS “AÑOS DORADOS”

Cecilia Parraguirre, que está a punto de cumplir 68 años, trabaja 45 horas a la semana en la central telefónica de un hospital del centro de Santiago.

Cuando se retiró hace siete años, se sorprendió con la cifra de su pensión: 170 mil pesos (220 dólares) frente a los 550 mil pesos (714 dólares) que ganaba como vendedora de seguros, es decir, una tasa de reemplazo del 31  por ciento.

“Tenía la ilusión de que al tener una buena cantidad de dinero acumulada, mi jubilación sería decente”, declaró a Efe Parraguirre.

Sin embargo, su retiro dorado fue un espejismo, ya que se tuvo que endeudar por motivos de salud y tampoco pudo hacer frente al costo de los estudios universitarios de sus dos hijas.

El pasado 4 de diciembre, el Senado de Chile aprobó un proyecto de ley que supondrá un aumento gradual de los aportes estatales a las pensiones más bajas en hasta un 50  por ciento. Foto: AP

“La salud no me va a permitir seguir trabajando. No sé qué voy a hacer entonces… ¿comer menos?”, se lamentó Parraguirre.

Igual que ella, Aránguiz también se imaginaba vivir sus últimos años de forma muy distinta: “Nunca pensé que estaría trabajando. Me imaginaba rodeada de mis nietas y amistades, haciendo de voluntaria en algún sitio en el que pudiera ayudar”.

“Siempre he dicho que voy a trabajar hasta que no pueda más, luego a lo mejor tendré que recurrir a la familia, pero quiero ser fuerte y digna hasta el final”, concluyó.