Defensores de Derechos Humanos aseguran que el Ejército del estado de Rakhine ha asesinado y secuestrado a reporteros que informaban al exterior las atrocidades que los soldados cometían en comunidades rurales.
Los reporteros enviaban información al exterior sobre las atrocidades que cometía el Ejército. Foto: EFE
Ciudad de México, 29 de noviembre (SinEmbargo).- Un grupo de reporteros infiltrados en el estado de Rakhine, que documentaban casos de violaciones de Derechos Humanos, ha desaparecido, informó The Guardian.
De acuerdo con informes de grupos de activistas, el Ejército de Myanmar ha asesinado y secuestrado a varios periodistas para “sabotear” sus redes de comunicación y que de esta manera no circule información sobre las atrocidades que suceden en el interior del estado Rakhine.
Asimismo, un refugiado rohingya, de nombre Mohammad Rafique, editor del portal de noticias The Statless, asegura que “más de 95 por ciento de estos reporteros en Rakhine han desaparecido desde que comenzó la represión”.
“Las fuerzas de seguridad birmanas y la milicia de ese estado todavía están cometiendo violaciones, asesinatos y provocando incendios en los pueblos rohingya. Así que como la red informativa en el estado de Rohingya ahora no funciona, no contamos con información detallada de la violencia y no podemos producir informaciones creíbles”, apunta Rafique.
“Los periodistas de los medios internacionales y los activistas por los derechos humanos también obtienen información sobre la persecución y la violencia a través de esta red rohingya. Todos ellos, incluidos los medios de nuestra comunidad, están ahora sin información”.
El conflicto estalló tras el enfrentamiento entre budistas y rohingya en el estado de Rahkine en 2012. Debido al incremento de la violencia, el Estado desplegó al Ejército en las calles. Fue entonces que comenzaron a aparecer denuncias acerca de supuesto abusos de los soldados en comunidades rurales.
Debido la censura que se apoderó de los medios de comunicación locales, líderes comunitarios desarrollaron una red de comunicación ciudadana, también integrada por reporteros encubiertos.
Esta red de comunicación comenzó a enviar información sobre las violaciones de los Derechos Humanos que cometía el Ejército. De acuerdo con la información proporcionada por Ko Ko Linn, un portavoz de la comunidad, al menos 2 mil periodistas se encontraban activos en el 2016. No obstante, el activista fue víctima de una serie de desapariciones forzadas que él mismo llegó a comunicar.
Linn desapareció en Bangladesh una semana después de ser entrevistado por última vez. The Guardian también menciona a Noor Hossain, uno de los reporteros encubiertos, con tan sólo 25 años de edad, quien huyó a principios de septiembre a Bangladesh.
“Solíamos ocultarnos en el momento que las fuerzas de seguridad llegaban a nuestras aldeas. Cuando las abandonaban, íbamos a los lugares en los que habían estado con nuestros teléfonos móviles y recogíamos información in situ sobre abusos, violencia y otros incidentes relacionados y las enviábamos vía Internet de inmediato”, mencionó a The Guardian.
“Las fuerzas de seguridad están intentando matar a los hombres rohingya que encuentren con teléfonos móviles (…) Muchos de los jóvenes defensores de los derechos rohingya han sido víctimas de desapariciones forzadas por parte de las fuerzas de seguridad en Myanmar. El ejército también ha asesinado y ahuyentado al resto del país para sabotear el plan de los grupos de derechos humanos internacionales para impedir que reunieran pruebas”.
