Ambientalistas informaron acerca de la posible venta de lotes en el ejido Juan Xido-Cabras de Begoña, en San Miguel Allende, en Guanajuato, lugar en donde se encuentran vestigios de construcciones prehispánicas, pinturas rupestres, y centros ceremoniales. Los activistas luchan para evitar que los diferentes ejidatarios dividan y entreguen la superficie de tierra, alrededor de 200 hectáreas utilizadas desde 1947 como zona de uso común ejidal, para la construcción de un complejo turístico y recreativo. Por ello, los interesados solicitaron que el Gobierno del Estado declara como área natural protegida a la zona conocida como corredor biológico Tambula-Los Picachos-Presa de Allende, con una extensión de cerca de 50 mil hectáreas, la cual abarca territorio de los municipios de San Miguel y Comonfort.
Por Roberto Gutiérrez Torres*
San Miguel de Allende, Gto., 7 de agosto (SinEmbargo/Zona Franca).- Activistas ambientales conformados en la Asociación Civil “Xidos Unidos” previenen sobre la posible venta de lotes de una superficie de 200 hectáreas en el ejido Juan Xido-Cabras de Begoña, perteneciente al municipio de San Miguel de Allende.
Dichos terrenos están ubicados en una zona de uso común ejidal donde se encuentran vestigios de construcciones prehispánicas, pinturas rupestres, y centros ceremoniales.
También están considerados como parte enclavada de la propuesta de área natural protegida del corredor biológico Tambula- Picachos- Presa Allende por la variedad de flora y fauna endémica de la región.
Los activistas afirman la intención de un grupo de ejidatarios, qué en común acuerdo con la delegada de la comunidad, el comisariado ejidal y el visitador agrario, tiene la intención de llevar a cabo en principio la lotificación del área común ejidal y posteriormente vender al mejor postor estos lotes.
El área de uso común en el ejido Juan- Xido Cabras de Begoña, tiene una superficie de 200 hectáreas, la cual es utilizada por todos los ejidatarios para pastorear sus animales, hacer uso de depósitos de agua natural y demás actividades en beneficio común.
Siendo esta área la que se quiere repartir y que cada ejidatario pueda vender sin importar, según Xidos Unidos, aspectos importantes y transcendentales, como el ordenamiento territorial, la cuestión ambiental, el impacto ecológico y la preservación de sitios y monumentos arqueológicos.
EL ORIGEN DEL CONFLICTO
Foto: Zona Franca.
La zona es una área privilegiada por múltiples aspectos, su variedad de flora y fauna, su excelente ubicación y cercanía a la ciudad pero sobre todo con la colindancia con la Presa Allende.
En el año 2008 Christopher Tomas Finkelstein y Jesús Correa Ramírez, secretario de ayuntamiento y presidente municipal en ese entonces, de extracción panista ambos, conminaban a los ejidatarios a vender sus parcelas para un proyecto turístico, un hotel de cinco estrellas y sendos campos de golf.
Ambos personajes aducían que era un proyecto que les ayudaría a mejorar sus condiciones de vida sin tomar en cuentas otros aspectos como el social, ecológico y vida sustentable, a raíz de esto se creó la Asociación Civil “Xidos Unidos protegiendo la madre tierra”, lo que permitió se detuviera tal proyecto.
No obstante lo anterior, con el paso de los años algunos ejidatarios han ido vendiendo sus terrenos.
LA PROBLEMÁTICA ACTUAL
Un especialista señala que en la zona existen especies de flora y fauna que se encuentran en alguna categoría de riesgo. Foto: Zona Franca.
La lucha que ahora emprendieron es para evitar que los diferentes ejidatarios dividan y entreguen la superficie de tierra que conforman 200 hectáreas utilizadas desde la creación del ejido en 1947 como zona de uso común ejidal.
En el área se encuentran insertas pinturas rupestres, vestigios prehispánicos, centros ceremoniales, las cuales han sido reconocidas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Rossana Quiroz, arqueóloga investigadora que estuvo haciendo estudios astronómicos en la zona para sustentar su doctorado.
“Es una área con un valor histórico y cultural enorme que merece ser preservada para futuras generaciones, tiene varios años que el INAH incluyó los cuicillos y pinturas de Cabras en su catálogo de monumentos y zonas arqueológicas, pero continúa aún pendiente trazar los polígonos de protección y diseñar en conjunto con la comunidad un plan de manejo que evite vulnerar la integridad de este patrimonio, tan íntimamente entretejido con el paisaje del lugar”, dijo la especialista.
Por su parte, Mario Hernández, director de El Charco del Ingenio y reconocido ambientalista, refirió que en la zona hay especies vegetales como huizache, nopal, mezquite y el arbusto conocido como hueledenoche, mientras en las partes más altas la vegetación es más frondosa e incluye encinos además de diversas especies de fauna, que necesita protegerse.
Hernández aseguró que en la zona existen especies de flora y fauna que se encuentran en alguna categoría de riesgo, según la norma federal de la Semarnat NOM-059/2010.
LO URGENTE
Foto: Especial.
Por ello, los interesados solicitaron la urgencia de que se declare por parte del Gobierno del Estado como área natural protegida, la zona conocida como corredor biológico Tambula- Los Picachos – Presa de Allende, con una extensión de cerca de 50 mil hectáreas, la cual abarca territorio de los municipios de San Miguel y Comonfort.
Posterior a 2012 se estuvo trabajando de manera conjunta con autoridades estatales, municipales y organizaciones civiles los diversos estudios para sustentar la declaratoria en calidad de área natural protegida, cumpliéndose todos los requisitos.
Sin embargo esto no ha sido signado por el Gobierno del Estado, a pesar de la riqueza natural y la variedad de flora y fauna propia de la región, lo que fue avalado por el Estudio Previo Justificativo que se llevó a cabo con recursos del Congreso del Estado.
La declaratoria del área natural protegida vendría a ser un soporte más para frenar las intenciones de vender la zona de uso común ejidal de la comunidad Juan Xido – Cabras de Begoña por todo lo que representa y de garantizar las condiciones para que la riqueza biológica del estado se fortalezca y garantice un entorno sano y necesario con base a un desarrollo sustentable real para el estado.
Los activistas precisaron: “no podemos condicionar la supervivencia del hombre ante la necesidad de espacios que nos proporcionen los elementos vitales de vida en este planeta a intereses mezquinos de mercaderes sin escrúpulos, es necesario y vital que el gobernado signe ya la declaratoria como área natural protegida esta zona y que autoridades federales, estatales y municipales intervengan en este conflicto del ejido Juan Xido – Cabras de Begoña.”
Por otro lado, connotados científicos que han hecho estudios sobre el agua en la cuenca de la independencia cuya área natural a preservarse pertenece a este acuífero, han mencionado que es necesario la preservación de espacios naturales que puedan proveer agua suficiente al subsuelo, ante la crisis hídrica que se vive al extraer agua en la actualidad, hasta de más de doscientos metros de profundidad, con las consecuencias ya visibles en la salud de la población.
