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EU: mujer come ostiones crudos y muere 21 días después; una bacteria la devoró por dentro (VIDEO)

martes, enero 9th, 2018

LAS SIGUIENTES IMÁGENES PUEDEN HERIR SU SENSIBILIDAD. SE RECOMIENDA DISCRECIÓN

La víctima luchó por sobrevivir durante 21 días, pero acabó perdiendo la batalla.

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Ciudad de México, 9 de enero (RT/SinEmbargo).- Jeanette LeBlanc, una mujer estadounidense de 55 años, falleció el pasado 15 de octubre tras luchar 21 días por su vida en Luisiana (EU), según informan medios locales. La víctima combatió contra una bacteria denominada vibrio, que entró en su cuerpo tras ingerir ostras crudas.

El pasado septiembre, durante una reunión familiar, LeBlanc ingirió dos docenas de ostras, las cuales había comprado previamente en un mercado de Westwego, en el estado de Luisiana.

Este microbio la devoró por dentro estando viva, empezando por sus piernas. Los médicos no pudieron hacer nada por salvar la vida de la mujer, pues padecía un caso de vibriosis grave.

La vibriosis suele contraerse al comer marisco crudo o poco cocido, especialmente en los meses cálidos (de mayo a octubre), aunque también puede afectar a aquellas personas que exponen una herida en agua salada.

Los síntomas más habituales son diarrea, náusea, fiebre y escalofríos. Normalmente las personas afectadas se recuperan en tres días, pero los casos más graves pueden terminar con la amputación de una extremidad e incluso con la muerte, a veces en uno o dos días después de enfermar.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE RT. Ver ORIGINAL aquí. Prohibida su reproducción.

ENTREVISTA | La única crudóloga de México cuenta sus secretos antiresaca

viernes, junio 23rd, 2017

Munchies de Vice fue a Mariscos Villa Marina, en Tijuana, para conocer a la Dra. Clamato, una mujer especializada en curar resacas y que asegura, no tienen competencia en todo el país.

Por Jorge Damián Méndez Lozano, Munchies

Ciudad de México, 23 de junio (SinEmbargo/ViceMedia).– Una terrible cruda es la reacción a una intensa borrachera. Tal padecimiento debe aliviarse con rápidamente para que no se convierta en una agonía interminable; en una jaqueca sin fin; en el peor día. Mariscos Villa Marina, ubicado en la Zona Río de la ciudad de Tijuana, tiene entre su personal a la única doctora Crudóloga. La Dra. Clamato, como se hace llamar esta mujer quien prefirió permanecer anónima, guarda en su botiquín de primeros auxilios: licor, mariscos, cerveza, hielo y jugo de tomate y almeja; la única ―lo garantiza ella― que alivia el sufrimiento de una cruda en apenas un santiamén.

Con la intención de cumplir con tan humano propósito como lo es sanar a los que sufren los excesos de una trasnochada, esta doctora, tal como lo hacían las enfermeras que curaban las heridas de los soldados convalecientes dentro de las trincheras de la Segunda Guerra Mundial, camina, con semblante misericordioso, entre las mesas del restaurante vistiendo una bata blanca de médico y cargando un estetoscopio colocado alrededor de su cuello. No empuja una camilla de hospital, sino un carrito de catering repleto de pulpo, camarones y almejas; jugo de tomete, tequila, cerveza y vodka; hielos, limones y condimentos, con los que suministra eficaces e infalibles bebidas curacrudas.

La doctora y su “botiquín” para aliviar la resaca. Foto: Jorge Damián Méndez, ViceL

Para poder conocer y estrechar la mano de esta Crudóloga, que dice a la menor provocación: “Tengo 60 mil likes en la página de Borrachos VIP, aquí de Tijuana; soy famosa”, visité las instalaciones del establecimiento culinario donde da consulta.

Al final de la conversación entendí que nunca pierde de vista su objetivo principal: garantizar que no se rompa el hilo del que pende la salud física y mental de sus pacientes.

Como cualquier doctora que se curte diariamente en una sala de urgencias, la Crudóloga sabe que la rápida atención y toma de decisiones es indispensable para salvar a un paciente de una traumática y confusa resaca. Por eso me advierte: “Tengo solamente 15 minutos para hablar, es sábado, es medio día y hay muchos clientes muy malitos por la cruda; debo atenderlos, tú comprenderás”. En efecto, recorro con la mirada algunas de las mesas y advierto el arruinado y desolado semblante de varios. “Y llegarán más enfermos de cruda, el día apenas comienza”, remata.

– MUNCHIES: Crudóloga, para los que no lo han vivido, ¿qué es la cruda o resaca por alcohol?

Dra. Clamato (crudóloga): La cruda o resaca de alcohol es lo todo lo malo que trae uno después de una tremenda pisteada [borrachera]. Arde la boca del estómago y uno se siente débil. Los extranjeros que vienen a comer me preguntan qué es la cruda. Debo explicarles que es cuando tomas mucho alcohol en la noche y al otro día en la mañana tu estómago se siente mal, con ardor y tienes que beber mucho líquido para hidratar tu cuerpo.

– ¿Cuáles son los síntomas que reconoce, inmediatamente, en quien está sufriendo una lamentable cruda?

–Piel amarilla por la deshidratación, rostro demacrado. Aparte usan lentes oscuros porque les molesta la luz del sol o porque traen los ojos muy rojos por el desvelo; el reflejo y el semblante no mienten. Ya cuando hablo con ellas y ellos me dicen que tienen nauseas, temblores, dolor de cabeza; se nota que están sufriendo bastante. Ahí es cuando tengo que actuar.

– Cuando una persona llega al restaurante sufriendo una épica resaca, ¿qué es lo que le suministra de emergencia para estabilizarla?

–Una bebida con Clamato, mariscos, hielo, sal, pimienta, salsa inglesa, salsa Tabasco, salsa negra ―secreto de la casa―, gotas de limón y chile en polvo en un vaso escarchado con sal. Además, una rama de apio y una banderilla de tamarindo con chile; ¡ah, se me olvidaba!, y un saladito ―ciruela deshidratada en sal, limón y agua―, ese le da un toque especial.

Y si el “herido” no quiere más alcohol por el momento, le sirvo una rusa, que se prepara con agua mineral, limón y mucho hielo en un vaso escarchado con sal. Con eso se tranquilizan y dejan de temblar.

– ¿Cuáles son los perfiles de sus clientes más crudos?

– Las mujeres son las que vienen más crudas. Hoy en día las mujeres toman más alcohol que los hombres. Me han tocado mujeres muy “enfermas” de cruda; llegan muy mal, muy graves; hasta se toman cinco clamatos preparados con vodka.

Una de las “medicinas” curacrudas de Mariscos Villa Marina: Tartar de atún fresco. Foto: Jorge Damián Méndez, Vice

– ¿Qué le dicen los pacientes que logra curar de una terrible resaca?

– Me agradecen bastante; siento que me lo dicen de corazón. Hasta la fecha nadie se me ha desmayado. Lo que sí es que al final se van muy felices y contentos. Una vez una mujer me abrazó muy fuerte; hasta pensé que rompería en llanto. La cruda es tremenda, a veces sientes que te mueres y quieres tirar la toalla y rendirte, pero para eso estoy yo aquí, para apoyar a las personas en esos momentos difíciles; que pueden ser todos los días.

– ¿Cómo se prepara para atender a sus “enfermos” de cruda que, por lo que veo, son bastantes?

– Una noche antes dejo reposando 200 litros de clamato preparado con salsa Tabasco, sal, pimienta y salsa inglesa y sazonador. En la mañana, apenas llego, me dan el jugo de limón recién exprimido y los mariscos. Monto mi carrito con mariscos, cervezas, tequila, vodka, hielo, pulpa de mango y todos los condimentos necesarios.

– ¿Cuáles son los platillos que recomienda para revivir, Crudóloga?

– Solamente platillos para chuparse los dedos. Por ejemplo, un guisado de pulpo mongol con camarones y marlín; es una entrada que se acompaña con tostadas de maíz. Si se trata de una plato más en forma, pero igual de poderoso para combatir la cruda, tenemos el Lomo Topolobampo; lleva una cama de arroz tipo paella, encima un lomo de pescado a las brasas y encima pulpo y camarones enchilosos (picantes). Y por supuesto, recomiendo los camarones aguachile rojos, verdes y negros; entre más enchilosos mejor. Tampoco puede faltar el ceviche de pescado y el taco de filete de camarón empanizado. ¡Y una de las estrellas de la casa: la tarta de atún fresco!

– En su opinión, Crudóloga, ¿cuál es el licor que mejor combina con el Clamato?

– En mi caso la mejor bebida curacrudas es Clamato con vodka, yo así me curo la cruda. El vodka no te llena tanto el estómago como la cerveza. El vodka te conecta poco a poco de nuevo con la borrachera y no te das cuenta; pasas de un terrible estado a uno más placentero.

– ¿Qué consejo les daría a esas personas que siempre están crudas?

– Para empezar, entre más personas crudas mejor para mí (risas). Estoy muy satisfecha con mi trabajo. Los clientes desde que entran al restaurante, muy crudos, me hablan: “Doctora, necesito ayuda”, con esas palabras ya sé que vienen muy mal, tirando la toalla, como se dice. Como cantaba Antonio Aguilar: “Ay diosito si borracho te ofendí, en la cruda me sales debiendo”. Me da mucho gusto que vengan crudos.

– ¿Quién es su competencia, doctora?

– No tengo competencia en México. Soy la única doctora Crudóloga en el país. Nadie como yo para curar la cruda. Nunca he sabido que alguien haga un trabajo exactamente como yo lo hago.

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¿Qué verduras se pueden comer crudas y cuáles es mejor cocer?

jueves, marzo 30th, 2017

Tanto por su capacidad de ser digeridas como por la conservación de sus compuestos nutritivos, hay hortalizas que precisan de tratamiento por calor, mientras que en otras conviene evitarlo.

Ciudad de México, 30 de marzo (SinEmbargo/ElDairio.es).- El conocido slogan “de la huerta a la mesa”, que describe el origen natural y no procesado de la mayoría de las frutas y hortalizas, es cierto solamente en parte. En algunos vegetales un tratamiento con calor, ya sea con vapor, escaldado, hervido o salteado con aceite, puede hacer aflorar algunas virtudes que no aprovechamos cuando los ingerimos crudos. En otros, en cambio, el calor acaba con la mayor parte de sus vitaminas y compuestos antioxidantes e incluso hay un tercer grupo que acepta ambas alternativas.

Las hortalizas ricas en vitamina C, vitaminas del grupo B o la vitamina A o retinol (aunque en menor medida), presentarán una evidente pérdida de estos compuestos con el calor, mientras que aquellas que contengan más vitaminas liposolubles como las D, E, K, y en parte también la A, soportarán mejor el calor. Ahora bien, al comer crudas algunas hortalizas, no permitimos que su fibra vegetal se gelifique y así se haga más digerible y libere otros compuestos también interesantes por sus propiedades antioxidantes.

¿Qué vegetales es mejor comer crudos y cuáles son más sanos cocidos? A continuación te exponemos una lista de algunos de los más comunes y te explicamos cuál es el tratamiento más adecuado.

TOMATE 

A pesar de que nos pueda sorprender, los tomates son más sanos si los comemos cocidos, dado que el calor gelifica la fibra de su pulpa y les permite liberar el licopeno, el antioxidante que hace a este fruto tan interesante. De todos modos es una hortaliza que también se puede comer cruda sin problemas y nos ofrecerá un cierto aporte de vitaminas tanto liposolubles como hidrosolubles, además de fibra y un sabor más pronunciado.

Eso sí: si los vamos a pelar para comerlos en ensalada, es importante lavar los tomates antes de quitarles la piel y después evitar el contacto con el agua para que no se lleve las vitaminas hidrosolubles; especialmente el agua caliente. La adición de aceite ayudará a retener las vitaminas liposolubles.

Los tomates son más sanos si los comemos cocidos. Foto: Cuartoscuro.

PIMIENTO ROJO 

Puede ingerirse tanto crudo en ensaladas como cocido al horno, pero nunca hervido, ya que perderá todas sus vitaminas hidrosolubles. Si lo comemos crudo deberemos lavarlo antes de cortarlo por su superficie exterior, con agua fría y frotando con la mano o un trapo suave: eliminaremos así la presencia de posibles pesticidas. Una vez cortado, evitaremos lavar con agua la parte interior y eliminaremos las semillas rascando con una cuchara.

Si lo queremos tratar con calor, usaremos preferentemente el horno para escalivarlos, ya que es un sistema que preserva bastante bien la mayor parte del poder vitamínico del pimiento y a la vez gelifica la fibra de su pulpa, haciéndolo más digerible. Para facilitar la extracción de las pieles, en lugar de darle un escaldado en agua hirviendo, cuando el pimiento esté casi listo rociaremos de agua el interior del horno para crear un vapor que haga la misma función. Se puede hacer mojándonos una mano en un vaso y después salpicando el agua hacia el interior del horno, ya que en cuanto toque las paredes se convertirá en vapor.

CEBOLLA

Se puede comer cocida sin problemas, pero el modo de aprovechar sus propiedades anti oxidantes y anti bacterianas es comerla cruda. A lo sumo, la podemos saltear un poco en una sartén, pero el calor acabará con todos los compuestos interesantes, si bien desde el punto de vista organoléptico puede tener sus ventajas. Hervida sigue conservando sus propiedades diuréticas y una buena proporción de vitamina E, aunque pierde el resto de ventajas.

Se puede comer cocida sin problemas. Foto: Cuartoscuro.

AJO

Se encuentra en una situación similar a la cebolla: dorado o hervido tiene su tradición gastronómica, pero es crudo cuando ofrece sus cualidades más saludables. Una alternativa intermedia es ‘escalivar’ al horno la cabeza entera sin quitar la piel, para así evitar su deshidratación.

LECHUGA 

Solemos comerla cruda en estas latitudes, y sin duda ello ayuda a capturar sus numerosas vitaminas, tanto lipo como hidrosolubles, y los minerales que contiene además de la fibra. Sin embargo, también se puede consumir hervida por sus efectos sedantes y ligeramente euforizantes.

Solemos comerla cruda en estas latitudes. Foto: Especial.

BRÓCOLI 

Suele comerse cocido, ya sea hervido o al vapor, para hacer más digerible la fibra vegetal de su carne, pero en realidad es cuando lo comemos crudo que rinde sus mayores aportes, sobre todo de vitamina C. Si lo hervimos, una opción interesante es bebernos luego el caldo que queda, siempre y cuando hubiéramos lavado la pieza antes.

Si lo comemos crudo debemos tener cuidado de lavarlo bien, pues por su especial forma es fácil que queden espacios recónditos donde persistan pesticidas o contaminaciones bacterianas. Finalmente, si lo vamos a lavar, lo haremos siempre justo antes de consumirlo, no para después guardarlo en la nevera o la fresquera, pues es dado a focos de hongos al retener la humedad.

Si lo hervimos, una opción interesante es bebernos luego el caldo que queda. Foto: Especial.

ZANAHORIA

Crudas ofrecen mejores aportes nutritivos, sobre todo en vitamina C y antioxidantes, aunque cocidas gelifican la fibra y ayudan a liberar una mayor proporción de betacaroteno, precursor de la vitamina A o retinol, una de las vitaminas que presenta mayores índices de deficiencia en el mundo entre la población infantil.

ESPINACAS 

Es mejor comerlas cocidas, así liberan mejor el hierro, el calcio y el magnesio que contienen. Ahora bien, contra la costumbre general, es mejor saltearlas que hervirlas, ya que el agua lava minerales y compuestos orgánicos. El ácido fólico, por otro lado se pierde con la temperatura, por lo que si lo que buscamos es este antioxidante, siempre podemos comerlas crudas en ensalada. Algo similar ocurre con las alcachofas, que sin embargo son más indigestas crudas por su mayor porcentaje de fibra insoluble.

Es mejor comerlas cocidas, así liberan mejor el hierro, el calcio y el magnesio que contienen. Foto: Especial.

LEGUMBRES 

Por su alto contenido en fibra, y a veces por el porcentaje de lignina de su infrutescencia, las legumbres pueden ser muy indigestas si las comemos crudas. De todos modos algunas de ellas como las habas o los garbanzos tiernos pueden comerse crudos si bien no conviene abusar. En general siempre mejor cocidas.

Las legumbres pueden ser muy indigestas si las comemos crudas. Foto: Especial.

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