¿Alguna vez se han cuestionado de lo que la gente con un poco de ingenio y mucho tiempo libre es capaz de hacer? Pues este es un ejemplo de ello. Dos jóvenes rusos sólo necesitaron plástico, pegamento y mucha agua para convertir su casa en una alberca.
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Ciudad de México, 22 de junio (SinEmbargo).- Un grupo de amigos rusos decidieron transformar su cocina en una gran piscina. A Vladimir Vechnyy y sus compañeros se les ocurrió la idea de cubrir el piso y las paredes con plástico que adhirieron con pegamento alrededor de todos los muebles para formar una especie de sello impermeable.
Luego, lo único que tuvieron que hacer fue poner unas tablas de madera para dividir la sección del resto de la casa, poner un tubo de espuma en el grifo, abrir la llave del agua y esperar sentados a que la cocina se llenara del líquido.
Tan pronto como estuvo suficientemente lleno el lugar, los chicos se pusieron a chapotear en el agua con todo y sus salvavidas. Ambos jóvenes parecían muy cómodos disfrutando de algunas cervezas y cigarrillos, pero al final eso no les bastó y terminaron usando una bandeja de plástico como barco para un gato al que metieron para que les hiciera compañía.
El felino no tardó en saltar del lugar y volverse a poner en tierra firme, dejando a los chicos solos. Fue hasta después de unas horas que decidieron haber tenido suficiente de ese chapuzón, que levantaron una tabla del suelo en la cocina y dejaron ir el agua al sótano. Cómo la sacarían de ahí sigue siendo una incógnita.
Los hechos ocurrieron en la ciudad de Tver, al norte de Moscú, el pasado 20 de junio. Tras su difusión en redes sociales, la cinta rápidamente se volvió viral.
