Desde una línea parecida hasta 35 párrafos idénticos seguidos podrá detectar “Símil”, una nueva herramienta desarrollada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Ciudad de México, 6 de mayo (SinEmbargo).- ¿El fin del delito de plagio? Los amantes de copy-paste tendrán problemas ante una nueva herramienta desarrollada por la UNAM.
“Símil” es el nombre del proyecto, el cual, aún en prototipo, podrá detectar paráfrasis o “similitud total de oraciones en diferentes textos, y los ordena y categoriza de mayor a menor”, según información de la máxima casa de estudios.
El titular del Grupo de Ingeniería Lingüística (GIL) del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM, Gerardo Sierra Martínez, dijo que se busca encontrar la semejanza entre textos.
El programa no dictamina si el autor citó o no citó, o si hay alguna violación al derecho de autor. “Este texto es similar a este otro, eso es todo”, señaló Sierra.
“El abordaje de “Símil” para buscar textos coincidentes es complejo, porque se indagan caracteres y se encuentran aquellos que están escritos tal cual en una oración”, según Boletín UNAM.
Gerardo Sierra Martínez, titular del Grupo de Ingeniería Lingüística del Instituto de Ingeniería de la UNAM. Foto: UNAM.
“Regularmente se ensaya con los encabezados de las noticias; en nuestro caso fue con un texto de la historia del sushi, extraído de Wikipedia; es un escrito relativamente pequeño, con 27 frases, y se le proporcionó a varias personas (expertos, estudiantes e incluso niños) para que lo parafrasearan, con ciertas condiciones”, expuso el experto.
“Logramos que nuestro método hiciera una detección objetiva, pues mediante el uso de las matemáticas, números y la ciencia no hay manera de mentir al comparar automáticamente textos o corpus paralelos. “Así se establece cuáles son las palabras emparentadas, es decir, la similitud textual”, añadió.
“La aportación de esta herramienta no será tan positiva para la gente que está acostumbrada a parafrasear, pero será benéfica en el ámbito académico, para que los alumnos aprendan a citar lo que toman de otro documento y sepan dar referencias adecuadas”, remarcó.
El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología patrocinó la investigación.
En México se ha habido casos de plagio muy sonados. Entre ellos destaca la tesis de Enrique Peña Nieto, Presidente de México.
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Ojalá que la Dirección del CCH y a la DGAPA lo tomen como ejemplo y clarifiquen QUIÉNES SON “los expertos” a los que se envía: el diseño, curriculum, programa y hasta material de todo un curso… pero sobre todo QUÉ HACEN con este material, porque es muy curioso que nadie da la cara y no vaya a ser que sean simples plagios disfrazados de academicismo.
Ah, por cierto, los académicos ceceacheros que diseñan e imparten estos cursos sólo reciben una simple constancia, cuyo valor es un punto con el cual entran a la lucha encarnizada por mejorar un mísero salario…
También existen los otros cursos… los que promueven durante meses en páginas web, Gaceta UNAM y todos los medios posibles. Estos cursos, SÍ SE COBRAN y muy bien. Los dan “expertos”. Justamente las dudas son que se requiera “sangre nueva” para alimentar a viejos chupasangre. Ops la discriminación y la injusticia están en muchos lados.