Llamadas telefónicas y visitas de inspectores falsos menudean en Los Mochis, y mantienen alerta a los restauranteros, a quienes las autoridades recomiendan no responder números desconocidos. 

Sinaloa, 25 de agosto (RíoDoce).- El celular suena insistente, el restaurantero lo responde sin observar el número. «Bueno», dice a quien será su interlocutor.

Una voz sureña le responde: «Oiga, le habla el comandante Bravo. Soy el jefe de plaza, y necesito que me deposites 15 mil pesos para respetarte el negocio».

El restaurantero sonríe. Sabe que es una extorsión telefónica y cuelga. Él continúa con su quehacer y repentinamente se queda estático.

En su cerebro comienza a burbujear la amenaza y ahora duda en haber hecho lo correcto. Ha pasado algunos días de aquella llamada, y nada ha sucedido, pero él teme.

Al contestar llamadas de números desconocidos se exponen a sí mismos. Foto: Jenny Kane, AP

Reconoce que cometió el error de responder a un número desconocido, y que desatendió la recomendación de las autoridades de no contestar. Si lo hubiera hecho, ahora no viviría con esa inesperada zozobra. Por su tranquilidad, pide anonimato.

Mientras, en otro restaurante, de esos emergentes, de los que se abren buscando ser negocio, el cocinero se esmera en sus platillos.

En ese trajinar no se percató que a la puerta ha llegado un sujeto con toda la traza de ser un inspector de alguna dependencia.

Son casi las 20:00 horas, y el sujeto no porta gafete ni uniforme y mucho menos un oficio de comisión. Este comienza su inspección y pide permisos de construcción, el plan operativo de Protección Civil, pagos por otros requisitos, y suelta su oferta de cierta cantidad para hacerse de la vista gorda.

Los delincuentes solicitan cantidades de dinero para «respetar» los negocios. Foto: Cuartoscuro

El restaurantero desconfía, y responde que llamará para preguntar por su caso. El desconocido ahora cambia la actitud y busca pretextos para salir del local, lo que consigue y desaparece entre las calles.

Ana Varela Murillo, directora de la Cámara de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac-Los Mochis) afirmó que se han incrementado en 30 por ciento los intentos de extorsión, en los últimos meses, tanto las telefónicas como las presenciales.

«En las telefónicas, los restauranteros han aprendido a cómo evitarlas, pero aún hay emprendedores que responden a estas, y pueden caer en el engaño», dijo.

Además, se han disparado los casos en que falsos inspectores llegan a los negocios para revisar las condiciones de operaciones y exigir un pago por aprobar las supuestas irregularidades detectadas. «Se trata de personas que no portan identificación a la vista, que visten ropas parecidas a uniformes y que hacen las visitas a deshoras», expuso.

Ana Varela Murillo, directora de la Cámara de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac-Los Mochis). Foto: Río Doce

Si bien, las visitas son falsas, los tipos demuestras conocimiento por lo que pudieron haber sido empleados federales, estatales o municipales de alguna dependencia reguladora. “No puedo acusar que pertenecieron a alguna dependencia, porque no tengo esos datos”, aclaró.

Varela Murillo pidió al Procuraduría General de Justicia atender los casos denunciados y a la policía actuar en cuanto las denuncias se presenten.

Carlos Francisco Rodríguez Ponce, subsecretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana dijo que hasta ahora, los casos de extorsiones telefónicas y presenciales a empresarios no presentan un incremento, pero se atienden con la celeridad que cada caso es reportado.

“Actuamos con base a las denuncias, y en prevención se le capacita a los empresarios de todos los giros en el actuar en caso de responder a llamadas de extorsión, pero los delincuentes saben engañar y pueden provocar temor y sicosis entre sus víctimas hasta hacerlos pagar. Lo mejor es no responder las llamadas de números desconocidos y no proporcionar datos personales”, dijo.

Rodríguez Ponce indico que tienen también algunas estrategias de coordinación para encontrar a las personas afectadas en caso de que estas sean aisladas de su familia. Sin embargo, reconoció que en los casos presenciales no se han capturado personas porque los reportes no son al momento, sino después de que pasó algún tiempo: “Estaremos mejor coordinados con los restauranteros para actuar en cuanto se desarrolle una extorsión”.

Jesús Martín Robles Armenta, recién designado Secretario Técnico del Consejo Municipal de Seguridad Pública ofreció atender la denuncia de Canirac e iniciar la coordinación para reducir las extorsiones a los restauranteros.

Ricardo Jenny del Rincón, secretario Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública en Sinaloa dijo que las estrategias de prevención en los casos de extorsiones telefónicas van en descenso, y sostuvo que las presenciales en las que se involucra a inspectores falsos es de primer conocimiento, pero no por ello serán desechadas sino que se atenderán como los delitos de alta incidencia.

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Redacción/SinEmbargo

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