Hablar con los abuelos

Un saludo, preguntar su opinión sobre cualquier tema o hasta comentar sobre el clima son charlas casuales que pueden cambiarle el día a quienes este domingo celebrarán su día, las y los abuelos.

Si bien con las amistades íntimas y los lazos familiares se pueden establecer relaciones profundas, este grupo suele encontrarse en situaciones de aislamiento y soledad, sobre todo si tienen más de 70 años. Conforme fallecen sus conocidos y sus familias se desapegan y las probabilidades de que padezcan depresión aumentan.

Curiosamente, los vínculos fugaces que se forman en las relaciones casuales les aportan beneficios como energía positiva, sentido de pertenencia, motivación y exposición a información fresca, tal y como sostiene Karen Fingerman en La importancia de las relaciones sin importancia.

Podría pensarse que conexiones tan limitadas carecen de impacto trascendente en su humor y autoestima, pero hay evidencia científica que sostiene lo contrario. Por ejemplo, Gillian Sandstrom, titular del Departamento de Psicología de la Universidad de Essex, coordinó un estudio en el que encontró que las y los adultos mayores con interacciones fugaces experimentan mayor bienestar físico y mental a mediano plazo.

En el Consejo Ciudadano nombramos Dignidad Mayor a nuestro servicio para reivindicar sus derechos, su propia posibilidad de evolución y de ponerse al día: para hacerlo, necesitan de una comunidad integrada. En la Línea Plateada 55 5533 5533, que ofrece acompañamiento jurídico y psicológico 24/7 y gratuito para este sector de la población, hemos comprobado el poder de escucharles de persona a persona, desde la empatía y la atención positiva incondicional.

Quienes más requieren este apoyo son los mayores de 70 años. En el 60 por ciento de los casos son mujeres cuya principal necesidad asociada a la salud mental es algún episodio de violencia familiar.

Aunque no haya nietos, el Día de la Abuela y el Abuelo, que se celebra en México cada 28 de agosto, es un buen momento para reflexionar sobre nuestras interacciones con las personas adultas mayores, así como para deconstruir estereotipos que les etiquetan como anticuados, con poco que aportar, incapaces de participar en conversaciones sobre temas actuales e incluso aburridos.

Comunitariamente, estamos llamados a integrar a este, que es el grupo etario con mayor tasa de crecimiento de acuerdo al Inegi: cuando hablamos con ellas y ellos, estamos dialogando con nuestro propio camino natural hacia la vejez.