Quehacer desde la ciudadanía

@guerrerochipres

Desde la ciudadanía es posible construir un modelo de intervención que incida en la toma de decisiones y favorezca los esquemas de seguridad pública y bienestar emocional.

Es precisamente en este espacio donde confluyen todo tipo de grupos, los cuales, a pesar de sus diferencias socioeconómicas, comunitarias, de edad o ideológicas, participan de una misma aspiración por impulsar una cultura de la prevención.

Ese interés por influir de manera positiva en la vida cotidiana y en la modificación del entorno donde se desarrollan hacen posible que organismos como el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México operen como puente de conexión entre la ciudadanía y las instituciones.

El millón de atenciones que el organismo alcanzó recientemente es reflejo de que la ciudadanía responde cuando sabe que no está sola y esto favorece la cultura de la prevención, la denuncia y la reducción en la incidencia delictiva.

Los datos permiten conocer las principales necesidades de las personas y delinear esquemas que favorecen la atención de sus necesidades. Cinco aspectos llaman la atención, de entre la diversidad de razones para buscar apoyo: orientación jurídica y psicológica, extorsiones, necesidades de las personas adultas mayores y violencia familiar.

En conjunto representan el 58 por ciento de los motivos por los cuales el Consejo Ciudadano ha proporcionado atención desde diciembre de 2018, y que son el fundamento de un modelo de intervención único a nivel mundial por la capacidad de respuesta inmediata y la posibilidad de articular acciones con las instituciones.

La multiplicación de los servicios, como lo mencionó la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, al conocer los resultados, es producto de comprender los temas que aquejan y preocupan a la ciudadanía.

Hacer posible la convergencia de la colaboración ciudadana con la empresarial e institucional fortalece el estado de derecho, en un contexto de aplicación sensible, disciplinada y firme de una política integral de seguridad construida entre todas y todos los actores.

Ese apoyo ha logrado erradicar el mito de la desconfianza en la autoridad y aumentar el número de reportes y denuncias, que ha contribuido a que desde la capital de la nación se generen los mejores resultados en seguridad pública entre las seis entidades más pobladas, con una baja en la incidencia de delitos de alto impacto de 55 por ciento este año, en comparación con los primeros cinco meses del 2019.

Desde la ciudadanía es necesario insistir en profundizar esta tendencia positiva como una referencia nacional de un buen y esmerado quehacer ciudadano y de Gobierno.