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A pesar de que los casos ya se han identificado en varios países de la Unión Europea y otras regiones, como Estados Unidos y Japón, Reino Unido sigue superando la cifra, con 111 casos sólo en su territorio.

Madrid, 29 de abril (Europa Press).- El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) tiene registrados por el momento 55 casos de la hepatitis aguda de origen desconocido en niños en los países de la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo (UE/EEE).

En concreto, ya se han notificado casos en España, Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Irlanda, Italia, Noruega, Países Bajos, Polonia y Rumanía. Además, se han notificado casos esporádicos en otros países del mundo, como Canadá, Israel, Japón y Estados Unidos. En cualquier caso, el país más afectado es Reino Unido, donde se han identificado 111 casos en niños de 10 años o menos.

El ECDC insiste en que la causa exacta de la hepatitis en estos niños todavía sigue siendo «desconocida». Las pruebas de laboratorio han excluido los tipos de hepatitis viral A, B, C, D y E en todos los casos.

https://twitter.com/ECDC_Outbreaks/status/1519721749293768704

Pero una «gran proporción» de los casos notificados en el Reino Unido han dado positivo en las pruebas de adenovirus y lo mismo ocurrió con algunos casos de otros países. «Aunque el hallazgo de infecciones por adenovirus entre muchos de estos casos sugiere que este virus puede estar relacionado con el reciente aumento de casos, se están investigando activamente otras posibles causas», detallan.

La incidencia en la UE/EEE es «muy baja», aunque el ECDC puntualiza que «no se realiza una vigilancia sistemática de esta enfermedad». «Como el agente etiológico de los casos de hepatitis aguda notificados sigue siendo desconocido y se está investigando, actualmente no se puede evaluar con precisión el riesgo para la población pediátrica europea», apostillan al hilo.

Asimismo, admiten que la probabilidad de que se produzca un aumento de la hepatitis aguda grave de origen desconocido en los niños «no puede cuantificarse debido a la falta de pruebas sobre el agente etiológico, las vías de transmisión y los factores de riesgo».

Así, la teoría de trabajo del ECDC en este momento es que «un cofactor que afecta a los niños pequeños que tienen una infección por adenovirus, que sería leve en circunstancias normales, desencadena una infección más grave o un daño hepático inmunomediado».

La incidencia en la UE/EEE es «muy baja», aunque el ECDC puntualiza que «no se realiza una vigilancia sistemática de esta enfermedad». Foto: Chris O’Meara, AP

De hecho, el organismo europeo ha informado de que en el Reino Unido se ha observado un aumento de la circulación de adenovirus en niños pequeños que «coincide con el aumento de las detecciones de hepatitis grave en niños pequeños».

«Si se demuestra que el adenovirus es el agente causante o contribuyente de este evento, aumentos similares en la circulación de adenovirus pueden conducir a un aumento de la hepatitis grave en niños en otros países europeos. Con la puesta en marcha de actividades de vigilancia reforzadas, esperamos que se identifiquen y notifiquen más casos», apunta el ECDC.

Teniendo en cuenta que algunos de los casos notificados necesitaron un trasplante de hígado, el impacto potencial para la población pediátrica afectada se considera «elevado», según el centro europeo.

En este momento, en cualquier caso, el ECDC se fija como prioridad «determinar el factor etiológico subyacente, la patogénesis de la enfermedad y los factores de riesgo para la gravedad de los casos de hepatitis aguda grave entre los niños».

Teniendo en cuenta que algunos de los casos notificados necesitaron un trasplante de hígado, el impacto potencial para la población pediátrica afectada se considera «elevado», según el centro europeo. Foto: Seth Wenig, AP

«La hipótesis actual es que una infección o coinfección por adenovirus humano es el agente causal más probable. Sin embargo, todavía se están estudiando otras etiologías y aún no se han excluido», remachan al respecto.

Por último, recuerdan que la exposición fecal-oral a virus como el adenovirus es más probable en los niños pequeños. Por lo tanto, aconsejan reforzar las buenas prácticas higiénicas generales (incluyendo una cuidadosa higiene de las manos y la limpieza y desinfección de las superficies) en los entornos a los que acuden los niños pequeños.