Economía

En México se ha reducido la producción y exportación de vehículos debido a la escasez de chips, sin embargo, la industria automotriz (que es la más afectada hasta ahora) es un sector clave a nivel mundial, por lo que también ha puesto en riesgo fábricas y compañías de Estados Unidos y Europa. Ante ello, el mundo despliega estrategias que alivien lo más pronto posible la falta de estos insumos. 

Ciudad de México, 13 de febrero (SinEmbargo).- La falta de chips semiconductores provocó una crisis mundial en los últimos dos años, la cual afecta principalmente al sector automotriz, por lo que los gobiernos buscan soluciones para aumentar la producción de estos insumos.

La Unión Europea y Estados Unidos han puesto el incremento de producción sobre la mesa, no sólo como una sugerencia, sino que están moviendo los recursos legales que permitan destinar millones de dólares en generar mayor cantidad de chips.

Apenas el 8 de febrero, la Comisión Europea (CE) presentó una Ley Europea de Chips con la que pretende movilizar unos 45 mil millones de euros para cuadruplicar hasta 2030 la producción de semiconductores en el continente europeo.

Tres días antes, el 5 de febrero, los demócratas estadounidenses aprobaron en la Cámara de Representantes una propuesta de ley que fortalecerá la industria nacional de semiconductores y apuntalar las deterioradas cadenas de suministro.

En ambos casos, subir la apuesta monetaria por la producción busca aliviar la crisis inmediata, pero a largo plazo intenta mejorar la competitividad de ambas regiones. Por su parte, la UE quiere «convertirse en una potencial global del sector tecnológico», mientras que EU quiere «competir mejor con China en el plano económico y mundial».

La falta de abasto de semiconductores y microchips ha afectado a fuertes industrias como la automotriz. Foto: Chinatopix, vía AP.

La Comisión Europea detalló que se movilizarán 15 mil millones de euros en inversiones adicionales públicas y privadas, sumadas a 30 mil millones de euros de inversiones públicas ya planeadas del presupuesto comunitario o de los presupuestos de los Estados miembros.

La idea es que esos 30 mil millones de euros se destinen a aumentar la capacidad de producción, incluida la construcción de megafábricas en el continente, y que entre 11 mil y 12 mil millones de inversiones adicionales públicas y privadas se destinen a reforzar la investigación, campo donde UE ya tiene liderazgo mundial.

A lo anterior se añadirá también un fondo para invertir entre 2 mil y 6 mil millones de euros en ayudar a las empresas emergentes a incorporarse al sector.

Por su parte, Estados Unidos incluye inversiones masivas diseñadas para fortalecer la producción de semiconductores dentro del país, además de 52 mil millones de dólares en asistencia y subvenciones para ayudar a la industria de semiconductores y 45 mil millones para fortalecer la cadena de suministros para productos de alta tecnología.

La legislación contiene otros 8 mil millones de dólares para un fondo que ayuda a países en desarrollo a adaptarse a los cambios climáticos y tres mil millones para instalaciones que ayuden a Estados Unidos a depender menos de componentes chinos de energía solar.

La urgencia de movilización dentro del sector de semiconductores se desata luego de que la escasez de chips le costara al sector automotriz alrededor de 210 mil millones de dólares en 2021, al mismo tiempo que se dejaron de producir más de 7.7 millones de vehículos menos de lo previsto.

Según un análisis de AlixPartners, una empresa consultora especializada en el sector, realizado en septiembre del año anterior, aunque cuatro meses antes el costo estimado era de 110 mil millones de dólares, la cantidad se se multiplicaría hasta 210 mil millones por el agravamiento de la escasez de microprocesadores.

Además de un «alivio» en la crisis inmediata, los países europeos y Estados Unidos buscan fortalecer la industria y posicionarse como potencias en el sector tecnológico a largo plazo. Foto: AP.

Estados Unidos dijo recientemente que de no actuar, podría darse el cierre de fábricas. El 26 de enero, el Departamento de Comercio reportó que las empresas que usan semiconductores tienen menos de cinco días de inventario, mientras que en 2019 se contaba con 40 días de margen, según una encuesta del departamento a 150 empresas. Los chips utilizados en la producción de automóviles y dispositivos médicos son especialmente escasos.

La demanda de microprocesadores aumentó 17 por ciento el año pasado en comparación con el nivel de 2019, ya que la pandemia de coronavirus también provocó que los semiconductores con los que se contaba privilegiaran al sector tecnológico.

MÉXICO Y LA CRISIS DE CHIPS

En México, tan sólo en enero de 2022 la producción de automóviles dentro del país cayó un 9.09 por ciento anual, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), pues el número de automóviles fabricados en México fue de 253 mil 366 unidades en enero de 2022, es decir, 25 mil unidades menos que hace un año cuando se produjeron 278 mil 703 unidades en el primer mes de 2021.

De hecho, la producción del primer mes del año en curso fue la más baja registrada desde 2014 para enero; y fue un 22.77 por ciento por debajo de su nivel prepandemia, es decir, enero de 2020.

A menor producción, también hubo menor exportación. Las ventas al extranjero de vehículos mexicanos cayeron 3.09 por ciento anual, ya que pasaron de 223 mil 533 unidades en 2021 a sólo 216 mil 630 vehículos ligeros vendidos al exterior en 2022, lo que también fue el menor número de autos exportados desde hace seis años, en 2016.

La importancia de la industria automotriz a nivel nacional radica en que representa el 3.8 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) nacional y el 20.5 por ciento del PIB manufacturero, más que ningún otro sector, según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

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Las cifras del Inegi mostraron además que en 2021 México dejó de producir un 2 por ciento (60 mil 902 unidades) de automóviles, precisamente por el desabasto de semiconductores presente durante todo el segundo año de la pandemia de COVID-19, afectando a empresas como General Motors, Mazda, Mercedes Benz y Volkswagen, y haciendo que peligre el empleo de un sector clave en la economía mexicana. Mientras que en 2020 la producción total de vehículos fue de 3 millones 040 mil 178 unidades, en el acumulado de 2021 sólo se lograron 2 millones 979 mil 276 autos.

En 2021, cinco de las 12 automotrices más importantes del país tuvieron reducciones en sus cadenas de producción: General Motors (-28.9 por ciento), Mercedes Benz (-12.9 por ciento), Mazda (-8.3 por ciento), Stellantis (-7.9 por ciento) y Volkswagen (-1.5 por ciento). Sin embargo, en la radiografía del informe mensual se observa que en diciembre —cuando ya se ha agravado aún más la escasez de chips— ocho de las 12 empresas recortaron sus producciones.

Las cifras terminan por revelar que la escasez de insumos tecnológicos a escala global, está provocando que la industria automotriz mexicana deje de producir alrededor de 30 de cada 100 automóviles, provocando que, junto con factores como el estancamiento en la recuperación de la economía nacional, el sector automotriz aún no haya podido remontar la crisis que dejó la pandemia en 2020.

Algunos analistas preven que sea al menos hasta la primera mitad de este 2022 cuando el abastecimiento de semiconductores y microchips se normalice y con ello los niveles de producción de carros nuevos en el país.

Las plantas automotrices mexicanas han sufrido graves golpes productivos importantes desde 2020. Foto: Cuartoscuro.

La escasez mundial de chips, sensores y otras piezas se vio reflejado el año pasado en paros parciales en plantas de General Motors en Guanajuato, Coahuila y San Luis Potosí; de Nissan en Aguascalientes y Morelos; de Volkswagen en Puebla; de Ford, en Sonora, y de KIA en Nuevo León.

La crisis del sector automotriz llevó a la Secretaría de Economía (SE) a iniciar en septiembre de 2021 mesas de diálogo con Estados Unidos, destino del 75 por ciento de la exportación automotriz mexicana. En ellas, la SE dio a conocer que, como parte de la agenda del Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN), se reunieron con empresas estadounidenses con las que buscan concretar un plan para abordar la crisis de semiconductores en la región. En ese sentido, Tatiana Clouthier, titular de la dependencia, dijo que uno de los anuncios importantes que podría surgir de dichos encuentros sería la inversión en la cadena de producción de semiconductores, en la que podrían participar Jalisco o Baja California.

Pese al entusiasmo, la Industria Nacional de Autopartes documentó en el décimo mes de 2021 que instalar una fábrica de semiconductores requiere al menos dos años con un costo de mínimo 500 millones de dólares, por lo que todo apunta a que Estados Unidos seguirá a cargo de la manufactura y en plantas de Guadalajara, Mexicalli y Tijuana, de su programación.

Valeria González Cervantes

Es feminista y Comunicóloga por la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México. Tiene una gran afición por la lectura de ficción. Comenzó su carrera en La Hora Nacional.

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