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Cruz es un padre de familia que se vio obligado a dejar su hogar en la Sierra Tarahumara acompañado de todos sus seres queridos tras la amenaza de muerte por parte de narcotraficantes.

Por Mónica Rubalcava

Ciudad de México, 14 de diciembre (EFE).- La historia de una familia que se vio forzada a dejar el lugar donde vivían a causa del narcotráfico protagoniza el documental mexicano Cruz, de Teresa Camou, un crudo relato de la violencia y la impunidad en el país hacia los pueblos indígenas.

«Si estas historias no se cuentan y se visibilizan, desaparecen, se mueren. En México hay una gran ola de cine social, hay que hacerlo y agarrar mucha fuerza porque podemos ayudar mucho desde nuestra trinchera que es el arte», cuenta en entrevista con Efe Camou, autora del filme que es parte de la gira de documentales Ambulante.

Cruz es un padre de familia que se vio obligado a dejar su hogar en la Sierra Tarahumara acompañado de todos sus seres queridos tras la amenaza de muerte por parte de narcotraficantes.

«A Cruz lo conozco desde hace 25 años, tenemos la misma edad y siempre decimos que somos gemelos. Lo conocí defendiendo el territorio, sus bosques, enseñándole a su gente la Ley Agraria, el artículo 27 de la Constitución para organizarse como ejidatarios en la Sierra Tarahumara, con una fuerza de lucha bellísima, conocí a su esposa y vi nacer a sus hijos», recuerda Camou.

La imagen intacta con la que Camou describe a su amigo se convirtió en impotencia el día que se enteró que habían matado a uno de sus hijos tras haberse negado a trabajar para el narco y que las amenazas de terminar con toda la familia lo obligaron a dejar sus amadas tierras.

La indignación de la directora de Sunú (2015) la llevó de regreso desde Ciudad de México a su natal Chihuahua para proponerle buscar una justicia diferente a la que la que el estado ausente sentía que nunca le daría.

«Le dije: ‘Yo quiero hacerte una película como una herramienta de justicia para visibilizar y mientras se muestre, se cuente y se sepa no se va a ir al olvido. No quiero que tu caso acabe en un archivo de una carpeta con un número en la policía'», recuerda.

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Cruz soñó la respuesta, «los rarámuris sueñan antes de contestar», explica Camou, y accedió, momento desde el que han pasado cinco años para que la película -que este martes se estrena por Ambulante digital- viera la luz.

Con Cruz, Camou une su «nueva» labor como cineasta con su profesión de titiritera y contadora de historias a partir de animaciones al momento que cuentan los momentos más crudos del relato.

Si bien la primera intención era dar visibilidad a la historia, la directora quiere ir más lejos al acompañar el filme con una campaña de impacto social.

«Quiero hace incidencia política y apoyar a estas familias a nivel nacional, recientemente presentamos la película en el Senado con el primer Colectivo Nacional de Personas Desplazadas y ONGs mexicanas», asegura Camou.

Según cuenta la directora, han estado en proceso de diálogo con la Cámara de Diputados para empujar una ley que tipifique el desplazamiento forzado y que quienes hayan sufrido este tipo de situaciones puedan tener calidad de víctimas y con ello, la defensa de sus derechos humanos por parte del estado.

El filme estará disponible gratuitamente hasta el miércoles 15 de diciembre en la plataforma Ambulante.