«Ahora hay bastantes pruebas de que todas las vacunas son mucho mejores para reducir el riesgo de enfermedad grave que para reducir el riesgo de infección. Ahora sabemos que la vacunación no detendrá la infección y la transmisión, pero sí reducirá el riesgo», dijo el principal investigador del estudio.

Madrid, 2 de septiembre (Europa Press).- La variante Delta del coronavirus infecta con la misma carga viral a las personas que están vacunadas como a las que no lo están, según un análisis preliminar de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y que ha sido publicado en la revista The BMJ.

Actualmente, tener dos dosis de vacuna es la forma más eficaz de garantizar la protección contra esta y otras variantes, si bien se sabe que aunque se esté completamente vacunado existe un riesgo de infectarse aunque de forma más leve.

Ante esto, los expertos han comprobado que aquellos que se contagian con la variante Delta tienen niveles de virus similares a los que no se han vacunados, lo que supone un «mayor desafío» a la hora de alcanzar la inmunidad de grupo contra el coronavirus.

Actualmente, tener dos dosis de vacuna es la forma más eficaz de garantizar la protección contra las variantes. Foto: Maya Alleruzzo, AP

En concreto, en el trabajo, publicado como preimpresión y aún no revisado por pares, se ha observado que las vacunas desarrolladas por AstraZeneca y Pfizer ofrecen una buena protección contra nuevas infecciones, si bien no tanto cuando se trata de la variante Delta.

Para alcanzar esta conclusión, los investigadores analizaron 2 millones 580 mil 021 resultados de hisopos tomados de 384 mil 543 adultos entre el 1 de diciembre de 2020 y el 16 de mayo de 2021, cuando predominó la variante Alfa, y 811 mil 624 resultados de 358 mil 983 adultos entre el 17 de mayo y el 1 de agosto de 2021, cuando prevaleció el Delta.

Así, observaron que cuando prevaleció la variante Delta, la eficacia de la vacuna Pfizer fue del 80 por ciento a los 14 o más días después de dos dosis, la cual fue mayor que después de dos dosis de la vacuna AstraZeneca (67 por ciento) pero no significativamente diferente de la protección que brinda la inmunidad natural en personas no vacunadas que dieron positivo al SARS-CoV-2 (72 por ciento).

La eficacia de las dos vacunas no dependió del tiempo transcurrido entre la primera y la segunda dosis, si bien las personas que fueron vacunadas después de haber padecido la COVID-19 tuvieron más protección con las vacunas que aquellas que fueron vacunadas sin una infección natural previa.

Una enfermera prepara una vacuna de Pfizer contra la COVID-19 en el Museo de Historia Natural, en Nueva York, el 22 de julio de 2021. Foto: Mary Altaffer, AP

Por ejemplo, a los 14 días después de una segunda dosis de AstraZeneca, de media, las tasas de todas las nuevas infecciones por COVID-19 habían disminuido en un 88 por ciento entre los que tenían una infección previa, en comparación con el 68 por ciento de los que no habían pasado la COVID-19. Los porcentajes fueron 93 por ciento y 85 por ciento, respectivamente, para la vacuna Pfizer.

El estudio también mostró que la carga viral fue menor inmediatamente después de las dos dosis de Pfizer, pero que aumentó más rápido con el tiempo que después de la vacuna AstraZeneca, lo que llevó a niveles similares de carga viral a los tres meses después de la segunda dosis de ambas vacunas.

«Ahora hay bastantes pruebas de que todas las vacunas son mucho mejores para reducir el riesgo de enfermedad grave que para reducir el riesgo de infección. Ahora sabemos que la vacunación no detendrá la infección y la transmisión, pero sí reducirá el riesgo. El principal valor de la inmunización es reducir el riesgo de enfermedad grave y muerte», han zanjado los expertos.