México

Muchos son divisiones de viejos carteles, que mantienen sus antiguas lealtades, y otros eran antes exclusivamente ladrones de petróleo o transportadores de drogas que fueron subiendo de nivel gradualmente.

Por Paige Bowman, Santiago Previde y Victoria Dittmar

Ciudad de México, 16 de agosto (InSight Crime).– El proceso de fragmentación criminal en México ha dejado un escenario complejo. Varias organizaciones narcotraficantes no han podido mantenerse unidas, ya sea por conflictos internos, disputas con rivales o arrestos de sus principales líderes.

Pero si bien algunos grupos poderosos permanecen invariables, como el Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), otros grupos más pequeños, hiperviolentos y localizados se han convertido en verdaderas amenazas para la seguridad nacional. Muchos son divisiones de viejos carteles, que mantienen sus antiguas lealtades, y otros eran antes exclusivamente ladrones de petróleo o transportadores de drogas que fueron subiendo de nivel gradualmente.

Esto deja como resultado un contexto volátil, en el que estos grupos pueden tener una influencia desmesurada. A continuación, InSight Crime perfila a esta nueva generación de amenazas criminales en México.

El nuevo mapa de la violencia en México, de acuerdo con InSight Crime. (Foto: Insight Crime)

LA LÍNEA

La Línea surgió como un brazo armado del Cartel de Juárez, con el objetivo de defender los territorios de esta organización en la frontera con Estados Unidos. Aunque se ha argumentado que el Cartel de Juárez contrató directamente a policías y expolicías para formar La Línea, InSight Crime ha reportado que, desde sus inicios, esta célula trabajó de manera independiente e incluso le cobraba impuestos al Cartel de Juárez y al Cartel de Sinaloa para que estos pudieran mover sus productos a través del Valle de Juárez.

Hoy en día, La Línea presuntamente se dedica al narcomenudeo, al tráfico de drogas sintéticas, al tráfico de madera y al robo de vehículos en el estado de Chihuahua. El grupo tiene una importante presencia en Ciudad Juárez, la cual le da acceso a varias rutas de transporte a través de la frontera.

En febrero de 2021, varios medios reportaron que la Fiscalía General de la República (FGR) habían identificado una reunión entre miembros del CJNG y la Línea, en la que presuntamente habían formado una alianza para combatir al Cartel de Sinaloa. Sin embargo, el fiscal general de Chihuahua, César Augusto Peniche, negó que existiera evidencia sobre colaboración entre ambas organizaciones.

Los narcotraficantes han expandido sus operaciones a trabajos como el tráfico de madera. Foto: Cuartoscuro

La violencia ejercida por La Línea afecta a los estados de Chihuahua y Sonora, donde el grupo se enfrenta a células asociadas al Cartel de Sinaloa como Gente Nueva y Los Salazar. De hecho, La Línea fue uno de los grupos a los que se les adjudicó la infame masacre en noviembre de 2019, en la que murieron 9 integrantes de una familia mormona en el noroeste de Sonora.

El 9 de julio de 2021, las autoridades arrestaron en Chihuahua a un presunto cabecilla de La Línea de alias «H7», con cargos de homicidio y crimen organizado. Tras su arresto, un comando armado atacó la estación de policía del municipio de Carachí.

LOS SALAZAR

Los Salazar son un clan familiar asociado al Cartel de Sinaloa y se dedican principalmente a la producción y transporte de heroína hacia Arizona. También operan como brazo armado para defender los territorios de Sonora y Sinaloa en nombre del cartel. Se cree que Los Salazar incursionaron en el narcotráfico en Sonora a principios de 1990, bajo el mando de Adán Salazar Zamorano –lugarteniente de Joaquín «El Chapo» Guzmán. No obstante, las autoridades comenzaron a prestarles más atención en 2005, ya que su violencia se volvió más visible.

Los Salazar comenzaron a operar en el país desde hace 30 años, de la mano de un lugarteniente del «Chapo» Guzmán. Foto: Cuartoscuro

El clan opera principalmente en los estados de Sonora y Chihuahua, donde su principal rival es La Línea. Recientemente también se han reportado disputas con Los Rusos, otra célula asociada al Cartel de Sinaloa, por el control de la plaza de Mexicali, en Baja California. Esta rivalidad es un ejemplo de que varias células, aún siendo parte de una misma organización, pueden enfrentarse por territorio.

La violencia y las amenazas asociadas a Los Salazar no solo han estado dirigida a otros grupos criminales, sino también hacia periodistas y funcionarios de gobierno. El grupo presuntamente es responsable por el asesinato de la periodista Miroslava Breach en 2017 y por la desaparición del periodista Alfredo Jiménez Mota en 2005. Por otro lado, luego de que un cabecilla de la organización fuera abatido en agosto de 2019, Los Salazar amenazaron a la gobernadora de Sonora por «no respetar acuerdos» con el grupo.

CÁRTEL DE TIJUANA NUEVA GENERACIÓN

El Cartel de Tijuana Nueva Generación (CTNG) es una organización criminal en Baja California que se dedica al tráfico de heroína, cocaína, marihuana y drogas sintéticas hacia Estados Unidos, a través de la frontera de Tijuana. El grupo surgió tras una alianza entre el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y remanentes del Cartel de Tijuana para combatir al Cartel de Sinaloa.

El Fiscal General de Estados Unidos afirma que los cárteles han implementado una violencia indescriptible en Tijuana. Foto: Cuartoscuro

Cuando se formó el CTNG, el Cartel de Tijuana ya llevaba varios años debilitado y el CJNG se estaba expandiendo. Hoy en día, parece ser que el CTNG trabaja más de cerca con el CJNG como brazo armado y proveedor de logística para el tráfico de drogas en la frontera noroccidental. InSight Crime reportó en 2016 que el CTNG fue responsable de secuestros, torturas y asesinatos de rivales del CJNG en la península de Baja California.

La ciudad de Tijuana, que está estratégicamente ubicada en la frontera con California, ha sido un escenario de cambios importantes en el hampa, tales como la formación de nuevas alianzas, células criminales y brazos armados. En esta ciudad también tienen presencia Los Cabos, un brazo armado del CJNG que presuntamente se formó desde el CTNG.

GRUPO SOMBRA

Formados alrededor 2017 como un fragmento del Cartel del Golfo, las “Fuerzas Especiales Grupo Sombra” son un importante actor criminal  en el norte de Veracruz. Además, se han expandido a algunos municipios de los estados de Hidalgo y a San Luis Potosí. En estos lugares, el Grupo Sombra presuntamente se dedica al narcomenudeo, tráfico de migrantes, trata de personas, sicariato, secuestro, extorsión y hurto de petróleo.

Aumento en producción de cocaína
Expertos consideran que avances en el cultivo y técnicas de extracción de coca podrían estar proporcionando mayores rendimientos de cocaína a los narcotraficantes. Foto: Cuartoscuro

Los miembros de esta organización utilizan técnicas de extrema violencia que luego difunden por video o con acciones como dejar los cadáveres en la vía pública. Actualmente, sus principales rivales parecen ser Los Zetas Vieja Escuela y el CJNG –quienes han ganado terreno en Veracruz. De hecho, algunos reportes de prensa afirman que el grupo se alió en 2019 con el Cartel de Santa Rosa de Lima para frenar las incursiones del CJNG en el centro del país.

Los integrantes del Grupo Sombra también han buscado ganarse el apoyo de la población, al realizar acciones de asistencia social. Por ejemplo, el grupo fue uno de los muchos actores criminales que repartieron despensas durante los primeros meses del confinamiento por la pandemia del COVID-19 y ha organizado fiestas para el Día del Niño y el Día de la Madre en algunos municipios de la región de la Huasteca, según Proceso.

En agosto de 2020, fuerzas federales detuvieron al director de la policía municipal de Álamo de Temapache, en Veracruz, y a otros seis oficiales, acusados de trabajar con el Grupo Sombra.

ZETAS VIEJA ESCUELA

El huachicol es otra de las actividades en las que los grupos criminales han incursionado intensa y extensamente en el país. Foto: Isabel Mateos, Cuartoscuro

La violenta guerra que comenzó en el 2010 entre Los Zetas y el Cartel del Golfo, las capturas y muertes de varios cabecillas y las presiones del Estado, llevaron a una fragmentación de ambos grupos. Varias células han surgido de las escisiones de Los Zetas incluyendo el Cartel del NoresteSangre Nueva Zeta y los Zetas Vieja Escuela.

Estos últimos fueron presuntamente formados por José Guizar Valencia, alias «Z-43», junto con otros disidentes de la organización original. El grupo tomó el nombre de Vieja Escuela aduciendo que respetarían el “negocio original” del narcotráfico. A su vez, dejarían otras actividades criminales predatorias como el secuestro, la extorsión y el robo de gasolina.

Los Zetas Vieja Escuela hoy están concentrados en el norte de Veracruz y tendrían presencia esporádica en otros estados del norte y este del país como Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí y Quintana Roo.  Sin embargo, su principal objetivo es la frontera nororiental, donde se enfrentan fuertemente contra sus antiguos socios del Cartel del Noreste, el Grupo Sombra y el CJNG.

El Z-43 fue capturado en febrero de 2018 en la Ciudad de México y actualmente el grupo parece estar bajo el liderazgo de Antonio Salas Perea, alias “Chihuas”, según Milenio, quien presuntamente ha tejido alianzas con algunas escisiones del Cartel del Golfo, como Los Ciclones.

LOS TALIBANES

A pesar de que los Zetas perdieron poder e influencia en el mapa en los últimos años, han tenido un resurgimiento de la mano de un nuevo grupo. Foto: Cuartoscuro

Los Talibanes son un grupo armado originario de Tamaulipas, formado por Iván Velázquez Caballero, alias “El Talibán” o “Z-50”. Este exoperador de Los Zetas se separó en 2012 de la organización para luchar contra el liderazgo de los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño –el «Z-40» y el «Z-42».

La organización ha operado sobre todo en los estados de Zacatecas y San Luis Potosí, donde Velázquez Caballero se ganó su apodo por su costumbre de decapitar con machetes a sus enemigos y civiles que no pagaban la cuota de extorsión.

El Talibán fue apresado en 2012 y extraditado a Estados Unidos al año siguiente. No obstante, su organización sigue participando en el narcomenudeo, la extorsión, trata de personas y secuestro, presuntamente bajo el mando de su hijo Raúl, “El Talibancito”.

InSight Crime reportó en marzo de 2021 que Los Talibanes serían uno de los protagonistas de la creciente violencia que vive el estado de Zacatecas debido a la lucha entre grupos por el control de este territorio estratégico. En este caso, Los Talibanes estarían aliados al Cartel de Sinaloa, que se disputa el control de las rutas que atraviesan el estado con el CJNG.

Según el periodista especializado en seguridad Óscar Balderas, Los Talibanes estarían detrás de un atentado fallido en contra del congresista de San Luis Potosí Pedro Carrizales, son responsables de dejar cuerpos decapitados en frente de palacios municipales en Zacatecas y tendrían amenazados a varios alcaldes y policías en ese estado.

LOS VIAGRAS

La violencia en el país ha crecido con cada año desde hace más de tres lustros. Foto: Cuartoscuro.

Esta organización surgió tras las fragmentaciones de la Familia Michoacana y los Caballeros Templarios. Hoy en día, opera en la región de Tierra Caliente bajo la aglomeración llamada Carteles Unidos, que intenta frenar la incursión del CJNG en esta zona.

Los Viagras son una de las facciones criminales más dominantes en la sierra de Michoacán y en sus inicios operaron como una célula independiente. La cúpula de liderazgo ha estado presuntamente compuesta por siete hermanos de apellido Sierra Santana, originarios del municipio de Huetamo. Algunos de ellos han sido asesinados o capturados. Según reportes de prensa, el actual cabecilla de la organización es Nicolás Sierra Santana, alias “El Gordo”.

Durante la década pasada, Los Viagras actuaban como un brazo armado de los Caballeros Templarios para combatir a Guerreros Unidos, según un comunicado que dio el antiguo líder de esta organización, Servando “La Tuta” Gómez, en 2014. Hoy, la principal actividad de Los Viagras se concentra en el tráfico de metanfetaminas y la extorsión, por lo que su rival más importante es el CJNG.

Una persona realizando pruebas en un campo de tiro en Ciudad de México. Foto: Sáshenka Gutiérrez, EFE

La guerra entre Los Viagras y el CJNG en Michoacán es una de las más intensas del país. Ambas organizaciones suelen enfrentarse en balaceras, establecen bloqueos de carreteras para impedir la entrada del grupo rival o las autoridades –lo cual deja a los pobladores sitiados– y muestran su poder de fuego al desfilar en las calles de Tierra Caliente con armas de alto calibre y vehículos blindados.  En este conflicto, Los Viagras incluso han arremetido contra las fuerzas del Estado. En marzo de este año, presuntos integrantes de la organización dispararon contra un helicóptero del Ejército tras el arresto del hijo de El Gordo.

Ahora, como parte de Carteles Unidos, Los Viagras han unido fuerzas con antiguos grupos de autodefensa como el Cartel del Abuelo y otras escisiones de la Familia Michoacana.

La principal ventaja de Los Viagras en Tierra Caliente quizás es su fuerte arraigo local y el largo historial del clan Sierra Santana en las dinámicas criminales en el territorio. Para buscar apoyo de la población local, Los Viagras también han participado en reparticiones de despensas y han contribuido a una narrativa de “proteger a la población” contra del CJNG. Sin embargo, recientemente han surgido grupos civiles de autodefensa en la zona que se han armado para resistir a Los Viagras.

LOS ROJOS

Padres de los 43 jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa salen del Palacio Nacional, luego de una reunión con el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en la Ciudad de México.
Padres de los 43 jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa salen del Palacio Nacional, luego de una reunión con el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en la Ciudad de México. Foto: Carlos Ramírez, EFE

La fragmentación de la Organización Beltrán Leyva (OBL) dio origen a Los Rojos, una célula importante en el centro y suroeste del país. A pesar de que varios de sus líderes y cabecillas fueron arrestados entre 2019 y 2020, la organización recientemente fue mencionada por la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus iniciales en inglés) como activa en el tráfico de heroína y con conexiones en Estados Unidos.

El presunto fundador de la organización fue Jesús Nava Romero, alias “El Rojo”, un lugarteniente de la OBL que operaba las rutas de trasiego de drogas desde Guerrero a Morelos. El Rojo fue abatido por la Marina en 2009 y la organización fue heredada por su sobrino, Zenén Nava, ­y Santiago Mazari. Ambos fueron capturados entre julio y agosto de 2019 y actualmente no queda claro quién asumió el liderazgo.

Hoy en día, Los Rojos tienen influencia en los estados de Morelos, Puebla, el Estado de México y la sierra de Guerrero –donde se produce la goma de opio para la heroína. Aquí, el grupo ha sido responsabilizado de extorsión, homicidios, secuestros, trata de personas y desapariciones forzadas.

Sus principales rivales son otras escisiones de la OBL, sobre todo Guerreros Unidos. Ambos grupos han sido relacionados con la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa y con los altos niveles de violencia en Guerrero y Morelos. El último informe de la DEA afirma que Guerreros Unidos estaría trabajando con el CJNG.

Otro rival importante de Los Rojos en Guerrero son Los Ardillos, una organización involucrada en el narcotráfico en ese estado desde hace más de 20 años.

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