Hasta mediados de julio, casi nueve millones de adolescentes de EU habían recibido al menos una dosis de la vacuna, y algo más del cuatro por ciento desarrolló miocarditis.

Madrid, 11 de agosto (Europa Press).- Los adolescentes que desarrollan miocarditis tras recibir la vacuna de Pfizer-BioNTech contra la COVID-19 suelen hacerlo en los seis días siguientes a su segunda dosis, y la mayoría se ven «levemente afectados», según un análisis publicado este martes por la revista JAMA Cardiology.

Esta enfermedad, poco frecuente, se caracteriza por una inflamación del músculo cardíaco que afecta a su capacidad de bombear sangre al organismo.

En este pequeño estudio de 15 adolescentes de entre 12 y 18 años, todos experimentaron dolor torácico en los seis días siguientes a la vacunación contra la COVID-19, mientras que dos tercios tuvieron fiebre y más de la mitad dolor muscular.

Los 15 pacientes del estudio fueron hospitalizados debido a la complicación cardíaca, pero todos fueron dados de alta tras una media de dos días sin necesidad de cuidados intensivos, y sólo uno tuvo síntomas persistentes.

Hasta mediados de julio, casi nueve millones de adolescentes estadounidenses habían recibido al menos una dosis de la vacuna de dos inyecciones, y algo más del cuatro por ciento desarrolló miocarditis, según los datos publicados el viernes por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Sin embargo, menos del uno por ciento de los adolescentes de 12 a 17 años requirieron atención médica en la semana posterior a la recepción de cualquiera de las dos dosis de la vacuna.

Hasta mediados de julio, casi nueve millones de adolescentes estadounidenses habían recibido al menos una dosis de la vacuna de dos inyecciones, y algo más del cuatro por ciento desarrolló miocarditis. Foto: Mary Altaffer, AP

Mientras tanto, alrededor de un tercio de los jóvenes que desarrollan una COVID-19 grave experimentarán un síndrome inflamatorio multisistémico, o MIS-C, un trastorno en el que múltiples órganos, incluido el corazón, muestran signos de inflamación, según un estudio publicado en julio por la revista Pediatrics. Los niños con MIS-C relacionado con el coronavirus pueden tardar varios meses en recuperarse.