La Llorona: Almas que buscan justicia por genocidio indígena en Guatemala
PorBianka Estrada
27/07/2021 - 12:00 am
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A través del realismo mágico, el director guatemalteco Jayro Bustamante mezcla la esencia de la leyenda de la Llorona con uno de los peores capítulos de la historia del país centroamericano: el genocidio de decenas de miles de indígenas mayas.
Ciudad de México, 27 de julio (SinEmbargo).– La Llorona, película del cineasta Jayro Bustamante, revive el genocidio perpetuado contra decenas de miles de indígenas mayas por años en Guatemala a través del realismo mágico de la leyenda mesoamericana. Ahora esta cinta, que puso los reflectores del mundo sobre la industria en país centroamericano, llega a salas de cine de México.
Se habla de más de 200 mil personas asesinadas o desaparecidas por militares del país centroamericano por décadas, pero fue a inicios de años 80, en plena guerra civil, que la violencia arreció aun más. Las comunidades mayas fueron el enemigo principal del Estado y su objetivo consistió en exterminarlos. A 30 años de este genocidio que sigue impune, Jayro Bustamante parte de este hecho y lo pone pantalla para que no sea olvidado y silenciado.
«Luego de la guerra, el Estado inicia otra, que es la guerra en contra de la expresión de lo que pasó, el silenciar lo que pasó y negar el genocidio, y cuando tú niegas un genocidio también niegas el sufrimiento de los otros, y esa es una cosa que se va heredando. El otro día mataron a unos defensores de tierras indígenas, y un político dijo ‘no vamos a hacer tanto alboroto por ocho indios muertos’, así públicamente. Toda esta discriminación se sigue arrastrando cuando tú te das cuenta que Guatemala es un país con más del 70 por ciento de población indígena y sólo el 41 por ciento se autodenomina indígena, puedes entender el peso de la discriminación y la autovergüenza que eso ocasiona», condena el cineasta Jayro Bustamante en entrevista con SinEmbargo.
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El filme La Llorona, que emerge a partir de lo real para hacer ficción, inicia con un juicio que intenta llevar a prisión 30 años después al general que estuvo al frente del genocidio, pero aunque es la gran oportunidad de hacer justicia, el hombre es absuelto. La decisión levanta la ira entre la población que sale a las calles a protestar.
Junto a los familiares de las víctimas del genocidio emerge un alma un en pena. El espíritu de una mujer que llora a sus muertos y que retoma la leyenda.
«Lo que hicimos fue, en primera, separar esto del horror que nosotros se lo hemos comparado a los gringos muy fácilmente y pensar que ‘los muertos son fantasmas que asustan’, porque en nuestra cosmovisión mesoamericana los muertos son nuestros antepasados que nos protegen. Los muertos no nos asustan. La muerte no es una cosa que nos asuste es un ciclo. Lo que queríamos hacer era cómo meter los elementos del horror, pero no irnos a los elemento del horror tan universales, sino de pintarlos de algo más local y el realismo mágico nos servia para eso».
Bustamente unió el hecho histórico con la leyenda al buscar un equilibrio en la cinta en el que el género de terror no pasara encima del lugar que merecía el verdadero horror del genocidio.
«Para mí el genocidio nomás es el poquito de todo el iceberg que hay detrás de la discriminación en contra de los pueblos indígenas, y de esto queríamos hablar. Nosotros empezamos esta película con un eslogan que era ‘Guatemala como madre tierra cansada de llorar a sus hijos oprimidos asesinados’, y eso no sólo pasó durante el genocidio, sigue pasando».
Además, el cineasta luchó porque fuera el realismo mágico el que ayudara a reivindicar a la figura de la Llorona.
«Ir transformando un poco a la Llorona, a esa Llorona que es mucho más mesoamericana y que ya no tiene esos tintes españoles que la volvieron misógina. Si Drácula puede ser un conde súper elegante, porqué la Llorona siempre está representada como monstruo en el cine. La idea era hacer de la Llorona una princesa maya».
LA LUCHA SIGUE
Aunque hay nombres de los culpables de aquel hecho llamado como el “Holocausto Silencioso” en que se abusó sexualmente de mujeres, niños fueron asesinados y hombres perseguidos hasta la muerte, el caso sigue sin culpables tras las rejas.
Una de las mayores activistas por este caso es la líder indígena y premio Nobel por la paz Rigoberta Menchú, que realiza un cameo en la cinta.
«Tengo la suerte de ser amigo de Rigoberta desde hace algún tiempo. Cada vez que hago un proyecto y sé que me voy hacer detractores le pido consejos porque lamentablemente en Guatemala ella no es tan bien tratada como es tratada en el mundo entero. Rigoberta me dio muchos consejos muy acertados para la película, la manera en la que iba a trabajar con las almas desaparecidas. Todos los extras en la película no son extras realmente, son personas que siguen en busca de sus familiares desaparecidos, entonces eso era algo muy importante también, darles el espacio a ellos de catarsis para que esto funcionara. Era muy grato para mí tenerla a ella como aval. Yo sabía que está película iba a causar mucha incomodidad hacia toda la gente que tiene responsabilidad en el genocidio, pero poner a Rigoberta Menchú causaba ese último pico de incomodidad y era lo que se pretendía».
Jayro Bustamante ha sido reconocido alrededor del mundo al ser nominado por el Globo de Oro, los Goya, Satellite Awards, Critics Choice Awards, entre muchos otros, a mejor película de habla no inglesa, pero en Guatemala la cinta ha sufrido algunos intentos de censura.
«Censura como tal ya no existe. Digamos que ahora la censura ya no es que ataquen la película o prohíban que se presente o que me ataquen a mí directamente o que me desaparezcan, pero existe otro tipo de censura que es que en las salas de cine dicen ‘esta película yo no la paso porque no está en la línea de lo que yo presento’, o la censura que es desinformar que es ‘no vean esta película porque está financiada por los comunistas, y si ustedes apoyan esta película Guatemala se va a convertir en una Venezuela’. Todo ese tipo de desinformación, sobre todo en ellas redes sociales, es la nueva guerra que se hace. Entonces desde ese punto sí muchísimo».
El director que con esta cinta termina su “trilogía del desprecio” junto a sus filmes Ixcanul y Temblores, aplaude que estos filmes crucen fronteras, aunque advierte que aún falta ver más en pantalla a este tipo de cine.
«Nos hace falta cine con contenido, y cuando hablo de contenido no hablo de redes sociales sino de cine que no sea sólo de entretenimiento. Me parece que es muy peligroso que sólo demos de comer entretenimiento. Para mí el entretenimiento es un poco el fast food, que está bien, pero luego creamos sociedades con obesidad extrema, entonces eso también lo podemos crear en nuestras audiencias si sólo les damos cine para vaciar la mente, crearemos espectadores vacías a final».
La Llorona llega a salas de cine del país gracias a la distribución de Cine Canibal. Estará disponible en salas de Cinemex y algunas salas del circuito independiente.
Bianka Estrada
Me gusta hablar sobre series, películas, documentales y mucho streaming. Cine mexicano para todos. Le busco el otro lado al entretenimiento: el social. Datos y datos para no aburrirnos.
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