Hábitat

La pesca ilegal, la competencia de embarcaciones que están fuera del estado, así como el empobrecimiento de los caladeros son factores que amenazan a la industria pesquera nacional.

Por Alessandro Ford

Ciudad de México, 25 de julio (InSight Crime).- La pesca ilegal está desbordada en el estado mexicano de Yucatán, según afirman pescadores y medios locales. La combinación entre las técnicas de pesca ilegales, la competencia de embarcaciones de fuera del estado y el empobrecimiento de los caladeros, tienen a esta importante industria nacional bajo amenaza.

El 11 de julio, el diario mexicano La Jornada Maya publicó un artículo en el que denunciaba la depredación ambiental y la actividad criminal que aflige al sector pesquero del estado, un problema que aunque es de vieja data está llegando actualmente a un punto de quiebre.

Según el artículo, los barcos que pescan peces pequeños por debajo de las dimensiones permitidas y pescan fuera de temporada en Yucatán han dejado como resultado una caída brutal en los números de pulpos, langostas, meros y pepinos de mar que se encontraban anualmente, sin contar con la competencia de barcos pesqueros de estados vecinos, como Campeche, Tabasco y Quintana Roo.

Algunos de esos barcos de otros estados incluso emplean métodos de pesca industrial, como transbordos no regulados —una controvertida práctica en la que se transfiere lo recogido a un barco nodriza y reciben de este combustible y víveres que usan los barcos más grandes para pescar por periodos más largos y posiblemente para dar apariencia legal al pescado captado ilegalmente.

Ataque a barco en el refugio de la vaquita marina en México

Una semana antes se conocieron denuncias similares, cuando dos capitanes de barcos pesqueros declararon al Diario de Yucatán sobre la salida de 40 barcos modificados del puerto de Celestún, que pasaron de siete a diez días pescando en varias zonas vulnerables, como Río Lagartos, Oriente, cerca de las islas de Contoy y Holbox e incluso cerca de la zona de reserva Parque Nacional Arrecife Alacranes.

Según un informe publicado por la ONG Oceana en mayo de 2021, el Parque Nacional es una de las áreas marinas protegidas en mayor peligro de México, por causa de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (IUU, por sus siglas en inglés). Entre 2012 y 2021, “se detectaron 106 barcos posiblemente dedicados a actividades en la zona central (del Parque Nacional), un perímetro en el que está prohibido cualquier tipo de pesca”.

Análisis de InSight Crime

Los debates sobre la pesca IUU en Latinoamérica suelen centrarse en grandes flotas de barcos extranjeros o en pescadores locales a pequeña escala. Lo que estos análisis pasan por alto en ocasiones, sin embargo, es cómo en algunas zonas los pescadores locales van adoptando progresivamente las prácticas de las grandes flotas extranjeras.

El transbordo es una práctica poco lógica para barcos pesqueros que operan en aguas nacionales propias, ya que en circunstancias normales el combustible extra, así como la comida y los costos de hielo y transporte exceden por mucho el valor de cada pesca adicional. Incluso para las grandes flotas extranjeras esto sólo es rentable gracias a los enormes subsidios sobre el combustible de sus gobiernos nacionales.

Por esta razón, es probable que la respuesta radique no en la fortaleza, sino en la debilidad. No es claro el estado preciso de los caladeros en México: las estadísticas del Gobierno afirman que el 17 por ciento fueron objeto de sobrepesca o se agotaron, y otro 63 por ciento no puede soportar ninguna presión pesquera adicional, si bien la evidencia anecdótica señala que el problema puede ser mucho más serio.

El pez totoaba, buscando el sendero desde la pesca ilegal a la sustentabilidad

En el Diario de Yucatán, los pescadores se quejan de que las menguadas reservas implica que tienen que viajar más lejos y adentrarse más hondo para pescar y que aun así la pesca decae continuamente año tras año. Ellos atribuyen la aparición de barcos pesqueros que practican el trasbordo en sus aguas —de Campeche, Tabasco, Veracruz y Quintana Roo— al mismo fenómeno, pues las reservas pesqueras en esos estados están aún más agotadas.

«Es un problema de grandes proporciones, en todo el país. La pesca ilegal tiene muchas manifestaciones, y de una u otra forma, es prevalente en todos nuestros estados costeros», comentó Pedro Zapata, asesor senior de campaña para la ONG Oceana, en intercambio con InSight Crime.

Además, comenta Zapata, muchos pescadores locales pueden exacerbar el problema sin saberlo, debido al opaco y desorganizado manejo de los caladeros en México.

«El organismo que maneja los caladeros (CONAPESCA) es cada vez más ausente e incompetente … [y] aun sabiendo exactamente lo que es legal y lo que es ilegal, en ocasiones es complicado, pues las leyes cambian constantemente», comentó Zapata a InSight Crime.

Eso se refleja en los números. A nivel global, se estima que la pesca IUU representa el 20 por ciento del total recogido. En México, ese número alcanza un pasmoso 50 por ciento, casi uno de cada dos kilos de pescado se pesca de manera ilegal en el país, según un informe del Fondo de Defensa Ambiental de México, presentado en 2013.