REVISTA ARTES DE MÉXICO | Doña Rosita Ascencio, la voz de la medicina tradicional indígena

De forma natural, la medicina tradicional es uno de los temas que explora Artes de México. Entre los ingredientes de la cocina tradicional y el chamanismo, las prácticas de las curanderas merecen más estudio, preservación y difusión.

Por Carlos Zolla Luque

Ciudad de México, 27 de agosto (SinEmbargo).- Doña Rosita Ascencio nació en 1925 en Puácuaro, Michoacán. A muy temprana edad, se interesó por la medicina tradicional, práctica que se convertiría en una vocación. A lo largo de su vida, no sólo cultivó y elaboró un registro detallado sobre el conocimiento curanderil, sino que fue además una de las dirigentes de la Organización de Médicos Indígenas Purépechas.

Para honrar su labor, el doctor Roberto Campos Navarro presenta la publicación Doña Rosita Ascencio, curandera purépecha, coeditado por la UNAM, la fundación Patrimonio Indígena y Artes de México. Además de ser un estudio detallado sobre las libretas de registro, en las que Rosita anota las enfermedades que atiende, los pacientes y diagnósticos realizados desde 1993 hasta la fecha, en esta obra ella también relata en voz propia su trayectoria.

Eryngium carlinae Delaroche. Libreta de Rosita Ascencio. Foto: RAM

Eryngium carlinae Delaroche. Libreta de Rosita Ascencio. Foto: RAM .

El próximo 29 de agosto, Rosita cumple 91 años. Ese día, se le realizará un homenaje en el Palacio de la Escuela de Medicina, plaza de Santo Domingo en el centro histórico de la Ciudad de México, a las 18:30 horas, en el que se presentará este libro, del que reproducimos aquí algunas reflexiones tomadas del prólogo doctor Carlos Zolla Luque

“La modestia de Roberto Campos Navarro es evidente cuando apunta que la obra Doña Rosita Ascencio, curandera purépecha brinda una aproximación a la vida de Rosita y a sus dos formidables libretas de registro de consulta, que abarcan más de veintidós años de trabajo. Además de médico y antropólogo, el autor es uno de los más sólidos investigadores de medicina tradicional urbana y figura clave en los procesos de reconocimiento y legalización de las medicinas de los pueblos originarios de México, Bolivia y, en general, de América Latina. Este libro es mucho más de lo que adelanta el autor.

Campos Navarro suma ahora los frutos del etnógrafo que aporta un material esencial para la antropología médica, la epidemiología sociocultural y la comprensión de la medicina tradicional indígena no sólo del área purépecha, sino del mundo.

La figura de Rosita Ascencio se inscribe en las actividades terapéuticas locales y regionales —en su condición de curandera y hierbera— que cobraron relevancia cuando se gestó el nuevo y difícil diálogo entre los pueblos indígenas y los Estados nacionales, entre la medicina tradicional y los otros modelos de lo que llamo “el sistema real de salud” —que incluye la medicina académica, la tradicional doméstica y las terapias alternativas y complementarias— y en un momento en el que la atención primaria de salud revalorizó los recursos locales y los procesos organizativos de los médicos tradicionales indígenas.

Estos aspectos son el núcleo esencial del libro y se complementan con los registros sistemáticos que Rosita realizó de sus consultas médicas, en los que da cuenta del nombre del paciente, su origen, edad, diagnóstico y el tratamiento recomendado. Pese a ser un lugar común señalar que determinado personaje es un hijo de su tiempo, en el caso de Rosita Ascencio se trata de un rasgo esencial que la define como ejemplar.

Su larga y fructífera vida se desenvuelve en un escenario que sobrepasa los límites de su comunidad y de Michoacán. Nos permite referirnos a un proceso marcado por las políticas internacionales, nacionales y estatales de salud, por la presencia y desarrollo de la medicina tradicional indígena, y por ese movimiento al que genéricamente se denomina indigenismo y, específicamente, indigenismo de Estado. Todo ello en casi seis décadas del siglo xx y el primer decenio del siglo XXI.”

Rosita en una curación de caída de mollera. Archivo Roberto Campos

Rosita en una curación de caída de mollera. Archivo Roberto Campos

“El impulso gubernamental a los procesos organizativos de los médicos tradicionales indígenas ha sido protagónico, y este libro da cuenta de los esfuerzos, las aspiraciones y las conquistas, así como de las contradicciones, desavenencias, avances y retrocesos en los logros de reconocimiento y apoyo para las numerosas organizaciones que surgieron en esos años, impulsadas especialmente por el Instituto Nacional Indigenista (ini). Es significativo que en las propuestas indígenas no figurara la apertura de escuelas de medicina tradicional.

Esto confirma lo que la etnohistoria, antropología y etnobotánica han subrayado: la transmisión de los conocimientos etnomédicos se ha dado en el seno de las comunidades, generalmente de un terapeuta experimentado hacia uno o más aprendices. La conservación y el desarrollo sistemáticos de los contenidos esenciales, las prácticas y los recursos de la medicina tradicional —sin el auxilio de estructuras institucionales— son una verdadera hazaña de las culturas comunitarias. Es una labor dinámica, como se comprueba en el caso de Rosita, quien fue influida por otras corrientes médicas, se llamen éstas hipocráticogalénicas, africanas o modernas.

Rosita con su primera libreta de registro. Foto: RAM

Rosita con su primera libreta de registro. Foto: RAM

Éste es otro hecho que el libro ilustra sobradamente: cómo los pueblos indígenas adquieren los saberes de la medicina tradicional. La experiencia de Rosita inicia en contacto con la medicina alopática y, progresivamente, con la medicina tradicional. Son relaciones interculturales entre un modelo médico hegemónico —oficial, occidental, moderno, científico— y uno subalterno, que se ejerce en el seno del hogar o de la comunidad, entre los terapeutas tradicionales reconocidos.”

“Lúcida, generosa, incansable, Rosita cumplió en 2015 sus noventa años de vida. La publicación de este libro podría interpretarse como un homenaje de los académicos hacia su labor, aunque es mucho más lo que nosotros recibimos de ella, y quienes a lo largo de los años acudieron a curarse en su casa de Puácuaro, o la recibieron en otras comunidades a donde la llevaron su saber, su vocación de servicio y su solidaria labor de terapeuta. Por su práctica médica, su tesón en el impulso a la Organización de Médicos Indígenas Purépechas, su saber y su amistad, celebremos que sus palabras y su imagen queden en este libro para beneficio del porvenir.”

Artes de México: Roberto Campos Navarro, Doña Rosita Ascencio, curandera purépecha. Disponible en: esta página. Una sección curada por Artes de México.

 

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7 Responses to “REVISTA ARTES DE MÉXICO | Doña Rosita Ascencio, la voz de la medicina tradicional indígena”

  1. Sandra Ordoñez dice:

    Super interesante reportaje de la medicina tradicional mexicana mis felicitaciones para Doña Rosita y a su próximos 91 años de vida, y que aun siga cosechando frutos de su sabiduría hacia la población fiel a ella.
    Le envío un fuerte abrazote!

  2. Gabriela dice:

    Felicidades a Sin Embargo por la divulgacion de estas noticias. Alentador que se preserve el conocimiento de la medicina tradicional indigena, especialmente ahora que la salud de los mexicanos esta tan deteriorada y las autoridades no parecen preocupados o dispuestos a solucionar esta situacion

  3. Samuel Lechuga dice:

    Excelente por eso sin embargo es mi diario preferido

  4. Eric Gabriel Villa Sierra dice:

    Doña Rosira Ascencio no solo nos ha dado sus saberes medicinales, pues ademas siempre miro a cada una de sus pacientes con una verdadera vocacion de servicio y una enorme bondad, pues todos podian acudir a recibir sus cosultas aun sin llevar un peso en la bolsa, para Doña Rosita lo importante siemore fue la salud de sus pacientes. Es un verdaderi orgullo ser nieto De Rosita Ascencio.
    Gracias a Sin embargo por este reconocimienti.
    Graciad Abuelita Rosa.

    • Viole dice:

      Hola Erick Villa, ¿Dónde atiende Doña Rosita? ¿Viene a México alguna vez?
      Increíble labor, felicidades por su cumpleaños.
      Saludos.

  5. Hildegard dice:

    Ëstas son las mujeres mexicanas que yo admiro. No las que pasan por los medios comunes.

  6. Sandra Garcia B dice:

    Hola Erik Gabriel Villa sierra, donde me puede atender tu abuelita o alguien que ya implemente exitosamente sus practicas (discipulo destacado que haya heredado este talento), somos varias personas.
    Saludos!

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