La parvedad de nuestro asombro

El Presidente mintió. No hizo una tesis. Con toda intención, plagió el 29 por ciento de su tesis para obtener el grado de licenciado en derecho. Instalado en su falsa ética, escondido detrás de paredes altas y guardias presidenciales, el presidente vive días de silencio y un alejamiento constante de la sociedad a la que se debe. Foto: Cuartoscuro

El Presidente mintió. No hizo una tesis. Con toda intención, plagió el 29 por ciento de su tesis para obtener el grado de licenciado en derecho. Foto: Cuartoscuro

“La filosofía comienza con el asombro” dice el comienzo del libro “Metafísica” de Aristóteles. Sin asombro no hay conclusión posible de los fenómenos que tenemos delante. Esos fenómenos que deben tener una explicación y respuesta a las innumerables preguntas que pueden circular por nuestra mente ante los embates de la realidad.

Hemos perdido la capacidad de asombro y con ella la posibilidad de entender nuestro entorno y a nosotros mismos.

Los hechos nos avasallan. Son continuos y sin remanso. El diálogo para entendernos está truncado y la capacidad de asombro petrificada. Eso somos, una sociedad sin asombro. Autómatas del dolor sin consecuencias. Un desgobierno social pulido y sostenido por una mal lograda democracia que no cumple con los mínimos indicadores para sostener que es el mejor sistema que podemos tener. Ya nada nos sorprende porque entendemos poco de lo que nos pasa. El recuento de daños es más importante que la explicación y entendimiento de los mismos. Así estamos condenados a la repetición.

El Presidente mintió. No hizo una tesis. Con toda intención, plagió el 29 por ciento de su tesis para obtener el grado de licenciado en derecho. Instalado en su falsa ética, escondido detrás de paredes altas y guardias presidenciales, el presidente vive días de silencio y un alejamiento constante de la sociedad a la que se debe.

Es un presidente sin asombro ni temple. Es un contemplador de la realidad que se desquebraja ante sus ojos pero que su cuerpo y mente no reaccionan ante la emergencia. Es un presidente escondido detrás de su investidura que en vez de generar respeto y admiración como líder, genera lástima e ira. Es un presidente que tiene el arrojo de esconder la cabeza en el hoyo mientras se le acusa de plagiario, pensando que el silencio es suficiente hasta que pase la tormenta. Mientras tanto medios como el New York Times, The Guardian y Washington Post reportan la gravedad del plagio, la oficina del presidente opta por la técnica avestruz. Así el arrojo de nuestro líder.

Tal vez la escasez de asombro de saber a nuestro presidente plagiario de tesis se debe a su conducta como servidor público. El asombro precisa de sorpresa y, lo que quiero decir, es que de él se puede esperar casi todo: he ahí la falta de asombro sobre lo que nos vamos enterando de él. En cambio –en nuestra cultura del nulo asombro- vale más catalogar a Carmen Aristegui de revanchista que agradecerle por advertirnos que tenemos un presidente cuya calidad moral, académica y ética le permitieron, sin reparo, plagiar parte de su tesis. Si Aristegui le echó mucha crema a sus tacos a la hora de anunciar su reportaje (cuyo contenido no ha sido desmentido) me parece que no merece más que un breve juicio de opinión. Pero allá con su ignorancia y falta de asombro para aquellos que se traguen el veneno de presidencia que señalaba que no es plagio sino: “errores de estilo” y que Carmen Aristegui es una periodista estridente porque el presidente no puso comillas.

El asombro es lo que marca, lo que inicia y decide. Sin asombro no llegaremos a parte alguna. Sin él se estará a expensas de lo que nos cuenten, de los asombros tal vez de los demás –por ejemplo de la comunidad fuera de México- sin construir por nosotros mismos nuestra realidad. La normalización de los escándalos, su lectura fácil, la falta de consecuencias de lo que por segundos parecería ser un seísmo en el centro de nuestro sistema político se convierte en una mera brisa de verano. La impunidad anidada en el lema nacional: Aquí nada pasa.

El asombro se recarga con las ganas de conocer, entender y explicar. La falta de asombro nos abre el paso para estar forjando nuestra historia reciente de una matanza a otra, de un hecho de robo embustero a las arcas a otro robo de mayor calado, de una mentira presidencial a otra, es lo que nos tiene en un tobogán sin freno y en caída libre. Diría el optimista: No todo es malo. Tal vez sea cierto, no todo. Pero me declaro incompetente para saber qué tanto porcentaje está mal o bien. Pero reconozco que lo que nos debería de preocupar como sociedad, como partidos políticos, como sociedad civil organizada, como medios, como académicos y comunidad internacional sobre el rumbo de México no está basado en el asombro de lo que pasa frente a nuestras narices.

Del plagio a las ejecuciones extrajudiciales por parte de la Policía Federal (PF) en Tanhuato, Michoacán. Desde hace meses se sabía sobre la incapacidad de la PF para hacer uso racional y proporcionado de la fuerza en su combate al crimen organizado. ¿Nos asombra que la PF torture, dispare por la espalda, y queme cuerpos de presuntos delincuentes? No. La realidad es que por ahí no pasa nuestra capacidad de asombro de lo que está haciendo nuestra PF. Lo normalizamos y así nos damos confort ante el desamparo.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) documentó con profesionalismo la barbarie de la PF y nos advirtió que más que una policía en ciertos momentos su actuar responde más a un escuadrón de la muerte –cuyo desprecio para el debido proceso y estado de derecho es absoluto- que a una policía federal que conoce los límites del uso de la fuerza y sabe que la tortura no es parte de esa facultad legal.

Algunos datos sobre el actuar de su PF en Tanhuato para alimentar su asombro, cortesía de la CNDH:

  • Se comprobó que la PF mintió sobre los hechos en Tanhuato
  • Ejecutó arbitrariamente a 22 civiles (13 por la espalda)
  • Durante el enfrentamiento murieron 42 civiles y un policía federal
  • Torturó a 2 personas detenidas
  • Carbonizó un cuerpo de un agresor
  • Ejecutó con 4 mil disparos de helicóptero a un presunto delincuente

Normalizamos la barbarie y ese es el camino más terso para dejar de asombrarnos. Con una pequeña dosis de asombro para conocer y componer la recomendación de la CNDH merecería palabras presidenciales, cambios y acciones para garantizar la no repetición. En cambio, nos quedamos con notas pasajeras sobre una de las masacres más letales cometidas por agentes del estado (sí, aquellos que nos deberían estar protegiendo). El silencio de partidos políticos y medios es igual de cómplice. Bueno, todo silencio contemplativo lo es en realidad.

En mi ociosidad quería leer la versión oficial o respuesta del gobierno federal a la CNDH. Con asombro (y lo digo en serio) reparé que ni en la página web de la PF ni en la de Secretaría de Gobernación estaba el comunicado oficial de respuesta leído días antes por Renato Sales, el policía mayor. Esa es la importancia del no asombro, de la rendición de cuentas y de la presión social para garantizar justicia.

Al cierre de este texto ya había llegado el otro hecho que no merecía, tampoco, el menor asombro por la prensa nacional: las fosas de Telencingo, Morelos, de donde se exhumaron 117 cadáveres algunos de niñas y otros con signos de tortura. De tragedia en tragedia, así estamos forjando nuestra historia.

Sin asombro no llegaremos a ninguna parte y estaremos garantizando el constante deterioro de nuestro mismo entorno. Si continuamos asumiendo como realidad lo que nos dicen, lo que nos trasmiten unos y otros relegándonos a un segundo plano, seremos –como estamos siendo- meros espectadores de nuestra desgracia.

@dariormrs

13 Responses to “La parvedad de nuestro asombro”

  1. Jorge Guerra dice:

    Con profunda tristeza debo de reconocer que su nota es muy veraz. Cada dia veo lo que usted aqui menciona, hemos perdido la capacidad de asombrarnos. Ya tanto, que, en cada nota, da tristeza leer los comentarios de los lectores, que en lugar de asombrarse e indignarse, lo toman todo a broma. Ya vemos nuestra desgracia como algo muy natural, y por ende la aceptamos como tal. Muy triste nuestro Mexico.

  2. Sandro Pérez dice:

    Reconozco que la vida que llevo en mi país , México , tiene más alegrías que tristezas, y que los adoradores del peje, por más que quieran aniquilarlo con críticas destructivas y mal intencionadas , hiperbólicas , fatalistas y fantasiosas , jamás lo lograrán. No permitiremos que un protodictador tabasqueñp se entronice en el poder como Fidel Castro y Daniel Ortega.
    No y mil veces no ¡¡¡¡
    Que viva la democracia ¡¡

    • Mr. Fry dice:

      Le llamas democracia a un país completamente desigual invadido por la corrupción más cínica y con procesos electorales de los más cuestionables y plagados de irregularidades.
      Luego repites como borrego la misma idiotez insostenible que viene de la época de 2006, que patético peñabot.

    • Fantomas dice:

      ¿ QUE TIENE QUE VER EL PEJE CON LA NOTA PERIODÍSTICA ?,, ¡¡ PENDEJO !!,,, EN CUANTO A PEÑA NIETO EL SOLO SE ESTA ACABANDO POR PENDEJO TAMBIÉN.

      • Salvador Penilla dice:

        Por desgracia no se está acabando sólo, se lleva todo nuestro país entre las patas! Y que podemos hacer??? Aún le quedan 2 años!!! No va a dejar nada…

    • Michelle dice:

      Que pena tu comentario. Mas pena si lo haces sin haber recibido la instruccion para hacerlo cosa que dudo porque ha sido muy obvia la estrategia de presidencia para enterrar este reportaje sobre su completa falta de etica desviando la atencion. Afortunadamente la mayoria no pensamos como tu.

    • Fronterizo dice:

      Pues yo me asombro del comentario pendejisimo de este arrastrdo con nombre raro, sandro? Si estas emputado con tus padres por ponerte semejante nombre no te desquites escribiendo pendejadas sin sentido PENDEGTE , ve por tu torta de chora, cometela y vete a chingar tu madre por pendejo

      • Sandro dice:

        Eres un auténtico gato , acólito del peje , igual que todos los achichincles de la Cnte.

  3. Mr. Fry dice:

    El artículo dice puras verdades pero es que en buena onda no es para nada asombroso o sorprendente que el ignorante que no leyó 3 libros, confundió estados con ciudades y que no sabe pronunciar una palabra del inglés haya plagiado su tesis.
    Lo que sí es asombroso son todos los escandalosos casos de abuso de poder cometidos por la policía federal y el ejército, que dejan por todos lados en entredicho a las autoridades, y terminan por generar más desconfianza y el merecido desprestigio que se merecen.
    Pero no tardan los pendejos paleros borreguitos en venir a repetir basura insostenible como “derechos humanos siempre defiende a los delincuentes”. Da pena ajena leer algo asi. Pero no esperaba más de los achichincles de Lagunes que cobran con frutsis y tortas.

  4. Michelle dice:

    Comparto su opinion. Gracias por ser una voz independiente.

  5. Nezahualcóyotl dice:

    Los que han vivido guerras coinciden en que al principio de los bombardeos y cosas así reaccionas con horror, pero que la repetición te anestesia y pasas junto a los cadáveres sin verlos ya. Esta saturación ha hecho su efecto en México y el poder político (incluyendo el fáctico, que no es sólo económico o mediático) lo sabe. Cínicamente. Cuenta con esa anestesia nuestra, que los propios hechos brutales (muerte, corrupción, ignorancia presidencial, fraudes electorales, guerra sucia con epítetos como “peligro para México” o “Mesías tropical”: la violencia simbólica también cuenta) inducen en el cuerpo social. Cuando algunos dicen que “esperaban más” del reportaje de Aristegui (¿que nos revelara que Peña asesinó a su esposa, como algunos dijeron en voz baja?) sólo se referían a que el shock debe ir in crescendo para producir el mismo efecto que antes. Más que asombrarnos debemos escandalizarnos de esa insensibilización, Darío va en esa dirección.

  6. antonio Murillo Rivas dice:

    Tu columna es muy veraz, ojalá los mexicanos lo entendamos para que esto se acabe y en 2018 optemos por un candidato inteligente y no sanguinario como los que han pasado, no vislumbro mas que un solo candidato con ese perfin inteligente y no sanguinario y ese es el Lic. Lopez Obrador.

  7. Jesus dice:

    Junto con la capacidad de asombro hemos perdido la capacidad de indignarnos. Ese es el verdadero problema, como dijo aquel ” A mi no medan miedo las personas malas si no las personas que solo ven sin hacer nada “. Y el actuar comienza precisamente con eso, con tener la capacidad de asombrarnos e indignarnos.

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