Lástima que no exista una Procuraduría de Defensa del Elector que evite la publicidad engañosa de nuestros gobernantes. Foto: Galo Cañas, Cuartoscuro.
Se llama cata a ciegas a probar un vino, licor o cualquier otra bebida sin ver la marca ni las características del envasado. Esto permite al consumidor conocer realmente qué es de su gusto sin importar el precio o los elementos de mercadotecnia con las que se vende un producto. Pues bien, si hiciéramos una cata a ciegas del Gobierno de López Obrador, la descripción del producto, si no escucháramos la mercadotecnia mañanera, ni la envoltura propagandística que la acompaña, sería más o menos así:
Es un Gobierno con una disciplina fiscal férrea, que se niega a aumentar impuestos. Militarizó la seguridad pública y las aduanas, y le entregó al Ejército las principales obras públicas y compras del país. Cambió el sistema de apoyo a mujeres trabajadoras por ayudas directas. Desbarató el sistema de protección de defensores de derechos humanos y periodistas, puso al frente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos a una amiga suya quien ahora busca desaparecerla. Propuso una despenalización light de la mariguana y cortó todos los apoyos a la promoción de la cultura. Recortó el presupuesto de las universidades públicas, ciencia y tecnología para crear un sistema paralelo de universidades a su medida. Envió a la Guardia Nacional a la frontera sur para evitar el paso de los migrantes centroamericanos. Es enemigo de las energías limpias y apuesta por el petróleo. Persigue la corrupción, pero nunca detiene a un corrupto. Detesta al zapatismo.
Cualquier catador a ciegas diría que se trata de un Gobierno de derecha. Y sí, aunque en el empaquetado de López Obrador diga es de izquierda, si vemos la letra chiquita el contenido real es otra cosa. Digamos que si tuviéramos que someter a este Gobierno a las reglas de etiquetado frontal recién autorizadas tendríamos que ponerle al menos tres leyendas en los hexágonos negros que serían la envidia de los seguidores de Felipe Calderón: exceso de disciplina fiscal; alto en militarización; exceso de políticas conservadoras.
Si algo hemos aprendido en estos dos años es que el peor error que podemos cometer es encasillar al Presidente López Obrador en los cuadrantes comunes de la política. Definirlo solo como populista, que sin duda lo es (él mismo no tiene empacho en que lo ubiquen en esa corriente de pensamiento) no ayuda demasiado, pues esta etiqueta se ha convertido en una forma de descalificación de parte de sus adversarios, tal como el Presidente llama conservadores, sin distingo, a todos los que no están de acuerdo con él. Decir que el Presidente es de izquierda simplemente porque militó en el PRD es también un error. De hecho, él prefiere definirse a sí mismo como progresista, aunque nunca nos quede muy claro qué debemos entender por ello más allá de confrontarse con todo aquel que noesté de acuerdo con él.
Si usted votó por López Obrador pensado que había elegido a un Presidente de izquierda, desengáñese, este producto no resiste una cata a ciegas. Lástima que no exista una Procuraduría de Defensa del Elector que evite la publicidad engañosa de nuestros gobernantes.
Si, pero que otra cosa hay? Se voto por el “menos peor”
Columnista pecas de ignorante. El comparar votar demócraticamente con catar un vino sin ver la etiqueta? Entonces, la democracia no te place, no te gusta y prefirirías lo anti-democrático. 4 candidatos tuvieron su oportunidad, gastaron dinero, intentaron quedar. Y sus partidos con sus aciertos y errores. AMLO ganó democráticamente. Fue el menos-pior si así quieres verlo. Postúlate para el 2024 si crees que te merecemos. Tampoco das opciones. Es pecar de ignorante de la democracia. Claro, no es perfecta, pero tampoco dices que opción lo es. Gracias por no borrar.
Este artículo parte de la tesis de que el gobierno de AMLO no es de izquierda, sin definir lo que esto significa, por lo tanto la etiqueta no tiene que ser negativa a menos que se le vincule a una subordinación a los intereses de los señores del dinero en México, lo cual sería una afirmación difícil de sostener con pruebas.
Lo que sí nos queda claro que AMLO no pretende acabar con el sistema de clases, empoderar al ciudadano a través de la toma de los medios de producción. Sin embargo tampoco es un gobierno de derecha el de AMLO. Sus acciones de gobierno son congruentes con el momento histórico y la geopolítica de nuestro país y los avances en la definición de derechos en la educación dentro de la Constitución son notables, así como los avances en el mejoramiento del ambiente laboral. Por ello puede decírsele que es progresista , a comparación de todos los gobiernos postrevolucionarios hasta la fecha, pues en dos años el progreso es enorme.
También hay que reconocer que todos los mexicanos tenemos el problema de la inseguridad, no solo él, y que un problema criminológico lo están convirtiendo en un asunto de policías cuando la falta del respeto a la Ley por parte de todos es lo que genera que no exista un estado de derecho donde el ciudadano se sienta protegido por la Ley. Es un error enorme dejar esto como un asunto de número de polícias y crimen uniformado. Para nadie es un secreto que tampoco las procuradurías y los jueces respetan la Ley. Pero todo mundo critica en este apartado a AMLO pero no tocan ni con el pétalo de una rosa a los directores de la acción penal, es decir los jefes de todas las policías del país según el artículo 21 constitucional
Artículo 21.- La investigación de los delitos corresponde al Ministerio Público y a las policías, las cuales actuarán bajo la conducción y mando de aquél en el ejercicio de esta función. El ejercicio de la acción penal ante los tribunales corresponde al Ministerio Público.
No votamos pensando en un gobierno de izquierda, votamos pensando en alguien honrado y honesto que acabara con el robadero de los gobiernos Prianistas, y afortunadamente está sucediendo para bien del País.
1.-El gobierno de Obrador y el partido Morena NUNCA se han declarado partidarios de la “Izquierda Social”,Defienden el Neoliberalismo “reformista”,por ser una alianza de partidos “tradicionales” de rojos,verdes y de dulce NO tienen una definición al Socialismo.El mismo
López Obrador como “opositor” siempre lo hizo desde la juventud priísta & el cartel más peligroso de México:el Pri-dinosaurius.2.-¿Cuál de “Izquierda”? Sólo son pleitos y pugnas entre camarillas panistas-fecalistas,frena-anticomunistas-clericales,priistas en santo “pacto
de conciiación” con Morena por el reparto del pastel y sobre todo por huesos políticos.