El rebaño de Andrés

Fueron demasiados los escándalos ocurridos en el arranque del “nuevo” Congreso. Foto: Cuartoscuro.

No es precisamente positivo el balance del comportamiento asumido por los legisladores de Morena en su primera semana de ejercicio.  Sus opositores piensan que demasiado pronto enseñaron el cobre. Y es que en unos cuantos días presenciamos  un espectáculo decepcionante en la que no faltaron los escándalos y enfrentamientos entre ellos mismos, el agandalle de posiciones y un vergonzoso cambalache para hacerse de la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados  y quedarse no sólo con la Mesa Directiva, sino también con la Junta de Coordinación Política y asegurarse el control total de ese órgano durante los tres años de esta legislatura.

El deterioro de la imanen de la nueva mayoría fue tan súbito y grave que tuvo Andrés Manuel López Obrador que reunirse con sus legisladores para darles un jalón de orejas y, como dicen los medios, leerles la cartilla. El presidente electo, según las versiones que han trascendido sobre esa reunión, les exigió a sus diputados comportarse de forma decente, respetar a la oposición, no marearse con el poder, tampoco pedir moches ni caer en mentiras ni en gritos y estridencias. En suma, “resistirse a las tentaciones del poder”. No dijeron si los legisladores usaron cilicios o hubo flagelaciones.

De acuerdo con los  testimonios de algunos de los asistentes recogidos por el diario Reforma, en un auténtico sermón emitido en tono amigable, López Obrador subrayó a los diputados morenistas que ya no son oposición y por lo tanto deben comportarse a la altura de las circunstancias y las expectativas ciudadanas. “”Nos pidió que fuéramos muy cuidadosos siendo mayoría, que somos Gobierno; eso me parece que es el tema más importante, que no somos oposición y que tenemos que ser muy respetuosos con la oposición”, mencionó Lorena Villavicencio. “Que los argumentos sean lo que pese y no los gritos”, nos dijo.

Y es que resultó verdaderamente bochornoso el comportamiento del inefable Gerardo Fernández Noroña, ahora diputado morenista por el PT, que primero increpó en las puertas de Palacio Nacional  a los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado de la República, Porfirio Muñoz Ledo y Martí Batres Guadarrama, sus compañeros de causa, por asistir a la ceremonia en la que el presidente  Enrique Peña Nieto emitió un mensaje a la Nación con motivo de su sexto y último informe de Gobierno. Les llamó “lacayos” y “traidores”, sí, entre otras linduras, luego de tratar de entrar por la fuerza al recinto y forcejear con miembros del Estado Mayor Presidencial, que por suerte no ha desaparecido.

Al día siguiente, en la primera sesión ordinaria de la Cámara de Diputados, el propio Fernández Noroña se enfrentó de nuevo con Muñoz Ledo, que con razón le negó el uso de la palabra cuando pretendió tomar por asalto la tribuna para reclamarle otra vez su asistencia al mensaje presidencial. Llamó “arbitrario” e “insolente” al presidente de la Mesa Directiva, que entonces lo acusó a su vez de “agresor” y “golpeador” y optó sabiamente por someter a votación económica la decisión de concederle la palabra, lo que fue rechazado abrumadoramente por la mayoría.

Sin duda lo más grave de ese comportamiento es que se origina en una decisión, la asistencia al mensaje de Peña Nieto, que obviamente fue autorizada, si no es que ordenada, por el líder López Obrador en su línea de mantener una relación cordial con el mandatario saliente para asegurar la llamada transición tersa.

Ese mismo día se dio el cambalache entre Morena y el Partido Verde, mediante el cual la mayoría morenista en el Senado aprobó la licencia –que dos horas antes había rechazado en una primera votación– para que el senador  Manuel Velasco Coello pudiera reasumir la gubernatura de Chiapas para terminar su mandato a cambio de que cinco diputados verdes se pasaran a la bancada morenista en San Lázaro y dar con ello al partido de López Obrador la mayoría absoluta.

Aunque el líder de la bancada lopezobradorista en el Senado, Ricardo Monreal Ávila, negó la existencia de un acuerdo al respecto, los coordinadores de Morena y del Verde en la Cámara de Diputados, Mario Delgado y Arturo Escobar, lo reconocieron. Claro, lo encubrieron con un supuesto pacto “ecologista” para asegurar fondos… para atender el cáncer infantil. “Salió baratísimo el acuerdo”, dijo Escobar. El cinismo.

Fueron demasiados los escándalos ocurridos en el arranque del “nuevo” Congreso mexicano como para que Andrés Manuel se mantuviera incólume. Tuvo el pastor que reconvenir a su grey para que acaten las normas de la ética y el buen comportamiento. Sean decentes, buenos, no digan mentiras ni se dejen embelesar por el poder, les pidió con su voz cansina a sus muchachos.

No sé si él tiene claro que lo ocurrido es resultado natural de su manera de sumar a toda clase de individuos a su causa, a cualquier costo, durante su largo peregrinar por el país, sin importar denuncias y antecedentes negativos ni atender advertencias a menudo provenientes de miembros de su círculo más cercano. Los ejemplos no se limitan a Fernández Noroña y Napoleón  Gómez Urrutia, por supuesto. Y todavía no conocemos las alimañas que seguramente se esconden en los congresos estatales con mayoría morenista. Es su rebaño.

Dudo que los sermones del tabasqueño basten para corregir deformaciones e inclinaciones  de quienes tan pronto han dado muestras de intolerancia y abuso de su condición mayoritaria.  Hay quienes critican esas actitudes por obedecer a una especie de síndrome de oposición, cuando ya no lo son. Por el contario, me parece que son más bien manifestaciones de autoritarismo y prepotencia, originados en la mediocridad y la sed de revancha. Válgame.

@fopinchetti

6 Responses to “El rebaño de Andrés”

  1. Luis Ramirez dice:

    La sed de venganza, que existe y puede explicarse, debe cambiarse por la sed de justicia; debe restaurarse al Estado de Derecho; tampoco debe provocarse al ogro, no debe venderse la piel del oso antes de haberlo cazado, el pais podria incendiarse y eso seria perjudicial para todos, debe imperrar la ley y el sentido comun

  2. Alfonso dice:

    Es falso que Gerardo les llamó traidores, quien grita en el video es otra persona. No explicas la razón del porqué lo hizo, lo cual es muy importante, pues el informe no debe darse en palacio nacional.

  3. El Toro Cojonudo dice:

    La Vaquilla Pinchetti

  4. FERNANDO MARTINEZ dice:

    Francisco no te extrañe recibir criticas de los Morenistas. Hay que reconocer y entender que los que votamos por Morena pasamos de la luna de miel al desencanto, sin que todavía Andrés sea Presidente Constitucional; en este periodo de transición hemos visto al PRI renacer y transformarse en Morena (el propio Andrés, Barlett, Monreal, Muñoz Ledo, Cárdenas Batel; Elba Esther y muchos cientos más escondidos en diputaciones federales, locales, senadurías y puestos en la Administración Pública); Morena es una mezcla grosera y corrupta del PRI, PRD, PT y ahora Partido Verde. El Congreso de la Unión es Morenista 100% ¿en donde está la cuarta transformación? Muy fácil el nuevo PRI transformado en Morena……así que los que ingenuamente votamos por Morena estamos despertando que Morena no es lo que nos dibujó Andrés, sino lo que en el fondo es un nuevo PRI……

    • Salomón dice:

      Yo voté.por Morena y no estoy desencantado. Yo sé que las cosas no van a cambiar de la noche a la mañana y ya lo sabía en el momento que voté. En esta etapa de transición de poderes se han dado cosas buenas y otras malas, pero si las ponemos en la balanza, creo que predominan las buenas. Le aguantaron 80 años al PRI y 12 al PAN y con Morena se han puesto exigentes. No hay que ser desesperados, hay que darles tiempo y vigilarlos de cerca, pero sin estridencias.

  5. Fidel dice:

    Morena es el nuevo PRI, nuevo nombre con viejas mañana

    Gatopardismo puro, cambiar todo para que todo siga igual

    Ya lo decíamos, vamos a votar x el menos peor; nos equivocamos, los de Morena son igual de peores que sus antecesores del PRI.

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