El mercado de Estados Unidos está menos expuesto que el europeo al conflicto bélico, pero se puede ver arrastrado igualmente por su impacto sobre el crecimiento económico y el aumento de la inflación a nivel global.
Nueva York, 4 mar (EFE).- La guerra en Ucrania y sus ramificaciones económicas han lastrado la semana en Wall Street pese a los buenos datos de empleo registrados en febrero en Estados Unidos, pero las pérdidas acumuladas por los principales indicadores son menores que las del mercado europeo.
El Dow Jones de Industriales baja un 1.3 por ciento acumulado, encadenando ya cuatro semanas en descenso; el selectivo S&P 500 desciende también un 1.3 por ciento y el índice Nasdaq pierde un 2.8 por ciento.
Los datos no hacen sombra a los de las principales plazas de Europa, que han sufrido fuertes pérdidas en los últimos cinco días, las peores en Madrid, del 9.02 por ciento; seguidas por Milán, el 6.24 por ciento; París, el 4.97 por ciento; Fráncfort, el 4.41 por ciento y Londres, el 3.48 por ciento.
El parqué neoyorquino cierra una semana volátil que ha pasado de las esperanzas por un posible cese temporal de las hostilidades en Ucrania al pesimismo por el ataque y posterior toma de control de las tropas rusas de la mayor central nuclear de Europa, Zaporiyia.
Según los analistas, el mercado de Estados Unidos está menos expuesto que el europeo al conflicto bélico, algo que fue palpable la semana pasada, pero se puede ver arrastrado igualmente por su impacto sobre el crecimiento económico y el aumento de la inflación a nivel global.
Un informe de JPMorgan revisado al alza estima que la economía rusa va a sufrir notablemente los próximos meses y podría contraerse un siete por ciento este año a consecuencia de las duras sanciones económicas de Occidente a Moscú y el éxodo de inversiones internacionales directas.
El petróleo de Texas, igual que el Brent, ha seguido encareciéndose a lo largo de la semana y este viernes alcanzó los 115.68 dólares por barril, presionado por la escalada de tensión militar en Ucrania, el temor a incidentes nucleares y las ramificaciones del castigo internacional.
Otras materias primas han subido a precios no vistos en años, algo especialmente grave en el caso de productos agrícolas de gran consumo como el trigo, que se ha revalorizado un 40 por ciento esta semana, pero también metales como el paladio, que ha tocado un máximo de tres mil dólares.
Los buenos datos de empleo en Estados Unidos en febrero divulgados hoy por el Gobierno, que muestran la menor tasa de paro desde que comenzó la pandemia, del 3.8 por ciento, y un aumento mayor del esperado en la creación de empleo, quedaron en segundo plano frente a los desarrollos geopolíticos.
«La guerra en Ucrania sigue eclipsando las noticias económicas. Sin embargo, los últimos datos muestran que la economía de Estados Unidos tenía un gran impulso antes de la crisis», dijeron analistas de Wells Fargo en una nota.
En cuanto a la política monetaria, un factor clave de movimiento en la bolsa, el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, adelantó en el Congreso de Estados Unidos, que propondrá una subida de los tipos de interés de 25 puntos en la próxima reunión, dentro de dos semanas.
La analista Seema Shah, de Principal Global Investors, dijo que la Fed será más cauta en sus debates internos a raíz del conflicto, y si el aumento de precios de la alimentación y la energía «pesa significativamente sobre el gasto de los hogares, los legisladores quizás se enfoquen en los riesgos para el crecimiento».
Los inversores continuaron escapando de la renta variable y acudiendo a activos considerados seguros, lo que ha hecho caer el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años a un nivel cerca del 1.7 por ciento y ha elevado el oro, que se aproxima a los dos mil dólares la onza.