El doctor Hector L. Frisbie, especialista en salud pública, indicó que en caso de presentar síntomas o tener sospecha de estar contagiado de COVID-19 y no presentar un cuadro grave, lo más recomendable es quedarse en casa para evitar la propagación del virus y dar oportunidad a la gente que realmente necesita realizarse una prueba.
Ciudad de México, 7 de enero (SinEmbargo).- Ante el problema global de escasez de pruebas COVID, originado por el incremento de contagios por la variante Ómicron, es necesario que las personas se realicen el estudio sólo si presentan síntomas o tienen la certeza de haber estado junto a alguna persona infectada, recomendó Hector L. Frisbie médico cirujano y especialista en salud pública.
«Se recomienda que la gente que se haga pruebas cuando tenga síntomas o tenga la certeza de que se estuvieron exponiendo a alguien infectado y empiezan a tener síntomas», indicó el especialista en entrevista con Álvaro Delgado y Alejandro Páez en el programa Los Periodistas que se transmite por el canal de YouTube de SinEmbargo Al Aire.
El doctor Frisbie recordó que actualmente existen tres tipos de pruebas para detectar si una persona está contagiada con el virus SARS-CoV-2 y explicó cuál es la más indicada para cada caso.
Dijo que la prueba PCR es la más confiable de todas debido a que es capaz de identificar el material genérico del virus.
«Hasta arriba de la lista se encuentra el ‘estándar de oro’ o la que se conoce como PCR, porque tiene la capacidad de detectar material genérico del virus, es decir, con una pequeña fracción de material genético del virus tiene la capacidad de ampliarlo. Qué quiere decir esto, pues que es extremadamente raro que una prueba PCR sea falsa positiva o falsa negativa. Esta prueba se le tiene que hacer a los pacientes que tienen síntomas o que quieren confirmar la enfermedad».
La siguiente es la prueba de antígenos, es un poco más económica, pero requiere altos niveles de complicación viral porque ya no detecta material genético. «¿La prueba de antígenos a quién se le debe hacer? A pacientes que son sintomáticos», dijo.
Una tercera opción son las pruebas caseras que «identifican el 85 por ciento de los casos positivos, pero el gran problema que tienen es que quien toma la muestra es la persona. Eso hace que la muestra sea de muy mala calidad».
El doctor Hector L. Frisbie recomendó a las personas, sobre todo a aquellas que tienen síntomas o sospechan estar contagiadas de COVID-19 y que no presentan un cuadro grave, quedarse en casa para evitar la propagación del virus.
«Si tiene síntomas, quédense en su casa, estamos en una pandemia. Cuando yo tengo síntomas que se pueden relacionar con los síntomas de lo que está causando la pandemia debo asumir que tengo esa infección. Sólo si tengo la necesidad y los recursos para confirmar, pues lo hago. Quédense en casa y sigan monitoreando su oxigenación».
NO UTILIZAR UNGÜENTOS
A pregunta expresa de Álvaro Delgado sobre si era recomendable aplicar té o vaporub para los niños contagiados con COVID, tal y como lo aseguró el Secretario de Salud, Jorge Alcocer, el especialista rechazó de manera tajante el uso de este tipo de ungüentos pues pueden provocar lesiones en los pulmones.
“Este tipo de ungüentos causan una condición que se llama neutonios lúpica, esto qué significa, que todas estas sustancias que olemos se depositan en los pulmones y forman lesiones quísticas con una cápsulas de grasa y ahí se quedan”.
Jorge Alcocer se volvió blanco de críticas luego de asegurar durante la conferencia mañanera del Presidente Andrés Manuel López Obrador que los contagios leves en niños por COVID podían ser tratados con remedios caseros.
“Les dura a los niños dos o tres días y lo comentábamos, es tan solo con tés, no estoy señalando que es así de sencillo, con tés, con paracetamol, un medicamento que es muy bueno para eso y no es agresivo en otros tejidos y desde luego, la fluidez del medio caliente que esté, lo que usan las mamás, el vaporub y todas esas cosas que parecen ser intrascendentes”, fueron las palabras del funcionario.
DESABASTO GLOBAL
Las imágenes de largas filas para hacerse pruebas COVID, y por lo tanto de esperas que parecen interminables, así como la escasez de estos insumos, no es una situación que sólo se presente en México, sino que corresponde al desabasto que enfrenta el mundo ante el avance de la variante Ómicron que ha llevado a los países —desde Estados Unidos a Bolivia— a registrar cifras récord de contagios.
En México, luego de las fiestas decembrinas, los contagios han incrementado de manera importante. El último reporte de las autoridades sanitarias mostró que en las últimas 24 horas se contabilizaron más de 28 mil casos nuevos de COVID, una cifra muy cercana al máximo pico que se registró a finales de agosto pasado.
Esto, sumado a la rápida propagación de Ómicron, ha llevado a que las personas recurran a las pruebas de COVID, ya sea las que brindan de manera gratuita gobiernos como el de la Ciudad de México, que tuvo que ampliar su oferta de unos 10 mil 000 tests diarios al doble e instalar una capacidad en ocho nuevos módulos en centros comerciales.
Quienes no acuden a estos sitios lo han hecho a clínicas privadas en donde las decenas de personas afuera de estos establecimientos son un botón de muestra de una situación que se está presentando en distintas partes del mundo.