La presencia de testimonios de la talla de Adrián Taverna, amigo y sonidista de toda la vida de Gustavo; Richard Coleman, ex guitarrista de Soda Stereo; Tweety González, productor musical y ex tecladista de la agrupación argentina; y Óscar Fernández Roho, asesor de imagen del músico; ofrece una mirada más real de la gran figura que representa Cerati en latinoamérica.
Ciudad de México, 24 de octubre (SinEmbargo).- Hablar de Gustavo Cerati, músico y líder de Soda Stereo, no es sólo tocar temas sobre su carrera, su vida personal o el fatídico accidente cerebrovascular que lo llevó a la muerte después de cuatro años en coma, sino del humano que existía detrás del genio musical.
Con el fin de conocer un poco más sobre el proceso creativo que seguía Cerati, el director Felipe Restrepo se dio a la tarea de contactar a amigos y colaboradores del cantautor para que le compartieran su testimonio y un par de anécdotas laborales. Sin embargo, no contaba con que en las grabaciones de Un hombre alado, documental que forma parte de DocsMX, llegaría a conocer aspectos más íntimos del intérprete de «Déjà vu».
«Siempre me he interesado por los procesos creativos de los artistas. Quería indagar en el mundo de Gustavo, saber cómo él se ponía en contacto con esas sonoridades, con las letras de sus canciones y particularmente me empezó a llamar mucho la atención su figura», comentó Restrepo sobre Un hombre alado en entrevista para SinEmbargo.
La presencia de testimonios de la talla de Adrián Taverna, amigo y sonidista de toda la vida de Gustavo; Richard Coleman, ex guitarrista de Soda Stereo; Tweety González, productor musical y ex tecladista de la agrupación argentina; y Óscar Fernández Roho, asesor de imagen del músico; ofrece una mirada más real de la gran figura que representa Cerati en latinoamérica.
Conforme avanza el largometraje, que en un principio toca temas sobre las influencias musicales y la imagen de Soda Stereo, poco a poco se da un giro más enfocado en la forma de ser de Cerati a viva voz de las personas que convivieron con el artista.
«Lo que más me sorprendió cuando empecé a encontrarme con la gente que lo conocía es que todo el mundo me hablaba primero del humano y después de lo artístico, entonces eso me llamó», destacó el realizador.
«La gente tiene esa idea de los artistas ahí inmaculados en su nube, con soberbia y mirando a todo el mundo por encima del hombro, pero él tenía ese carácter humano donde siempre estaba al pendiente del otro, escuchaba al otro, dialogaba con el otro, absorbía al otro, se prestaba también para el otro y yo creo que eso es una variable que debe definir al artista».
El trabajo que Felipe Restrepo tardó cuatro años en realizar, en un principio se vio obstaculizado puesto a que varios de los testimonios no querían participar ya que dudaban que el director no tuviera otro objetivo más que el querer generar un ingreso económico.
«Hubo momentos en los que tuvimos que convencer intensamente a la gente para que participara. Convencer era llamar y juntarse con la gente varias veces hasta que se dieran cuenta que realmente teníamos un interés legítimo en Gustavo, en querer hablar de él, que no queríamos componer una pieza para llamar la atención sino simplemente expandir su figura».
«Por suerte el tiempo nos terminó abriendo las puertas y creo que llegamos hasta un punto en el que dijimos ‘aquí, ya no vamos a convencer a estos y realmente quedémonos con lo que tenemos'», confesó el director.
Pese a no considerarse un fanático de Gustavo Cerati, Restrepo admitió que con este proyecto la imagen que tenía sobre el cantautor cambió completamente y que de alguna manera le sirvió de inspiración a la hora de filmar Un hombre alado.
«Gustavo era muy inquieto, muy obsesivo, pensaba cada uno de los detalles y esto no sirvió solamente para conocerlo sino para aprovechar y agarrar algo de él, de esa metodología que tenía para incorporarla en mi proyecto», detalló. «De un modo u otro, yo también traté de tener ese nivel de perseverancia y obsesión en el diseño del documental. Traté de poner todo de mí con la gente que me acompañó, con el equipo que formamos para que la película estuviera a la altura de su legado», agregó.
Finalmente Felipe aseguró que Gustavo Cerati forma parte del acervo cultural latinoamericano al igual que figuras de la talla de Frida Kahlo, Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges y hasta Roberto Gómez Bolaños.
«Todos los latinoamericanos nos sentimos identificados con ese tipo de figuras. Para mí es exaltar la figura como latinoamericano de una persona que realmente transformó la música y nos dio la oportunidad de creer que podíamos generar ese tipo de figuras tan poderosas».