Trump y Meadows no sólo ignoraron las advertencias sobre la violencia potencial el 6 de enero, sino que también querían que Trump se uniera a la marcha hacia el Capitolio.
Los Ángeles, 28 de junio (La Opinión).- El expresidente Donald Trump dijo que no le preocupaban las armas que llevaban algunos de sus fieles seguidores el pasado 6 de enero porque: “no están aquí para lastimarme”, testificó Cassidy Hutchinson, exasesor de la Casa Blanca, ante la Cámara de Representantes el 6 de enero.
Frustrado porque sus partidarios no pudieron atravesar los magnetómetros en su mitin en Ellipse esa mañana, Trump transmitió su furia a los aliados que se encontraban detrás del escenario, así lo recordó Hutchinson en un video pregrabado que se reprodujo en la sala, mientras testificaba ante el panel el martes.
Después de que el Fiscal General William Barr le dijera a una agencia de noticas que no había evidencia de fraude en las elecciones de 2020, Trump arrojó su almuerzo contra una pared de la Casa Blanca en un ataque de furia y fue Hutchinson, quien se vio obligada a limpiar su desorden.
También retrató que el derrotado Presidente estaba muy enojado y violento el día que instó a sus seguidores a marchar hacia el Capitolio, donde algunos de ellos atacarían a la policía en un esfuerzo por revertir los resultados de las elecciones .
“NO ME IMPORTA UNA MIERDA QUE TENGAN ARMAS ”
Trump y Meadows no sólo ignoraron las advertencias sobre la violencia potencial el 6 de enero, sino que también querían que Trump se uniera a la marcha hacia el Capitolio, fue cuando él dijo que no estaba preocupado por las armas en la multitud que se había reunido cerca de la Casa Blanca porque: “No están aquí para lastimarme”, testificó Hutchinson.
“No me importa una mierda que tengan armas. No están aquí para lastimarme. Quita las malditas revistas, fueron las palabras que el ex presidente Trump dijo ese día, informó NBC News.
El testimonio de Cassidy continuó diciendo que el exmandatario instó a sus seguidores, sabiendo que algunos de ellos estaban armados, a marchar hacia el Capitolio. En las grabaciones de la policía que también fueron expuestas como testimonio, revelaron que los oficiales de policía del Servicio Secreto y Washington, DC habían observado a los asistentes con rifles semiautomáticos AR-15 y otras armas.
Después de hablar en el mitin, Trump regresó a su limusina, conocida como “La Bestia”, pensando que lo llevarían al Capitolio, pero le informaron que iban a la Casa Blanca, el hombre tuvo una “respuesta muy fuerte y muy enojada”, testificó Hutchinson.
“Soy el maldito Presidente. Llévame al Capitolio ahora”, su enojo era tan fuerte que tomó el volante del asiento trasero y luchó con su agente de seguridad por el control del auto, al no poder lo agarró por la clavícula, relato Hutchinson.
Entre los testimonios que relató, expresó que el abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone le dijo: “Vamos a ser acusados de todos los delitos imaginables si Trump va al Capitolio”, ya que le preocupaba la posibilidad de obstruir el conteo de votos electorales ese día.