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Los líderes sindicales han aprovechado estas demandas para intentar conservar el control de plazas y contratos.
Este 31 de enero la historia del sindicato más grande de Pemex puede dar un giro de 180 grados y acabar con el cacicazgo que lo ha dirigido.
Los candidatos a dirigir el sindicato más grande de Pemex aceptaron la invitación del Presidente López Obrador para acudir a Palacio Nacional y presentar sus propuestas para transformar el STPRM.
Trabajadores que fueron despedidos injustificadamente debido a un fraude orquestado por el STPRM en 2019, en ese entonces a cargo de Romero Deschamps, ganaron una demanda colectiva y serán reinstalados en sus puestos.
Trabajadores del STPRM y Petromex, los dos sindicatos de Pemex, pidieron a las autoridades que también se investigue a toda la estructura que Romero Deschamps deja en Pemex.
Representantes de sindicatos mexicanos, incluyendo los de entes gubernamentales como el Metro y Pemex, celebraron que el Gobierno federal revise este esquema de subcontratación.
Actores de la gran escena del poder en México, Emilio Lozoya Austin y Carlos Antonio Romero Deschamps acordaron en 2016 “en lo oscuro” una millonaria partida para el sindicato de Petróleos Mexicanos. Cuatro años después, por cargos de corrupción, uno se encuentra en prisión en España y el otro emprendió una huida. ¿Y el dinero? 267 millones 967 mil 771 están perdidos.
AMLO podría democratizar al STPRM, pero la corrupción es grave y no se ha tocado a la administración, dijeron trabajadores petroleros.
El charrismo es común en México: 15 de los sindicatos más grandes del país son liderados por caciques que han permanecido 22 años en el poder, en promedio.
Petroleros buscan una reforma a los Estatutos para que no sea impuesto el sustituto del líder Carlos Romero Deschamps.
Los petroleros disidentes temen que Carlos Romero Deschamps siga gozando de la protección del poder en la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Acusan que los diputados, en su mayoría de Morena, podían haberlo llevado a juicio político, pero no quisieron.
Desde Tamaulipas hasta Campeche, así como en Oaxaca, el poderío de Carlos Antonio Romero Deschamps se extiende y sostiene a través de ocho hombres. Es su camarilla, su grupo dorado, una inalcanzable casta sindical que ha consumido el dinero y los bienes del sindicato a ritmos desbocados. Al dirigente nacional le ofrecieron feudos en las regiones más estratégicas del petróleo en México. Y han cumplido a cabalidad. Como el mismo líder, se volvieron intocables.
El líder del Frente Nacional Petrolero, Sergio Carlos Morales Quintana, entregó a la Secretaría del Trabajo la documentación de la convención extraordinaria en la que un grupo de disidentes del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana avaló la destitución de Carlos Romero Deschamps.
Grupos de disidentes petroleros se pelean la dirigencia del sindicato de Pemex de Carlos Romero Deschamps.
El Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) acudió de nueva cuenta a un amparo para impedir a Pemex dar información sobre el dinero que se le ha dado desde el año 2000
Los petroleros que trabajan en Pemex tienen opiniones divididas sobre la construcción de Dos Bocas: unos creen que la petrolera no cuenta con personal capacitado para hacer refinerías y que el Presidente está mal informado, pero el sindicato Petromex, que tiene al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas como presidente del Consejo Técnico Académico Científico, la obra es viable y pondrá a México a la par de la soberanía energética de otros países.