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El impuesto al refresco en México ha logrado una tendencia decreciente en el consumo de las bebidas azucaradas, de acuerdo con el doctor Juan Rivera Dommarco, director general del Instituto Nacional de Salud Pública, quien presentó los resultados de un nuevo estudio publicado en la revista Health Affairs, realizado por investigadores mexicanos y de la Universidad de Carolina del Norte. Los resultados revelan que las compras de dichas bebidas se redujeron en un 9.7 por ciento en 2015; mientras en 2014, la cifra alcanzó 5.5 por ciento en la baja de las compras, con el gravamen de un peso por litro, lo que en promedio se traduce en 5.1 litros per cápita menos por año.
Un nuevo reporte alerta sobre el uso de la publicidad por parte de las industrias de los alimentos y las bebidas azucaradas para conquistar el gusto de los niños a temprana edad, para convertirlos en consumidores seguros de productos que les causarán enfermedades graves.
De incrementar el impuesto al refresco en un 20 por ciento por litro, se obtendrían alrededor de 20 mil millones de pesos que podrían ser invertidos en mejorar la salud de los mexicanos al evitar enfermedades como la diabetes y la obesidad, aseguró el doctor Simón Barquera Cervera, del INSP.
Durante su participación en el Foro de Líderes Empresarios: México en el mundo, que organizó el Grupo Financiero Banorte, el directivo señaló que las empresas dedicadas a producción de bebidas azucaradas son sólo un pequeño problema, por lo que el polémico impuesto al azúcar no resolverá los problemas de salud.
El Senado de la República negocia y alista un acuerdo para que se mantenga el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) en un peso por litro de refrescos y bebidas saborizadas o azucaradas.
Las organizaciones civiles internacionales buscan un Convenio Marco para cuidar de la salud alimentaria en el mundo.
Asociaciones civiles enfatizaron la necesidad de implementar políticas públicas sobre la dieta que protejan el corazón.
Un nuevo estudio determinó que hay un vínculo entre los refrescos y las enfermedades cardiovasculares debido al azúcar.
México destina el 6.3 por ciento del PIB a gastos de salud. Legisladores proponen fideicomiso para mayor transparencia.