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En el recital participaron niños de Managua, Bolivia, Nicaragua, Haití, España, entre otros países de América y Europa.
«Esta fecha es histórica y real. Hoy, hoy, este día a los adultos los van a vacunar», reza el poema de Azminda Aguilar.
La poeta de 22 años, quien causó sensación en la ceremonia de investidura de Biden el mes pasado, volvió a quedar bajo los reflectores en uno de los eventos más importantes de Estados Unidos.
La reputación de Marjorie como artista se disparó después de su muerte en 1995, y desde entonces su trabajo ha formado parte de múltiples exposiciones alrededor del mundo.
Si bien su poesía es mística, no todo es unión festiva en la lírica de Juan Martínez (Tequila, Jalisco; 1933-2007). Las pérdidas durante su vida dejaron valles de sombra, lo cual hizo de este poeta mexicano también un hombre atormentado.
A finales de octubre de 1967, Ginsberg visitó a Ezra Weston Loomis Pound, un poeta, ensayista, músico y crítico estadounidense perteneciente a la llamada «Generación perdida”, que buscó rescatar la poesía antigua para adaptarla a la modernidad. Barbas Poéticas presenta un poema que Ginsberg dedicó a Pound.
Fragmento de la plaquete Poemas de horror para una Generación Zen, de J.M. Lecumberri, para Barbas Poéticas, enero 2019.
Esta técnica se atribuye a los surrealistas, quienes entre 1925 y 1927, inventaron dicha dinámica para «explorar el inconsciente» por medio de una actividad colectiva. Supuestamente fue el escritor francés André Breton quien ideó el ingenioso procedimiento, donde participaron pintores y escritores de la época.
Su última colección, The Cartographer Tries to Map a Way to Zion, ganó el Forward Prize for Best First Collection en 2014.
Impreso en papel verde pálido y tinta verde oliva, el poema solía repartirse entre la multitud antes de muchos de sus conciertos. Te presentamos «Oda a L.A. mientras pienso en Brian Jones, Fallecido».
En el texto, la autora elogia la labor que la adolescente lleva a cabo para salvar el planeta.
Hace unos días soñé que me abrazabas. Y tu cálido tacto me causó dolor, porque las imágenes se agolparon. Antier soñé con tu intenso resplandor. Lo cubrí con pintura negra porque las ráfagas perforaban mi oscuridad…
“No hay poema que como este sea el último, no hay obra como ésta que deje dos cadáveres, poeta y poema ensangrentados a los pies de la poesía, violencia necesaria que los reúne y confunde”, indica Vassallo.
Para ganarse el corazón de una mujer, o en este caso, el perdón de tu pareja, todo se vale, dicen muchos.
El poema lo encontró mi hermana Ligia hace más de 50 años en una revista y tanto le gustó que terminó por aprendérselo, y yo con ella