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El historiador, periodista y escritor, José Luis Durán King (México, 1957) es un asiduo a los temas de los criminales. Cuenta con dos libros publicados: Gentiles caballeros del terror (2000) y Vidas ejemplares (2004), en los que da cuenta de los mayores criminales y asesinos seriales del mundo. No obstante, cada sábado, en su columna del diario Milenio, escribe sobre estos temas, por lo que la crítica lo ha llamado amante de los temas weird o bizarros, temas que para él son necesarios para causar interés en el lector.
Fue un enorme placer para John Connolly visitar México y para nosotros entrevistarlo una circunstancia muy gozosa. Sabe muy bien del género negro, del horror y de su país, Irlanda. Lo explica en español y cuando se confunde mucho le pide a la traductora que lo ayude. Tiempos oscuros (Tusquets) es otra novela donde su detective Charlie Parker entra en guerra con el Diablo. «Este héroe que no es típico», se disculpa su autor.
Ahora que empieza el Festival Huellas del Crimen, donde va a estar el autor John Connolly como invitado especial, comenzamos a ver detectives en nuestro día a día. ¡Literatura! Le preguntamos a los escritores cuál era su investigador favorito. Estas son las respuestas.
En San Luis Potosí, en ese hermoso Centro de las Artes que dirige Laura Elena González, se llevará a cabo la tercera edición de Huellas del Crimen. Esta vez el festival se viste de gala para recibir al sueco John Ajvide Lindqvist, a la argentina Claudia Piñeiro, al colombiano Evelio Rosero y al irlandés John Connolly.
La canción de las sombras, de John Connolly. Traducción de Vicente Campos González, Editorial Tusquets. Habituados a su peso dentro de un panorama de novela negra bastante uniforme, a John Connolly (Dublín, 1968) se le obliga a ser oscuro. Y a ser posible, el más oscuro. Pero la oscuridad no está en los arañazos que sacuden al lector en los párrafos más violentos, los más sanguinarios, de sus primeras obras del detective Charlie Parker. La oscuridad tampoco está en las atribuciones que los otros personajes le adjudican al protagonista de la mayoría de las novelas de Connolly. Ni siquiera en eso que en este caso ya apunta más explícitamente, que es un flujo de vida, de carácter más bien feo, entre esta vida y un supuesto más allá, donde no existe un paraíso. El ángel que viene a visitarles, no muestra su rostro debido a lo horrible de la máscara que ya se ha unido a la piel. Si es que es piel lo que poseen los cuerpos astrales.