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Bajo la dirección de Andy Muschietti, una nueva adaptación de la clásica novela de Stephen King, Eso (“It”), llegará al cine en 2017.
Una «mágica» escultura emerge en el centro de Los Ángeles. Delgados flecos se unen creando la ilusión de flotar en el aire. 15 mil pies cuadrados se extienden sobre la plaza de Pershing Square, obra del artista Patrick Shearn.
Aunque desde 2002 se conoce la posición y masa de este agujero negro, los investigadores acogieron las observaciones con entusiasmo por su precisión.
El Observatorio Europeo Austral (ESO) logró captar una nueva y «espectacular» imagen del cúmulo conocido como «El horno» (Fornax) en el hemisferio sur de la constelación con el mismo nombre.
Un astrónomo utilizó su tiempo libre para la creación a escala del telescopio E-ELT, que aún se encuentra en construcción y que revolucionará este tipo tecnología, con bloques de LEGO.
El ESO captó una nueva imagen de la galaxia solitaria Wolf-Lundmark-Melotte (WLM), que es tan pequeña y está tan apartada que puede no haber interactuado nunca con ninguna otra del Grupo Local.
Esta doble estrella está formada por una estrella gigante roja, que expulsó el material hacia el disco de polvo circundante, y una estrella normal, menos evolucionada, que orbita cerca de ella.
Encima del centro de la imagen puede verse una extensa nube roja de gas y polvo situada a unos 12 mil años luz de distancia.
Los nuevos mapas de ATLASGAL cubren un área del cielo de 140 grados de largo y 3 grados de ancho, más de cuatro veces más grande que la primera versión de ATLASGAL.
Estos discos se denominan discos protoplanetarios, ya que se trata de las primeras etapas en la creación de sistemas planetarios.
Prácticamente todas las estrellas se encuentran rodeadas de planetas, sin embargo, los astrónomos aún no comprenden totalmente cómo, y en qué condiciones, se forman. Tras lo anterior, los astrónomos estudian los discos giratorios de gas y polvo que se encuentran alrededor de estrellas jóvenes para saber cómo se forman estos cuerpos celestes.
El equipo, conformado por más de 100 astrónomos de todo el mundo, comenzó la búsqueda de estos monstruos cósmicos en el año 2011.
De acuerdo con el observatorio, estos objetos, a pesar de su nombre, no tienen nada que ver con planetas y surgen en las últimas etapas de evolución de estrellas similares en masa a nuestro Sol.
La imagen del Very Large Telescope (VLT) de ESO, instalado en el observatorio Paranal, muestran a la galaxia elíptica NGC 5291, situada a casi 200 millones de años luz de distancia, en la constelación del Centauro.